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LA GUERRA DE LOS SEIS DÍAS 5/6/1967 - 10/6/1967
-Israel ataca-
En las primeras horas del 5 de junio, las pantallas del radar israelí indicaron la aproximación de aviones egipcios y de unidades acorazadas que avanzaban hacia la frontera de Israel. Las I.D.F. ya estaban preparadas. Al mando del Comandante General Itzjak Rabin habían sido movilizadas a partir del 20 de mayo, para hacer frente a los masivos Ejércitos árabes que cubrían las fronteras.
Aquella mañana, las Fuerzas Aéreas de Israel, al mando del general de brigada Mordechai Hod, efectuaron un ataque de descubierta con objeto de destruir la aviación egipcia y sus aeródromos. En vuelo casi rasante, en plano inferior a las pantallas de radar egipcias, los aviones israelíes destruyeron eficazmente a las Fuerzas Aéreas egipcias. A pesar del elevado grado de alerta, los egipcios fueron cogidos por sorpresa.
En menos de tres horas, quedaron destruidos en tierra 391 aparatos más otros 60 derribados en combate aéreo, mientras que Israel perdía sólo 19, algunos de cuyos pilotos fueron hechos prisioneros. Esta brillante operación aérea proporcionó a Israel una total superioridad en el aire y a continuación las Fuerzas Aéreas judías pudieron, con toda comunidad, apoyar las operaciones de tierra que siguieron.
A las 8 de la mañana del día 5 de junio, mientras que las Fuerzas Aéreas de Israel destrozaban el poderío bélico árabe, el Mando Sur de Israel, a las órdenes del general de brigada Yeshayahu Gavish, avanzó con sus tropas sobre los Ejércitos egipcios del Sinaí. Se enfrentaban a 7 divisiones egipcias, incluidos unos 1.000 tanques, estaba compuesto por tres cuerpos divisionarios a las órdenes del general de brigada Israel Tal, en el sector Norte, general de brigada Abraham Yoffe, en el sector Central y general de brigada Ariel Sharon, en el sector Sur.
El más fuerte ataque de la lucha corrió a cargo de la brigada S, que aprovechó la rotura del frente para acometer con ímpetu las bien defendidas posiciones de Sheich Zuwayd y El Jiradi para alcanzar El Arish en la noche del 5 de junio. La otra ruptura importante del frente egipcio se llevó a cabo por las fuerzas divisionarias combinadas de Yoffe y Sharon. El grupo de Yoffe avanzó por una zona totalmente desértica y se adentró profundamente en una posición situada al Norte de la línea Nizanah-Abu Ageila, en la retaguardia de las posiciones defensivas egipcias. En la mañana del 6 de junio, estas fuerzas se hallaban sólidamente establecidas y atrincheradas en la zona de Bir Lahfan, dominando la carretera de Abu Ageila-Bir Lahfan, también en la retaguardia de las fuerzas egipcias.
Mientras tanto, la división de Sharon efectuó una operación de descubierta, en plena noche, atacando las principales posiciones egipcias de Umm Kataf y tomando el cruce de Abu Ageila.
Al mismo tiempo una brigada de paracaidistas transportada en helicópteros, era desembarcada cerca de los emplazamientos de las baterías egipcias de Umm Kataf y Abu Ageila, y las destruía.
Por otra parte, las fuerzas de Israel, tras haber roto el frente en Khan Yunis, se desplegaron hacia el Norte para luchar contra las fuerzas palestinas y egipcias de la franja de Gaza. Tras la captura de Deir al-Balah, fuerzas de infantería y paracaidistas, tras dura batalla, capturaron la colina de Alí Muntar que dominaba la ciudad de Gaza.
-El primer día: Jerusalén y el frente jordano-
En la mañana del 5 de junio, el Gobierno de Israel envió un telegrama, en el que advertía al rey Hussein que Israel no tenia la menor intención hostil hacia Jordania, y que, siempre que reinara la tranquilidad en la frontera jordano-israelí, su país no sufriría ningún daño. Sin embargo, el rey Hussein no estaba enterado de la terrible derrota sufrida por la aviación egipcia aquella misma mañana.
Hussein recibió información falsa a través del general Amer, comandante jefe de las Fuerzas Armadas Egipcias. Años más tarde Hussein escribiría: "El mariscal Amer nos informó que la ofensiva aérea israelí continuaba; sin embargo, el mensaje fue enviado 40 minutos después de empezar los ataques y añadía que los egipcios habían destruido el 75% de la aviación judía. La misma comunicación nos informaba que los bombarderos egipcios habían contraatacado mediante un aplastante asalto a las bases de Israel. Amer continuaba diciendo que las fuerzas de tierra egipcias habían penetrado en territorio de Israel por el Negev. Estos informes contribuyeron en gran medida a sembrar la confusión y a deformar nuestra apreciación de la situación. En tales momentos, cuando nuestro radar indicaba que unos aviones volaban desde Egipto a Israel, no tuvimos ninguna duda de cuanto se nos decía. Sin embargo, eran bombarderos israelíes que regresaban a sus bases judías después de cumplir su misión en Egipto".
Basándose en esta información, el rey Hussein decidió aquella mañana hacer honor a su pacto con Nasser, y sus fuerzas establecieron una nutrida barrera de fuego a lo largo de las líneas de armisticio, bombardeando poblados y ciudades israelíes, incluso las afueras de Tel-Aviv.
Los efectos más intensos del bombardeo jordano se dejaron sentir en Jerusalén, donde los obuses causaron muchas bajas. La brigada Jerusalén israelí contraatacó y expulsó a la Legión Árabe de sus posiciones, conquistando cierto número de posiciones entre las que se incluía el poblado de Sur Bahir, en la carretera de Belén. Mientras tanto, una brigada acorazada de reserva irrumpió en las posiciones jordanas al Norte del pasillo de Jerusalén, tomando las posiciones muy fortificadas de Sheij Abdal-Aziz y Maaleh ha-Hamishad.
