Tenochtitlán             

 

Tenochtitlán:
Situada en un brillante lago azul, con sus islas ajardinadas con sauces del color del jade, la capital azteca Tenochtitlán era un exhuberante paraíso que poco parecido guardaba con las villas polvorientas de los conquistadores españoles o con la moderna ciudad de México, la megalópolis que ahora la cubre. Al igual que ahora México D.F., Tenochtitlán era en sus tiempos la mayor metrópolis de toda América, con más de 100.000 habitantes viviendo en la misma ciudad (que medía unos 13 km cuadrados) y la periferia. En 1521, dos años después de que Bernal Díaz del Castillo entrara con Cortés, Tenochtitlán fue destruida tras un sitio que duró tres meses. Cortés sintió muy profundamente no poder entregar intacta a su rey esta joya urbana. La belleza de Tenochtitlán se compró con la riqueza de su imperio que se extendía desde el Pacífico hasta el Atlántico y cobraba tributo de , al menos, cinco millones de personas. El mantenimiento y la expansión de esta fuente de ingresos exigía militares, funcionarios de la administración y órdenes sacerdotales, la mayoría de los cuales trabajaban en los palacios, almacenes y edificios religiosos de la ciudad. En el centro se encontraba el complejo ceremonial, llamado ahora recinto del Templo Mayor. Las carreteras elevadas que unían la isla sobre la que estaba situada Tenochtitlán con el continente se convertían en anchas calles que llevaban a este recinto desde los puntos cardinales. El Templo Mayor era un axis mundi que marcaba la intersección del plano horizontal de la tierra con el eje vertical formado por las muchas capas de los cielos y el submundo.

Tikal Tikal. Gran Plaza Tikal. Templo Calakmul


Alrededor del recinto del Templo Mayor se alineaban los otros monumentos importantes: la gran plaza (ahora conocida como el Zócalo), situada justo al sur, era como una antecámara pública del enorme palacio del emperador Moctezuma II, emplazado en el lado este. Todos los días, seiscientos cortesanos iban a esperara al emperador al patio del palacio, donde intercambiaban chismorreos y disfrutaban del espectáculo y la generosidad culinaria del palacio. En el otro lado del Zócalo se encontraban las escuelas de los jóvenes nobles y las oficinas de la administración. Justo al oeste del recinto ceremonial había un palacio real más antiguo, donde Cortés y sus hombres se alojaron durante los meses en que compartieron la vida de la corte de Moctezuma y sus nobles, antes de que en 1520 la misión diplomática española se volviera violenta. Un poco más al oeste estaban los almacenes para los tributos que iban llegando, situados en un terreno parecido a un parque que también albergaba animales recogidos de todas partes del imperio e instalados en hábitats diseñados para recrear su entorno natural. Justo al este del Templo Mayor había un recinto donde se guardaban las bestias más salvajes. Tenochtitlán constituía el destino más prestigioso para los aztecas ricos y poderosos, así como para las potencias extrajeras (aliados que mantenían misiones diplomáticas en la ciudad. Díaz del Castillo observó que las casas estaban en el lago de agua dulce y uno podía llegar a ellas por carreteras elevadas y que las casas estaban llenas de mantos y telas [...] trabajos en oro y plumas. Muchos de estos bienes eran importados como tributo u objetos de lujo, aunque la misma ciudad también era un importante centro de producción de objetos suntuosos. Las mujeres nobles y sus sirvientas confeccionaban elegantes tejidos en los palacios y las mansiones. El privilegio de tener un hogar con muchas esposas se limitaba a los ricos y constituía u permiso para producir dinero, porque los mantos tejidos eran un medio de intercambio. Otros bienes de la élite como las joyas y los trabajos con plumas también se producían en complejos residenciales de especialistas de alto rango. Al norte de Tenochtitlán había una pequeña isla-ciudad, Tlatelolco, fundada en la misma época por un grupo emparentado con los aztecas de Tenochtitlán. Tlatelolco acabó siendo absorbida por la gran ciudad después de enriquecerse con el comercio a larga distancia, lo que la convietió en un presa irresistible. El gremio de mercaderes de Tlatelolco estaba formado por familias que ejercían funciones tanto comerciales como diplomáticas. En ocasiones, sus