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Henry James (1843-1916):
Escritor estadounidense expatriado, cuya narrativa magistral aúna la inocencia americana y la experiencia europea en una obra intensa y psicológicamente compleja. Hermano menor del distinguido filósofo William James, nació el 15 de abril de 1843 en Nueva York. Estudió en Nueva York, Londres, París y Ginebra. En 1875, se estableció en Inglaterra y en 1915 obtuvo la nacionalidad inglesa. Recién cumplidos los veinte años comenzó a publicar cuentos y artículos en revistas de Estados Unidos. La obra de James se caracteriza por su ritmo lento y la descripción sutil de los personajes, más que por los incidentes dramáticos o los argumentos complicados. Sus libros principales, modelos de la novela objetiva psicológica, tratan del mundo ocioso y afectado que conoció de cerca mientras vivió en Europa.

En sus primeros relatos y novelas, James manifiesta el impacto que la vieja cultura europea causó en los americanos que viajaban o vivían en el viejo continente. Ejemplos de esta fase, escritos entre 1875 y 1881, son Roderick Hudson (1876), El americano (1877), Daisy Miller (1879) y Retrato de una dama (1881). Después exploró los tipos y costumbres del carácter inglés, como en La musa trágica (1890), Los despojos de Poynton (1897) y La edad ingrata (1899). En sus últimas tres grandes novelas, Las alas de la paloma (1902), Los embajadores (1903) y La copa dorada (1904), vuelve al esquema del contraste entre las sociedades europea y americana. En general, el estilo de sus últimas obras es complejo, revelando oblicuamente los motivos y conducta de sus personajes por medio de sus conversaciones y a través de las observaciones minuciosas que se hacen entre sí. A pesar de que el diálogo significativo es característico de su estilo literario, sus obras de teatro fracasaron, aunque varias de ellas fueron dramatizadas o llevadas al cine con éxito, incluyendo dos de sus muchos relatos, Los papeles de Aspern (1888) y Otra vuelta de tuerca (1898), además de Washington Square (1881), una de sus novelas más famosas.

Murió el 28 de febrero de 1916, en su casa de campo de Rye, Sussex. Fue un autor prolífico y a lo largo de los 51 años de su carrera escribió 20 novelas, 112 relatos y 12 obras de teatro, lo que significa que publicó uno o más libros al año hasta el final de su vida. Su obra incluye, además de la ficción, un gran volumen de crítica literaria en el que pone de manifiesto su admiración por los novelistas George Eliot y Honoré de Balzac. La reputación de James como figura clave en las literaturas inglesa y estadounidense no llegó a consolidarse hasta la década de 1940. La detallada descripción de la vida interior de sus personajes le convierten en uno de los precursores del monólogo interior. (Encarta)


Los europeos (1878):
Félix Young y su hermana la baronesa Eugenia Münster visitan a unos primos suyos que viven cerca de Boston. La familia la forman el señor Wetworth, sus hijas, Charlotte y Gertrude, y un varón, el joven Clifford. Ambos resultan ser los hijos de la hermanastra americana del señor Wetworth, cuyo matrimonio con un europeo la obligó a abandonar Boston e instalarse lejos de su país. Al parecer, Eugenia ha abandonado Alemania ya que sido repudiada por su marido, un príncipe alemán con el contrajo matrimonio morganático. Los europeos serán recibidos por la familia con una mezcla de ilusión, fascinación y recelo. Un amigo de la familia, el señor Acton se sentirá atraído por la baronesa y Félix y su prima Gertrude comenzaran una amistad que paulatinamente ira creciendo en profundidad e intensidad.

Washington Square (1880):
A mediados del siglo XIX, cuando las nuevas clases emergentes ya empezaban a mudarse al norte de Manhattan, un rico y prestigioso médico neoyorquino se construye una casa en Washington Square. Es una «casa bonita, moderna», con terraza y porche de mármol. A ella se traslada a vivir en compañía de su hermana, una viuda romántica y sentimental, amiga de los secretos, y de su única hija Catherine, que a los veinticinco años no ha conseguido ser, según su padre, ni hermosa ni inteligente. A Catherine le corresponde, sin embargo, una herencia considerable, y cuando en su vida aparece un joven guapo y encantador, aunque sin oficio ni beneficio, el doctor no duda de que no puede sentirse atraído por ninguna cualidad de su hija que no sea el dinero. Un soberbio retrato de interior alrededor de una mujer que se descubrirá en posesión de algo que, rodeada de tiranía y oscuridad, ni siquiera había intuido que tenía: voluntad.

Retrato de una dama (1881):
Una de las grandes novelas del siglo XIX. Su protagonista es Isabel Archer, una bella joven estadounidense que recibe una sustanciosa herencia y decide emprender un viaje por Europa. La familia quiere que se case pronto, pero ella defiende su independencia, hasta que los acontecimientos se precipitan de un modo inesperado. Retrato especular de Estados Unidos y Europa, y aguda indagación en la psicología femenina, este portentoso libro viene enmarcado por el prefacio que el autor escribió para la edición estadounidense de sus obras de 1908. [+]