Otro grupo de fuerzas rompió la línea en Beit Iksa. Estas tropas se desplegaron a continuación sobre terrenos elevados al Norte del pasillo de Jerusalén ocupando las posiciones jordanas de Biddu y Nabi Samwil, para después alcanzar la carretera principal que se extendía desde el Norte a Jerusalén, en Tell al-Fur, al Sur de Ramallah.
A mediodía del 5 de junio, los aviones de Israel, tras haber regresado de Egipto, bombardearon dos aeródromos jordanos en Ammán y Mafraq.
En la noche del 5 al 6 de junio, una brigada de infantería atacó el enclave de Latrun, conquistando el pueblo y el puesto de policía, para avanzar luego hacia las colinas de Judea, al Oeste, y a lo largo de la carretera de Beit Horon, con el propósito de enlazar con la brigada acorazada en las puertas de Ramallah. El Manco Central, a las órdenes del general de brigada Uzi-Narkiss, quedó así circunscrito a Jerusalén y desarrolló su ataque hacia el Sur de la ciudad. Al mismo tiempo, con una brigada acorazada seguida de una brigada de infantería de Marina, el Mando Central tomó las cotas dominantes que se alzaban al Norte del pasillo, y, acto seguido, continuó avanzando hacia el Este para cortar el enlace de las fuerzas jordanas con base en Jerusalén con las situadas más al Norte, en Samaria.
En esta etapa, una brigada de paracaidistas de reserva, al mando del coronel Mordechai Gur, se unió al Mando Central y se lanzó a la lucha, en la noche del 5-6 de junio, contra las posiciones jordanas sumamente fortificadas, que protegían el Noreste de Jerusalén.
La batalla más encarnizada tuvo lugar en la Escuela de Policía. La brigada sufrió muchas bajas antes de conseguir romper la línea del frente. Esto permitió que los paracaidistas tomasen los distritos conocidos como Sheij Jarrah y la Colonia Americana, así como la zona del Museo Rockefeller y restablecer el enlace directo con el enclave israelí del monte Scopus, que había permanecido aislado de Israel, por las fuerzas jordanas, durante los últimos 20 años.
Al día siguiente, 6 de junio, a las doce y cuarto de la noche, el general egipcio Riad, a quien había designado el rey Hussein para mandar sus tropas, ordenó que las fuerzas jordanas de la Ribera Occidental entrasen en combate. El Mando Norte de Israel, a las órdenes del general de brigada David Elazar, participó en la batalla contra la Legión Árabe, atacando desde el Norte con una brigada acorazada apoyada por infantería. Irrumpió en territorio ocupado por Jordania en la Ribera Occidental, a lo largo de dos ejes de avance en el área general de Jenin. En esta zona se libró una lucha entre blindados, reforzadas las fuerzas jordanas acorazadas con los contingentes de la zona del valle del Jordán. Finalmente, un contraataque israelí aplastó toda oposición jordana.
Tras 24 horas de lucha, las fuerzas israelíes del Mando Central y Norte convergían desde el Sur, Oeste y Norte de la Ribera Occidental frente a una dura oposición jordana.
-El segundo día: Frentes simultáneos-
El segundo día contempló a las fuerzas del general Tal en el sector Norte del frente del Sinaí desplegándose desde El Arish, mientras una columna continuaba su avance a lo largo de la carretera de la costa en dirección Oeste, hacia el Canal de Suez, y otra avanzaba hacia el Sur, tras librar unos duros combates de tanques para tomar el aeródromo de El Arish, atacando las posiciones egipcias de Bir Lahfan, encontrándose con las fuerzas del general Yoffe.
La fuerza de choque de Tal prosiguió hacia el Oeste, por la carretera principal a Suez, mientras que la de Yoffe se movía hacia el Sur. Las tropas de Sharon siguieron operando en el área general de Umm-Kataf-Abu Ageila, y hacia el Sur con dirección a El Kusseima. Al mismo tiempo, una brigada de infantería de reserva, reforzada por blindados y paracaidistas, atacó la ciudad de Gaza que fue ocupada tras una lucha sumamente encarnizada; así la franja de Gaza ya estaba en manos de los israelíes. Mientras tanto, se estaba librando una feroz batalla al Este de Jerusalén. Al Norte de la ciudad, la Brigada Acorazada se reserva siguió combatiendo para despejar el área que se extendía entre Jerusalén y la ciudad de Ramallah, cruce vital de carreteras para el desarrollo de operaciones en la Ribera Occidental de Jordania.
Todo el sinuoso terreno situado al Norte del pasillo de Jerusalén se hallaba también en manos de las I.D.F., pudiendo con ello proseguir su avance hacia el Norte. Ramallah se rindió. Por otro lado, las fuerzas del Mando Norte continuaban presionando hacia el Sur, en dirección al centro de la Ribera Occidental. Una columna de infantería atacó desde el Oeste, conquisto Kalkiliya y alcanzó El Azzun. Finalmente, los tanques tomaron Jenin a mediodía del 6 de junio, y la brigada que tomó la ciudad prosiguió su marcha hacia el Sur para sostener duros combates en el cruce de carreteras de Qabatiya.
Otras tropas israelíes alcanzaron la carretera de Tubas-Nablus y se enfrentaron con los blindados jordanos. A medianoche, las fuerzas israelíes renovaron su ataque, ocuparon Tubas y siguieron avanzando hacia el puente de Damiya, en el río Jordán, con lo cual quedó bloqueada la zona Norte de la Ribera Occidental para recibir posibles refuerzos procedentes de Jordania Oriental.
