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Tomás Morales: PALABRAS DE LA AMISTAD:

La inmensidad nocturna
La inmensidad nocturna mi laxitud halaga;
ya el corazón aquieta su lacerado anhelo
y con barruntos nuevos, el pensamiento, indaga,
flotando en la infinita diversidad del cielo.
Noche azul de septiembre ¡qué egregios son tus dones!
Ofreces al devoto de tus designios santos,
una tiara de gemas para las ambiciones
y un manto de quimeras para los desencantos.
Los astros ejecutan sin punto de reposo
- motor incognoscible su actividad influye - :
ahora mismo, tocado de espasmo luminoso,
el Cisne al Cénit trepa, de Hércules temeroso,
y el Dragón, acosado por las dos Osas, huye...
Irreprochable, Sirio, inflama su áscua de oro,
Andrómeda y Perseo se hacen signos constantes;
, y, frente a la lascivia transcendental del Toro,
las Pléyades aventan su polvo de diamantes.
y una ilusión tras otra nuestra vigilia empalma,
a cada nueva fase reviven mis querellas,
y vánse sucediendo por el redil del alma
como por la majada celeste, las estrellas.
Qué hacer sobre los vanos pesa un rigor tremendo;
el desengaño ha sido bien duro de esta vez.
¡Fatal castigo para los que seguimos siendo,
perdidamente, nUlos, pasada la niñez!

A VICTORIO MACHO
Tú llegas de Castilla,
de Castilla la Vieja, corazón de la Raza
pacifico trofeo, un cincel y una maza
Los Númenes propicios
al nacer te otorgaron la magia de sus dones
y unánimes auspicios
Ya al nacer presagióse tu dominio
viril y luminoso de tu nombre
con claro vaticinio
tu gloria de estatuario con tu prestigio de hombre.
y afrontas el futuro con impasible reto;
avaro del secreto,
que en el compacto de tus simples duerme,
y ves pasar extático por tus cambiantes tono
la perpetuidad de Cronos
contra tu augusta aleación, inerme...
con claro vaticinio
tu gloria de estatuario con tu prestigio de hombre
Ya al nacer presagióse tu dominio
viril y luminoso de tu nombre
pacifico trofeo, un cincel y una maza
Los Númenes propicios
al nacer te otorgaron la magia de sus dones
y unánimes auspicios
Tú llegas de Castilla,
de Castilla la Vieja, corazón de la Raza
la voluntad activa
puso en tus manos la pericia seria
y en tu espíritu tenso,
un torcedor inmenso:
¡El anhelo infinito de animar la materia!
¡Otra vez, Prometeo!
Tú mismo, compelido por infernal deseo
robar quisiste el áscua del luminar sagrado
conque animar, eterno, tus plásticas escenas.
De los astros llegaban canciones de sirenas
queriendo entre sus filtros dejarte aprisionado;
mas tú, sutil y osado,
cerrando los oídos a las mentidas voces.
regresaste a los pobres orígenes humanos,
trayendo entre las manos,
intactas. una chispa del fuego de los dioses...!
¡Plaza al vidente, plaza!
Ya la Fama serena
la profusión de sus clarines suena,
y ya a tu sien enlaza
el mirto ilustre y la preclara yedra:
¡vidente mozo de la pura norma
que haces surgir la Forma
de la inercia del leño, del metal y la piedra.
Materiales caóticos,
que sueñan en estados alotrópicos
del FIAT de tus labios a la espera;
y a tu alredor, con actitud entera,
tenaces, yerguen sus macizos mudos,
vírgenes y desnudos,
tal cual los pare.el Bosque, la Mina o la Cantera...!
¡Inexpresivos bloques en los que nada vibra,
pesados monolitos de arquitectura plana;
y que han de ser, por obra de tu robusta fibra,
un Héroe, un Mancebo o una Mujer, mañana! Maderas escogidas
plenas de luz y de compactos poros
vivientes hasta ayer, y bendecidas
de cielo azul y céfiros sonoros.
la noche de los ébanos y el oro de los robles...
¡Troncos desconcertados!
Encierran vuestros haces apretados
alta expresión que el inspirado halla;
y en que afirma con nimbos de victoria
su limpia ejecutoria
de española nobleza tradicional, la Talla
del mármol eminente
justo remedo del prodigio vivo:
e iluminando todo con espectral lucerna
el polvo embrionario de la arcilla paterna;
el barro soberano,
que aún guarda en sus moléculas la fundación eterna:
¡la Fundación Eterna!
¡El modelo inicial del Cuerpo Humano!
Pasa el cortejo de tus creaciones!:
los ínclitos varones,
las rígidas siluetas
de los hombres del agro castellano,
la montaña y el llano,
místicos, marineros y poetas...
El Sol por las aristas de tu GALDÓS resbala,
la esperanza en el I!;esto de la PIEDAD culmina;
yen un descenso místico, por invisible escala,
LA ESTELA FUNERARIA DE SAN JUSTO señala
la ruta sin retorno Que hacia el NO SER camina...
Tú has visto la figura de la Parca, tú sabes
leer los jeroglíficos de sus misterios graves
y descubrir el fondo de sus negra quimeras
mirando por los antros de sus órbitas hueras.
Tú conoces el trismo del mentón espantoso,
la tenebrosa insidia, la taciturna rabia,
y escuchas, cual preámbulo del funeral reposo,
su paso cauteloso
y el frote imperceptible de sus goznes sin savia.
Ella pone en las bocas espasmos de agonía,
aprieta un pecho joven con implacable anhelo,
o, descarnada, envuelve su escueta anatomía
en la monjil mortaja de tu hermano Marcelo...
Ella el pavor nocturno del Más Allá rebasa;
crispa unos flacos dedos en postrimera ayuda
y deja que El Espíritu se disuelva en la masa
esbozando tina forma femenina y desnuda...
Alonso Berruguete revive en ti su afán;
en tu jardín las Musas descii1en su tocado,
y Buonarrotti enorme, con gesto iluminado,
podu taller adentra su sombra de titán.
Loor a ti, maestro,
que el pensamiento acoplas con el dominio diestro;
e infundes a tus bloques con pródiga medida,
Igual que un dios magnánimo, multiplicado y fuerte,
los dos extremos polos de la verdad habida:
¡Al monumento: Vida,
y en el sepulcro: Muerte...!

