Actúa             

 

Presentación de Actúa:
[Un nuevo diálogo de ciudadanos con ciudadanos:]No había más remedio. Teníamos que seguir la senda y profundizar en lo que supuso Reacciona. Un año de enormes convulsiones desde el primer libro colectivo. Es cierto que, apenas 30 días después –y por una acumulación de circunstancias en las que también se encontraba la información aportada por Reacciona- saltaba en las calles de toda España el 15M buscando una nueva sociedad, más justa y participativa. Pero a la vez el derrumbe financiero, económico, político, social y hasta ético, desencadenado en 2008, asistía a una durísima vuelta de tuerca. Se nos estaba preparando una auténtica burbuja que ellos llaman “crisis de la deuda”. Es una pura especulación que estalla el verano pasado (en la Unión Europea especialmente). ¿Qué hace? Reafirmar el triunfo de la ideología neoliberal y sus premisas de proporcionar más beneficios a unos pocos, a costa de la merma en las condiciones de vida de la población en su conjunto. A ese fin, incluso se reformaron Constituciones –como la española y en tiempo récord-. Y la crisis no se resuelve, por el contrario cada día se agrava. Asistimos también a la sustitución de democracias por tecnocracias, comenzando nada menos que por Grecia, el país que inventó la democracia. Los instrumentos ejecutivos y parlamentarios de la UE para la toma de decisiones, además, parecen haber sido sustituidos por las reuniones entre la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy… o de Merkel consigo misma.


El triunfo del PP en todos los estamentos de poder del Estado. Que, además de un preocupante involucionismo ideológico, ha aprobado leyes muy graves para la sociedad como la reforma laboral o la merma de servicios fundamentales en los presupuestos. Motivos para juntarnos en un nuevo libro había y hay, lamentablemente en aumento. En Actúa encontraréis más capítulos (12), más densos y puede que más radicales dado el empeoramiento de las circunstancias. Muchos autores repiten, y se añaden nuevos y nuevas materias. Somos 14 en total. Nuestro querido José Luis Sampedro nos regala una frase en portada: “Este ocaso es el momento de la acción entre todos porque otro mundo no solo es posible, es seguro”. Federico Mayor Zaragoza firma el capítulo de… el mejor Federico Mayor Zaragoza de la Historia. Cargado de análisis globales, de propuestas, de vehemencia razonada. Cuando habla de exigir la regulación de los flujos financieros y la inmediata cancelación de los paraísos fiscales, advierte: “Ésta es una medida que, no debemos engañarnos, sólo se aceptará si los ciudadanos dejan de tener sus nóminas depositadas en instituciones financieras que estén relacionadas con los paraísos fiscales o de comprar productos de aquellos fabricantes que no demuestren total independencia”. Ideas concretas de acción que concluyen:“Así se inicia la Carta de la Tierra : “Nos hallamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, un momento en el cual la sociedad ha de elegir su futuro… Hemos de unirnos para crear una sociedad global sostenible basada en el respeto a la naturaleza, los Derechos Humanos universales, la justicia económica y la cultura de paz”… ¡Actúa!… ¡”Sé tú el cambio”! proclamaba Mahatma Ghandi. La solución está, en suma, en el triunfo de la democracia a escala personal, local y mundial”.


Sistema judicial:
Un Baltasar Garzón al que han apartado de la carrera judicial hace un valiente y duro diagnóstico sobre la justicia en España y sobre la corrupción a todos los niveles que nos anega. No voy a entresacar sino un párrafo de su texto que él ha medido y matizado para ser leído completo:“La mayoría de las sentencias de cualquier tribunal extranjero o internacional son más completas y complejas que las resoluciones que un tribunal o juez español. La presencia jurídica que en otro tiempo tuvo España en Iberoamérica, ya no la tiene. Si no fuera por la Agencia Española de Cooperación serian escasísimos los casos de jueces llamados a impartir conocimiento a la otra parte del Atlántico. El declive internacional de la justicia española es un hecho, acentuado en grandes proporciones desde el momento en el que España renunció a liderar la defensa de los derechos humanos y abandonó la bandera de la jurisdicción universal”.

