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Canarias: Patrimonio:
Poseemos, en cada una de las islas, un excelente patrimonio material: yacimientos de nuestros antepasados prehispánicos (cuevas, hábitats); monumentos, iglesias y ermitas; obras de arte escultóricas y pictóricas; museos y casas históricas, o, de grandes genios y modelos de la cultura canaria y universal; la Ciudad de La Laguna como Patrimonio de la Humanidad; paisajes humanizados como los palmerales y bancales de La Gomera, los platanales del Valle de Aridane o La Orotava, los viñedos de la comarca de Acentejo en el norte de Tenerife, los almendreros de Tejeda o Puntagorda, las salinas de El Carmen en Fuerteventura, las del Janubio en Lanzarote o Las Puntas en El Hierro, los molinos de agua de La Palma o los de viento de Fuerteventura; las Gerias en Lanzarote; el poblado de Guinea en El Hierro; los conjuntos históricos de Vegueta, Santa María de Guía, Gáldar, Arucas, Garachico, La Orotava, San Juan de La Rambla, Tacoronte, Teguise, Betancuria o Santa Cruz de La Palma.

Tenemos maravillas patrimoniales como la Casa de Los Coroneles en La Oliva, el Castillo de San Gabriel en Arrecife, el conjunto arqueológico del Julán en Frontera, la Iglesia de La Asunción en San Sebastián de La Gomera, el Castillo de Guanapay en Teguise, la Cueva Pintada de Gáldar, el Real Santuario de Nuestras Señora de Las Nieves en Santa Cruz de La Palma, o las Catedrales de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria y la Catedral de La Laguna.

La Casa de los Coroneles fue construida en el siglo XVII. La parte más alta está coronada por las almenas que rematan las dos torres que flanquean la fachada principal. Posee un grupo simétrico de ocho balcones de madera y en un lateral un balcón canario cubierto. El edificio fue sede del poder militar y civil durante los siglos en que Fuerteventura se gobernó en régimen de señorío.

Yacimientos arqueológicos:
Telde posee 106 yacimientos arqueológicos en su gran mayoría sin ninguna clase de vigilancia conservación. En una ladera de Las Huesas se halla la cueva precolonial artificial más grande de Canarias. En El Confital la Cueva de los Canarios constituye un conjunto de cuevas de habitación, granero y cantera de molinos que representan una ilustrativa muestra de la cultura de los canarios. Tenerife no posee ningún yacimiento arqueológico del nivel de la cueva de Belmaco, situada en el término de Mazo, La Palma. Se encuentra en la zona que perteneció al bando de Tigalate. Contiene restos de haber sido habitada y motivos rupestres espiraliformes, circuliformes y meandriformes. Los investigadores no han podido descartar ninguna de las posibles influencias de las inscripciones. Encuentran relaciones con el continente africano y el ámbito saharíano, con el mundo líbico-beréber situado entre los años 200 a .C. y 700. e incluso existen parentescos atlánticos europeos al relacionar las espirales con los exponentes rupestres bretones e irlandeses.

Balcones canarios:
Un elemento característico de la arquitectura doméstica es el balcón canario de madera (tea). Aparece tanto en la arquitectura rural como en la urbana y en edificios señoriales como la Casa de Colón. En muchos de ellos la madera está labrada de forma muy elaborada. En la zona norte y en las islas más húmedas presenta cubierta de teja, de una o tres vertientes. En 1585 Felipe II prohibió en todo el reino la construcción de balconadas exteriores por salubridad, seguridad e higiene. La Real orden obligaba al derribo inmediato de todos aquellos balcones que se encontraran en espacios reducidos. De toda España, fueron los balcones de Cuenca y los de la Avenida Marítima de Santa Cruz de La Palma los únicos en no ser derribados. El Cabildo hizo caso omiso a las órdenes aludiendo que los balcones de la Avenida Marítima servían como defensa a la ciudad. Las nuevas normas promueven la imitación los patios andaluces con la construcción de balconadas interiores.

La arquitectura grandiosa y espectacular en siglos pasados se restringía a templos y palacios. A finales del siglo XX cobró protagonismo la construcción de grandes hoteles emblemáticos de lujo y aspecto llamativo.

Cueva Pintada de Gáldar:
Fue descubierta en 1862 y las excavaciones arqueológicas comenzaron en 1987. Es el mejor ejemplo de las representaciones artísticas de los aborígenes de Gran Canaria. Fue excavada sobre material volcánico. Sus motivos geométricos están normalmente distribuidos en series de doce, por lo que podría tatarse de una especie de calendario. El conjunto contiene además los restos de cincuenta casas semiexcavadas en la ladera de una montaña. La cámara decorada con el friso polícromo fue descubierta durante el acondicionamiento de terrazas agrícolas.

El Maipés de Agaete:
Es una necrópolis aborigen asentada sobre una colada volcánica de 250.000 metros cuadrados, un yacimiento funerario prehispánico a gran escala. El Parque Arqueológico conserva 676 estructuras de enterramientos o túmulos construidos con piedras volcánicas por los antiguos pobladores de la isla, aunque podría haber más por descubrir. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Zona Arqueológica en 1973. Las dataciones absolutas disponibles sitúan el uso del cementerio entre los siglos VIII y XII, aunque es probable que se prolongase hasta épocas relativamente recientes. Los túmulos son espacios complejos compuestos por construcciones funerarias individuales, aunque también se han hallado dobles, definidas por cajones de piedra [cistas] que servían para acoger el cuerpo. Sobre ellos se edificaba con piedras volcánicas una estructura (túmulo) que marcaba el exterior de las tumbas.