-El tercer día: Toma de la Ciudad Vieja de Jerusalén-
El 7 de junio, miércoles, iba a ser uno de los días más memorables en la historia de las armas judías. Aquella mañana, Gur dictó las órdenes oportunas para conquistar la Ciudad Vieja de Jerusalén, que para entonces se hallaba ya completamente rodeada por las tropas israelíes, que ocupaban todas las alturas que dominaban la histórica ciudad.
Se eligió como punto de ruptura la Puerta del León, conocida también con el nombre de Puerta de San Esteban. Allí se entablaron duros combates.
A pesar de que las fuerzas de Israel habían evitado atacar los Santos Lugares, los árabes utilizaron la mezquita de El Aksa como puesto de tiro y toda la zona perteneciente al Monte del Templo como lugar de municionamiento, haciendo caso omiso a las protestas que en tal sentido hicieron el gobernador jordano de Jerusalén y las autoridades religiosas musulmanas. La zona quedó liberada rápidamente con mínimos daños en los Santos Lugares, y a las diez y cuarto de la mañana se izó la bandera de Israel sobre el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones, poniendo fin a la división de Jerusalén; una vez más, estaba en manos judías.
-Mapa operaciones militares en Jerusalén Este-
En toda Israel y en todo el mundo judío se sintió un estremecimiento de emoción cuando, por primera vez en 20 años, el rabino militarizado Goren hizo sonar el "shofar" ante el Muro, el lugar más sagrado de todo el orbe judío.
Probablemente, Jerusalén hubiese caído sin lucha, como resultado de un simple asedio, pero siempre existía la posibilidad de que surgiera alguna resolución del Consejo de Seguridad que hubiese "congelado" la situación estando la ciudad todavía dividida.
Las fuerzas blindadas que habían tomado Ramallah continuaron su avance hacia Jericó, mientras que la columna que progresaba en su marcha desde Nablus enlazó con las que llegaban desde Ramallah para, a continuación, desplegarse en dirección al río Jordán. Al mismo tiempo, la brigada Jerusalén siguió su marcha hacia el Sur, tomando Belén y Hebrón, que se rindieron sin disparar un sólo tiro, y asimismo volvieron a ocupar Kfar Etzion, el grupo de colonias judías que había caído anta la Legión Árabe en 1948. Toda la Ribera Occidental se hallaba en manos judías.
En el Sur, las fuerzas navales que navegaban por el golfo de Akaba, tomaron Sharm el-Sheij y abrieron los estrechos de Tirán.
Una vez más, la libre navegación quedaba restablecida a través de los estrechos para entrar y salir de Israel; mientras tanto, la carrera a través de las arenas del Sinaí estaba llegando a su fin cuando tres divisiones de Israel avanzaban para intentar aislar a las fuerzas acorazadas egipcias en el centro del Sinaí e impedir así que pudieran retirarse hacia el Canal de Suez. Las fuerzas del general Tal tomaron la base militar egipcia de Bir Gafgafa, donde resistieron el último y fuerte contraataque por parte de los egipcios. Las tropas de Yoffe conquistaron Bir Hassneh y se lanzaron hacia el Paso de Mitla, con objeto de bloquearlo ante la retirada de las fuerzas acorazadas de Egipto.
Así se montó una enorme trampa para los egipcios. Las defensas egipcias en la zona de El Kusseima, Abu Ageila y Kuntilla se derrumbaron ante el arrollador avance de las fuerzas de Sharon hacia Nakhl, que procedieron sistemáticamente a destruir a todas las unidades egipcias que trataban de retirarse.
-El cuarto día: Las fuerzas de Israel alcanzan el Canal de Suez-
En el cuarto día de lucha, las fuerzas del general Tal llegaron a Kantara, en el Norte, e Ismailia, en el centro, y enlazaron a lo largo de la orilla del Canal de Suez, parte de las tropas de Yoffe avanzaron en dos puntas de lanza hacia la ciudad de Suez y en dirección al Lago Amargo, mientras que otra parte de sus tropas partía hacia el Sur hacia Ras Sudat, en el golfo de Suez. Las fuerzas de Israel se desplegaron en abanico hacia el Sur, a lo largo del golfo de Suez, en dirección a Abu Zenima, donde enlazaron con los paracaidistas que se habían lanzado sobre Sharm el-Sheij y proseguían su marcha hacia el Norte.
Los desesperados intentos egipcios para romper el frente quedaron anulados por el ataque de las fuerzas acorazadas y, sobre todo, a causa de las operaciones magistrales llevadas a cabo por las Fuerzas Aéreas judías, con lo cual el Paso de Mitla se convirtió en un inmenso cementerio militar egipcio.
Se izó la bandera de Israel en todo el Canal de Suez, y las fuerzas egipcias, que sólo cuatro días antes habían amenazado con destruir a Israel, se encontraban en desordenada retirada.
Habían perdido los dos tercios de sus 450 aviones de combate y dejado atrás enormes cantidades de equipo entre el que figuraba unos 800 tanques.
Cuando el Consejo de Seguridad de la O.N.U., tras cuatro días de reuniones, adoptó finalmente una resolución de alto el fuego, Israel fue la primera en aceptarlo, siempre sobre una base de reciprocidad. Pronto lo hizo también Jordania. En un principio, Egipto lo rechazó, pero al cabo de 24 horas lo aceptó, cuando el 8 de junio, jueves, se hizo evidente para sus líderes que la derrota era absoluta. Israel dominaba totalmente los cielos, Egipto se hallaba al borde de un colapso militar, y sin duda alguna no había nada que impidiera a las I.D.F. cruzar el Canal y continuar avanzando hacia El Cairo. Nasser dijo más tarde: "Carecíamos de defensas en el lado Oeste del Canal de Suez. Ni un sólo soldado se hallaba entre el enemigo y la capital. Estaba totalmente abierta la carretera de El Cairo. La situación egipcia era como la de los ingleses en Dunkerque.