Entra el joven periodista Juan Luis Sánchez. Habla de los retrocesos experimentados en Democracia, de refundar la “refundación” que nos han preparado. Su capítulo es enormemente brillante y crítico, plagado de datos, análisis, ironía, frescura, innovación. Como ejemplo, citaré los títulos de algunos de los epígrafes que desarrolla: “Pulpo como animal de compañía”,“El león no se preocupa de lo que puedan pensar las ovejas”,“Pánico a la democracia en Grecia”,“Goldman Sachs, República Federal”, “España, un retroceso de 30 años”,“Capital riesgo invirtiendo en tu salud”,“La vocación de servicio público de Florentino Pérez”, “Ley SindeWert: matando moscas a cañonazos y evitando el verdadero debate”… Y varios más hasta llegar a… “Hacia la vida política del futuro”.

En rojo incremento del 1% más rico desde el año 1917 en USA. En azul media de los ingresos del resto


Fiscalidad regresiva:
Todo pasa por los impuestos. Así Ignacio Escolar entra en la ardua tarea de explicar los desequilibrios de nuestro sistema fiscal y lo hace con auténtica claridad didáctica. Pero partiendo de una reflexión que lleva de continuo como hilo conductor: la vieja dialéctica –hoy aparentemente olvidada- entre “igualdad” y “libertad”. Europa lo resolvió con la socialdemocracia. Con una pregunta clave:“Si la Europa arruinada de la posguerra fue capaz de construir el Estado del bienestar, ¿por qué la Europa próspera del siglo XXI va a ser incapaz de mantenerlo?”Dice también Nacho Escolar:“Nuestra Constitución está redactada en 1977. Se nota. Hablar hoy de distribución equitativa de la renta –es decir, de redistribución de la riqueza, de igualdad– casi parece propio de antisistemas o algo peor. A finales de los años setenta era una idea que se asumía como indiscutible e indispensable para la prosperidad de toda la sociedad. Ahí sigue, en nuestra Constitución, aunque hace ya tiempo que este punto, como tantos otros, es papel mojado. La fiscalidad en España, como en el resto de Europa, cada vez es menos progresiva: cada vez pagan menos los que tienen más”.

El análisis económico de la crisis corre a cargo esta vez del catedrático y ex rector de la Complutense Carlos Berzosa. Algunos apartados: El déficit público ha sido consecuencia de la crisis y no al revés. La deuda, una cuestión de confianza, es decir, un problema en un mercado especulativo. El déficit y las comunidades autónomas que lo han creado fundamentalmente. Pero hay que distinguir en gasto y en inversión social. Un apunte:“No deja de resultar paradójico, además, que algunos de los grupos que han sobrevivido gracias al dinero público utilizado para salvarles de la bancarrota, ahora con sus actuaciones en el mercado financiero exijan el recorte brusco de ese déficit. Eso sí, haciendo recaer los costes del ajuste sobre los trabajadores y empleados, de forma que estos grupos situados en las clases intermedias y bajas de la población sean los paganos de sus desmanes y excesos anteriores que les proporcionaron suculentas ganancias rápidas y fáciles”.


Enorme desempleo:
El economista Albert Recio, titula su capitulo “Campeones del paro y la precariedad”. Por él sabemos no sólo los porqués de haber alcanzado un intolerable récord -el mayor paro del mundo desarrollado-, sabemos también los defectos estructurales de España en esa materia, por qué tenemos unos de los sueldos más bajos de la Europa de nuestro nivel o que la UE empeora nuestra situación o qué nos supone la reforma laboral. Conocimiento y un punto de ironía, para concluir:“Además de inteligencia y decisión, ello requiere también que sepamos tejer las alianzas, los compromisos, los procesos que nos refuerzan, que nos construyen como mayoría social frente a la reducida minoría que hoy maneja los hilos de la actividad económica y que nos está condenando al paro, a la precariedad, a la pobreza, en definitiva que pretende mantenernos como permanentes súbditos y esclavos”.

