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Personajes femeninos en la Literatura del siglo XIX:
Lamiel - Stendhal (1889):
La historia tiene lugar en Francia a principios de la monarquía de Julio (Revolución de 1830). Lamiel es una chica apasionada de novelas de aventuras y bandoleros. Vive en Carville, un pequeño pueblo de Normandía, donde será adoptada por un par de fanáticos de provincia, los Hautemare. Se convierte en dama de compañía de la duquesa de Miossens una notable local, y es atendida por el Dr. Sansfin, hombre feo, jorobado, cínico y ambicioso. Después de haber seducido al hijo de la duquesa de Miossens, huye con él antes de partir hacia París con su dinero. Allí encuentra otro amante, el conde Nerwinde, al que ama más que el anterior, pero sin encontrar la felicidad que tanto desea.

Eugenia Grandet - Balzac (1834):
Dentro de esa catedral narrativa que es la Comedia humana, la novela Eugenia Grandet ocupa un lugar especial por los dos grandes caracteres que en ella crea Balzac: el de una joven que descubre por primera vez el amor y entrega como arras cuanto tiene para ayudar a su enamorado, y el de su padre, el tío Grandet, la más acabada de las encarnaciones de avaro desde la obra de ese título de Molière. El amor paternal será abolido por la avaricia de un Grandet que, en el último momento de su vida, amenaza a su hija con pedirle cuentas de la herencia cuando Eugenia llegue al otro mundo. Al lado de estos dos potentes retratos, Charles, el joven parisino criado entre el lujo y la ociosidad, sólo sirve para poner de relieve la realidad de la vida cotidiana, la potencia del amor de Eugenia y los extremos a que puede llegar la avaricia. Eugenia Grandet, aunque forma parte de la Comedia humana, es una capilla aislada de esa catedral narrativa: cerrada sobre sí misma, el acierto en el análisis de esos dos caracteres y la descripción del medio social en que se desenvuelven la han convertido en la novela más conocida de Balzac.

Madame Bovary - Flaubert (1856):
La soñadora Emma, una joven de provincias casada con Charles Bovary, quien la ama pero es incapaz de comprenderla y satisfacerla, buscará la realización de sus sueños en otros amores, pasionales y platónicos..., pero ninguno de ellos logrará calmar su desesperada ansiedad y sus románticas inquietudes. La publicación de Madame Bovary (1856) provocó el escándalo de la burguesía francesa, esclava de mil prejuicios, y el proceso judicial que siguió contribuyó a un éxito editorial sin precedentes. Flaubert veía así cómo su obra servía más para satisfacer el morbo que para deleitarse en el caudal narrativo que contenía. Hoy Madame Bovary es considerada el auténtico pórtico de la modernidad literaria. El omnipresente narrador teje con un rigor documental una sólida trama en la que la técnica de la narración, la descripción, el análisis de caracteres y el diálogo son trabajados minuciosamente y en una interrelación perfecta.

Anna Karénina - Tolstoi (1878):
Junto con el de Madame Bovary es uno de los adulterios más célebres de la literatura. El enamoramiento de la protagonista, casada con el alto funcionario Karenin, por el atractivo militar Vronski y el estrepitoso romance que con él vive son el eje de una novela que es mucho más que la pulida tragedia de una caída en desgracia: es un esmerado y delicado retrato de todo un tiempo y un lugar, la vivisección de una sociedad en la que la felicidad de algunos convive con la desdicha de otros. Sobre la novela dijo Nabokov, «es una de las más grandes historias de amor de la literatura universal». Su comienzo es uno de los más célebres: «Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su modo». Para Víctor Gallego es «una fábula sobre la búsqueda de la felicidad». Se coloca en el lugar central la idea de que la felicidad no consiste en la satisfacción de los deseos. Flaubert exclamó al leerla «¡Qué artista y qué psicólogo!». Thomas Mann dijo «No vacilo en afirmar que es la mayor novela social de todos los tiempos». Dostoievski, contemporáneo de Tolstói, la calificó de «obra de arte perfecta».

La Reina Margot - Alexandre Dumas (1845):
Constituye el primer volumen de una trilogía centrada en las guerras de religión en las que se vio envuelta Francia durante la segunda mitad del siglo XVI, y que completan "La dama de Monsereau" y "Los cuarenta y cinco". En ella Dumas retrata con maestría las intrigas de la corte francesa utilizando como escenario de partida los esponsales de la infanta Margarita o Margot de Valois y uno de los episodios más sangrientos de la historia: la matanza de la Noche de San Bartolomé, que culminó con el asesinato en masa de hugonotes. La entonces joven infanta es la protagonista de la novela, quien atrapada en las ambiciones de su madre, Catalina, y su hermano, Francisco, se verá envuelta en una turbulenta historia de amor con el soldado protestante La Mole. Una obra que ha dejado una imagen imborrable de la reina Margot en la que mito, leyenda y realidad son indistinguibles.

