Barcos: Evolución técnica: Navíos
Una constante en la construcción tradicional de barcos ha sido procurarle dar forma de pez. Se llama cuadernas a las pieza curvas que encajan en la quilla, partiendo de ellas forman el casco. Varenga es la pieza que atraviesa la quilla para formar la cuaderna. La que se coloca en la parte más ancha del buque es la cuaderna maestra. El borde superior del casco se llama borda. La parte que se sumerge en el agua, obra viva. La que queda por encima del agua, obra muerta. La línea divisoria es la línea de flotación, que ha de coincidir con la superficie del mar. Calado es la profundidad de la parte sumergida del buque desde la línea de flotación hasta la quilla. Los pisos de los buques son los sollados, cada uno con su cubierta. Cuando simplemente se dice cubierta, se entiende la exterior a todas ellas. Los costados se denominan bandas. El largo de pro a popa se llama eslora. La máxima anchura se llama manga. El alto, desde la cubierta hasta la varenga inferior se llama puntal.

Birreme griega	Trirreme romana	Carabela latina	Carabela redonda

El tamaño del buque se mide por el peso del volumen de agua que desaloja, sin carga. Se dice que tiene un desplazamiento de las toneladas que sean. El recorrido se mide por millas y nudos. La milla equivale a 1,853 metros. El nudo es la milla por hora. La braza es igual a 1,678 metros. La proa termina en dos piezas laterales que se juntan en ángulo agudo para cortar mejor el agua. La arista de este ángulo es el tajamar, y va reforzada por una pieza muy fuerte, la roda. En las antiguas naves mediterráneas el tajamar era muy elevado y terminaba en una figura de animal o de monstruo, el mascarón, mientras la parte inferior de la proa se prolongaba en un fuerte espolón destinado a embestir a la nave enemiga.

Proa buque	Nao Santa María	Nao Victoria (Magallanes)	Galeón español

Los remeros se colocaban en una fila, orden o andada, por cada banda de la nave. Para aumentar su número, sin tener que alargar las quillas, cosa que incrementaba los problemas de construcción en madera, en la antigüedad hicieron dos y tres pisos (birremes y trirremes). Las naves de egipcios, griegos y romanos solían llevar dos castilletes, uno a proa y otro a proa, por las ventajas de la altura para combatir con armas arrojadizas y como defensa ante abordajes. Los bizantinos idearon el dromón, birreme con tres mástiles y velas latinas. Del dromón salió la galea, en el siglo XIII, y de la galea, la galera, que navegó por el cerrado Mediterráneo desde el siglo XV hasta el XVIII, sin excesivas modificaciones. La galera llevaba una o dos velas, y castillos a proa y a popa. La crujía era un estrecho corredor elevado, extendido de proa a popa, que ocupaban los hombres de armas. Desde el siglo XIII el buque de vela va perfeccionándose. En el XIV aparece el botenquin, muy pesado, con una cubierta, y la carraca de dos a cuatro mástiles, y velas cuadras, menos la de popa, que es latina. Alfonso X el Sabio ya menciona las carabelas, que se usan mucho en Portugal y van a ser los buques de los grandes navegantes y descubridores portugueses y españoles en el siglo XV.

Victory	Trafalgar	Trafalgar	Trafalgar

Las carabelas armadas llevaban un pequeño castillete a proa llamado tilla. De este tipo eran las carabelas colombinas Pinta y Niña. En el siglo XVI aparece la galeaza, derivada de la galera, pero con piezas de artillería bajo cubierta. Los cañones disparaban a través de aspilleras. También se colocaban cañones en los castillos de proa y popa. De la galeaza deriva el galeón de cuatro mástiles, desarrollo español para grandes distancias oceánicas. Su timón de codaste supuso una mejora considerable. Los mástiles, de proa a popa, se llaman trinquete, mayor y mesana. Si tenía más de tres palos le seguía la contramesana, mesanilla y de buenaventura, en el castillo de popa. Los buques antiguos llevaban mástiles de una sola pieza -tiples-, a los que se fueron empalmando otros palos para aumentar altura: los masteleros y los mastelerillos. Las vergas toman sus nombres de los mástiles que las soportan. De abajo a arriba, en cada palo, verga mayor, verga de gavía y verga de juanete. En el siglo XVIII aparecen los navíos de línea, buques de combate de gran tamaño y complejidad constructora.

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