Sanidad:
Àngels Martínez Castells escribe esta vez de salud, yendo más allá de la denuncia de las políticas sanitarias hoy cercenadas. Del iceberg completo del que solo vemos una punta en la superficie. Y comienza: “Nos hemos acostumbrado a vivir en una sociedad insensible al sufrimiento y a la enfermedad, en la que apenas se da valor a la vida humana. Todavía bajo los efectos del shock, nos despojan de nuestros derechos y lo justifican con mentiras demostrables. Están convirtiendo la salud en mercancía y la sanidad en su botín, y todavía no conseguimos reaccionar con fuerza suficiente para impedirlo. Mientras, nos quieren culpabilizar de sus rapiñas. España es uno de los países de la Unión Europea que menos recursos públicos dedica a la sanidad, y que más puede presumir de su excelencia: es un blanco irresistible para los capitales privados. Dicen que el sistema de salud es “insostenible”, pero saben que no es verdad. (…)Lo realmente inaguantable es el sistema que ha creado estas condiciones que nos enferman, estas políticas ajenas a los derechos humanos, laborales y de ciudadanía”.


Ciencia:
Esther Samper (Shora) y Sergio Pérez Acebrón son dos jóvenes científicos españoles. Ella se ha quedado en barbecho al cesar su beca en el Príncipe Felipe de Valencia. Él se fue hace ya varios años a Alemania donde trabaja en el centro biomédico más grande del país.“El principal secreto del éxito alemán no reside en la inversión en equipamiento científico sino en su potencial humano. Alemania ha conseguido congregar a muchos de los mejores investigadores del mundo usando dos vías que, aunque aparentemente sencillas, parecen habérsele escapado a España”… ¿Cuáles? En Actúa están.Profundamente conocedores de los problemas a los que se enfrenta la ciencia en España, apasionados por su trabajo, brindan soluciones que parecen caer del árbol de la lógica, porque…“Estamos destrozando una vía prioritaria de desarrollo en lugar de potenciarla y eso es algo que no saldrá gratis. Las decisiones que se tomen en los siguientes años sobre la economía española van a ser decisivas para el futuro. Puede que tanto como para que se alce entre los países más desarrollados o, por el contrario, se sumerja en el abismo del subdesarrollo”.

Ecología:
La Emergencia Ignorada: La Crisis Ecológica. Juantxo López de Uralde desarrolla el trabajo. Porque “No tenemos Planeta B”, en una Europa que pierde el liderazgo y en una España con un gobierno de Rajoy claramente antiecologista –energía, costas, cambio climático, política de aguas, apenas se salva nada-. Con soluciones desde la acción individual a la colectiva que hay que leer con detenimiento. Porque… “La suposición, evocada erróneamente por algunos ilusos, de que en realidad el deterioro ecológico es una materia secundaria frente el grave deterioro de las condiciones de vida generado por la crisis económica, ignora la fuerte correlación entre una y otra. Los impactos del quebranto ambiental están directamente relacionados con un empeoramiento en las condiciones de vida de cientos de millones de personas; e inciden directamente sobre los precios de los recursos más básicos y necesarios para la supervivencia”.

Repite Javier Pérez de Albéniz, el descodificador. Para abordar otra vez la cultura y la educación –por los gravísimos destrozos ocasionados en ellas-. De esta “Tierra de ignorancia” se puede destacar por ejemplo: “Nos niegan la cultura y la educación para debilitar nuestras defensas intelectuales, para mantenernos estúpidos y sumisos. Siembran ignorancia para combatir la indignación. Desactivan las ideas para mantener el sistema, que es tanto como mantener la brecha entre ricos y pobres: cada vez hay mayor desigualdad en nuestra sociedad, puesto que cuando a los pobres se les niega la educación se les niega el futuro, haciéndolos aún más pobres. Desarman la cultura para enterrar el pensamiento crítico. Acaban con la educación para alimentar la ignorancia, el individualismo y la apatía, para evitar las movilizaciones. Diseñan un país a su medida, en el que los jóvenes eliminan el doctorado del currículo para poder trabajar de camareros. Y los intelectuales permanecen desaparecidos: consideran pretencioso involucrarse en la refriega cultural y política”.