misiones comerciales se volvían agresiones militares cuando los mercaderes de vanguardia establecían una base azteca por la fuerza. Incluso llegaban a provocar hostilidades para dar al emperador motivos para la invasión. En su ciudad, los mercaderes eran famosos por su riqueza, que rara vez exhibían en público. Sus grandes viviendas, que también servían de almacén, tenían una fachada muy sencilla para evitar la envidia. Después de que Tlatelolco fuera absorbida por Tenochtitlán, los mercaders siguieron siendo ricos y activos, pero por necesidad cambieran su lealtad a sus nuevos amos. Tneochtitlán es, de hecho, una palabra compuesta. Combina elementos que describen una escena icónica incluida en el escudo mexicano. Un águila con una serpiente en su pico sobre un nopal que sale de una roca. Los aztecas tenochca afirmaban que cuando vieron esta escena supieron que habían llegado a la tierra prometida, situada en las cenagosas islas del lago. Históricamente, lo más probable es que se les permitiera asentarse en ese lugar porque la tierra firme estaba ya ocupada, y aprovechar como soldados mercenarios, su violenta vitalidad. La fecha eptada para el establecimiento de Tenochtitlán es 1325, y la primera construcción puede que fuera una plataforma de tierra apisonada con un refugio de juncos para su deidad Huitzilipochtli. Las sucesivas construcciones del Templo Mayor hablan de una historia de repetidas renovaciones tras numerosos desastres. Las inundaciones destruyeron la ciudad, lo que hizo que en 1449 se construyera un dique de 14,5 km para protegerla del lago. Una sucesión de años de hambruna en la década de 1450 forzó al soberano a abrir los graneros, a cambio de servir en las obras públicas. El palacio fue reconstruido de nuevo en 1475, tras un terremoto. En 1487 la quinta reconstrucción del Templo Mayor dio lugar a la mayor celebración con decenas de miles de participantes, muchos de ellos sacrificados en los altares del templo. En 1499 la ciudad fue gravemente dañada por otras inundaciones y su reconstrucción originó la ciudad que asombró a los españoles. La edificación del palacio de Moctezuma II puede haber formado parte de este esfuerzo. Yace bajo el actual Palacio Nacional de México, lo que hace improbable su exploración arqueológica. Durnante este período, las islas adyacentes fueron convertidas en jardines para el placer del emperador. Un mapa publicado en Europa en 1524 para acompañar una de las cartas de Cortés los muestra al sudoeste de la ciudad, rotulados como Domus ad Voluptase, D.Mutezuma. Los españoles compartieron los placeres de la vida en la corte con los aztecas durante muchos meses en 1519-1520, y está claro por la rapidez con que se adjudicaron diversas propiedades después de la conquista de México que su gozo se acentuó ante la perspectiva de adquirir sus territorios. (Susan Toby Evans)


Plata mexicana:
PLATA; LA SANGRE DE LA NUEVA ESPAÑA. LA MINERÍA Y LA RUTA DE LA PLATA (El Camino Real) La minería fue la principal actividad económica de la Nueva España, y la búsqueda de metales preciosos fue factor importante en la Conquista. El oro y la plata se consolidaron como productos de exportación, sirviendo de enlace entre España y su colonia. La producción minera creó además el medio de cambio, la moneda, que mercantilizó la economía en la Nueva España e incrementó el comercio en las demás actividades. El comercio, la agricultura , la ganadería, las manufacturas y artesanías , se desarrollaron por el mercado y los movimientos comerciales que la minería creó y fomentó. La minería impulsó la expansión territorial y regional del norte de México. El descubrimiento de yacimiento de plata llevó a misioneros, exploradores ,mineros, ganaderos y agricultores a regiones áridas desoladas e inhóspitas. Cualquier persona podía explotar una veta siempre y cuando entregara un quinto de sus producción al rey. La bonanza de la minería en los primeros tiempos se debió al beneficio de yacimientos auríferos superficiales en las arenas de los ríos. Al agotarse estos lavaderos de oro se fueron descubriendo minas de plata en Sultepec, Taxco y Tlalpujahua y comenzaron a explotarse desde la primera mitad del XVI. El auge minero de Nueva España se inició a mediados del siglo XVI con el descubrimiento de las minas de Zacatecas en 1546, donde para 1548 había ya