-El quinto y sexto días: Ocupación de los Altos del Golán-
El Líbano, aunque se unió al general clamor que exigía la guerra, no había tomado parte activa en la lucha durante los días precedentes. Por otra parte, Siria, el más inmediato instigador de la acción bélica y su más decidido defensor, había bombardeado intensamente los poblados de la frontera e intentado, sin resultado, capturar uno de dichos poblados, el kibbutz Dan.
Excepto los ataques realizados contra sus Fuerzas Aéreas y aeródromos, Siria no había sufrido los efectos de la lucha armada. El 9 de junio existía la posibilidad de que el país árabe que había promovido la guerra fuera el único que la terminara sin ser derrotado. Esto hubiese tenido un fatal resultado: dejar a las colonias judías del valle aún más vulnerables que antes. Cuando Siria rechazó el alto el fuego, el Gobierno de Israel decidió aprovechar la oportunidad. Las intimas relaciones que existían entre Moscú y Damasco parecían presagiar, en cierto modo, el riesgo de una intervención directa de Moscú; sin embargo, la mayoría, creía que, si se conseguían rápidos resultados, tal intervención sería físicamente imposible y, tras los hechos consumados, la presión de los Estados Unidos contendría a la U.R.S.S.
Así en la mañana del 9 de junio, viernes, las fuerzas de Israel, libres ya de otros frentes y tras haber destruido la aviación siria, asaltaron las posiciones artilleras sirias. A mediodía, las I.D.F. atacaron al Ejército sirio en los Altos del Golán. A lo largo de toda la línea, los sirios gozaban de enormes ventajas tácticas y topográficas, ya que se hallaban en la cima de una colina rocosa, cuya conquista, incluso escalándola, era difícil en cualquier circunstancia. Habían fortificado sus posiciones durante años a un coste enorme. Evidentemente, después de cuatro días de lucha, no era posible ningún ataque por sorpresa.
El principal punto de ruptura se eligió en el sector Norte del frente sirio, en la zona de Tel Azaziyat, el punto más septentrional del sistema sirio de fortificaciones. Una brigada de infantería y otra acorazada de reserva se encargaron de la parte más peligrosa del ataque. La infantería tuvo que avanzar combatiendo de una a otra posición, casi siempre cuerpo a cuerpo. El choque más fuerte tuvo lugar en Tel Fakhr. Las bajas fueron numerosas por ambos bandos. Las fuerzas acorazadas, finalmente, alcanzaron su objetivo con los dos únicos tanques intactos de todo un batallón.
Una columna de fuerzas blindadas avanzó y tomó Banias, y mientras que el grupo que había roto el frente progresaba con suma rapidez hacia Mansura y Kuneitra, otra columna a las órdenes del general de brigada Elad Peled, que anteriormente había operado en la Ribera Occidental, atacó en la zona de Tawfiq; se lanzaron los paracaidistas desde helicópteros sobre las líneas enemigas y a bastante profundidad en territorio sirio. Otra unidad acorazada avanzó a través de Darbashiya; y a las dos y media de la tarde del sábado, día 10 de junio, 24 horas después de haberse iniciado la batalla, la ciudad de Kuneitra caía en manos de las I.D.F., que en tales momentos ya se hallaban sólidamente establecidas en los Altos del Golán.
El peligro que entrañaban los bombardeos sirios contra los poblados de Israel había sido eliminado. Las fuerzas del Norte, al mando del general Elazar, suspendieron las operaciones cuando los sirios; oyendo los estampidos de las piezas artilleras israelíes, ya desde Damasco; aceptaron al fin el alto el fuego ordenado por las Naciones Unidas, que se estableció inmediatamente a todo lo largo de las líneas alcanzadas por las fuerzas de vanguardia. Precisamente entonces, las fuerzas de las I.D.F. se encontraban ya en la carretera de Damasco.
-Resultados de la guerra-
En menos de seis días; a un coste para Israel de 777 muertos y 2.586 heridos, muchos de ellos oficiales, y 17 prisioneros, en su mayoría pilotos que más tarde fueron canjeados, y a un precio para los Ejércitos árabes de unos 15.000 muertos y 6.000 prisioneros, más un gran número de desaparecidos.
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Israel actuando sola, había derrotado a tres de sus vecinos, apoyados por numerosos países árabes en lo que se recordaría como una de las campañas militares más rápidas y de mayor éxito de la época actual. Habían sido destruidos más de 400 aviones árabes, de éstos unos 60 en el aire, y capturados unos 800 tanques, algunos de ellos completamente destruidos.
El valor del equipo militar perdido por los árabes durante la Guerra de los Seis Días ascendía a más de 1.000 millones de dólares, valor que constituía aproximadamente el 70% del equipo pesado de tres Ejércitos árabes. La unidad, cohesión, disciplina y decisión del pueblo de Israel se unieron en perfecta simbiosis con la explosión sin precedentes de identificación y simpatía de los judíos del mundo entero, así como la ayuda de los no judíos de otros muchos países.
Israel, al final de la corta guerra, poseía 68.672 km2 de territorio que antes se hallaban en manos de los árabes o lo que era igual a unos 1.115 km2 en los Altos del Golán, 5.870 en Judea y Samaria (Cisjordania), 360 en la franja de Gaza, y 61.175 en la península del Sinaí.
El final de la guerra de 1967 representó un trauma para el mundo árabe y creó unas expectativas de posibles e inminentes negociaciones, en las que Israel podría actuar desde una posición de fuerza, pero a lo que los países árabes, también en dificultades, no se prestaron, y por el contrario pronto comenzarían el hostigamiento contra las nuevas posiciones de las fuerzas israelíes.
Un estudio realizado por el Instituto de Estudios Estratégicos de Londres, resumió la campaña así: "La tercera guerra árabe-israelí probablemente será tema de estudio en las Escuelas de Estado Mayor y tal estudio posiblemente se haga durante muchos años.
