Africa: Agricultura:
Técnicas agrícolas:
La base de la economía africana es la agricultura. Se trata, en general, de una agricultura arcaica que utiliza diferentes técnicas dependiendo de las diferencias ambientales. Es una agricultura condicionada por la falta de agua y de maquinaria. En el Norte, los agricultores del Sahel aplican fórmulas anticuadas y rudimentarias, mientras que los del valle del Nilo obtienen grandes rendimientos de sus técnicas tradicionales, pero a costa de un gran esfuerzo de hombres y animales.

Sorgo:
Es uno de los cultivos alimentarios más importantes del mundo. Es un género de gramíneas oriundas de las regiones tropicales y subtropicales de África oriental. Es un importante recurso de las regiones áridas debido a su resistencia a la sequía y el calor. No contiene gluten. Su tallo es cilíndrico, de 1 a 3 metros de altura. Porta espigas que contienen semillas de 3 mm, esféricas y oblongas, de color negro, rojizo y amarillento. La domesticación de la principal especie [Sorghum bicolor] se produjo alrededor del siglo I a. C. en la zona de Etiopía. Especies silvestres se utilizaban para alimentación desde hacía milenios, tanto en África como en la región índica. Es uno de los granos más utilizados como forraje y para la producción de bioetanol.

Rozas:
En una gran parte del África negra, la agricultura es sumamente rudimentaria, ya que se desconocen el abono, el arado y cualquier selección natural de cultivos. Se trata de un cultivo de rozas de la vegetación boscosa para cultivar sobre las cenizas durante un año y después abandonar el terreno. Existen también algunos cultivos sedentarios con azadas, palos o similares. Se trata de una agricultura de subsistencia que no produce excedentes. Los europeos modernizaron la economía agropecuaria, pero en provecho propio, creando grandes plantaciones, en régimen de monocultivo, de algunos productos demandados en Europa que sólo se dan en estos climas, como el café, el cacao, la caña de azúcar, el caucho, o el algodón.

Monocultivos para la exportación:
Las antiguas plantaciones coloniales subsisten con problemas como la superproducción y la excesiva dependencia de la evolución de los precios. Es una agricultura de carácter marcadamente especulativo, que se especializa en monocultivos específicos y altamente solicitados en los países desarrollados. Los productos cultivados pueden ser alimenticios (plátano, piña, café, cacao) o industriales (caucho, algodón, tabaco). La producción se destina en su totalidad a la exportación, a través de grandes empresas multinacionales, por lo que las plantaciones tienden a situarse cerca de las vías de comunicación. Es una agricultura muy sofisticada y muy tecnificada, que se adapta perfectamente a las condiciones climáticas y edáficas de cada zona. Resulta una actividad muy rentable, porque usa técnicas modernas y ocupa los lugares más propicios. Dispone de grandes extensiones de terreno y de abundante mano de obra barata de origen local. Los riesgos de explotar un único producto han llevado a prolongadas crisis a algunos países. El monocutilvo priva a la población local del recurso al autoabastecimiento en momentos críticos. Africa occidental contaba con su propia fuente de caucho natural, la Funtumia elastica. Hubo grandes plantaciones de Heveas para la obtención de caucho en África tropical, Guinea, Liberia y Congo, pero actualmente el predominio de la producción pertenece al Sudeste asiático.

Ganadería:
En las sabanas del Norte y del Sur, donde los meses de lluvia son menos de cinco, y en las tierras altas orientales, la agricultura tiene escaso desarrollo, de manera que hay una mayor dedicación a la ganadería. Los animales son cebúes y otros bóvidos que se adaptan mejor a estos climas. Los animales europeos se ven diezmados por la mosca tsé-tsé. Esta ganadería tiene escasos rendimientos, y no existen ni la estabulación, ni los piensos compuestos ni la selección de razas. Solamente en el Sur de África, concretamente en Sudáfrica, Zimbabwe y Madagascar, se desarrolla una ganadería de buenos rendimientos, también debida a los europeos. Se trata de bóvidos y carneros que proporcionan carne, piel y lana en abundancia. Por ello, Sudáfrica es uno de los primeros productores de lana de calidad.

Artesanía e industria:
Un recurso económico de gran importancia a nivel local es la artesanía. En el Norte de África es de origen medieval, y consiste en la fabricación de calzado, cerámica, tejidos o pieles realizados en pequeños talleres ciudadanos con herramientas sencillas y rudimentarias. Sin embargo, en el consumo interior estos productos se ven desplazados por los de plástico, introducidos desde Europa y Japón y que son mucho más baratos. Los artesanos también realizan en grandes series y sin ánimo ningún creador sus tradicionales máscaras o figurillas de madera. La industria se encuentra, en general, poco desarrollada. A ello contribuyen el escaso nivel tecnológico, la escasez de ciertas materias primas y fuentes de energía como hierro y carbón, la dificultad de las comunicaciones y la inexistencia de capital. Las industrias más importantes se encuentran asociadas a las actividades mineras. En el Norte tienen cierto relieve las transformadoras de petróleo, situadas en la costa. (Fuente: P.Folgueira)

China:
Las explotaciones agrícolas chinas se expanden en territorio africano. Proporcionan muy pocos puestos de trabajo para los habitantes de la zona. Emplean una gran cantidad de mano de obra que China traslada a África para trabajar en su numerosa obra pública. China se convirtió en el motor de la mayor parte de la obra pública en Africa. En Maputo, capital de Mozambique, construyeron el nuevo palacio del gobierno, el aeropuerto, el estadio olímpico y la carretera de circunvalación. La construcción de infraestructuras se lleva a cabo a cambio de materias primas y cesión de tierras. Entre las ventajas que presenta el continente para la producción de manufacturas elaboradas con mano de obra local, están los sueldos, muy inferiores a los asiáticos, y la disposición de abundante materia prima. Entre las desventajas están la escasez de zonas industriales y medios logísticos para aprovechar sus recursos, y la baja formación de los empresarios y la mano de obra. Más de un 80% de los trabajadores africanos son mano de obra con baja productividad. Según el Banco Mundial (2012) la deslocalización de las industrias ligeras de manufacturas chinas a África puede servir como plataforma de lanzamiento para la largamente retrasada transformación económica del continente. Algunos cálculos estiman en 85 millones los empleos potenciales como consecuencia del incremento de los salarios reales en China y las búsqueda de lugares para recolocarse en el exterior. Entre 2001 y 2012 el continente recibió 33.000 millones de dólares en inversiones directas, cinco veces más que los 7.000 millones recibidos entre 1990 y 1999. La región ha experimentado escasos cambios en 40 años. El PIB creció la pasada década un 5,2% al año, un incremento basado en las exportaciones de materias primas que no estuvo acompañado por una transformación estructural. Pese al aumento de las exportaciones de petróleo, algodón, metales y minerales, la inversión fue mínima. En la últimaa década se invirtió un 15% del PIB de la región en el desarrollo industrial frente al 25% de Asia.

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