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Libros prohibidos:
Pirrón de Elis (360-270 a.C.), primer filósofo escéptico, hizo de la duda el problema central de su filosofía. Los escolásticos mantuvieron con sus ideas una actitud muy hostil y destruyeron gran parte de los contenidos escépticos. Su duda fue vista como extremismo opuesto a la deducción aristotélica y el desarrollo de silogismos.
El Index librorum prohibitorum fue promulgado por primera vez a petición del Concilio de Trento por el papa Pío IV el 24 de marzo de 1564.
La primera impresión fue obra de Paolo Manuzio en Venecia y fue proseguida de más de cuarenta ediciones.
Su elaboración estaba a cargo de la Congregación del Índice, creada por el papa Pío V en 1571.
La última edición se imprimió en 1948 y estuvo vigente hasta que Pablo VI lo suprimió en 1966.
Inquisición: Autores con todas sus obras prohibidas:
Inquisición: Algunos de los libros específicos prohibidos:
De l'Allemagne de Heine (1836)
Motivos de la prohibición:
Revisión del cristianismo:
● A medida que las citas bíblicas empezaron a usarse cada vez con mayor frecuencia contra los copernicanos, se les etiquetó como «infieles» o «ateos». Finalmente, hacia 1610, cuando la Iglesia católica se unió de manera oficial a la batalla en contra de la nueva astronomía, se empezó a acusarlos formalmente de herejía. En 1616 De revolutionibus y todas las demás obras que afirmaban el movimiento de la tierra fueron incluidas en el Índice y se prohibió a los católicos enseñar las doctrinas de Copérnico e incluso leerlas. (Peter Watson)
David Hume, parte de una importante generación de pensadores de Edimburgo, con todos sus libros incluidos en el Índice, no llegó a ejercer de profesor.
Refutó brillantemente las defensas racionales de la religión y su escepticismo desconcertaba e intranquilizaba a sus contemporáneos.
En su lecho de muerte su amiga Katharine Mure le imploró que quemara sus libros antes de que fuera demasiado tarde.
El reino de Dios está en vosotros - Tolstoi (1894) es un ensayo en que se trata la incompatibilidad del cristianismo con la violencia.
Critica a las naciones que preparan la guerra y la buscan para incrementar sus posesiones territoriales.
El pensamiento cristiano de Tolstoi desarrolla una sociedad ideal guiado por la interpretación que extrae de las enseñanzas de Cristo.
Fue censurada en Rusia, aunque circuló clandestinamente, fue ampliamente discutida por la crítica rusa, y publicada en Alemania, Francia, Inglaterra y EE.UU. En muchos países como España o Italia la obra fue censurada o prohibida.
Sobre este ensayo obra Gandhi declaró: me abrumó, dejándome una impresión imborrable.
Gracián castigado por los jesuitas (1657):
Cuando Ernest Renan publica su Vida de Jesús (1863) este famoso ensayo pasa a ser su quinto libro incluido en el Indice.
Para referirse a este trabajo erudito lleno de admiración por la figura de Jesús varios defensores de la Iglesia le adjudicaron el término abominable.
Según el canónigo de Barcelona el libro arrancó un grito de dolor e indignación a la sociedad cristiana.
La novela de ciencia ficción Extranjero en la Tierra extraña - Robert A. Heinlein (1961) fue prohibida en España.
Un marciano llegado a nuestro planeta intenta asimilar las creencias y comportamientos de los hombres desde su punto de vista distante.
Quedan en evidencia hipocresías, creencias absurdas y el interés de los poderosos.
Un cínico personaje de excepcional inteligencia da un repaso desde la ética a algunos pasajes del Viejo Testamento.
