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Aldous Leonard Huxley (1894-1963):
Novelista, ensayista, crítico y poeta inglés, nieto de Thomas y hermano de Julian. Nació en Godalming, Surrey, y estudió en las universidades de Eton y de Oxford. Trabajó en varios periódicos y publicó cuatro libros de poesía antes de la aparición de su primera novela, Los escándalos de Crome (1921). Las novelas Heno antiguo (1923) y Contrapunto (1928), que ilustran el clima nihilista de la década de 1920, y Un mundo feliz (1932), una visión deshumanizada y utópica del futuro, le hicieron famoso. Esta última novela se convirtió en un clásico del género de la ciencia ficción. Durante gran parte de esta época vivió en Italia y Francia. En 1937 emigró a Estados Unidos. Entre sus más de 45 libros destacan los de ensayo, Un Pilatos burlón (1926), Mañana y mañana y mañana (1956), Nueva visita a un mundo feliz (1958) y Literatura y ciencia (1963). Otras novelas son Ciego en Gaza (1936), Viejo muere el cisne (1939), Mono y esencia (1948) y La isla (1962). Huxley también escribió crítica científica, filosófica y social, con obras importantes como El arte de ver (1932), La filosofía perenne (1946) y Los demonios de Loudon (1952). Se interesó mucho por el misticismo y la parapsicología. Las puertas de la percepción (1954) y su continuación, Cielo e infierno (1956), tratan de sus experiencias con drogas alucinógenas. (Encarta)


Los escándalos de Crome (1921):
En la imagen que figura en la portada de este libro aparece Aldous Huxley con otros dos jóvenes en Garsington Manor, la mansión de Lady Ottoline Morrell, autora de la fotografía. Era el año 1917, en plena Guerra Mundial, y allí pasaban gran parte de su tiempo los miembros del grupo Bloomsbury, entre ellos Bertrand Russell y los Bell. En Los escándalos de Crome, el autor de Un mundo feliz, recrea el veraneo del joven Denis Stone en la mansión de Crome, clara recreación de aquella casa, y el ambiente frívolo, diletante, que allí se vivía. Una novela divertida, a veces hilarante, pero que incluye uno de los más hermosos cuentos jamás escritos, la vida de Sir Ferdinando Lapith, un antepasado del anfitrión que, nacido enano, decidió adaptar su mundo a su pequeño tamaño, y vivió una vida feliz hasta un determinado momento. Esta primera novela es ya la obra de una pluma genial.

Contrapunto (1928):
Inglaterra, en los años veinte. La Primera Guerra Mundial era una pesadilla lejana, y que se suponía no volvería jamás. El futuro, por tanto, un mundo para conquistar y disfrutar. Un entorno de felicidad al alcance de la mano. Naturalmente, era una ilusión. Y no sólo por las décadas que vendrían, sino porque el nutrido elenco de personajes de Contrapunto vive en un continuo torbellino emocional y moral. La trama de la novela es al mismo tiempo un fresco de la sociedad inglesa, un caleidoscópico retrato del alma humana y una pintura irónica, y a menudo feroz, del mundo intelectual. Varios de sus protagonistas están basados en escritores de la época (D. H. Lawrence, Katherine Mansfield, el mismo Aldous Huxley), y hacia el final de la novela dos muertes anudan la trama. No obstante, lo inolvidable de este libro está en otro lado. Es una historia coral, y lo que cuenta es el encuentro y desencuentro de los personajes, las discusiones políticas y literarias, las angustias amorosas y existenciales, las reflexiones sobre el matrimonio, la infidelidad y la soledad. La escritura de Huxley brilla con una inteligencia que deslumbra; la prosa es de una fluidez y precisión sorprendentes. Contrapunto es su obra maestra. Cuando se publicó en 1928, se la consideró magistral y escandalosa; desde entonces es un clásico. Con toda justicia.

Música en la noche (1931):
Durante su vida, Aldous Huxley se ganó la reputación de ser uno de los gigantes de la prosa inglesa moderna y uno de los mejores comentaristas sociales de su época. Conocido sobre todo por sus novelas, Huxley se sentía también muy cómodo con la forma del ensayo. Abarcando desde el periodismo hasta las reseñas críticas y las reflexiones literarias, políticas, culturales y filosóficas, sus ensayos constituyen uno de los ejemplos más finos del género en la literatura moderna. Música en la noche es ya todo un clásico. En este volumen, el autor de Un mundo feliz, comunica sus puntos de vista acerca de diversos temas —la tragedia, el silencio, el arte, la gracia, la historia, el puritanismo, la belleza—, apuntando siempre a cuestiones fundamentales de la condición humana. La indudable originalidad del ensayista se ve favorecida por la gran cantidad de recursos que le proporcionan su vasta cultura y su enorme curiosidad. Los ensayos aquí reunidos sorprenden por las grandes intuiciones, los agudos comentarios y las ingeniosas e inesperadas observaciones que son ya la marca inconfundible de uno de los escritores más influyentes del siglo XX.

La sonrisa de la Gioconda (1938):
Si no fuera porque Mr. Hutton ha de soportar la carga de una esposa enferma y quejicosa, su vida sería extraordinariamente placentera. Vive en una casa confortable, con una biblioteca familiar bien surtida de libros, que son una tentación para quien, como él, ama la lectura; le gusta frecuentar la compañía de mujeres, en especial si son jóvenes y bellas; goza de un refinado paladar y no tiene problemas económicos. Su vecina, Janet Spence, se compadece de Mrs. Hutton y la visita con frecuencia para ofrecerle compañía y cuidados. Janet Spence está enamorada de Mr. Hutton. Desgraciadamente, según él, ha sobrepasado los treinta y cinco y carece de buen gusto, aunque posee cierto encanto enigmático. Cuando un luctuoso suceso convulsiona la vida cotidiana de los protagonistas de esta historia, afloran a la superficie unos comportamientos no convencionales, que ponen de manifiesto sentimientos poderosos con una capacidad aviesamente destructora. El punto de mira es Mr. Hutton. Caprichos del destino. La sonrisa de la Gioconda es, dentro de la obra de Huxley, un divertimento nada circunstancial, una incursión en el género policíaco. Novela ajustada formalmente a los esquemas teatrales, cuyo protagonista es un apasionado de los bellos libros, la música, la pintura y el sexo.

Los demonios de Loudun (1952):
En el año 1630, en la aldea francesa de Loudun, las monjas de un convento de ursulinas fueron poseídas por demonios que les engendraban espantosos impulsos hacia el párroco local, hombre culto y hermoso adorado por las mujeres de la aldea y detestado por sus maridos. Acusado de hechicería, fue preciso que interviniera el mismo cardenal Richelieu para poner fin a la agitación que se había concitado. De Urbain Grandier, el protagonista, se han dicho las más grandes atrocidades, sin que nunca llagaran a probarse. Huxley nos lleva a lo largo de esa vida, que se ve arrastrada a un final terrible: Grandier es juzgado por brujería, torturado y quemado vivo. Surge entonces otra de las sorprendentes facetas de la personalidad de este párroco: este sensual, este soberbio, se convierte, a través de su martirio, en un hombre y en un cristiano; se niega a hacer falsas confesiones, a aceptar pecados que no ha cometido y, cuando muere lo hace con pleno arrepentimiento de sus faltas, lleno de humildad ante Dios.

 

 

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