USA: Independencia             

 

Guerra de la Independencia: Enfrentamientos armados:
La gestión británica de los preparativos de guerra estuvo acompañada de numerosos errores. Menospreciaron el poder defensivo y la unidad de propósito de las colonias. Lord George Germain, promovido por George III a secretario de las Colonias era el más combativo. Sustituyó en el puesto a lord Dartmouth, que buscaba un arreglo no violento. Sus exigencias de partida imposibilitaron las gestiones de paz. Lord Barrington insistía en que sólo se podría someter a las colonias mediante acción naval, por medio de un bloqueo e interrupción del comercio. La incorporación de mercenarios alemanes hessianos fue un gesto tomado en las colonias como una prueba más de la voluntad tiránica de la metrópoli. Más adelante los británicos hicieron uso del pillaje deliberado y del reclutamiento de indios para tácticas terroristas.


George Washington había sido nombrado comandante en jefe; el fuerte Ticonderoga se había rendido a la compañía de 83 hombres de Ethan Allen; cuando los colonos lograron llevar, en forma notable, sus cañones de Ticonderoga a las alturas de Dorchester, el general William Howe tuvo que evacuar Boston; fuerzas británicas de combate estaban ganando en el sur y en Canadá. En septiembre Howe obtiene una victoria en Long Island. Las modestas victorias de Trenton y Princeton levantaron la moral de los norteamericanos. Washington se reveló como un comandante de estatura heroica y voluntad inquebrantable.

Burgoyne regresó a encabezar a la fuerza del norte en una marcha, apuntando a Albany, pero el movimiento de pinzas sufrió la fatal deficiencia de no tener más que un brazo. El grueso del ejército del sur, a las órdenes del comandante sir William Howe, que había planeado su propia campaña sin mencionarla a su colega, iba avanzando en la otra dirección, contra Filadelfia. Sir Henry Clinton, al mando de las fuerzas que quedaban en Nueva York, no podía subir por el Hudson sin el principal ejército. Burgoyne había empezado en junio. Al avanzar el verano, los informes empezaron a ser inquietantes: los abastos de Burgoyne empezaron a escasear peligrosamente; un intento de adueñarse de ciertos depósitos en Bennington fue derrotado con pérdidas; un ejército norteamericano iba cobrando mayor fuerza. Howe seguía ocupado en Pennsylvania; Clinton, aunque pareciera sufrir súbitas parálisis de su voluntad, hizo un avance de último minuto, hacia el norte, llevado por la desesperación; aún no se lograba una unión. Washington, trabando combate con Howe fuera de Filadelfia y descubriendo, por sus movimientos, que no había peligro de que Howe se volviera hacia el norte, escribió al general Putnam, al enterarse de la victoria de Bennington, que esperaba que toda la fuerza de Nueva Inglaterra surgirá ahora... y aplastará por completo al general Burgoyne.


Victoria de Saratoga (1777):
El general Burgoyne, con lo que le quedaba de su fuerza menoscabada, hambrienta y superada en número, se había rendido ante el Ejército Continental en Saratoga, cerca de Albany, el 17 de octubre. El general Clinton, que sólo había podido llegar hasta Kingston, ochenta kilómetros por debajo de Albany, el día anterior había emprendido el camino de regreso a Nueva York, en busca de refuerzos. El resultado de Saratoga fue una incomparable alza de la moral norteamericana, que vino a caldear la sangre, agotada por las nieves y miserias de aquel invierno pasado en Valley Forge. Saratoga costó a los ingleses —por las bajas y las condiciones de la rendición, que pedían a los hombres de Burgoyne deponer las armas y ser embarcados de vuelta a Inglaterra, bajo promesa de no volver a servir en la guerra contra los norteamericanos— todo un ejército de casi ocho mil hombres. Tras la importante victoria de Saratoga Francia apresuró las gestiones para reconocer a las colonias como nación independiente.

