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Libros prohibidos: III Reich:
Lista de libros quemados en 1933:
Hitler durante la posguerra se unió de lleno al movimiento völkisch, influenciado por Paul de Lagarde, que sostenía que San Pablo había judaizado el cristianismo. Para Lagarde el cristianismo en su conjunto constituía una degeneración de la fe. Tanto el catolicismo como el protestantismo eran meras «distorsiones» de la Biblia. Autores alemanes de gran nivel produjeron durante la década de 1920 notables obras en los campos de la filosofía, la historia y la teología. Los principales teólogos alemanes como Karl Barth se negaron a seguir los planes del Reich de crear una Iglesia alemana a su medida. Karl se negó a pronunciar el juramento de lealtad incondicional a Hitler, fue depuesto de su cargo y defendió públicamente a los judíos. Hitler esperaba que llegado el momento adecuado se debía suprimir el Viejo Testamento de las enseñanzas cristianas. La manipulación llegó a enumerar pruebas de que los habitantes de Galilea como Jesús descendían de galos germanos. En El mito del siglo XX (1930) el ideólogo Alfred Rosenberg señala como uno de los conceptos ideológicos nazis la oposición al arte moderno llamado «degenerado».

La lista de Herrmann:
El acto de quema de libros más conocido tuvo lugar en la Opernplatz de Berlín, con posterioridad llamada Bebelplatz. Fue llevado a cabo por camisas pardas, miembros de las Juventudes Hitlerianas y ciudadanos voluntarios. Entre el grupo de civiles que participaron había tanto docentes como alumnos. Para identificar la totalidad de libros con ideas perniciosas se necesita cierto conocimiento sobre contenidos literarios y las ideas presentes en las publicaciones. La Asociación de Libreros Alemanes colaboró diligentemente con los planes del partido elaborando una lista preliminar, breve precursora de otras más detalladas. En la primera ocasión se quemaron unos 20.000 libros. Como guía de selección de libros a quemar sirvieron las denominadas listas negras escritas por un bibliotecario berlinés, el Dr. Wolfgang Herrmann. Las listas estaban divididas en seis categorías: Bellas Letras (inicialmente 71, luego 127 autores y 4 antologías), Historia (51 autores y 4 antologías), Artes (8 obras y 5 monografías), Política (121 nombres y 5 obras sin autor), Historia literaria (9 nombres de autores), y Religión, filosofía y pedagogía. La gran mayoría de las obras pertenecían a autores que escribían en alemán. Existían pocas traducciones del inglés de autores que escribían sobre temas políticos y sociales de la época.

Max Brod (1884-1968), nacido en Praga, checoslovaco germanohablante de origen judío, conocido por ser el editor y amigo de Franz Kafka y Lenka Reinerová. Escribió numerosos libros como las biografías de Heine y de Kafka. A partir de 1912 destacó por su activismo sionista.

Entre los autores de ficción que se harían más conocidos están John Dos Passos, Ernest Hemingway, Jack London, Bertolt Brecht, Stefan Zweig y Upton Sinclair. El inocuo Zweig se ganó el puesto entre los enemigos del Reich por promover el pacifismo mientras el régimen inculcaba actitudes agresivas.

Autores comprometidos:
Durante el inicio de la Primera Guerra Mundial buen número de autores sirvieron al discurso militarista, se alinearon con el chauvinismo o con la defensa de la kultur. Las cotas de desastre nunca visto en una guerra anterior extendieron las ideas antimilitaristas y cierta prevención contra el fomento del nacionalismo. Se llamaba la atención sobre la peligrosa relación de los intereses económicos de unos pocos con la fatal carrera de armamentos. En 1935 el Congreso Internacional de los Escritores para la Defensa de la Cultura exhorta a preservar la cultura contra la barbarie que avanza desde Alemania. Los intelectuales se posicionan frente a unas contradicciones evidentes contra los principios democráticos por parte de una ideología totalitaria. El aviador Lindbergh, que antes de su histórico vuelo era un desconocido, tras visitar Alemania se declaró firme partidario de Hitler, de su política antisemita y de la aplicación generalizada de la eugenesia. Admiró el poderío de la Luftwaffe, defendió el aislacionismo norteamericano y criticó duramente a Roosevelt. Después del ataque a Pearl Harbor sus ideas cambiaron de forma abrupta. Dos Passos y Hemingway participaron conjuntamente en el guión del documental The Spanish Earth (1937) sobre la guerra civil española, que mencionaba la ayuda militar de los regímenes fascistas al ejército de Franco.