Protestas 2011:
“SIN MIEDO, HAY FUTURO”. Vibrante descripción de la lucha social, sobre todo en este año, por un futuro mejor. Del respeto conquistado, de los frutos logrados. Lo firman la incombustible activista fundadora entre otros de ATTAC Lourdes Lucía y la joven periodista del 15M Sofía de Roa. Entre las muchas ideas que aportan, destaco ésta: “En definitiva, se trata de mentes en las que han despertado ideas, ilusiones y esperanzas que no pueden morir. Los movimientos de protesta ciudadana surgidos durante todo el año 2011 no son más que el enfado, la vergüenza y la indignación que millones de personas expresan, de manera pacífica, alrededor del mundo. Es un proceso de cambio en el que cabe todo aquel que decida que es tiempo de tomar cartas en el asunto, en la cosa pública. Sólo hace falta acercarse a una asamblea para ser testigo y protagonista de este momento, participar en las acciones y actuar en tu vida diaria con la convicción de que el futuro depende de todos y todas las que no quieran decir a sus nietos: “Yo no hice nada por evitar el mayor retroceso de derechos de la historia y me dejé robar el futuro”. El futuro es ahora”. Cierra mi propio capítulo: “Una sociedad en la cazuela” donde explico la técnica de cocción de crustáceos hoy aplicada a servir a la sociedad en su punto de ingestión. A que repita el “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” y el “hay que confiar en el futuro porque al final las cosas salen bien”, Si el análisis de la información que recibimos es mi principal objetivo, planteo, entre otras cosas, una propuesta realmente revolucionaria: “Actúa: usa la cabeza”, reedúcate en raciocinio. Traduce la neolengua, qué son las privatizaciones de verdad, quiénes son delincuentes, quiénes violentos, exige que te den “los campos de fútbol” de las magnitudes económicas, házte tu propia tabla de “hectáreas” para cotejar magnitudes. No te dejes engañar, ni acobardar.

Este es el texto más largo que jamás haya publicado en el blog. Y sin embargo apenas resulta un pálido y desigual esbozo del libro. Cuesta 9.50 euros a pesar de sus 260 páginas, 4,74 en versión digital. Para llenarte de información, ideas, espíritu crítico y ganas de aventar la sumisión lo hemos escrito. “Somos el 99% de la población. Comprométete contigo y con los demás. Si, pese a todo, no has reaccionado, despierta. Si ya lo has hecho, actúa. Más. Con eficacia”.Este viernes 13 lo presentamos varios coautores en Barcelona. En Madrid será el 7 de Mayo probablemente. (Rosa María Artal, 13/04/2012) La desigualdad es un arma de destrucción inducida, no un accidente Esta deriva en la desigualdad social no es un mero accidente, como proclaman muchos, sino que es fruto de una política deliberada y que ha llegado para quedarse. La aparición del hambre en capas sociales inimaginables hace no mucho tiempo, la exclusión social de bienes públicos de calidad, como sanidad o educación para amplios colectivos, junto a la exclusión financiera fruto de las malas políticas públicas de vivienda, son algunos de los retos que tienen los gobiernos en los próximos años. Pero nada de esto tendrá éxito, sin un cambio de paradigma empresarial, político y financiero. No hay señales de que después de este terremoto nada vaya a cambiar en el sistema financiero mundial.