Al igual que las campañas del joven Napoléon, la capacidad y logística de las I.D.F. han proporcionado un libro de texto que ilustra todos los principios clásicos de la guerra: velocidad, sorpresa, concentración, seguridad, información, ofensiva y, sobre todo, cuanto concierne a la instrucción y moral de las tropas.
Los pilotos comprobarán, con evidente aprobación por su parte, cómo la Fuerza Aérea israelí se empleó primero para obtener un dominio en el aire mediante la destrucción de la aviación enemiga; después, para intervenir en las batallas de tierra destruyendo las comunicaciones enemigas, apoyando a toda operación de blindados e infantería y, por último, participando en misiones de persecución".
-El aumento de los refugiados palestinos-
Debido a la guerra se intensificó la tragedia palestina. No sólo perdieron sus esperanzas, sino que su situación empeoró al quedar Gaza y Cisjordania en manos israelíes mientras la lucha lanzó hacia el desierto transjordano a nuevos millares de refugiados.
Tras la apabullante victoria judía, la situación quedaba de esta manera: Israel unificaba bajo su dominio toda Palestina que tenia 3.500.000 de habitantes, de los cuales 1.000.000 eran palestinos.
El resto del pueblo palestino se componía de 1.300.000 personas más, de los cuales unas 800.000 estaban en Jordania; 300.000 en Líbano, Siria e Irak; y las 200.000 restantes en los Emiratos del Golfo, Egipto y países del Norte de África.
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La postración palestina ante el desastre militar fue, sin embargo, muy inferior a la que sufrieron los países derrotados: ya no podían perder nada más. Los países árabes; acababa de demostrarse de nuevo y esta vez con mayor crudeza; nada podrían hacer por ellos.
Así, a partir de la derrota, surgieron nuevas organizaciones políticas y armadas, se incrementó su adiestramiento, lograron más armas y ofertas de instrucción.
https://web.archive.org/web/20120407145816/http://www.fortunecity.es/sopa/pulgas/22/guerra_de_los_6_dias.htm
El escritor Gonzalo Hernández Guarch novela la expulsión de los judíos de España y analiza la influencia de este acontecimiento en la conformación de la identidad y el universo mediterráneos en el libro 'Shalom Sefarad. El médico sefardí', editado por Almuzara, traducido al hebreo por Ioram Melcer y publicado en ese idioma por Bambook Publishers (Tel Aviv).
'Shalom Sefarad' cuenta la historia de David Meziel, un judío español nacido en 1478 y expulsado a la edad de 14 años, al que le toca emprender un éxodo que lo lleva desde Portugal a Túnez, y de Egipto a la corte de Suleyman el Magnífico, desde la cual volverá a España 80 años después, mientras agoniza en el monasterio de Yuste el rey Carlos. A lo largo del camino se irá desarrollando su capacidad como médico y, de forma paralela, avanzará hacia la búsqueda de la sabiduría y la verdad.
Esta obra nace del interés de Hernández Guarch por ofrecer una "nueva versión" de este capítulo histórico, según explicó en una entrevista con Europa Press. Para el autor, la expulsión de los judíos sefardíes de España fue un acto "injusto" por parte del poder, los Reyes Católicos, y "no compartido" por muchos de los suyos.
Según el escritor, la "envidia y el temor hacia lo diferente" fueron los motivos que propiciaron su expulsión de nuestro país. "A los sefardíes no se les permitía cultivar la tierra ni desempeñar determinados oficios, por lo que tuvieron que dedicarse a asuntos económicos que les proporcionaron gran influencia, y esto ocasionó gravísimas envidias entre la población", aseguró.
Gonzalo H. GuarchAdemás, en palabras de Hernández Guarch, se trataba de una comunidad "culta, muy inteligente, que hablaba varios idiomas, dedicada al libro, que sabía mucho de números y de ciencias y que conservaban profundas tradiciones y una manera muy peculiar de entender la vida". Estas circunstancias, "los hacía diferentes", por lo que eran vistos con "desconfianza" por la población cristiana.
En este sentido, para España fue un "verdadero fracaso científico y cultural" la expulsión de la comunidad judía, porque con ella se fue "el saber y las posibilidades de progreso" del país. "Tanto es así, que una vez que los sefardíes llegaron a las tierras de sultán Suleyman, éste le envió una carta al rey Carlos en la que, con cierta ironía, le decía que les enviara a los que quisiera", apuntó.
"Fue una pérdida brutal, un mundo entero que se nos fue y vacío a otro. El porvenir de nuestro país hubiera sido muy diferente si hubiéramos podido contar con ellos", lamentó el escritor. Asimismo, aseguró que los judíos de origen sefardí "aún se consideran españoles" y siguen hablando sefardí, "fácilmente compresible" para los hispanohablantes, por lo que "son los mejores embajadores de España en el mundo".
TRES CULTURAS.
Por otro lado, el autor señaló que, a pesar de que existía un "clima de entendimiento" entre los judíos y musulmanes residentes en España y que sus culturas "fueron muy cercanas", "nunca hubo una convivencia real entre las llamadas Tres Culturas".
"Es algo imaginado, es querer ver un paraíso en España que no existió. Siempre hubo una percepción de inquietud entre las tres religiones, no acababan de entenderse y representaban las unas para las otras un vecino a veces incómodo, a veces incomprensible. Hablar de las Tres Culturas es hablar de algo que pudo haber sido pero que no llegó a ser realmente", valoró.
De ello será consciente David Meziel en su odisea, que con su inquietud por saber por qué ocurrió algo "tan trágico" y por conocer el universo en el que tiene que vivir, irá entendiendo el mundo mediterráneo y las antiguas culturas. David, según el autor, se va haciendo cada vez "más justo y generoso" y trata de trasladar sus conocimientos a los que lo rodean. "Poco a poco avanza hacia su propia verdad, hasta el último momento de su vida, en el que intenta hablar con las propias estrellas", apuntó.