Arquitectura tradicional restaurada:
Durante las obras de restauración de viejos inmuebles aparecen elementos dignos de estudio. Estas casonas antiguas suelen guardar bajo los suelos y cuadernas de madera (de tea), así como en el interior de las anchas paredes de piedra seca (a veces de un metro) o en los entretechos, muchos restos de interés. Utensilios, partes de herramientas empleadas y otros efectos de la época de su construcción, así como fragmentos de loza llamada de “caco” o incluso de porcelana de los siglos pasados. Según la Academia canaria caco es un trozo o fragmento de loza. (Si se te rompió el plato, recoge por lo menos los cacos del suelo). En los últimos años el turismo rural se ha revelado como una considerable fuente de ingresos. Se emplean casas típicas canarias restauradas con una arquitectura tradicional que llama la atención de los visitantes.

La Laguna. Patrimonio de la Humanidad:
El conquistador Fernández de Lugo fijó en ella la capital de la isla. El palacio de Nava, con fachada a la plaza del Adelantado, contiene elementos clásicos del siglo XVI, barrocos del XVIII y neoclásicos del XVIII. Era propiedad de Alonso de Nava y Grimón, aglutinador de las tertulias de la Ilustración del siglo XVIII. Entre los eruditos que participaban estaba el historiador Viera y Clavijo. El Instituto Cabrera Pinto ocupa la antigua sede de la Universidad de La Laguna. Originariamente la edificación fue un convento agustino. El Ayuntamiento tiene fachada neoclásica. Está unido a la Casa del Corregidor, emplazamiento del antigio Cabildo de Tenerife.

El Ecomuseo de Guinea está situado en el Valle del Golfo, a pie del Risco de Tibataje. Contiene cuevas y tubos volcánicos o juaclos. Muestra dónde se establecieron sus primeros pobladores, los Bimbaches, y la evolución de las viviendas con sus enseres desde la época de la Conquista hasta el siglo XX. Las viviendas ejemplifican la Arquitectura Popular Herreña. Viviendas levantadas con piedra y colmo tienen a su lado los cultivos tradicionales. El entorno del casco histórico de La Orotava se adorna especialmente durante las fiestas del Corpus con tierra y materiales de las Cañadas del Teide.

San Marcial de Rubicón (Lanzarote) muestra la influencia del gótico normando. La iglesia de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife aparece documentada en 1502. La iglesia parroquial que fue construida entre 1497 y 1499, desapareció en un incendio de 1652. Destaca la riqueza del altar mayor y el mérito artístico de la capilla de Carta. La catedral de Santa Ana fue comenzada en 1500 y su fachada fue terminada en el siglo XIX. La cúpula sobre tambor fue es un elemento empleado en la basílica de Teror y en La Concepción de La Orotava. La madera de tea fue un excelente material para el adorno de techumbres, algunas de ellas profusamente elaboradas y policromadas. Técnicas del estilo mudéjar fueron introducidas por operarios andaluces. Buenos ejemplos de techumbres de tea son la iglesia de Santa Catalina de Alejandría (Tacoronte) o la iglesia de Santa Ana de Garachico.

Estilo renacentista:
En la segunda mitad del siglo XVI convivió con el gótico y el primer barroco. Elementos del renacimiento se encuentran en el Ayuntamiento de la Santa Cruz de La Palma, el patio de la Casa de Colón, la Casa del Corregidor, la portada de la iglesia de San Marcos (Icod) o El Salvador de Santa Cruz de La Palma. La idea renacentista del trazado regular de calles se llevó a cabo en Buenavista del Norte, La Laguna y Las Palmas. El retablo mayor de la parroquia de San Juan Bautista de Telde contiene una excelente muestra de pintura de los Países Bajos.

Cultivos junto a la costa (s.XIX):
La agricultura intensiva y el monocultivo convierten a la plataforma litoral en el lugar más apto para el cultivo, por razones de suelo y clima, especialmente cuando el plátano es la producción agrícola más importante. Las tierras de préstamo se sitúan en el borde costero, donde las temperaturas son constantes durante la mayor parte del año. Se aumentó la fertilidad del suelo costero mediante el traslado de las zonas de cumbre al litoral. En algunas islas, como en El Hierro, se buscaron fórmulas para el traslado masivo, llegando a construirse una tubería de casi seiscientos metros de desnivel para evitar los grandes recorridos por caminos y carreteras; en otras islas, como en Gran Canaria, se emplearon bestias de carga, incluso camellos. Estos traslados se realizaron desde finales del siglo XIX hasta bien entrado el XX. Hoy en día, gracias a las nuevas técnicas de cultivo bajo plástico, estas tierras que necesitaban de un constante cuidado y aporte continuo de suelo, han sido abandonadas, quedando restos de muros y bancales. Los terrenos llanos próximos al mar se conocen como isla baja. Sorribar es la labor de romper o rebajar un terreno para prepararlo con fines agrícolas o para edificar. Las sorribas posibilitan el cultivo sobre áreas ocupadas por coladas volcánicas, donde las plantas no puede crecer directamente. Tierras fértiles son trasladadas desde zonas más altas y colocadas sobre terrenos improductivos, especialmente para dedicarlas a plataneras.

 

 

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