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Eduardo Galeano:
Ventanas:
Ventana sobre la utopía
Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte 
se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? 
Para eso sirve: para caminar.

Ventana sobre el cuerpo:
La Iglesia dice: El cuerpo es una culpa.
La ciencia dice: El cuerpo es una máquina.
La publicidad dice: El cuerpo es un negocio.
El cuerpo dice: Yo soy la fiesta.

Ventana sobre el mundo:
El hambre desayuna miedo. 
El miedo al silencio aturde las calles. 
El miedo amenaza:
Si usted ama, tendrá sida.
Si fuma, tendrá cáncer.
Si respira, tendrá contaminación.
Si bebe, tendrá accidentes.
Si come, tendrá colesterol.
Si habla, tendrá desempleo.
Si camina, tendrá violencia.
Si piensa, tendrá angustia.
Si duda, tendrá locura.
Si siente, tendrá soledad.
(De Palabras Andantes)

Gol de Nilton:
Fue en el mundial del 58. Brasil iba ganando 1 a 0 contra Austria. Al comienzo del segundo tiempo, avanzó desde su campo Nilton Santos, el hombre clave de la defensa brasileña, llamado la Enciclopedia por lo mucho que sabía de fútbol. Nilton abandonó la retaguardia, pasó la línea central, eludió a un par de rivales y siguió camino. El técnico brasileño, Vicente Feola, corría también por la orilla de la cancha, pero del lado de afuera. Sudando a mares, gritaba: -¡Vuelve, vuelve! Y Nilton, imperturbable, continuaba su carrera hacia el área rival. El gordo Feola, desesperado, se agarraba la cabeza, pero Nilton no pasó la pelota a ningún delantero: hizo la jugada él, solito, y la culminó con un golazo. Entonces Feola, feliz, comentó: -¿Vieron? ¿No les dije? ¡Este sí que sabe!

Gol de Puskas:
Fue en 1961. El Real Madrid enfrentaba, en su cancha, al Atlético de Madrid. No bien comenzó el partido, Ferenk Puskas metió un gol bis, como había hecho Zizinho en el mundial del 50. El atacante húngaro del Real Madrid ejecutó una falta, al borde del área, y la pelota entró. Pero el árbitro se acercó a Puskas, que festejaba con los brazos en alto: -Lo lamento, -se disculpó-, pero yo no había pitado. Y Puskas volvió a tirar. Disparó de zurda, como antes, y la pelota hizo exactamente el mismo recorrido: pasó como bala de cañón sobre las mismas cabezas de los mismos jugadores de la barrera y se coló, como el gol anulado, por el ángulo izquierdo de la meta de Madinabeytia, que saltó igual que antes y no pudo, como antes, ni rozarla.

La chilena:
Ramón Unzaga inventó la jugada, en la cancha del puerto chileno de Talcahuano: con el cuerpo en el aire, de espaldas al suelo, las piernas disparaban la pelota hacia atrás, en un repentino vaivén de hojas de tijera. Pero esta acrobacia se llamó "la chilena" unos cuantos años después, en 1927, cuando el club Colo-Colo viajó a Europa, y el delantero David Arellano la exhibió en los estadios de España. Los periodistas españoles celebraron el esplendor de la desconocida cabriola, y la bautizaron así porque de Chile había venido, con las fresas y la cueca. Después de varios goles volanderos, Arellano murió en aquel año, en el estadio de Valladolid, por un encontronazo fatal con un zaguero. (De Fútbol a sol y sombra)


Delirar en voz alta:
Si el mundo está patas arriba y cabeza abajo ¿por qué no delirar que el mundo vuelva a estar como él quiso cuando todavía no era? Así que se me ocurrió imaginar ese mundo posible. Delirar, soñar en voz alta: En las calles los automóviles serán pisados por los perros, el aire estará limpio de los venenos de las máquinas y no tendrá más contaminación que la que emana de los miedos humanos y de las humanas pasiones. La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor. El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropas. La gente trabajará para vivir en lugar de vivir para trabajar. En ningún país irán presos los muchachos por no prestar el servicio militar; sólo irán quienes quieran hacerlo. Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de compra. Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las cocinen vivas. Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos y los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas. El mundo ya no estará en guerra contra los pobres sino contra la pobreza. La industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra por siempre jamás. Nadie morirá de hambre porque nadie morirá de indigestión. Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura porque no habrá niños de la calle. Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero porque no habrá niños ricos. La educación no será privilegio de quienes pueden pagarla, ni la policía será la maldición de quienes no puedan comprarla. La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda. Una mujer negra será presidenta del Brasil y otra mujer negra será presidenta de los Estados Unidos; una mujer india gobernará a Guatemala y otra a Perú. En Argentina las "Locas de la Plaza de Mayo" serán un ejemplo de salud mental porque ellas se negaron a olvidar, en el tiempo de la amnesia obligatoria. La Santa Madre Iglesia corregirá algunas erratas en las piedras de Moisés: El sexto mandamiento ordenará: "festejarás tu cuerpo". El noveno que desconfía del deseo, lo declarará sagrado. La Iglesia también dictará el undécimo mandamiento que se le había olvidado al Señor: "amarás a la naturaleza de la que formas parte." Todos los penitentes serán celebrantes y no habrá noche que no sea vivida como si fuera la última, ni un día que no sea vivido como si fuera el primero. (Mensaje de Eduardo Galeano para América Latina. Cartagena de Indias, Julio de 1997)

 

 

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