La Regenta - Leopoldo Alas Clarín (1884):
En una ciudad de provincias vive Ana Ozores, de familia noble venida a menos, casada en un matrimonio de conveniencia con don Víctor Quintanar, regente de la Audiencia, del cual le viene el apelativo de «la Regenta». Bastante más joven que su marido, al que le une más un sentimiento de amistad y agradecimiento que de amor conyugal, su vida transcurre entre la soledad y el aburrimiento. Es una mujer retraída, frustrada por no ser madre y que anhela algo mejor y desconocido. En «La Regenta» se retrata en toda su complejidad una ciudad de provincias, Vetusta (nombre tras el que se esconde Oviedo), en la que está representada la sociedad española de la Restauración. Clarín somete a una irónica crítica a todos los estamentos de la ciudad: la aristocracia decadente, el clero corrupto, las damas hipócritas, los partidos políticos. Todo ello conforma una atmósfera social asfixiante, opresiva, con la que choca el temperamento sensible y soñador de la protagonista, Ana Ozores.

Retrato de una dama - Henry James (1881):
Una de las grandes novelas del siglo XIX. Su protagonista es Isabel Archer, una bella joven estadounidense que recibe una sustanciosa herencia y decide emprender un viaje por Europa. La familia quiere que se case pronto, pero ella defiende su independencia, hasta que los acontecimientos se precipitan de un modo inesperado. Retrato especular de Estados Unidos y Europa, y aguda indagación en la psicología femenina, este portentoso libro viene enmarcado por el prefacio que el autor escribió para la edición estadounidense de sus obras de 1908.

Jane Eyre - Charlotte Brontë (1847):
Una de las novelas más famosas de estos dos últimos siglos, solemos conservar la imagen romántica de una azarosa historia de amor entre una institutriz pobre y su rico e imponente patrón, todo en el marco truculento de una fantasmagoría gótica. Antes y después de la relación central con el señor Rochester tiene otras relaciones, otras historias: episodios escalofriantes de una infancia maltratada y rebelde, años de enfermedad y aprendizaje en un internado, inesperados golpes de fortuna, e incluso remansos de paz familiar y nuevas —aunque engañosas— proposiciones de matrimonio. Es todo un libro de la vida, una confesión certera de un completo itinerario espiritual, y una exhaustiva ilustración de la lucha entre conciencia y sentimiento, entre principios y deseos, entre legitimidad y carácter, de una mujer que es la «llama cautiva» entre los extremos que forman su naturaleza. Como sucede con Bathsheba Everdene, la protagonista de Lejos del mundanal ruido [Far from the Madding Crowd] - Tomas Hardy (1874), cambia radicalmente de posición social al convertirse en heredera.

La dama de las camelias - Alejandro Dumas [hijo] (1848):
Marguerite Gautier vive para el amor y muere por el amor. Su joven amante, arrebatado por su belleza, está pronto a desoír las voces que quieren imponerse a su corazón. Toda la vida de la Francia fastuosa del Segundo Imperio se arrastra por los salones de este París, que como monstruo insaciable, consume las víctimas puestas al alcance de sus garras. Entre lujos y diversiones mundanas hombres ricos y mezquinos de una sociedad decadente ejercen su voluntad sin límites. La demanda de placeres caros y exclusivos encamina a bellas mujeres a llevar una vida de cortesanas apreciadas y a la vez despreciadas. Dumas se inspiró un romance propio que mantuvo (1847) con la cortesana Marie Duplessis.


Moll Flanders - Daniel Defoe (1722):
Ejemplo temprano de fuerte carácter femenino enfrentado a duras circunstancias. Nacida en la miseria del Londres de principios del siglo XVIII, una huérfana aprende pronto las lecciones de una vida de desgracias y crueldades. Hija de una mujer condenada a morir en la horca, se educó con unas monjas que no pudieron dominar su espíritu indómito. Moll se aferra a la idea de que un día conocerá la felicidad, pero hasta que ese momento llegue, no duda en robar y prostituirse para sobrevivir, siempre soñando con una vida mejor. Su suerte cambia cuando un artista la contrata como modelo y se enamora de ella. Defoe escribió atraido por la turbulenta vida de piratas y forajidos describiendo submundos extremos y oscuros.

La madre - Máximo Gorki (1907):
Nuevo papel de la mujer en un mundo en que se gestan importantes cambios sociales. Se centra en una campesina rusa, Pelagia (conocida como «la madre»). Con este personaje Gorki quiere simbolizar el despertar del pueblo ruso a la realidad socialista, atacando al tiempo las instituciones del zarismo (gobierno, iglesia, judicatura, policía, ejército. Por su explícita crítica política y social la novela fue inicialmente prohibida en Rusia. Arranca con el fallecimiento del marido de Pelagia, un hombre cruel que la martirizó física y anímicamente durante los años que duró su matrimonio. El carácter de su hijo Pavel se va tornando cada vez más reservado. La madre no obtendrá explicación de este cambio de comportamiento hasta que un día Pavel decide celebrar una reunión con algunos de sus compañeros en su propio hogar. En esa reunión, la madre tomará conocimiento de las inclinaciones políticas de su hijo, líder socialista en la fábrica en la que trabaja, y conocerá a las personas que componen su círculo más íntimo.

 

 

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