cerca de 50 minas trabajando. A partir de entonces surgen otras tantas al sur de Zacatecas y en Pachuca, Real del Monte, Guanajuato, Sombrerete, Fresnillo y al norte en Santa Bárbara a 700 km de Zacatecas. Las principales minas de Nueva España fueron la de Zacatecas (1546), Pachuca (1552), Fresnillo y Guanajuato (1554), y finalmente San Luis Potosí (1592). Coincidió con estos hallazgos un nuevo sistema para el beneficio de los minerales: la amalgamación en frío o beneficio de patio por Bartolomé Medina. Este sistema para extraer la plata del mineral requiere sal, pirita de hierro o cobre y mercurio (azogue), reduciendo el tiempo y el costo de la producción de plata. Este sistema fue utilizado con mucho éxito en las minas de Pachuca y Real del Monte, y que después se fue extendiendo a los otros reales mineros. El minero novohispano se enfrentaba a muchas limitaciones: Encontrar vetas firmes y abundantes de metal precioso; que la mina se inundara o que la continuidad de la veta se perdiera en el terreno concedido a otros minero y que la mina produjera lo suficiente para poder mantener la necesaria cantidad de trabajadores, pues la escases de mano de obra provocada por las epidemias , la dificultad para conseguir trabajadores libres y las frecuentes disputas entre los mineros hacían a la empresa muy difícil. Otra limitación era la falta de azogue , las provisiones de este metal tan eran insuficientes para las necesidades de la minería de Nueva España. España tenía el monopolio desde 1552 y este provenía de las minas españolas de Almadén y de las austriacas de Indra. Sus envíos eran irregulares y difíciles, por la piratería y conflictos o guerras de España con otras naciones europeas. Sobre la irregularidad estaba siempre la escasez, dado que el siglo XVI el promedio anual de los envíos de azogue era de 500 quintales. Mientras que las minas, para mantener su nivel de producción efectivo, necesitaban de 5 a 6 mil quintales. La distribución de azogue se hacía a través de las autoridades. El virrey nombraba funcionarios para que se hiciera equitativamente, pero las preferencias, sobornos y componendas con los acaudalados mineros ocasionaban la ruina de otros menos favorecidos. La escasez de mano de obra representó otra limitación para la minería. Los dueños de minas tenían derecho al servicio personal de los indígenas, aunque también contrataban trabajadores libres, a quienes estimulaban comprándoles el mineral que sacaban al terminar la jornada de trabajo. Las epidemias que diezmaban a la población indígena afectaron directamente a las minas, por falta de gente que las trabajara. Esto provocó disminución de la producción de plata, que se agravó desde finales del Siglo XVI hasta todo el siglo XVII. Las autoridades procuraron favorecer a los mineros dándoles facilidades para la comprar de esclavos negros, pero éstos nos se adaptaron bien al clima frío de las montañas en que se encontraba el metal y resultaban excesivamente caros. Sin embargo pese a la escasez de brazos, las minas de Zacatecas, Pachuca y otras siguieron produciendo grandes cantidades de plata. Cierto que después de 1640 se advierte una disminución grande en los registros de plata de la Real Hacienda. Mucha de la plata producida en Nueva España era enviada para mantener las fortificaciones y gastos de administración de otros dominios españoles: Filipinas, Antillas y la Florida. Una de las minas de Guanajuato, "La Valenciana", propiedad de Don Antonio de Obregón, conde de la Valenciana, llegó a producir 30 millones de pesos de plata en el periodo de 1788-1809, cantidad igual a la producción total del virreinato de Perú. La abundancia e importancia de la plata en la Colonia, se reflejaron en la proliferación de la orfebrería. Los orfebres mexicanos que trabajaban la plata, adquirieron fama en todo el mundo por la habilidad y el gusto artístico de sus predecesores mexicas, por lo que se incremento la extracción de plata para ser enviada a España para surtir los mercados europeos. En 1729, al celebrarse la boda de Fernando de Borbón y Saboya, príncipe de Asturias, con Bárbara de Braganza, en Badajoz, Extremadura, los presentes otorgados fueron de plata novohispana. La minería decayó a mediados del siglo XIX, al surgir la industria, a causa de las guerras, y devaluarse la moneda de oro en 1882.