Recortes:
Esta crisis, pero también las anteriores, sirven para afianzar un relato que desde los púlpitos financieros, y también religiosos pretende cambiar radicalmente el modelo social que Europa se ha había dotado desde la II GM. La presunta eficiencia de los mercados financieros, las teorías del “too big to fail” y el mantra del todo para el accionista han saltado por los aires con el estallido de los más grandes en EEUU, arrastrando a la banca europea, presa del apetito por la compra de basura financiera, eso sí disfrazada de I+D. La codicia de los CEOs, avalada por los Consejos de Administración y la búsqueda permanente de valor por parte de Fondos de Inversión y de Pensiones, ha terminado por destruir una gran parte del aparato productivo y social que una gran parte de países centrales en Europa mantenían, con la única excepción de Francia. Todos los paradigmas sobre la eficiencia de los mercados financieros se han caído en esta crisis El objetivo es claramente la reducción de buena parte de los programas públicos que sostienen un modelo que, para algunos, es insostenible, caro e ineficiente, pero que para otros, supone una garantía de estabilidad y cohesión que atempera los ciclos económicos. No hay que olvidar que, ahora, son los ciclos financieros los que provocan los ciclos económicos, y no al revés, lo que sin duda, complica mucho más tanto la previsión, como las acciones de política económica a implementar. Las viejas políticas, fiscales, presupuestarias o monetarias, ya no tienen el efecto que antaño tuvieron, en ausencia de ciclos financieros como los actuales. En un mundo globalizado y obsesionado por el valor del accionista, las políticas redistributivas pierden eficacia, ya que la posibilidad de escape es cada día mayor. Los flujos de capital apenas tienen interferencias para financiar principalmente a sus accionistas, dejando a un lado el objetivo final del capital que es alimentar proyectos de inversión y garantizar el bienestar, siempre como un mero instrumento. Lo único que es noticia es la evolución de los mercados bursátiles o de renta fija, y todos los gobiernos asumen su papel subsidiario en este magma financiero, como lo prueba que la mayoría de dirigentes políticos en el área económica en Europa, pero también en EEUU, provengan de la banca de inversión, algo impensable hace no muchos años. Las viejas políticas fiscales y monetarias ya no sirven en la era de la maximización del valor del accionista El resultado en la UE es bastante clarificador. Según Eurostat, una gran parte de países han visto reducido su porcentaje de gasto público sobre el PIB en el periodo 2009-2013, en parte por la caída del PIB, pero también por el brusco recorte en partidas muy sensibles. Los países que han elevado la ratio lo han hecho por dos razones muy diferentes. Hay un núcleo como Grecia o Eslovenia que reflejan el gasto público necesario para inyectar fondos al sistema bancario, prácticamente en quiebra. Por otro lado, Francia o Finlandia han entendido la crisis de forma diferente y han apostado por crear un colchón adicional para mitigar el declive económico, pero principalmente en el caso francés para invertir el signo de la pirámide de población encarando un futuro mucho más sostenible que el resto. En el caso español la radiografía del encargo estaba clara. Hay que desvirtuar el concepto de educación y sanidad pública universal y abrir el melón para la entrada de nuevos actores en su gestión, como ya se intuye con al aprobación del TTIP. Los principales recortes se han dado precisamente en estas dos partidas, un 4% en educación y un 1,4% en sanidad, lo que sorprendentemente ha generado un aumento de la facturación de seguros privados de salud. La táctica es clara: degradar el servicio público para que los servicios privados vayan captando cuota de mercado, algo que legalmente es posible gracias a las sucesivas normativas aprobadas por el PP y mantenidas por el PSOE. El objetivo es desmantelar el sistema público de bienestar y transformarlo en beneficencia Donde también se ha reducido drásticamente el gasto ha sido en materia de vivienda. Aquí se nota cómo la única política de vivienda llevada a cabo era la de construcción de vivienda protegida, medida diseñada para épocas pretéritas en las que la entrega de llaves por parte de Alcaldes y Presidentes Autonómicos era sinónimo de voto. Pero nadie pensó en políticas que incluyen estabilizadores automáticos para casos de depresión o recesión económica y social como las actuales. La carencia de un parque público de vivienda que garantice soluciones habitacionales para casos de desahucios, las políticas de ayuda directa, como en la UE para sufragar alquiler social, y la inexistencia de una política efectiva de control de precios de alquiler social, como pasa en Alemania, ha dejado al descubierto el fracaso de los dos grandes partidos en materia de vivienda. España lidera los recortes en sanidad, educación y vivienda El resultado de este nuevo paradigma es que la desigualdad crece por doquier y provoca ineficiencias económicas que hasta el FMI, después del Papa Francisco, se ha atrevido a denunciar ya con cifras en la mano. Esta desigualdad está en niveles máximos en los países desarrollados, algo que se explica por el desmantelamiento de los sistemas de corrección, y no por el propio efecto de la crisis. Parte de esta desigualdad, también proviene, del enorme desarrollo de los mercados bursátiles, es decir de la obsesión por la maximización del valor del accionista. (Alejandro Inurrieta, 22/06/2015)