Erich Maria Remarque:
Su verdadero nombre era Erich Paul Remark. Estudió en la Universidad de Münster, abandonando los estudios al ser reclutado en 1917 para combatir en la Primera Guerra Mundial. Herido en el frente, acabó la guerra en un hospital. Después, ejerció diversos trabajos, comenzando a escribir como periodista deportivo. Ya en 1924, comienza a publicar con su seudónimo y en 1931 marchó a Suiza, hasta 1939, año en el que se trasladó a EE.UU. Varias de sus novelas fueron llevadas al cine, destacando Sin novedad en el frente, de la que se han hecho tres versiones. En 1948, se asentó en Suiza permaneciendo un largo periodo sin escribir. Estuvo casado en segundas nupcias con la actriz americana Paulette Godard. ► Sin novedad en el frente: Clásico de la literatura antimilitarista. Un relato inclemente y veraz de la vida cotidiana de un soldado durante la primera guerra mundial. "Soy joven , tengo veinte años, pero no conozco de la vida más que la desesperación, el miedo, la muerte y el tránsito de una existencia llena de la más absurda superficialidad a una abismo de dolor. Veo a los pueblos lanzarse unos contra otros y matarse sin rechistar, ignorantes, enloquecidos, dóciles, inocentes. Veo a los más ilustres cerebros del mundo inventar armas y frases para hacer posible todo eso durante más tiempo y con mayor rendimiento."

Dos Passos:
Viajó con un tutor por Francia, Italia, Inglaterra, Grecia y Oriente Medio para estudiar a los clásicos del arte y arquitectura. Se licenció en Artes en Harvard. Viajó a España para estudiar Arquitectura. Durante la Primera Guerra Mundial, estuvo en Francia e Italia como conductor de ambulancias, y aprovechó para estudiar Antropología en La Sorbona. Publicó en 1920. Escribió Manhattan Transfer en 1925 y Paralelo 42 en 1930. Durante la Guerra Civil española fue testigo del conflicto desde el lado antifascista. Durante la Segunda Guerra Mundial escribió crónicas periodísticas. Compaginó durante varios años su labor literaria con la pintura. Fue miembro de la Academia americana de las Artes y las Letras. ► Paralelo 42: Un amplio fresco narrativo. Intenta dar fe de lo que fueron los EE.UU. en las primeras décadas del siglo. Utiliza tres tipos de textos: los llamados Noticiarios, en los que recoge noticias verídicas de esos años, el Ojo de la Cámara, en el que muestra en tromba una perspectiva original de los pensamientos y sentimientos de los personajes, y la parte novelesca propiamente dicha, en la que va siguiendo las correrías de personajes de muy diversa condición social, que en algunas ocasiones, se cruzan, se encuentran y se separan, de manera algo similar a los de Manhattan Transfer.

Upton Sinclair:
Se trasladó con su familia a Nueva York, donde estudió en el City College. Escribió artículos y relatos cortos para sufragarse los estudios, que continuó en la Universidad de Columbia. Escribió varios libros sin gran éxito, pero éste le llegó como consecuencia de un trabajo de investigación sobre las condiciones de los inmigrantes en una planta manipuladora de carne; este trabajo se plasmó en su novela La Selva, y sirvió para que EE.UU. cambiara la legislación alimentaria. Durante un periodo, fue productor cinematográfico, y en tres ocasiones, fue candidato a gobernador del estado de California, dos con el Partido Socialista, al que pertenecía desde muchos años antes, y una con el Demócrata. En 1943 obtuvo el Premio Pulitzer. Su novela Petróleo (1927) fue adaptada al cine en 2007 por Paul Thomas Anderson. Una historia ambientada en Texas sobre la familia, la avaricia y la religión. Daniel Plainview se traslada a una miserable ciudad con el propósito de hacer fortuna, pero, a medida que se va enriqueciendo, sus principios y valores desaparecen y acaba dominado por la ambición. Tras encontrar un rico yacimiento de petróleo en 1902, se convierte en un acaudalado magnate. Cuando, años después, intenta apoderarse de un nuevo yacimiento, tiene que enfrentarse al predicador Eli Sunday.

