Isla de La Palma: 
 

Arquitectura:
Plaza de España:
[Antes Plaza Mayor y Plaza Real] Enclavada en el casco antiguo de Santa Cruz de La Palma, declarado Conjunto Histórico-Artístico. Es uno de los lugares más emblemáticos y representativos del estilo renacentista. Fue construida en 1588. Tiene planta triangular, distintos niveles y una escalinata que salva una pronunciada pendiente contigua. Las principales edificaciones que podemos ver datan de una reconstrucción tras el devastador asalto francés de 1553. Queda limitada por uno de sus lados por la fachada principal de la Iglesia de El Salvador. Enfrente, conformando otro lado, el Cabildo, el edificio del poder civil y la residencia de los Lugo. El tercer lado queda delimitado por casas de familias ricas como los Monteverde. Junto a las escalinatas hay una fuente pública. La escultura central fue erigida en honor del beneficiado Manuel Díaz y fue el primer monumento civil reigido en Canarias en 1897.

Las Casas Consistoriales, actual Ayuntamiento, consta de dos plantas. En su parte alta resaltan sus grandes ventanales asimétricos. En su planta inferior hay uan amplia galería de pórtico con cuatro arcos de medio punto. Alrededor de la Plaza de España a finales del siglo XVIII se construyeron las casas solariegas de Guisla Guiselín, los Kábana y los Massieu Lugo. En la Calle Real se sitúan las Casas de Sotomayor, el Palacio de los Condes de Salazar (con fachada del siglo XVIII y las Casas de Fierro y de los Salgado. El castillo de Santa Catalina, reformado sucesivamente en los siglos XVI, XVII y XVIII fue declarado de Interés Histórico Militar. Su disposición es de planta cuadrada con cuatro baluartes en ángulo.

Iglesia de El Salvador:
Posee una fachada decorada por arcos de medio punto almohadillados, inscripciones bíblicas y frontón triangular. La torre se concibió con fines defensivos. Una escalera de caracol permite el acceso al cuerpo de campanas. La decoración de la ventana de la sacristía es excepcional. Preside el conjunto el escudo del obispo Deza. La ampliación de la parroquia, la planta de tres naves, varias capillas, el coro y las portadas se prolongan durante toda la segunda mitad de siglo. La portada trasera, que se abre en la nave del Evangelio, con sus sillares almohadillados es un añadido de estilo manierista. La portada principal es la pieza clacisista más pura de la ciudad.

Arquitectura religiosa:
El Real Santuario de Nuestra Señora de las Nieves alberga la imagen, en terracota gótica del siglo XIV, de la Patrona de la Isla. Bajo la espadaña decora la fachada un balcón de madera cubierto, original estructura que se repite en parroquias como la de Puntalla o Barlovento. La ciudad conserva dos cenobios de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís. El primero presenta una fachada con elementos del siglo XVI, como baquetones góticos y capiteles con temas del bestiario medieval. Ambas iglesias tienen planta de cruz latina y cubiertas de tipo mudéjar. El edificio conventual dominico, convertido en centro de enseñanza, fue sometido a transformaciones estructurales. El de de San Francisco mantiene la mayor parte de su primitiva concepción arquitectónica y espacial.

Iglesias de otras localidades:
En Barlovento la iglesia de Nuestra Señora del Rosario fue comenzada en el siglo XVI y ampliada en el XVII. Sus campanas proceden de un ingenio azucarero cubano. En Breña Alta la iglesia de San Pedro Apóstol (s.XVI) posee una torre de roca basáltica. En Fuencaliente la iglesia de San Antonio Abad (s.XVI) tiene elementos de estilo mudéjar. Su espadaña es de 1866. En Los Llanos de Aridane la ermita de Nuestra Señora de Las Angustias (s.XVI) posee espadaña central sobre la fachada principal y torre anexa. En Tazacorte la iglesia de San Miguel (s.XV) fue la primera ermita que se construyó en la isla. Fue reformada en varias ocasiones. En Mazo la iglesia de San Blas fue construida sobre una ermita del siglo XV. Culmina la torre un campanario octogonal. En San Andrés y Sauces la iglesia de San Andrés se construyó a finales del siglo XV-principios del XVI. Declarada bien de interés Cultural. Su torre de planta cuadrada es de 1686.

Estilos:
Las relaciones comerciales azucareras con Europa (siglos XV-XVI) permitieron la llegada de obras de arte que introdujeron algunas influencias de estilos artísticos alejados. El estilo renancentista alcanzó un protagonismo puntual y destacado en la segunda mitad del siglo XVI. Convivió con el gótico y con el primer barroco, dejando una notable y original presencia. Con el barroco se hacen más abundantes los elementos con notable independencia creadora canaria. Las ermitas se caracterizan por la sencillez de sus elementos: muros blancos, puerta de cantería y espadaña y techumbres de madera. Muchos conventos pasaron a propiedad municipal tras la desamortización y es frecuente en el Archipiélago que acabaran convertidos en centros culturales. Sus elementos estaban en función de la labor evangelizadora de las órdenes religiosas instaladas en los principales núcleos. Las edificaciones se caracterizan por la sobriedad en sus muros, el claustro y la capilla adosada. El traslado a las islas de numerosos artesanos y constructores portugueses (s.XVII) supuso una importante y original influenca.