Renta básica:
El próximo 5 de junio será un día especial en Suiza. Desde luego, no porque se vaya a celebrar un referéndum -algo habitual en el país-, sino por su contenido. Ese día, los suizos se pronunciarán sobre la propuesta (avalada por 125.000 firmas) para instaurar una renta básica equivalente a 2.500 francos (unos 2.281 euros al mes). La cantidad puede parecer desproporcionada, pero hay que tener en cuenta que el salario medio suizo antes de impuestos asciende a 6.427 francos (5.866 euros). Es decir, la cantidad está en línea con el umbral de pobreza del país. En España, la línea de pobreza para los hogares de una sola persona se sitúa en 8.011 euros al año. O lo que es lo mismo, 667 euros al mes, casi la tercera parte que en Suiza. La propuesta -que ha abierto una grieta entre las organizaciones de izquierda- no pretende convertir en holgazanes profesionales a los suizos, sino algo mucho más razonable. Redefinir el musculoso Estado de bienestar helvético a partir de una reflexión importante: las economías avanzadas sufren por la deslocalización empresarial y por la robotización de los procesos industriales, lo que obliga a desplegar elevados niveles de presión fiscal que penaliza la competitividad y desincentivan el empleo. El resultado, como sostenía un profesor de Economía de la Universidad de Friburgo, en declaraciones a un diario suizo, es que hoy “no hay suficiente trabajo para todos. Eso es un hecho”. Y lo dice alguien en relación a un país que tiene menos del 5% de desempleo. En opinión de los promotores del referéndum, las instituciones clásicas del Estado de bienestar -la cobertura del paro, los seguros de invalidez o la asistencia social- ya no son eficientes para resolver la caída momentánea de rentas derivada de una crisis laboral o de un problema de salud sobrevenido, y de ahí que se proponga un nuevo sistema más adecuado para los nuevos tiempos, toda vez que el actual todavía se basa en el modelo diseñado por el canciller Bismarck hace 150 años como respuesta a la primera industrialización. Entre los especialistas hay un amplio consenso en que la gestión del Estado de bienestar consume muchos recursos (costes administrativos y de control del fraude en las subvenciones) que podrían destinarse, precisamente, a quienes más los necesitan. Además, el sistema excluye a quienes no son capaces de someterse a la compleja burocracia que se exige -por razones obvias- para recibir una prestación. Incluyendo el hecho de que vivir de un sueldo del Estado provoca frecuentemente una desagradable estigmatización social que hace que muchos beneficiarios caigan en lo que suele denominarse ‘trampa de la pobreza’. Son los pobres ‘oficiales’. De ahí que lo que se proponga es que esa renta básica sustituya a todas las demás ayudas sociales que concede el Estado. El Gobierno suizo se opone a la propuesta y calcula que costaría unos 25.000 millones de francos que, necesariamente, saldrían del pago de impuestos. Prestaciones públicas La idea de los promotores del referéndum no es original. En Finlandia (9,3% de paro) se ha puesto en marcha un programa piloto que consiste en entregar 550 euros al mes durante dos años a cambio de renunciar al resto de prestaciones públicas. El objetivo final es reemplazar todo tipo de subsidios pagados por el Estado a través de una renta básica universal de 800 euros. Lo significativo, en este caso, es que la propuesta nace de un Gobierno de centro derecha y no de formaciones de izquierda empeñadas en incrementar el gasto público. El Gobierno, como sucede en Suiza, está convencido de que esta redefinición del Estado de bienestar es más eficiente y no convertirá en unos vagos a todos sus compatriotas. Finlandia, de esta manera, hace buenos aquellos editoriales (demasiado cínicos) que publicó ‘The Economist’ -referente intelectual del liberalismo- al comienzo de la crisis de la deuda, cuando sostenía que no había que confundir pragmatismo con intervencionismo de