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Bibliotecas antiguas de Gran Bretaña:
Biblioteca Británica:
Biblioteca nacional de Gran Bretaña, con sede en Londres. Fue creada oficialmente en 1753. En 1972 fue establecida como “centro nacional de referencia, estudio, servicios bibliográficos y de información” para apoyar “en particular, a centros de formación y enseñanza, bibliotecas y centros de información de la industria”. Sus fondos, fruto de una labor ininterrumpida durante más de 250 años, pretenden ser una representación de todas las épocas de la civilización escrita, de todas las lenguas y de todos los temas. La colección comprende: más de 18 millones de libros impresos, periódicos y revistas (incluidos 130.000 periódicos y revistas actuales), 33 millones de patentes, unos 2 millones de piezas cartográficas, 8 millones de piezas filatélicas, 600.000 volúmenes de diarios y unos 900.000 discos, además de millones de manuscritos y documentos de relevancia internacional. Sus estanterías tienen 625 km y crecen 12 kilómetros cada año. El espacio de lectura tiene capacidad para 1.200 lectores. Ejemplos de su riqueza bibliográfica son la primera copia que se conoce del poema épico anglosajón Beowulf, dos copias de la Carta Magna y el Codex sinaiticus, manuscrito bíblico del siglo IV.

Servicios en la actualidad:
El público usuario de la Biblioteca suele estar constituido por personas que pertenecen al sector de la industria y el comercio, académicos e investigadores, autores, científicos, ingenieros, abogados y agentes de patentes. Más de 400.000 lectores (de los que un 20% proceden del extranjero) visitan cada año las salas de lectura. Da también respuesta a más de 300.000 solicitudes de información y a unos cuatro millones de peticiones de documentos al año. Financia proyectos externos de investigación en biblioteconomía y documentación, a la vez que inicia y apoya programas de cooperación en el seno de la comunidad bibliotecaria. Proporciona además servicios de pago, como por ejemplo el suministro de documentos y los servicios de consulta, de los que obtiene el 30% de sus gastos operativos; también dirige una editorial especializada y gestiona una librería. El nuevo edificio de la Biblioteca Británica está radicado en la zona de Saint Pancras de Londres. Este centro informativo es el resultado de la consolidación de ocho bibliotecas bajo una única administración: la anterior Biblioteca del Museo Británico (fundada en 1757), la Biblioteca y Archivos de la Oficina de la India (1801), la Biblioteca de la Oficina de Patentes (1885), la Biblioteca Central Nacional (1916), la biblioteca de la British National Bibliography Ltd (1949), la Biblioteca Nacional para la Ciencia y la Tecnología (1962), la Oficina de Información Científica y Técnica (1965), la Biblioteca de la Oficina de Patentes incorporada en la Biblioteca Nacional de la Ciencia y los Inventos, así como la Editorial de su Majestad y los Archivos Nacionales de Sonido.

Biblioteca Bodleyana:
[Bodleian Library] Biblioteca principal de la Universidad de Oxford, y la segunda mayor del Reino Unido, con más de seis millones de volúmenes y más de 140 kilómetros de estanterías (libreros). Es una biblioteca nacional de depósito de copyright, lo que le autoriza a recibir un ejemplar de todas las obras publicadas en las islas Británicas. Los libros están ubicados en diversas bibliotecas de Oxford, además de hallarse en el depósito bibliográfico, que se encuentra próximo. Entre los tesoros más destacables recogidos dentro de su extensa colección se incluyen el primer manuscrito que ha llegado hasta nosotros de la Canción de Roldán (finales del siglo XI y principios del XII), la copia más antigua existente de La regla de san Benito (principios del siglo VIII), la Carta Magna de 1217, y la principal colección de manuscritos del poeta Percy Bysshe Shelley.

Creación (1602):
Fue inaugurada por sir Thomas Bodley, académico y diplomático retirado. Era en realidad una refundación de la biblioteca de la Universidad, que había caído en desuso en la segunda mitad del siglo XVI. Esta última contenía una magnífica colección de manuscritos donados por Humphrey, duque de Gloucester, y había sido establecida encima de la Escuela de Teología, en una sala conocida como Biblioteca del duque Humphrey. Los fondos de esta colección quedaron dispersos y sólo tres de sus libros han sido con posterioridad devueltos a la Bodleyana. Bajo la influencia de Bodley los tesoros de la Biblioteca fueron recuperados y las series fueron creciendo gracias a donaciones de importantes obras y manuscritos. La colección creció aún más tras el acuerdo (1610) que Bodley alcanzó con la Compañía de Libreros [la Worshipful Company of Stationers and Newspaper Makers de Londres], según el cual la Biblioteca recibiría un ejemplar de cada uno de los libros que se publicaran. En los siglos siguientes, como cada vez se iba necesitando más espacio, se realizaron sucesivas ampliaciones y se fueron ocupando zonas colindantes, absorbiendo en la década de 1920 otras bibliotecas especializadas.

En la actualidad esta institución ocupa nueve edificios, incluidas la Biblioteca Vieja, la Biblioteca Nueva, la Cámara Radcliffe, la Biblioteca Radcliffe de las Ciencias, la Biblioteca Bodleyana de Derecho, la Biblioteca del Instituto Indio y la Biblioteca Rhodes. Tiene capacidad para dar acogida a más de 2.000 lectores, distribuidos en 26 salas de lectura. La Biblioteca está a la disposición de los miembros de la Universidad y de académicos e investigadores de todo el mundo, así como de cualquier otra persona, previa petición.

El impulso de la imprenta:
Durante la edad media, las bibliotecas europeas se hallaban en los monasterios, en las universidades y en algunos palacios reales. Los libros se conservaban en armarios o estanterías y se leían en mostradores, en reservados individuales dedicados al estudio, o en hornacinas situadas junto a las ventanas. Como los manuscritos eran raros y costosos, estaban a menudo encadenados a la pared o al pupitre. Desde el siglo XV, gracias a la difusión de la imprenta y al aumento del índice de alfabetización, las bibliotecas ampliaron sus áreas de lectura y desarrollaron los sistemas de almacenamiento. Amplias salas ricamente ornamentadas albergaban lectores libros y manuscritos. La Biblioteca de la catedral de Hereford data de los siglos XII-XIII. Es famosa por albergar el Mappa Mundi realizado por Ricardo de Haldingham a finales del siglo XIII. Una peculiaridad de esta biblioteca es que guarda sus preciadas obras encadenadas a las librerías. (Fuente: Encarta)


Trinity College de Dublín (1592):
La biblioteca de la universidad más antigua de Irlanda fue fundada en 1592 por la reina Isabel I. Posee la mayor colección de manuscritos y libros impresos de Irlanda. Su edificio, construido entre 1712 y 1732 es el más antiguo de los que se conservan. La sala principal, conocida como Long Room, tiene 65 metros de larga y contiene 200.000 de los libros más antiguos. Una de las joyas de esta biblioteca es el Libro de Kells, que contiene un texto en latín de los cuatro evangelios escritos con una caligrafía muy ornamentada, realizada con coloridos pigmentos.

 

 

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