"Es la utopía de lo que realmente tenía que haber sucedido en el mundo Mediterráneo y no la cerrazón y la incomprensión que hay entre los pueblos. En este sentido, el hombre mediterráneo de hoy en día puede aprender mucho de este episodio de la historia, que nos ha hecho como somos", opinó.
Gonzalo Hernández Guarch (Barcelona, 1945) reside en Almería, donde ejerce como arquitecto y urbanista. Asiduo colaborador en periódicos y revistas, ha publicado 'Los espejismos', 'Crónica de una guerra', 'El jardín de arena', 'Las puertas del paraíso', (Premio de Narrativa Vicente Blasco Ibáñez 97), 'El legado kurdo', 'Tierra prometida', 'El árbol armenio' (por la que ha recibido la medalla de Oro al Mérito Cultural de la R. Armenia y el nombramiento de Miembro Honorario de la Academia de Ciencias y Letras Armenia), 'Una historia familiar' y 'Tierra de dioses'.
https://web.archive.org/web/20120801160629/http://lukor.com/literatura/08041504.htm
Este 8 de abril [2024], el órgano de Naciones Unidas encargado de mantener la paz y la estabilidad en el mundo, abordará la posible adhesión formal de los Territorios Palestinos a la comunidad de 193 Estados del organismo multilateral más importante del planeta. La decisión final tardará semanas, aunque, de ser positiva, podría consumar el sueño de un Estado palestino, fraguado hace décadas, y cambiar el rumbo del conflicto con Israel.
Tras recibir una carta de petición por parte de la representación palestina en Naciones Unidas, encomendada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) el pasado 3 de abril, el Consejo de Seguridad iniciará los procesos de discusión sobre el tema.
La carta pide que los Territorios Palestinos, denominados por la ONU como Estado observador no miembro de Naciones Unidas, se convierta en Estado miembro con pleno derecho dentro de la Organización. La misiva alude a que en la actualidad 140 países de la ONU reconocen al Estado palestino. Brasil, Suecia, Polonia, Colombia y Egipto son algunas de las naciones que reconocen la existencia de Palestina como un Estado.
A primera hora del 8 de abril, los 15 miembros actuales del Consejo de Seguridad (diez rotativos y cinco permanentes) darán inició a conversaciones para formar un comité especializado que la Carta de las Naciones Unidas exige ante cualquier petición de adhesión. Más tarde, el secretario general, António Guterres, leerá públicamente la carta con la petición palestina.
"Queremos la admisión. Es nuestro derecho natural y legal", expresó Riyad Mansour, representante de Palestina ante la ONU, el pasado 3 de abril, momentos después de entregar la carta al presidente actual del Consejo de Seguridad, que por el mes de abril es Malta.
Un proceso complicado
El protocolo que Naciones Unidas ha creado para aceptar nuevos aspirantes a pertenecer oficialmente a la institución es complejo y lleno de matices. El primer paso es la recepción oficial de una petición por parte del aspirante a pertenecer a la institución, usualmente materializada en una carta.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebra una reunión de emergencia sobre el riesgo de hambruna y los ataques a trabajadores humanitarios en Gaza, en la sede de la ONU en Nueva York, el 5 de abril de 2024.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebra una reunión de emergencia sobre el riesgo de hambruna y los ataques a trabajadores humanitarios en Gaza, en la sede de la ONU en Nueva York, el 5 de abril de 2024. © AFP - Charly Triballea
Con el primer paso realizado, la responsabilidad recae en los miembros del Consejo de Seguridad, que tienen el deber de formar un comité especializado para analizar el caso, redactar un informe, y devolverlo al Consejo de Seguridad para que vote si acepta, o no, en primera instancia, a la parte aspirante.
Para que la votación sea exitosa, 9 de los 15 miembros del órgano ejecutor tienen que dar luz verde a la adhesión, contando también con que ninguno de los cinco miembros permanentes del Consejo (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) veten la decisión.
En caso de que la respuesta del Consejo de Seguridad sea positiva, la propuesta va directo a la Asamblea General, donde dos tercios de los 193 Estados miembro deben dar su favor al país aspirante. De concretarse, la solicitud regresa al Consejo de Seguridad una vez más para la votación final, que materializa la entrada del Estado solicitante.
Desde el año 2000, solo cuatro países han sido aceptados como nuevos miembros activos en Naciones Unidas, completando la plantilla actual de 193 Estados.
En 2002, Suiza completó su adhesión al organismo, tras poner fin a una inusual situación de 'neutralidad internacional'. Suiza, a pesar de ser reconocido como Estado y ser sede de numerosos organismos mundiales, no se había adherido formalmente a la ONU.
En el mismo año, después de un difícil proceso de paz, comandado por el célebre diplomático Sergio Vieira de Mello, Timor Oriental logro su independencia de Indonesia, impulsando poco tiempo después su admisión a Naciones Unidas.
Tras proclamar su independencia de Serbia en 2006, Montenegro se presentó para ser parte de la familia de Estados el 3 de junio de ese año. 25 días después, Montenegro, que había sido parte de la extinta Yugoslavia, consolidó su pertenencia a la ONU.
El último caso de adhesión hasta la fecha fue el de Sudán del Sur, en 2011, que consumó su independencia de Sudán y consiguió ser el Estado número 193 en la lista de miembros de Naciones Unidas solo una semana después de su declaración de independencia.
Sin embargo, el futuro de la solicitud palestina parece todavía incierto.