LA LEGENDARIA RUTA DE LA PLATA:
La Ruta de la Plata, forma parte del Camino Real que durante el virreinato de la Nueva España tuvo la función fue comunicar la Real de Minas de Nuestra Señora de los Zacatecos (Zacatecas) con la ciudad de México. Su nombre se refiere a que por éste camino pasaban las recuas de mulas con la plata que le correspondía al Rey de España (“quinto real”). Las caravanas, en un principio mensuales, solían estar acompañadas por soldados debido a las amenazas que por mucho tiempo presentaron las tribus nómadas del Norte de México. Las caravanas llevaban a la Ciudad de México la plata extraída tanto en Zacatecas, como en los ahora Estados de Chihuahua y Durango . El camino comenzaba, en el actual barrio de San Ángel, Distrito Federal. La ruta seguía hacia el Norte hasta Querétaro. De ahí, seguía por dos ramales que evitaban pasar por territorio Otomí. El ramal sur pasaba por Guanajuato , Aguascalientes y de ahí a Zacatecas. El ramal norte, más árido y peligroso, pasaba por la región del “Gran Tunal’’ San Luis Potosí y Zacatecas. La actuales carreteras federales 43, 44 45 y 49 tienen su origen en esta ruta. Fue trazada por Fray Sebastián de Aparicio en 1542, el mismo que mandó a hacer la Ruta México- Acapulco en 1540 y el Correo Real, la ruta que comunicaba del puerto de Veracruz a Orizaba, Puebla y la Ciudad de México. EL CAMINO REAL DE TIERRA DENTRO El Camino Real de Tierra Adentro era una ruta comercial de 2.560 kilómetros de longitud que unía las ciudades de Ciudad de México (México) y Santa Fe, Nuevo México (Estados Unidos) entre 1598 y 1882. La sección del camino que discurre por territorio estadounidense, un total de 646 kilómetros, fue declarada National Historic Trail en octubre de 2000. La ruta comprende los estados de México, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas, Durango, Chihuahua (México), y Texas y Nuevo México en EE.UU.. Pasa por ciudades importantes como Ciudad Juárez y El Paso en Texas (ambas llamadas Paso del Norte) y Las Cruces y Albuquerque en Nuevo México, antes de llegar a Santa Fe. UN CAMINO...UNA HISTORIA. Una vez sometida la gran Tenochtitlán, los conquistadores iniciaron una serie de expediciones con el propósito de expandir sus dominios y obtener mayores riquezas para la corona española. Al principio siguieron los senderos con las frágiles huellas de los nativos que intercambiaban mercancías entre el norte y el sur. En 1598 consolidaron y ampliaron un trayecto de 3.000 kilómetros que llegó hasta lo que hoy es Santa Fe, en Nuevo México. Dicha ruta recibió el nombre de Camino Real de Tierra Adentro. Los investigadores Enrique Lamadrid, Jack Loeffer y Tomás Saldaña, cuentan la historia del Camino Real, el más antiguo de Norteamérica: Los caminos reales fueron las rutas principales de transporte para la comunicación, el cambio cultural y el comercio. El ejército virreinal, organizado en compañías volantes de caballería ligera, protegía a los viajeros, el ganado y las mercancías", explican los especialistas. Existieron cuatro troncales del Camino Real, que unían la ciudad de México con Acapulco, Veracruz, Audiencia (Guatemala) y Santa Fe: «Conformaban una cuádruple ruta repleta de caminantes, carretas y recuas de mulas». El Camino Real de Tierra Adentro siguió una ruta marcada por el terreno: "...La actividad volcánica y un clima inclemente labraron