Erasmo de Rotterdam (1500)
François Rabelais (m.1535)
Giordano Bruno (1548-1600)
René Descartes (1633)
Thomas Hobbes (1649-1703)
David Hume (1761-1872)
Denis Diderot (1713-1784)
Honoré de Balzac (1799-1850)
Émile Zola (1894-1898)
Anatole France (1922)
Henri Bergson (en 1914)
Maurice Maeterlinck (1862-1949)
André Gide (1952)
Jean-Paul Sartre (1959)
De revolutionibus orbium coelestium de Nicolás Copérnico (1616)
In Job commentaria de Diego de Zúñiga (1616)
Ensayos de Michel de Montaigne (1676)
The arrangment de Francis Bacon (1668)
Los libros filosóficos de René Descartes (en 1663)
Pensées, avec les notes de Voltaire de Blaise Pascal (1789)
Pamela o la virtud recompensada de Samuel Richardson (1740)
El contrato social y Emilio, o De la educación de Jean-Jacques Rousseau
Crítica de la razón pura de Immanuel Kant (1827)
Historia de la decadencia y caída del Imperio romano de Edward Gibbon (1873)
Justine y Juliette del Marqués de Sade
Science de l'homme de Claude Henri Saint-Simon
Los Papas romanos, su Iglesia y su Estado en los siglos XVI y XVII de Leopold von Ranke (1837)
Rojo y negro de Stendhal (1848)
Cours de philosophie positive de Auguste Comte (1864)
Los miserables y Nuestra Señora de París de Victor Hugo (1834–1869)
Algunas obras de Alexandre Dumas (padre) (1863)
Las novelas de George Sand (1840)
Principios de economía política de John Stuart Mill (1856)
Gran Diccionario Universal de Pierre Athanase Larousse
Madame Bovary de Gustave Flaubert (1864)
Varias obras de Alexandre Dumas (hijo) (en 1863)
Prólogo de Emilio Castelar a la Historia general de la masonería de G. Danton
Las novelas de Gabriele D'Annunzio (en 1911)
Lazarillo de Tormes, anónimo.
Entre los motivos de su inclusión abundan más los intentos de cambios en la estructura de la sociedad que los ataques a la moral tradicional.
El pensamiento francés estuvo siempre en la vanguardia de los cambios en las ideas, y sus autores prohibidos ocupan el lugar más destacado.
Por oposición a expresiones literales de la Biblia luego refutadas por la experiencia.
Cuatro años después de su juicio y retractación Galileo produjo un libro que trataba de «dos ciencias nuevas», una que se ocupaba de la mecánica y otra de la resistencia de los materiales. Estaba escrito en italiano y adoptó la forma de un diálogo sostenido entre Salvati, Sagredo y Simplicio. Dado que la Inquisición había prohibido todos sus libros, la obra hubo de ser sacada furtivamente del país para que lo publicaran los Elzevir en Leyden. Este fue el último libro de Galileo y en él ponía los cimientos sobre los cuales Huygens y Newton construirían la ciencia de la dinámica y, finalmente, una teoría de la gravitación universal.
Claude Henri Saint-Simon (1760-1825), estudioso de la industrialización, especula sobre un nuevo modelo social más justo e igualitario.
Defiende la propiedad privada, pero solo si es merecida y con la abolición del derecho a la herencia.
En 1825 publica El nuevo cristianismo en la que pasa de glorificar a la moderna sociedad burguesa a aspirar a la emancipación de la clase obrera.
Escribió que la gran meta terrena de los cristianos, que deben proponerse para obtener la vida eterna, es mejorar lo más rápidamente posible la existencia moral y física de la clase más pobre.
En las novelas de Stendhal están presentes religiosos interesados en la adquisición de prebendas y puestos de influencia. Intervienen en asuntos mundanos movidos por motivaciones que buscan sobre todo su prosperidad particular.
Fue un religioso miembro de la Compañía de Jesús que llegó a ser descrito como la cumbre ética y estética del hombre moderno. Desarrollaba sus obras desde la Filosofía moral y desde un punto de vista profano. Debió afrontar críticas por el escaso contendio doctrinal de sus obras, que no habían sido publicadas con su verdadero nombre ni contaban con la preceptiva autorización de la Compañía. Fue recriminado en público por el provincial de la orden en Aragón y apartado de todas sus responsabilidades dentro de la orden, condenado a ayuno y privado incluso de disponer de tinta, pluma y papel. Llevado por su desilusión escribió al general de la Compañía para le permitiera ingresar en otra orden religiosa. Su petición no fue atendida aunque consiguió que le fueran encomentados algunos cargos menores poco antes de su muerte.
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