Las alas de la paloma (1902):
Kate Croy, una joven londinense, cree que «a los veinticinco años» es «ya tarde para recapacitar». Huérfana de madre, con una hermana viuda, pobre y cargada de hijos, y un padre proscrito y siniestro, queda bajo la tutela de una tía rica, que espera casarla con un buen partido… aunque sabe que ella está enamorada de Merton Densher, un periodista apuesto y encantador —«esa sabandija miserable», según el padre— pero sin la menor perspectiva de futuro. La hermosa Kate, en esta encrucijada, apenas cuenta, como dice su enamorado, con su «talento para la vida» y no dudará en aprovechar cualquier oportunidad. La aparición de una riquísima «paloma» norteamericana, Milly Theale, que en tres semanas se convierte en la figura más solicitada de la buena sociedad, inspirará no sólo la curiosidad y la adulación de todo Londres sino también los planes e intereses más diversos… incluido, quizá, alguno de Kate. Con gran maestría, los acontecimientos se desvelan poco a poco y no sin que uno deba luchar contra sus propias aprensiones sobre lo que va intuyendo. Con un suspense que es reflejo de la tensión de alguno de sus personajes, James consigue, de una forma que seguramente no ha alcanzado otra novela, que en el lector se reproduzcan literalmente los dilemas y estremecimientos que va planteando la trama. Nunca se ha visto un ejemplo tan perfecto de fusión entre conciencia de un personaje y conciencia del lector.

Los embajadores (1903):
Lambert Strether, un hombre de mediana edad, que no tiene mucha experiencia en la vida, procede de Woollett, Massachusetts, y se muestra conforme en asumir una misión para su rica prometida: ir a París y rescatar al hijo de ella, Chad Newsome, de las garras de una mujer supuestamente perversa. En su viaje, Strether se detiene en Inglaterra, y allí conoce a Maria Gostrey, una mujer estadounidense que ha vivido en París durante muchos años. Su cínico ingenio y opiniones mundanas empiezan a perturbar el punto de vista preconcebido de Strether sobre la situación. En París, Strether se encuentra con Chad, y le impresiona la gran sofisticación que Chad parece haber ganado durante sus años en Europa. Chad le lleva a una fiesta en un jardín, donde Strether conoce a Marie de Vionnet, una mujer encantadora de impecables maneras, separada de su esposo, supuestamente desagradable, y a Jeanne, su exquisita hija. Strether queda confundido pues no sabe si a Chad le gusta más la madre o la hija. Al mismo tiempo, el propio Strether siente una poderosa atracción por Marie de Vionnet, que él sospecha que podría ser correspondida, y de esta manera empieza a cuestionarse su compromiso de regresar a Woollett y casarse con la madre de Chad, a pesar de su admiración por ella. Todas estas impresiones de la cultura parisina le llevan a Strether a confiarle a Little Bilham, un amigo de Chad, que quizá haya perdido lo mejor de la vida; empieza a disfrutar de los encantos de París, y evita que Chad vuelva a Estados Unidos. El acompañante estadounidense de Strether, Waymarsh, proporciona un contrapunto temático, al rechazar ser seducido por los atractivos de Europa. Mientras tanto, la señora Newsome, prometida de Strether y madre de Chad, que espera impaciente en Estados Unidos, coge a nuevos "embajadores" para que vuelvan inmediatamente con Chad. La más destacada de estos nuevos embajadores es Sarah Pocock, hermana de Chad, quien ásperamente desdeña la impresión de Strether de que Chad ha mejorado, condena a Marie como una mujer indecente, y exige que Chad regrese inmediatamente al negocio familiar en Estados Unidos. Para escapar de sus problemas, Strether hace un pequeño viaje por el campo francés, y accidentalmente se encuentra con Chad y Marie en una posada rural; entonces comprende la profundidad de su romance. Después de regresar a París, aconseja a Chad que no abandone a Marie; pero Strether ahora se encuentra incómodo en Europa. Al final, declina una oferta virtual de matrimonio por parte de Maria Gostrey y regresa a Estados Unidos. Considerada por su autor como «la mejor de mis obras», Los embajadores constituye ciertamente la más importante y revolucionaria novela de Henry James, no sólo por la influencia que ha ejercido en la narrativa del presente siglo, sino por el grado alcanzado en la explotación de la técnica del punto de vista. Incuestionable obra maestra, Los embajadores es un texto de obligada lectura y una pieza fundamental de la narrativa de todos los tiempos

La copa dorada (1904):
Maggie Verver y su padre viudo, Adam, son dos norteamericanos residentes en Londres, dedicados a la vida de ocio refinado que la inmensa fortuna de Adam les permite. Maggie vuelve a encontrarse con su amiga Charlotte, bella y culta, pero sin dinero, y mediante unos amigos, el matrimonio Assingham, conoce a Americo, un príncipe italiano de rancio abolengo pero también sin medios de subsistencia. Padre e hija deciden casarse, y sus respectivas parejas serán la joven Charlotte y el príncipe Americo, sin saber que ambos han sido amantes en el pasado.Adam y Maggie continúan la misma vida de antes, haciéndose compañía y coleccionando obras de arte, a pesar de que ahora tienen otro vínculo que atender. Charlotte y Americo vuelven a ser amantes, pero Maggie comienza a sospechar de ambos, y una visita accidental a una tienda de antigüedades le proporcionará la prueba. En ella compra la copa dorada, un objeto de lujo que Charlotte quería haber regalado a Americo antes de que ambos contrajeran matrimonio, pero que éste rechazó por tener una fisura.Maggie comienza a desplegar una estrategia muy sutil para separar a los dos amantes. Hace frente a Americo y Charlotte, pero sin revelar que tiene pruebas de su adulterio, y poco a poco convence a su padre para que regrese a Estados Unidos con su mujer. La novela termina con Adam y Charlotte a punto de embarcar de regreso a su país.

 

 

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