13 años después, los Territorios Palestinos regresan a la arena diplomática
El historial del pueblo palestino por buscar el reconocimiento formal de Naciones Unidas como un Estado-Nación en plenas funciones se remonta a la creación del Estado de Israel. Naciones Unidas propuso desde los primeros años de su creación en 1945, tras el fallo de la extinta Liga de las Naciones, una solución de dos Estados para la situación de Palestina.
En 1947, con la resolución 181, la ONU impulso poner fin al mandato británico en la zona y consumar la independencia con la creación de dos Estados, uno árabe y otro judío, para la coexistencia pacífica de las poblaciones. En 1948, el Estado de Israel culminó su creación, pero el Estado palestino no pudo hacer lo mismo.
Tras múltiples guerras entre israelíes y palestinos, junto con la comunidad árabe, Naciones Unidas impulsó la resolución 338 de 1973, en la que exigió el inicio de las conversaciones de paz entre ambos frentes, subrayando los derechos fundamentales de la población palestina a crear un Estado soberano.
Un año después, en 1974, la Asamblea General de Naciones Unidas aceptó a la primera representación palestina dentro del organismo, dotando a la Organización de Liberación de Palestina (OLP) con la figura de 'observador' dentro de la Asamblea, así como distintas conferencias de la institución.
La posibilidad de admisión de Palestina no volvió a ser un tema de conversación hasta el 2011. Mahmud Abbas, líder de la Autoridad Nacional Palestina, ANP, y representante de la causa palestina a nivel internacional, envió una solicitud formal al Consejo de Seguridad para convertir a los Territorios Palestinos en Estado miembro de la ONU, lo que le garantizaría al pueblo palestino el reconocimiento explícito de la comunidad internacional, con la formación de un Estado.
Sin embargo, el primer intento palestino no tuvo éxito. La solicitud no obtuvo el consenso para lograr los 9 votos necesarios dentro del Consejo -debido a la negativa de Estados Unidos y a las abstenciones de otros seis países-, lo que evitó que se llegara a votar la propuesta y se materializara el sueño del Estado palestino en ese momento.
Aunque un año después, la ONU facultó a los Territorios Palestinos como un Estado observador no miembro de Naciones Unidas. Una condición específica dentro de la institución y sus normas, ya que solamente el Vaticano comparte ese estatus, mismo que no significa el reconocimiento generalizado de ser Estados consolidados.
¿Qué significaría la entrada de un Estado palestino a Naciones Unidas?
Hoy, la situación no parece tan distinta de 2011.
Con la intensificación de las hostilidades israelíes dentro de los Territorios Palestinos a partir del atentado del pasado mes de octubre en Israel propiciado por Hamás, Tel Aviv ha perdido legitimidad dentro de la arena internacional. Esto ha provocado que hasta sus aliados más cercanos, incluido Estados Unidos, estén ejerciendo presión para que detenga la masacre de civiles y Washington ha manifestado reiteradamente estar a favor de la creación de un Estado palestino. Sin embargo, la Casa Blanca ha asegurado que las negociaciones para la creación de dicho Estado deberían llevarse a cabo "entre las partes" y no en Naciones Unidas.
Los apoyos de Rusia y China a la adhesión palestina a Naciones Unidas parecen seguros, mientras que Francia y el Reino Unido podrían unirse a la aprobación, ya que, aunque son tradicionalmente aliados de Tel Aviv, las decisiones más recientes del Gobierno de Benjamin Netanyahu los ha llevado a impulsar una solución política, con París abogando por la creación de un Estado palestino.
Así las cosas, el que se vislumbra como el principal obstáculo para que Palestina sea el Estado número 194 de Naciones Unidas es Estados Unidos.
Pese a que la Administración Biden ha hecho un llamado al cese al fuego inmediato en los últimos días, la representación de Washington en el Consejo de Seguridad vetó tres resoluciones referentes a un alto al fuego en la Franja de Gaza en los últimos seis meses, pese a haber promovido otra que fue vetada por China y Rusia, que alegaron que se trataba de una propuesta difusa. Ahora, algo similar podría ocurrir con la petición del Estado Palestino, por parte de Washington.
De ser aceptado como un Estado miembro con pleno derecho en Naciones Unidas, los palestinos lograrían consumar su lucha histórica por ser reconocidos por la comunidad internacional como un Estado formal, ya que los únicos que pueden ser miembros del organismo son Estados consolidados.
Lo anterior facultaría al pueblo palestino de soberanía nacional, lo que facilitaría la entrada humanitaria de Naciones Unidas en sus territorios, además de complicar el actuar de Israel dentro de la Franja de Gaza o la Cisjordania ocupada.
El asentamiento del Estado palestino posiblemente también daría pie a un proceso de paz comandado por fuerzas internacionales, como pasó en Timor Oriental, que finalmente podría conllevar a un alto al fuego definitivo dentro del territorio, así como el fin de los ataques a zonas civiles, hechos por los que Israel enfrenta una demanda por genocidio en la Corte Internacional de Justicia, el ente jurídico de la ONU.
Entre tanto, el proceso de deliberación dentro del Consejo de Seguridad tiene fecha de inicio, y no será hasta después de algunas semanas que el mundo podrá ver si la comunidad internacional finalmente da su aval para que un Estado llamado Palestina sea parte de la ONU.
(France 24 08/04/2024)
La guerra de Israel contra Gaza, que dura ya un año, ha causado tal destrucción existencial que a veces parece trivial centrarse en los daños colaterales. Las escuelas, los hospitales, las mezquitas, los servicios básicos, las bibliotecas, los monumentos y los espacios civiles de la Franja han quedado tan degradados que resulta difícil imaginar que la sociedad pueda recuperarse alguna vez.
Pero nuestras propias sociedades también se han degradado por la aceptación de esta “nueva normalidad” y uno de los síntomas más claros es el odio que vemos reflejado cuando encendemos las pantallas de nuestras computadoras.
