McCarthy             

 

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Julius y Ethel Rosenberg:
Ethel Greenglass Rosenberg (Nueva York, 28 de septiembre de 1915 - 19 de junio de 1953) y Julius Rosenberg (Nueva York, 12 de mayo de 1918 - 19 de junio de 1953) fue un matrimonio de Estados Unidos de América ejecutados en la silla eléctrica acusados de espionaje. Fue la primera ejecución por espionaje de civiles en la historia de Estados Unidos Nacidos en el seno de familia judía, Julius Rosenberg era ingeniero eléctrico, mientras su esposa Ethel era aspirante a actriz y cantante. Ambos formaron parte de la Young Communist League, las juventudes del Partido Comunista de los Estados Unidos. El origen del juicio y ejecución de este matrimonio hay que buscarlo en las filtraciones de secretos nucleares acontecidas tanto en el centro de investigación nuclear de Los Álamos como en la Universidad de Berkeley, donde existía un importante sector simpatizante de la izquierda, especialmente entre los científicos. Un antiguo maquinista del centro super-secreto de Los Álamos, el sargento David Greenglass, hermano de Ethel, confesó haber pasado secretos a los rusos y acusó asimismo a su hermana y al esposo de ésta, confesión que condujo directamente hacia el matrimonio Rosenberg, que fue detenido, acusado y juzgado por espionaje. Aún hoy, se considera que el juicio a que ambos se vieron sometidos distó mucho de haber sido justo. Ciertas o no las acusaciones de espionaje, ambos fueron ejecutados en virtud de la Ley de Espionaje de 1917, que dictaba pena de muerte para este tipo de delitos en tiempo de guerra, si bien en el momento de haberse cometido el supuesto espionaje, Estados Unidos no estaba en guerra con la Unión Soviética. Al comparar este caso con otros de la misma índole, resueltos con penas mucho más leves a pesar de existir pruebas más concluyentes, como el caso de Klaus Fuchs, condenado a 14 años de prisión tras haber espiado a los Estados Unidos en favor de la Unión Soviética, se observa un mayor agravio, impulsado por el ambiente anti-comunista y el miedo imperante en la sociedad estadounidense a un inminente enfrentamiento con la Unión Soviética lo que habría originado el «Mccarthismo». Hay que considerar que en esa época se vivía la Guerra de Corea (25 de junio de 1950 al 27 de julio de 1953). Este era un conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur, pero a la vez era una guerra no oficial entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Es por ello que, en el juicio, se acusó al matrimonio Rosenberg de haber revelado los secretos de la bomba atómica a los soviéticos, dando lugar supuestamente al equilibrio nuclear con los soviéticos y se les hizo responsables de las numerosas bajas estadounidenses durante la Guerra de Corea. Ambos fueron finalmente ejecutados en la silla eléctrica el 19 de junio de 1953, y, de acuerdo con las crónicas del caso, aunque Julius murió a la primera descarga, su esposa Ethel, a pesar de ser una mujer más pequeña y supuestamente frágil, resistió hasta tres descargas eléctricas antes de fallecer, hecho del que se responsabilizó al diseño de la silla, construida para una persona de mayor envergadura y cuyos electrodos al parecer no se ajustaban «adecuadamente» al cuerpo de la mujer. Años después, en 1966, David Greenglass, hermano de Ethel, quien pasó 10 años en prisión y que había sido sentenciado a solo 15 años de condena por su confesión y colaboración, manifestó haber acusado falsamente a su hermana y cuñado bajo las amenazas del FBI. En las memorias de Nikita Khrushchev, publicadas póstumamente en 1990, el ex primer ministro soviético alaba al matrimonio Rosenberg por su "muy significativa ayuda en acelerar la producción de nuestra bomba atómica", pero los analistas creen que la validez de su aporte no pudo ser tan importante. En 1995 diversas investigaciones del FBI y de los servicios de inteligencia norteamericanos, integradas en el «Proyecto Venona», parecen haber encontrado evidencias de que Julius Rosenberg trabajaba para los servicios de espionaje soviéticos, pero no así su esposa Ethel. Este lamentable hecho evidenció que en el país se perseguían a todos aquellos que tenían indicios de simpatizar con la izquierda y el comunismo, argumentando la defensa nacional y la lucha contra el espionaje, llegando a poner en entredicho la libertad de pensamiento. La condena a muerte causó manifestaciones mundiales de rechazo de todo tipo. En Argentina, el poeta José Pedroni escribió unos versos para Ethel, que Jorge Cafrune grabó con su propia voz.


