Médicos Sin Fronteras             

 

Médicos Sin Fronteras. Por María Teresa Aláez García:
En África, sobre el año 1971, un grupo de médicos y de periodistas, asistieron, impasibles, a otro de los genocidios que asolan los países subdesarrollados. En este caso era en Biafra y se actuaba sobre la raza Igbo o Ibo. Los médicos trabajaban para Cruz Roja Internacional y guardaban silencio de manera obligada.

El origen de la ONG Médicos sin Fronteras:
Hartos de ver tanta injusticia y de no poder hacer nada por paliarla, fundaron una organización sin ánimo de lucro en Francia. Esta organización no gubernamental llevaba el nombre de Médecins sans frontières, es decir, Médicos sin fronteras. A su vez, otro grupo de médicos que habían trabajado en Bangladesh para ayudar a las víctimas de las inundaciones se unieron a ellos. Dado que el panorama mundial estaba cambiando al igual que la sociedad, era preciso no solo atender a las víctimas sino también realizar otras transformaciones y erradicar el silencio obligado, denunciando las atrocidades que se cometían contra el resto de miembros de la humanidad.

Voluntarios de Médicos sin fronteras:
Pertenecen a esta organización, socios y voluntarios, en un principio, médicos, enfermeras, auxiliares médicos, administrativos y otras personas que colaboran aportando conocimientos, dinero o material para ayudar a los habitantes de los países con mayor índice de necesidad. Ayudan a todo el que lo necesite en cualquier tipo de contienda o situación sin discriminar por raza, filosofía, política, sexo o religión. Últimamente, también necesitan el apoyo de las empresas, trabajadores, accionistas, clientes, proveedores, implicándose con la ONG y aunando fuerzas sin evadir la responsabilidad civil o social. Desde su oficina de Barcelona, en España, piden ayuda económica y publicitaria, y han colocado en su página web unos banners que se pueden descargar y colocar en otros sitios para que la población se mantenga informada.

Programas para erradicar enfermedades y la pobreza:
El equipo de Médicos sin fronteras no solo denuncia las situaciones negativas en las que viven seres humanos por debajo del umbral de la pobreza o que han sido víctimas de guerras o de desastres naturales como ha ocurrido recientemente en Haití, en Chile o en países subdesarrollados. También desarrolla programas para erradicar enfermedades que en los países más ricos ni existen, como la tuberculosis o la malaria, previniendo y tratando a estos enfermos. En 1999 recibió el premio Nobel de la Paz por su labor humanitaria y en 1991 el premio Príncipe de Asturias.

Actuaciones de la ONG Médicos sin Fronteras:
En el momento presente, noviembre de 2010, Médicos sin fronteras está actuando en Haití donde realiza un llamamiento acerca de la epidemia de cólera que comienza a diezmar la población. En Marruecos atienden a los saharauis, garantizando la atención sanitaria e influyendo sobre las autoridades para que intervengan, paliando la violencia y la miseria en la que viven los migrantes. También están actuando en Malí, Mozambique donde la población se recupera de la guerra civil y una gran parte de los habitantes son seropositivos, en Níger para que se gestionen los hospitales y se amplíen los servicios ofrecidos a los habitantes a la vez que pretenden erradicar la desnutrición. En Nigeria, donde los nativos viven un período de paz, tratan el sida y los ayudan a recuperarse de las pérdidas sufridas y en la República Centroafricana denuncian la escasez de agua y alimentos, las enfermedades como malaria que diezman la población. En los países desarrollados como Francia, Alemania o Rusia, protegen a los refugiados que buscan asilo, atienden a los inmigrantes psicológica y sanitariamente, distribuyen mantas, comida, sacos de dormir y kits de higiene a los trabajadores del campo, y denuncian las condiciones en las que viven por causa de la avaricia de sus patrones, y en Rusia aún ayudan a personas afectadas por las dos guerras y suministran material médico.

Concienciación social, una pastilla contra el dolor ajeno:
Para concienciar a los países desarrollados acerca de los problemas que acucian a los territorios donde opera la organización, utilizan distintos proyectos y hacen uso de la publicidad en todos los niveles: anuncios de televisión, periódicos e Internet. En su web, además de informar sobre todos los movimientos de la ONG, tiene distintos recursos para explicar la situación incluso a los más pequeños, con un juego de corta duración donde los niños se convierten durante unos minutos en médicos y aprenden cómo trabajan los socios y voluntarios en lugares donde hay desnutrición. Por otro lado, recientemente han lanzado una campaña donde, ayudados por actores españoles, impulsan en España la compra de la "Pastilla contra el dolor ajeno". Comprando una caja de seis comprimidos que tienen sabor a menta, esperan paliar o erradicar enfermedades que prácticamente se han combatido en los países industrializados. (María Teresa Aláez García)


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