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Escritoras sentimentales (ss. XVII y XVIII):
Madeleine de Scudéry (1607-1701):
Nacida en El Havre y conocida en su momento como Safo. Dirigía un elegante salón literario en París y se convirtió en una escritora de gran éxito. Sus principales obras son extensas novelas sentimentales, como Artamenes o El gran Ciro (1649-1653) y Clelia, historia romana (1654-1660), escritas en un estilo sumamente elaborado y preciosista, característico de la tendencia al refinamiento en la literatura. Otras novelas suyas se publicaron en colaboración con su hermano, Georges de Scudéry.

El mapa del país del Amor:
Es una representación topográfica y alegórica. El amante debe encontrar el camino del corazón de su dama (desde la ciudad llamada Nueva Amistad) entre muchas pruebas y peligros (existe el riesgo de perderse en los mares Peligroso o de la Enemistad, o en el lago de la Indiferencia), el mapa del país del Amor (Carte du Tendre o du pays de Tendre) fue elaborado colectivamente, entre 1653 y 1654, por los asistentes habituales al salón literario de Madeleine de Scudéry, antes de que la escritora lo integrase en su novela Clelia, historia romana. Recorrido por tres grandes ríos (Estima, Reconocimiento, Inclinación), sembrado de ciudades (Estima Amorosa, Reconocimiento Amoroso, Inclinación Amorosa) y de aldeas más o menos favorables al sentimiento amoroso (Bellos Versos, Generosidad, Corazón Grande, Dulce Misiva, Sensibilidad/Negligencia, Olvido, Perfidia, Orgullo…),el mapa del país del Amor define, mediante el recurso de la alegoría, una especie de ideal del comportamiento amoroso —congruente con la estética galante de la época—, hecho de delicadezas y de respeto al mismo tiempo que de devoción, de perseverancia y de mesura que no deja de lado al apasionamiento.

Madame de La Fayette (1634-1693):
Nace en París y estudia griego, latín e italiano durante su juventud. En 1655 contrajo matrimonio con François Motier, conde de La Fayette, y vivió con él en su finca de Auvernia hasta que éste la abandonó en 1660. Posteriormente se estableció en París y a partir de 1665 mantuvo una relación íntima con el famoso escritor François de la Rochefoucauld. Su novela La princesa de Clèves (1678), considerada su obra maestra, es la primera novela psicológica moderna y destaca por su aguda visión. También escribió la biografía Historia de Enriqueta de Inglaterra (1720). Dentro del Romanticismo caracterizado por amores tormentosos y atracción por lo oscuro, sobrenatural o macabro, se inscriben la Sofía de Novalis, la Lucinda de Schlegel y la Carlota de Goethe como algunos de sus prototipos.

Ann Radcliffe (1764-1823):
[Ann Ward de soltera] Nació en Londres y estudió en centros de enseñanza privados. Sus relatos, que se caracterizan por sus argumentos misteriosos, su atmósfera de terror y sus paisajes llenos de poesía, contribuyeron a crear la llamada novela gótica. Durante una época fue la novelista más famosa de Inglaterra. Las novelas que la llevaron a la fama son Aventuras del bosque (3 volúmenes, 1791), Los misterios de Udolfo (4 volúmenes, 1794) y El italiano (3 volúmenes, 1797). Aunque algunos ven ciertas carencias en sus obras (personajes algo desdibujados, inexactitudes históricas y giros imposibles del argumento), Walter Scott se refirió a ella como 'la primera poetisa de la prosa romántica' y contó con admiradores como lord Byron, Samuel Taylor Coleridge y Christina Rossetti. Los misterios de Udolfo, su obra más famosa, fue satirizada por Jane Austen en su novela La abadía de Northanger, en la que contrastó el misterio de la novela gótica con la realidad de las debilidades humanas.

Mary Wollstonecraft Shelley (1797-1851):
Hija del filósofo William Godwin y de la escritora y feminista Mary Wollstonecraft. Nació en Londres y recibió una educación privada. Conoció al joven poeta Percy Bysshe Shelley en mayo de 1814 y dos meses más tarde abandonó Inglaterra con él. Cuando la primera esposa de Shelley murió, en diciembre de 1816, la pareja contrajo matrimonio. En 1818 Mary publicó la primera y más importante de sus obras, la novela Frankenstein o el moderno Prometeo. Esta obra, un logro más que notable para una autora de sólo 20 años, se convirtió de inmediato en un éxito de crítica y público. La historia de Frankenstein, estudiante de lo oculto y de su criatura subhumana creada a partir de cadáveres humanos, ha sido llevada al teatro y al cine en varias ocasiones. Ninguna de sus obras posteriores alcanzó la popularidad o la excelencia de esta primera, pese a que escribió otras cuatro novelas, varios libros de viajes, relatos y poemas. Su novela El último hombre (1826), considerada lo mejor de su producción, narra la futura destrucción de la raza humana por una terrible plaga. Lodore (1835) es una autobiografía novelada. Tras la muerte de su esposo, en 1822, se dedicó a difundir la obra del poeta. Publicó así sus Poemas póstumos (1824) y editó sus Obras poéticas (1839) con valiosas y detalladas notas.