Conquista:
Los primitivos pobladores llamaban a la isla Benaohare y estaba dividida en 12 cantones o señoríos. La conquista de La Palma por España comienza el 29 de septiembre de 1492 con el desembarco en las playas de Tazacorte de las tropas mandadas por el adelantado Pedro Fernández de Lugo, terminando la misma el 3 de mayo del año siguiente. El último rey palmero en someterse a los españoles fue Tanausú, que gobernaba el reino de Aceró (Caldera de Taburiente). Tras los fallidos intentos de los castellanos por adentrarse en la Caldera y reducir al rey, Fernández de Lugo mandó a Juan de Palma, pariente ya cristianizado de Tanausú, para convencer a este de que saliera por el paso de Adamacansis para hacer un pacto de caballeros con los castellanos. Tanausú así lo hizo, pero fue capturado en una emboscada en el lugar conocido hoy como El Riachuelo, en las proximidades de La Cumbrecita. Una vez incorporada la isla de La Palma a la Corona de Castilla, comienzan a llegar a ella, castellanos, mallorquines, catalanes, portugueses, italianos, flamencos etc. atraídos por las riquezas de esta tierra.

Actividades económicas:
Ya en el siglo XVI La Palma adquiere un notable esplendor: los trapiches o ingenios azucareros realizan una gran actividad, se exportan importantes cantidades de vino Malvasía, miel y otros productos, se instalan los primeros astilleros y el puerto de Santa Cruz de La Palma desarrolla una intensa actividad comercial, con enlaces marítimos a Europa y América. Esta prosperidad de la isla atrae a piratas y corsarios, como el francés Pata de Palo, que en 1553 saqueó e incendió Santa Cruz de La Palma, destruyendo importantes monumentos y archivos de la ciudad. En pleno siglo XVIII el puerto de Santa Cruz es considerado el tercero del imperio, después de Amberes y Sevilla. De él parten buques para América y en la capital palmera se crea el primer juzgado de Indias. Desde los momentos inmediatamente posteriores a la conquista adquiere especial importancia la construcción naval, favorecida por la abundancia de madera en los bosques de la isla. Enseguida se instalaron los primeros astilleros, que mantuvieron una gran actividad hasta los años 40 del siglo XX. De ellos salieron valerosos veleros como La Amistad, San Miguel Nivaria, Rosa del Turia, Ninfa de los Mares, La Fama, El Triunfo, La Verdad etc. La introducción en el siglo XIX del cultivo la cochinilla (parásito de las tuneras) para hacer tintes vino a significar una importante fuente de ingresos para la economía insular; simultáneamente también resurge el cultivo de la caña de azúcar, que se había abandonado, y se traen las primeras plataneras.

Arqueología prehispánica:
Los múltiples hallazgos arqueológicos encontrados en la isla de La Palma permiten definirla como un excepcional museo de insculturas rupestres, sin igual en todo el archipiélago, que constituyen el mayor atractivo de la prehistoria insular. Entre los más importantes se encuentran los yacimientos de Belmaco, en el término de Mazo, además de los grabados de Garafía, Fuencaliente, El Paso y Breña Alta. El conjunto de grabados palmeros presenta diferencias zonales y artísticas, así, los grabados cruciformes aparecen dispersos por todo el litoral costero y apenas tienen un especial interés artístico, y las inscripciones alfabéticas, menos abundantes, tampoco ofrecen especial interés artístico, aunque sí histórico y lingüístico. En cambio, los grabados geométricos sí constituyen un legado de excepcional valor arqueológico y artístico. Casi todos son curvilíneos y se encuentran tanto en cuevas junto a los barrancos, en bloques pétreos, en las partes más altas de la isla, como en lugares abiertos. Estos grabados geométricos son de diferentes tipos: circuliformes concéntricos con uno o más círculos; espiraliformes, en algunos de ellos las espiras cambian de sentido a partir de un determinado momento; y de forma semicircular o de herradura. Su datación, según diversos arqueólogos, puede remontarse a la segunda mitad del II milenio a.C. La cerámica, por su parte, también presenta una gran profusión de formas y motivos decorativos sin parangón en el resto de las islas, que a menudo parece estar relacionado con los ya mencionados grabados. Entre las formas características de la cerámica de La Palma se encuentran los denominados "embudos". Respecto al hábitat más frecuentemente utilizado por los indígenas palmeros están las cuevas naturales, así como construcciones en piedra de planta circular o cuadrangular y los tagoror, edificio de planta circular o elíptica rodeado por un muro de piedra de cierta altura y con una sola entrada, en cuya base se colocaban asientos para varias personas, considerado como lugar de reunión.

Bajada de la Virgen:
La cultura popular palmera hace resurgir cada cinco años, durante los meses de junio y julio, una de sus más arraigadas tradiciones: las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de Las Nieves. Su origen se remonta al año 1676 cuando, ante la sequía que asolaba los campos, se procedió a bajar la imagen, más tarde una disposición obispal establecía que dicho traslado se repitiera cada 5 años, a partir de 1680. Esta fiesta se caracteriza por una serie de actos: Romería, Carro Triunfal Alegórico, Diálogo del Castillo y La Nave, La Loa, La Danza de los Enanos,..., este último, uno de los de mayor interés folclórico, data del pasado siglo, y el suceso de mayor expectación corresponde al momento en que los bailarines se transforman en enanos, en un abrir y cerrar de ojos, y continúan bailando una original polka.