El rey y North apoyaron al muy criticado Germain y el gobierno no cayó. William Pitt el viejo murió sin ser testigo de la derrota final. Germain había emitido unas órdenes secretas a sir Henry Clinton, sucesor de Howe, para enviar ocho mil hombres para fortalecer las Indias Occidentales contra Francia, reduciendo así sus fuerzas en Filadelfia, de catorce mil a seis mil hombres, haciendo que la ciudad ya no fuera defendible y, por tanto, le obligaba a evacuarla. Carlisle, obligado a ir a Nueva York, se enfureció por esta situación embarazosa, al no haber sido informado de antemano de las intenciones de Germain. Lo único que podía hacer llegar a un acuerdo a los norteamericanos era la perspectiva de una vigorosa acción militar si se negaban. Sin fondos centrales, el Congreso no podía mantener bien pagados o abastecidos sus ejércitos, lo que significaba deserciones y otro invierno de privaciones, peor que el de Valley Forge, con las raciones a una octava parte de lo normal, y motines en más de una ocasión. Washington se veía víctima de cábalas políticas, traicionado por Benedict Arnold, desobedecido por el general Charles Lee, sometido a ataques dispersos pero enconados de los monarquistas y los grupos indios, decepcionado por la falla de su intento de combinarse con la flota francesa para recuperar Newport y por los triunfos ingleses en las Carolinas, incluyendo la toma de Charleston. Por otra parte, tenía ahora el inmenso apoyo de las fuerzas francesas, navales y de tierra, que alteraron la balanza de la guerra, y se le habían unido el barón Von Steuben y otros profesionales europeos que convirtieron a los harapientos norteamericanos en formaciones disciplinadas. Eran muy pocos los britátnicos que creían en la utilidad de prolongar la guerra. España declaró la guerra a Gran Bretaña, Holanda estaba ayudando a los rebeldes y Rusia disputaba el bloqueo británico de las colonias.

Cerco de Cornwallis y rendición (1781):
En mayo de 1781 lord Cornwallis, comandante en el sur, se lanzó a consolidar su frente abandonando Carolina del Sur para irse a Virginia, donde estableció una base en Yorktown, en la costa, a la entrada de la bahía de Chesapeake. Desde allí podía mantener contacto por mar con las fuerzas de Clinton en Nueva York. Reforzado por otras tropas británicas del área, sus hombres sumaban ahora 7.500. A Washington, acantonado por entonces junto al Hudson, se le unió el conde de Rochambeau, con tropas francesas llegadas de Rhode Island, para un ataque planeado a Nueva York. En aquel momento, una comunicación del almirante De Grasse en las Indias Occidentales les informó que se hacía a la vela con tres mil soldados franceses rumbo a la bahía de Chesapeake y que podían llegar allí a finales de agosto. Washington y Rochambeau dieron vuelta y marcharon sobre Virginia, a donde llegaron a principios de septiembre, bloqueando a Cornwallis por tierra. Mientras tanto, una flota británica se encontró con De Grasse, y hubo una acción frente a la bahía de Chesapeake, y tras ciertos daños mutuos, volvió a Nueva York a hacer reparaciones, dejando a los franceses dominar las aguas frente a Yorktown. Cornwallis estaba bloqueado ahora por mar y tierra. Un desesperado esfuerzo por abrirse paso en botes de remo a través del río York fue frustrado por una tormenta. Su única esperanza era el retorno de la flota británica, que le llevara ayuda de Nueva York. La flota no llegó. El ejército aliado, de unos nueve mil norteamericanos y cerca de ocho mil franceses, avanzó contra los casacas rojas de Yorktown. Cornwallis, aguardando rescate, fue acortando progresivamente sus líneas, mientras los sitiadores avanzaban. Después de tres semanas, la situación de los ingleses se volvió desesperada. El 17 de octubre de 1781, cuatro años exactamente después de Saratoga, Cornwallis parlamentó antes de rendirse y dos días después, en una ceremonia histórica, su ejército depuso las armas mientras una banda tocaba, como todos lo saben, una melodía llamada The World Turned Upside Down. La flota que transportaba las fuerzas de Clinton desde Nueva York llegó cinco días después, cuando era demasiado tarde. El 15 de marzo de 1782 se produce la renuncia de North y su gabinete, acosados por repetidas mociones de censura, y Rockingham es nombrado primer ministro. (Fuente: Tuchman)

Acontecimientos:
Diciembre 1773: Un pequeño número de colonos arroja al mar un cargamento de té de la Compañía de las Indias Orientales. 1 junio 1774: Los británicos cercan el puerto de Boston. 19 marzo 1775: Las tropas británicas enviadas a requisar armas a Concord son atacadas por rebeldes en Lexington. 10 mayo 1775: Los rebeldes toman el fuerte de Ticonderoga. 15 junio 1775: Washington es nombrado comandante general del ejército rebelde. 17 junio 1775: Victoria rebelde de Bunker Hill en la que Howe pierde 1.100 hombres. Agosto 1775: Comienzo de las operaciones rebeldes en Canadá. 31 diciembre 1775: Derrota rebelde en Quebec. 4 de julio 1776: Declaración de independencia. 1777 victoria de Washington en Saratoga. Junio de 1778: Batalla naval de Ushant entre Francia y Gran Bretaña. 17 octubre 1781: Conrwallis se rinde en Yorktown. Enero de 1783: Entra en vigor el Tratado de París.


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