PASTORAL ROMÁNTICA
Las gentes del Cortijo murmuran sordamente
y, en voz baja, hacen lenguas de una tirana ley;
ya el rebaño no tiene pastor Que lo apaciente:
¡se han llevado el pastor al servicio del rey!
Mi alma se alborozaba con su nuevo destino,
y llena del sol de oro que ardía en el sendero,
arranqué una amapola del borde del camino
y me adorné con ella la cinta del sombrero.
Al verme, sonrieron las mozas del Cortijo.
Alma de Nemoroso, don Juan Boscán, un día,
divino enamorado, quiso seguir tus huellas,
y el noble Garcilaso, señor de la armonía,
te hizo carne en sus versos brillantes como estrellas.
Pastorales de antaño,
praderías de España con olor de violetas
regalo de las ninfas y amor de los poetas
y al volver a mi cuarto, las visiones teóricas
de la tarde, hacen mofa del peregrino lance;
y, llena la cabeza de fórmulas retóricas,
mi pluma traza el lírico concepto de un romance...

(EN EL LIBRO MANANTIALES EN LA RUTA)
Yo sé que hay bravas gentes que desdeñan
el verbo noble y la ideal medida;
para esos pobres seres que no sueñan
¡qué poca cosa debe ser la vida!

(Poemas publicados al final de Las Rosas de Hércules.)
(*) Victorio Macho fue un excelente escultor. Autor de un busto de Tomás Morales joven.

 

 

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