Posguerra             

 

Posguerra:
Finalizada la Guerra Civil se inició una larga y difícil etapa de recuperación social y económica. La derrota del Eje puso en peligro la supervivencia del sistema franquista, que, aunque se declaró neutral, no había disimulado su amistad con las potencias derrotadas. La ONU condenó el régimen de Franco y los embajadores se retiraron de Madrid en 1946. Se iniciaba así un periodo de autarquía, un largo aislamiento que se rompió ocasionalmente por las relaciones con la Argentina de Perón y el Portugal de Salazar. La acción de la ONU fue utilizada para fortalecer más el nacionalismo y la propia posición del Régimen. En 1938 se dicta el Fuero del Trabajo y el Decreto de Unificación de Partidos. En 1942 se crearon las Cortes Españolas, en 1945 se promulgó el Fuero de los Españoles y en 1947, después de un referéndum, se aprobó la Ley de Sucesión que declaraba que España quedaba constituida en reino.


Escasez:
El aislamiento orientó la producción hacia la autarquía. La escasez de los 40 obligó a recurrir a las cartillas de racionamiento (1936-1952). Con la limitación acusada de oferta algunos amasaron grandes fortunas con el mercado negro o estraperlo. Entre 1942 y 1943 se pasa la peor época para obtener combustibles líquidos y de mayor empleo de gasógeno en los coches. Los bienes traídos  del exterior estuvieron sujetos a las licencias de importación. En 1944 se distribuye el Pelargón, leche en polvo que adquiere una presencia considerable en la depauperada dieta infantil. La dieta hipocalórica hizo que muchos crecieran con síntomas de raquitismo y se propagaran enfermedades víricas como la polio, la viruela o distintos tipos de meningitis que causaron estragos en la debilitada población infantil.

Visita de Eisenhower


Enseñanza:
Se otorgó a la Iglesia un papel central en la educación. Se suprimió la educación mixta en las escuelas. Los planes de enseñanza dividieron determinados contenidos adaptados para niños o para niñas. Las revistas juveniles siguieron esta división adaptando contenidos de forma acusada. Las femeninas estaban plagadas de escenas dulces y almibaradas, y en las de niños primaban las aventuras y la emoción. Los contenidos básicos eran comunes y recogidos en las Enciclopedias de Grado Elemental, Medio y Superior de Santiago Rodríguez, de Álvarez y otras similares. También se ofertaban lecturas suplementarias para cimentar su amor a la patria, su fraternidad, su devoción hacia España y hacia su General. El mensaje del españolismo se debía tener siempre presente. Era un deber tan sagrado como el amor a los padres y venerar los símbolos de la nación. En los años inmediatos a la posguerra, al lado de la gramática, la historia sagrada, las ciencias y profesiones, se impartía como asignatura la Doctrina del Movimiento Nacional. Se estudiaban los símbolos y las personas que encarnaban esa nueva manera de sentir. A fin de dejar bien ligadas estas consignas, en 1940 se creó el Frente de Juventudes que agrupaba a chicos (pelayos, flechas y cadetes) y chicas (margaritas, flechas y flechas azules) entre 8 y 17 años.


Exilio de intelectuales:
Permanecieron en un exilio prolongado Sender, Max Aub, Arturo Barea y Rosa Chacel. Dentro del país otros permanecieron apoyando al nuevo sistema o tratando de sobrevivir (Ridruejo, Rosales...) o un clamor desesperado Dámaso Alonso en Hijos de la ira (1944), expresaba "Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas)". La investigación científica sufría de una gran precariedad de medios y figuras como Severo Ochoa desarrollaron su carrera en el extranjero. Diversos autores de novela se comprometieron moral y políticamente. A esta corriente literaria se la ha llamado "Realismo Social" y ocupa desde 1951, fecha de la publicación de La Colmena, de Camilo José Cela, hasta 1962, en que Luis Martín-Santos publicó Tiempo de silencio.

Pío XI


EE.UU:
Durante la Guerra Mundial, en compensación al suministro del estratégico wolframio, se revisan los acuerdos norteamericanos que impedían la importación de petróleo y caucho. El país quedó al margen de las ayudas del Plan Marshall. En 1953 se firmaron dos pactos cruciales, el Concordato con el Vaticano y el acuerdo con EE.UU., que ofrecía ayuda militar y económica. Este proceso de adaptación al mundo exterior culminó en 1955 con el ingreso en la ONU. Se tenían todos los ingredientes para la mitificación del American Way of Life, pero el milagro americano pasó de largo como retrató Berlanga en Bienvenido Mr. Marshall. En 1959 se puso en marcha un plan de estabilización encaminado a la superación económica y auspiciado por los nuevos ministros tecnócratas. En 1967 EE.UU. entrega a la la armada española el portaareonaves Dédalo.

Apertura:
La década de los 50 coincidió con una cierta liberalización. España, a partir de 1953, se fue acercando al mundo exterior, lo que permitió que la situación económica mejorase paulatinamente. En 1950, la ONU anuló sus sanciones contra España ya que, debido a la guerra fría, Estados Unidos se vio obligado a apoyar el régimen de Franco. El plan logró que España se integrase en los organismos económicos internacionales; pero sus consecuencias fueron durísimas para la clase trabajadora. Tanto que desencadenó el paro y provocó el movimiento de emigración masivo a Europa de gran número de trabajadores. Alemania, Bélgica, Holanda y Francia absorbieron a los emigrantes. Se produjo un cruce de intereses paradójico. Por un lado, España exportaba mano de obra barata y, por el otro, comenzaba a importar riadas de turistas que venían buscando el sol de nuestras playas. El gran invento del turismo se inicia ya en la década de los 60. En 1957 se formó un nuevo gobierno, que es el que dio lugar a los tecnócratas vinculados al Opus Dei, que buscaron resolver los problemas económicos del país. En 1958 se proclamaron los Principios Fundamentales del Movimiento que eran "permanentes e inalterables".

Oposición:
A pesar de eso, se habían iniciado ya los movimientos de la oposición. En febrero de 1956 se dieron las primeras huelgas universitarias y en 1956 el Partido Comunista inició su política de reconciliación nacional e, incluso, políticos falangistas como Dionisio Ridruejo empezaron a crear grupos de oposición moderada. A su vez, los obreros demostraban todo el potencial activo que podrían aportar en su momento. En 1962 se desencadenaron una serie de huelgas en las zonas industrializadas de España. Ese mismo año, en junio, en Munich se reunieron miembros de la oposición al régimen de Franco, entre los que figuraban Gil Robles, antiguo dirigente de la CEDA. Desde España se tomaron medidas drásticas contra ellos y se calificó la reunión de "contubernio".



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