Actitudes de rechazo explícito contra el régimen:
Pensadores como Walter Benjamin, Hannah Arendt, Theodor W. Adorno y Kurt Huber sufrieron las consecuencias de la agitación ideológica y control de ideas impuestos por el régimen. Arendt abandona Alemania asombrada de la gran proporción de pensadores que aceptan públicamente las ideas totalitarias del régimen. Adorno, tras regresar del exilio, se instaló en el entorno académico de Fráncfort rodeado de antiguos profesores nazis rehabilitados. El profesor ario Kurt Huber, musicólogo, experto en Leibniz y crítico de Hitler, inspiró a los jóvenes de la Rosa Blanca [Weiße Rose] y fue guillotinado en 1943. A Sophie Scholl, miembro de la Rosa Blanca, repartir folletos en la universidad de Múnich en contra del régimen le costó ser guillotinada (1943). En 1938 Freud abandona Viena con destino a Londres después de que la Gestapo empezara a acosar a sus hijos. Sus cuatro hermanas morirían en los campos de concentración, por donde pasaron Victor Frankl y Primo Levi. Los escritores e intelectuales de la época que escuchaban los discursos que acompañaban la quema de libros se alinearon en bloque contra el nuevo régimen. 'Y yo no dije nada, porque no era judío. Luego vinieron por mi, y no quedó nadie para hablar por mí'.

Grados de alineamiento con el régimen:
Heidegger quedó con una mancha indeleble por sus estrechas relaciones con el nuevo régimen del Reich. En mayo de 1933 se afilia al NSDAP y es nombrado rector. Los profesores Rosenberg, Krieck y Bäumler, movidos por el ansia de poder y notoriedad, implantaron el nazismo en la enseñanza y prosperaron hasta eclipsar completamente a Heidegger. Max Plank, después de tantear la actitud del cuerpo docente de la Universidad que regía, aconsejó a su amigo Einstein abandonar Europa. Al más alto científico le correspondía el calificativo de untermensch (subhumano). Papini fue tratado en la posguerra con un humillante desdén debido a sus viejas adhesiones. El gran poeta Ezra Pound, admirador del Duce, colaboró con asiduidad con el fascismo. Algunos autores de países ocupados fueron captados para elaborar programas de radio con propaganda nazi. William Joyce, conocido como Lord Haw-Haw, sería ahorcado por alta traición en el Reino Unido por su participación en el programa Germany Calling. En 1932 Thomas Mann apoya la candidatura de Hindenburg a la presidencia frente a Hitler. Retrasó hasta 1936 su condena sin matices del régimen. Ese año se prohibió la edición de sus libros, como le ocurrió a Stefan Zweig.

Críticas de Camus:
En Cartas a un amigo alemán, escritas y publicadas en parte durante la guerra Camus ataca la parte central de los principios nazis. Nunca creyó en la lógica del fin ni en la ausencia de la moral. Le habían parecido muy inquietantes escenas que presenció en Austria y Checoslovaquia antes de la guerra. Califica de un desfile de mentiras a los que vincularon la obra de Nietzsche con los nazis, esos fabricantes de infrahombres, que no tenían nada que ver con la predicación del superhombre del filósofo alemán. Nuestra Europa no es la de ustedes [No debe ser concebida como una propiedad] Nosotros nos sentimos dependientes de ella [...] Esta tierra, en la que se han acumulado siglos de legendarias culturas no es para ustedes sino un retiro forzado, mientras que para nosotros es nuestra esperanza. [...] Pienso que el hombre debe afirmar la justicia y crear felicidad para protestar contra el universo de la desdicha. En El hombre rebelde sentencia que Hitler no ha dejado nada para su pueblo.

 

  

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