Jane Austen (1775-1817):
Destacada novelista inglesa cuya ficción satírica, ingeniosa y elegantemente estructurada señala la transición en la literatura inglesa del neoclasicismo del siglo XVII al romanticismo del siglo XIX. Austen nació en la parroquia de Steventon, Basingstoke, de la que su padre era rector. Estudió en su casa y nunca se separó de su familia, en la que era la séptima de ocho hermanos. Los Austen se marcharon de Steventon en 1801, viviendo a partir de entonces en Bath, Southampton, Chawton y Winchester. Jane empezó a escribir novelas para su familia desde niña. Algunos de sus primeros trabajos, escritos desde 1790, se publicaron en el libro Amor y amistad, y otras obras (1922). Las seis novelas que escribió hay que clasificarlas en dos periodos diferenciados. Las del primero (1796-1798) tardaron más de 15 años en encontrar un editor. Durante este tiempo escribió Juicio y sentimiento (Sense and Sensibility, 1811), historia de dos hermanas y sus asuntos amorosos, llevada al cine en 1996 por Ang Lee, con Emma Thompson de protagonista); Orgullo y prejuicio (1813), su novela más famosa, relata las relaciones de las cinco hermanas Bennett y su búsqueda de un marido adecuado, y La abadía de Northanger (1818), una sátira sobre las novelas góticas tan populares a finales del siglo XVIII. La segunda etapa creadora de Austen empezó en 1811 después de la publicación de Juicio y sentimiento, también traducida como Sentido y sensibilidad. Tras doce años decepcionantes e improductivos, escribió rápida y sucesivamente sus tres últimas novelas: Mansfield Park (1814), Emma (1816) y Persuasión (1818). Todas relatan los enredos románticos de sus tres heroínas, retratadas con gran minuciosidad. Mucho tiempo después de su muerte se publicaron varias novelas incompletas. Los Watson (1923), Fragmento de una novela (1925) y Plan para una novela (1926). También se ha publicado su correspondencia (Cartas, 1932; edición corregida 1952). Las obras de Jane Austen han sido siempre por bien acogidas por el público desde su publicación y su romanticismo es muy diferentes al de su época. Llenas de incisiva observación y detalles meticulosos, ella se propuso presentar pequeños grupos de personas en un espacio limitado y moldear los acontecimientos aparentemente triviales de sus vidas cotidianas en una comedia costumbrista. Sus personajes son de clase media y provincianos, cuya máxima preocupación es conseguir un buen pasar económico y su mayor ambición el matrimonio. Su tema característico fue el alcance de la madurez a través de la pérdida de las ilusiones. Los defectos de la personalidad de las personas que aparecen en sus novelas se corrigen aprendiendo la lección de las tribulaciones. Hasta el más secundario de sus personajes está minuciosamente caracterizado. Por su sensibilidad hacia patrones universales de la conducta humana, muchos críticos consideran a Austen como una de las más grandes escritoras de la novela inglesa. (Fuente: Encarta)


Sentimiento y poesía:
Cuando siento no escribo. Guardo, sí, en mi cerebro escritas, como en un libro misterioso, las impresiones que han dejado en él su huella al pasar; estas ligeras y ardientes hijas de la sensación duermen allí agrupadas en el fondo de mi memoria [...] hasta el instante en que, puro, tranquilo, sereno, y revestido, por decirlo así, de un poder sobrenatural, mi espíritu las evoca, [...] siento, sí, pero de una manera que puede llamarse artificial; escribo como el que copia de una página ya escrita; dibujo, como el pintor que reproduce el paisaje, que se dilata ante sus ojos y se pierde entre la bruma de los horizontes. Todo el mundo siente. Sólo a algunos seres les es dado el guardar, como un tesoro, la memoria viva de lo que han sentido. Yo creo que éstos son los poetas. Es más, creo que únicamente por esto lo son" [...] La poesía es el sentimiento; pero el sentimiento no es más que un efecto, y todos los efectos proceden de una causa, más o menos conocida. ¿Cuál lo será? ¿Cuál podrá serlo de este divino arranque de entusiasmo, de esta vaga y melancólica aspiración del alma, que se traduce al lenguaje de los hombres por medio de sus más suaves armonías, sino el amor? Sí; el amor es el manantial perenne de toda poesía, el origen fecundo de todo lo grande, el principio eterno de todo lo bello y, digo el amor, porque la religión, nuestra religión, sobre todo, es amor también, es el amor más puro, más hermoso, el único infinito que se conoce, y sólo a estos dos astros de la inteligencia puede volverse el hombre, cuando desea luz que alumbre en su camino, inspiración que fecundice su vena estéril y fatigada. (Bécquer, Cartas literarias a una mujer, 1861)

 

 

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