los poderes públicos. En la provincia canadiense de Ontario, el Gobierno ha diseñado, igualmente, un programa piloto que va en la misma dirección. Mientras que en Utrecht y otras ciudades holandesas se han anunciado medidas similares. Y es que, en contra de lo que habitualmente se cree, el debate sobre las rentas básicas no es nuevo. Ni siquiera tiene una raíz izquierdista. En 1969, Richard Nixon llegó a plantear una propuesta parecida. Probablemente inspirado por aquella máxima que puso él mismo en boga en 1971. ‘Ahora todos somos keynesianos’. El propio Milton Friedman, a quien nadie tildaría de socialista, reivindicó también un ingreso mínimo en forma de impuesto negativo sobre la renta (el mínimo vital está exento de tributación) como una manera de restringir el poder coercitivo del Estado en aras de incentivar la elección individual y la libertad de las personas. También el senador McGovern, candidato demócrata a la presidencia de EEUU (su campaña fue el origen del Watergate), reclamó una renta básica para millones de estadounidenses. De hecho, esa posibilidad existe desde finales de los años 70 en el estado de Alaska gracias a los dividendos del petróleo. Alguien tan poco sospechoso de coquetear con los avances sociales como Sarah Palin apostó fuerte por esta opción elevando sus cuantías cuando era gobernadora. La renta básica, en contra de cómo lo plantean algunos políticos españoles, no tiene que ver solo con el ensanchamiento del Estado de bienestar para combatir el aumento de la desigualdad derivado del paro, la competencia de las economías emergentes o la innovación tecnológica, sino también con una reordenación del sistema de protección social que hoy, parece evidente, está amenazado. No es desde luego un gran descubrimiento. Pero a la luz de cómo se desarrolla el debate político en España da la sensación de que la financiación del Estado de bienestar es un asunto ya resuelto. La pobreza intelectual de los debates va en aumento y nada indica que en las próximas semanas se vaya a producir un giro radical. Todo lo contrario. El paro que no cesa España, como si fuera una isla del mundo, sigue hablando de sus propias vergüenzas y nimiedades: las ‘esteladas’ nuestras de cada año, la penúltima estulticia de Willy Toledo, la memoria del franquismo, los okupas, los titiriteros, el toro de la Vega, el último video de Rajoy, el diputado que ha robado 400 pesetas al erario público llamando a cobro revertido o la corbata de Iglesias que le regaló Ana Rosa Quintana. Todo es tan ridículo que si no fuera porque periódicamente la EPA nos recuerda que el país lleva 22 trimestres consecutivos con una tasa de paro superior al 20%, habría razones para pensar que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Detrás de esta miseria intelectual se encuentra, sin duda, el sistema de partidos, que ha convertido la política en algo endogámico completamente alejado de la sociedad, como se puede observar con tan solo echar un vistazo al CV de los candidatos de todos los partidos. Impera la mediocridad y hasta la zafiedad, lo que explica que en lugar de provocar debates inteligentes, triunfe el chiste fácil o la frase ocurrente para desprestigiar al adversario político. Los candidatos lo son, precisamente, no porque hayan sido capaces de crear puestos de trabajo en sus actividades profesionales; porque hayan contribuido a algún avance científico o porque sean líderes sociales capaces de cambiar el curso de los acontecimientos, sino, simplemente, porque son conmilitones de quien manda en el partido. Algo que explica que la política se haya convertido en un patio de vecinos mal avenidos -de bronca diaria- en el que uno le recuerda al otro que saca la basura antes de tiempo o que pone la música demasiado alta a altas horas de la madrugada. Sin duda, asuntos de enorme transcendencia que el resto del mundo se está perdiendo. (Carlos Sánchez, 29/05/2016)


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