Resultados alarmantes han surgido de un nuevo informe sobre el discurso de odio en línea contra los judíos durante la guerra, encargado por el Media Diversity Institute (MDI) .
El equipo de investigación utilizó una herramienta avanzada de análisis de sentimientos y monitoreo de inteligencia artificial creada por Meltwater para rastrear grandes volúmenes globales de publicaciones sobre Israel/Palestina (449 millones en los primeros tres meses de la guerra, del 1 de octubre al 31 de diciembre de 2023) en plataformas en línea como X, TikTok, YouTube, Facebook, Twitch y Reddit.
Se detectó un aumento del 359 por ciento en las palabras clave antisemitas en línea durante este período, lo que suma casi cinco millones. Alrededor del 60 por ciento de estas palabras clave eran términos y frases peyorativos, abusivos o directamente odiosos.
Es necesario hacer algunas salvedades. El discurso negativo todavía representa menos del uno por ciento de todo el discurso en línea sobre Israel y Palestina, pero el aumento estuvo en línea con un aumento general del debate digital sobre Israel del 3,972 por ciento cuando comenzó el asalto a Gaza.
Sin embargo, cabe destacar que el volumen de los discursos de odio en línea creció con el ritmo de la guerra, aumentando después de atrocidades como la masacre de Flour , el atentado con bomba en el hospital Al Ahli , el asesinato de Hind Rajab y la invasión de Rafah . Disminuyó en períodos de “calma”, aunque en esos períodos fueron asesinados más de 200 trabajadores de la ONU y al menos 127 periodistas .
En pocas palabras, la ofensiva israelí en Gaza ha sido catastrófica para los palestinos, pero no ha devuelto a todos los rehenes y ha puesto en peligro también a los judíos de la diáspora. Nos ha hecho sentir a todos más vulnerables, sobre todo porque el gobierno de Israel insiste en que está actuando en nuestro nombre.
En marzo, Israel Katz , el ministro de Asuntos Exteriores de extrema derecha de Israel, pidió un frente de defensa global que uniera a los judíos de la diáspora e Israel para defender causas nacionales como “la erradicación de Hamás”, porque “todo Israel es responsable unos de otros”.
Amenazas en Twitter
Katz hizo esto dos meses después de que uno de sus tuits fuera citado por los jueces de La Haya para respaldar su evaluación de que los palestinos enfrentaban una amenaza plausible de genocidio. Su tuit advertía que los civiles de Gaza “no recibirán ni una gota de agua ni una sola batería hasta que abandonen el mundo”.
El ministro es el único responsable de sus palabras, no la diáspora. Los repetidos intentos de Katz de esconderse tras falsas acusaciones de odio a los judíos cuando se cuestiona la conducta de Israel son una artimaña cínica que pone en mayor peligro a los judíos. No somos escudos humanos de Israel.
Cuando el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, fue citado por los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por describir a los habitantes de Gaza como “animales humanos”, también jugó la carta del antisemitismo , y coincidió con un aumento del 41 por ciento en el discurso antisemita en línea, en comparación con el día anterior.
La encuesta del MDI encontró que el aumento estaba “directamente relacionado” con la descripción que hizo Gallant del caso de Sudáfrica en La Haya como “antisemita”.
Pero el antisemitismo no es un problema entre Estados, a pesar de lo que digan los defensores del llamado Nuevo Antisemitismo . Es discriminación, odio, violencia y abuso dirigidos contra los judíos por el hecho de ser judíos.
La CIJ exigió a Israel exactamente el mismo estándar de cuidado que se espera de cualquier nación del mundo.
No se causó daño alguno a los judíos con la decisión de los jueces de que Israel estaba obligado, en virtud de la Convención sobre el Genocidio, a adoptar todas las medidas necesarias para no matar a los palestinos, no causarles daños graves, no impedir su nacimiento ni infligir condiciones que pudieran provocar su destrucción física. De hecho, impuso a Israel exactamente el mismo nivel de cuidado que se espera de cualquier nación del mundo, especialmente porque es una potencia ocupante .
En el territorio ocupado de Gaza, el 90 por ciento de la población está desplazada, el 68 por ciento de las carreteras y las tierras de cultivo han sido gravemente degradadas, la mayoría de los edificios han sido destruidos y medio millón de personas se enfrentan a niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, según la ONU .
Se sabe que han muerto más de 41.000 personas (una cuarta parte de ellas niños) y, si ese recuento se ampliara para incluir a los enterrados bajo los escombros, los desaparecidos presuntamente muertos y los muertos de hambre o enfermedad, la cifra podría ascender a 335.000 a finales de año.
Es por eso que cuando figuras partidistas que ocupan posiciones de liderazgo en la diáspora –como el rabino jefe británico Ephraim Mirvis , el cazador de nazis francés Serge Klarsfeld o incluso Bernard Henri Lévy– usan su capital político para defender la guerra de Gaza, a menudo desafiando los deseos de sus comunidades , nos hacen un grave flaco favor a los judíos.
Como lo demuestra el informe del MDI, necesitamos urgentemente desenredarnos de las acciones de Israel y no deformar aún más nuestras identidades.
La Comisión Europea y sus estados miembros pueden ayudar mostrando más vigilancia hacia las plataformas de redes sociales, utilizando una legislación sólida para impulsar la rendición de cuentas de la industria y apoyando iniciativas educativas que desafíen el discurso de odio en línea.
Pero igualmente, nosotros —y la comisión— debemos tratar de apagar las llamas de este último brote de antisemitismo, obligando a Israel a aceptar un alto el fuego inmediato que ponga fin a la guerra a cambio de la devolución de todos los rehenes.
Los judíos de la diáspora tienen mucho más en común con los partidarios de esta postura que con aquellos que quieren lavar Gaza en sangre o aplaudir estúpidamente los crímenes de guerra cometidos en su nombre.
(Simone Süsskind 10/10/2024)