Comité de actividades antinorteamericanas:
Entre 1950 y 1956. La URSS experimentaba con la bomba atómica en 1949, Mao Zedong llegaba al poder ese mismo año y la guerra de Corea empezaba en junio de 1950. Esta atmósfera amenazante pesaba sobre la opinión pública estadounidense que deseaba una política enérgica y ofensiva contra el bloque soviético. En febrero de 1950, Joseph McCarthy, senador por Wisconsin, intervino —con un éxito inesperado— denunciando una conspiración comunista en el mismo seno del Departamento de Estado. Así se inició lo que sus oponentes denominaron "caza de brujas". Gente de los medios de comunicación, del gobierno y algunos militares fueron acusados por McCarthy de sospechosos de espionaje soviético o de simpatizantes del comunismo. Apoyándose en unas fuerzas de entusiastas anticomunistas, alimentándose de la delación, adquirió un poder considerable. Los métodos eran inconcebibles para una supuesta democracia que estaba asentada. Olvidando el principio jurídico de la presunción de inocencia, ante cualquier denuncia el Comité del Senado, presidido por McCarthy, aplicaba la presunción de culpabilidad y era el acusado quien tenía que desmentir y probar su no pertenencia o simpatía por el Partido Comunista. Quienes reconocían su culpa, podían lavarla delatando a sus camaradas. Su actividad destinada a desmantelar eventuales infiltraciones de agentes comunistas en la administración pública se extendió pronto a los laboratorios de investigación y a Hollywood.2 Los empleados públicos debían hacer frente a un control de lealtad que costó la carrera a varios de ellos. De este modo, Alger Hiss, presidente de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, fue acusado en un proceso por haber trasmitido documentos secretos de la época del New Deal. Uno de los episodios más célebres del periodo fue el proceso seguido a los esposos Ethel y Julius Rosenberg. Fueron acusados de haber dado a la URSS el secreto de la bomba atómica, lo que ellos negaron. Bastante controvertido y atrayendo una campaña internacional en favor de los acusados, el proceso terminó con su ejecución en junio de 1953. Eisenhower fue elegido en 1952 en el momento en el que McCarthy gozaba de su máxima influencia. Ejercía, en efecto, la presidencia de la comisión senatorial de operaciones gubernamentales además de su sub-comisión de investigación. Su influencia era tan importante que el mismo secretario de Estado se deshizo de algunos de sus colaboradores para no enfrentarse a McCarthy. Del mismo modo, Robert Oppenheimer fue expulsado de la Comisión de Energía Atómica por haberse opuesto al proyecto de la bomba H. Algunas voces comenzaron a elevarse contra el macarthismo y sus excesos. Por ejemplo, en 1953 se representó la obra Las brujas de Salem de Arthur Miller, un alegato eficaz para estigmatizar la política de su tiempo. Uno de los blancos de la inquisición política fue el mundo del cine, entre otras razones porque la audiencia a directores y actores famosos proporcionó a los miembros del Comité una extraordinaria publicidad. Edward R. Murrow, periodista que se enfrentó a McCarthy desde su programa de televisión, "See it now". La figura legendaria de Edward R. Murrow tuvo gran influencia en el periodismo televisivo a raíz de sus enfrentamientos contra el senador McCarthy, con su pasión por la verdad y sus incansables esfuerzos por hacer avanzar los ideales democráticos. Sobre todos ellos se alzaba la libertad de expresión. Los programas de Murrow acerca del senador Joseph R. McCarthy, en 1954, fueron considerados no sólo como los que marcaron el punto de inflexión en la campaña del senador contra los simpatizantes del comunismo, sino que también fueron el punto de inflexión en la propia historia de la televisión. Frase de Edward R. Murrow en el programa televisivo See it now, del 9 de marzo de 1954, en el programa titulado justamente A Report on Senator Joseph R. McCarthy (“Un informe sobre el senador Joseph R. McCarthy”): “Su principal logro [del senador McCarthy] ha sido el de confundir a la opinión pública, entre las amenazas del comunismo. No debemos confundir desacuerdo con deslealtad. Debemos recordar siempre que una acusación no es una prueba y que una condena depende de la evidencia y del debido proceso de la ley. [...] No caminaremos con miedo, el uno del otro. [...] No descendemos de hombres temerosos - no de hombres que temían escribir, hablar, asociarse y defender causas que eran, por el momento, impopulares.[...] ¿Y de quién es el fallo? En realidad no es suyo. Él no creó esta situación de miedo; él meramente la explotó, y más bien exitosamente. Casio estaba en lo cierto: 'El fallo, querido Bruto, no está en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos'”. En la lucha entre el Comité de Actividades Antiamericanas y el Comité de la Primera Enmienda, la posición de la industria del cine, con la negación de trabajo para los sospechosos, decantó la balanza produciendo deserciones en las filas de los defensores de la libertad; fue el caso de Humphrey Bogart, que se dio de baja de su Comité, y el del director Edward Dmytryk, quien tras ser condenado a seis meses de cárcel decidió, ya en prisión, confesar su militancia comunista y su arrepentimiento, proporcionando una lista de 26 correligionarios de partido. Con esta claudicación pública salió en libertad y encontró trabajo inmediatamente.2 Lo que quebró el reinado de McCarthy fue su decisión de atacar al Ejército. El Pentágono en 1953, incluso más vigorosamente que el apoyo que recibió de Eisenhower, ya consideraba incómodo a McCarthy. McCarthy fue finalmente expulsado del Comité en una moción de censura por el Senado estadounidense en 1954, por 67 votos contra 22, acusado de "conducta impropia de un miembro del Senado" por la forma en que había dirigido la Comisión (por su lenguaje «demasiado directo») y por no haber comparecido ante otra comisión del Senado cuando fue requerido, además de otros cargos difusos y fabricados sobre la marcha. El mismo año, el Comité de Actividades Antiamericanas de la Cámara anunció que daba de baja a la Unión de Consumidores de su lista de organizaciones subversivas. En 1940, la Unión de Consumidores de Estados Unidos (en inglés, Consumers Union) se había burlado de dichas acusaciones: "Si la condena de productos sin valor, adulterados y tergiversados es una actividad comunista, entonces la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos, la Comisión Federal de Comercio y la Asociación Americana de Medicina deben ser pagadas directamente desde Moscú”. Continuó otros dos años en sus tareas de senador, pero sus colegas lo evitaban y lo sucedido afectó a su ánimo y a su salud: hospitalizado por problemas de alcoholismo crónico, murió a los 48 años víctima de cirrosis y hepatitis. El Senado estadounidense publicó en 2003 más de 4.000 páginas con las transcripciones de sus 500 interrogatorios secretos, basadas en las notas desclasificadas y en material biográfico de las audiencias de McCarthy que se desarrollaron entre 1953 y 1954.

 
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