una tierra rica en depósitos de plata, cobre, oro, ópalos, turquesas y sal.... Los desplazamientos de las placas tectónicas abrieron en el centro de Nuevo México una grieta de más de kilómetro y medio de profundidad, la segunda más larga del mundo.... Las aguas del deshielo que fluían hacia el valle formaron el río Bravo y éste fue llenando con sedimentos la profunda brecha"... Durante miles de años, los indígenas nómadas vivieron de la caza y la pesca en la zona. Después la agricultura los arraigó. Con el tiempo surgieron y florecieron "grandes civilizaciones". Y mucho antes de que los europeos llegaran, ya tenían establecida la red de comercio que después se convertiría en el Camino Real. En abril de 1598,señalan los investigadores: "...un grupo adelantado de soldados se pierde en el desierto al sur del Paso del Norte, buscando la mejor ruta al río Bravo..... Un indio cautivo llamado Mompil traza en la arena un mapa del único paso seguro, que pronto formará parte del Camino Real de Tierra Adentro..." El nombre se presta a discusión o confusión, puesto que durante el período virreinal se llamaba Camino Real a todos los caminos transitables en carreta, por tanto, existía una buena cantidad de ellos. De igual forma, se llamaba Tierra Adentro a los territorios poco explorados, en particular hacia el norte del Virreinato, razón por la cual se llamó a Querétaro, y después a Saltillo "La Puerta de Tierra Adentro". Por tanto hubo varios "Caminos Reales de Tierra Adentro". Además del camino a Nuevo México, otro destacado es el que conducía hacia Texas. El "Camino Real de Tierra Adentro", que conducía a Nuevo México, al parecer adoptó su nombre recientemente en Estados Unidos para tener una protección legal, sin reparar en el hecho de que, al hacer uso legal de él, se demeritaban los demás Caminos Reales, como el de Texas, que legalmente se ve imposibilitado a emplear tal nombre, aunque históricamente lo tuvo. (Merxico a traves de la Historia-Facebook) El Alamo


Leyenda negra: Colonización violenta:
Los historiadores auténticos son objetivos analizando estadísticamente los datos antropoetnológicos,sociopolíticos,económicos,industriales,científicos,zoobotánicos,culturales,artísticos,etc.del encuentro de dos civilizaciones,su interacción de tradiciones, religiones, costumbres, lenguas,leyes, etc., ya sea entre Egipto y Mesopotamia,o entre Persia y Grecia,o entre Cartago y España,o entre Roma y España,o entre el Islam y España,o entre Turquía y España, o entre los imperios Amerindios y España, o entre Inglaterra y España, o entre Francia y España,...
El conflicto que se produce en el choque de las civilizaciones cuando dos imperios se encuentran es siempre ambivalente:por ejemplo, los 200 años de guerra que costó la romanización de España y su explotación minera y agropecuaria es bastante más intensa proporcionalmente que el impacto del descubrimiento y conquista de los imperios inca y azteca por los conquistadores españoles, lo mismo que los 800 años de la Reconquista de España contra el Islam, pero el beneficio del intercambio cultural es mayor que la pérdida económica y las víctimas de las guerras de conquista,y esa fusión es la que realmente enriquece a ambas civilizaciones en toda la antigüedad. La demonización maniquea es siempre inexorablemente inexacta, errónea y equívoca.La objetividad debe ser sagrada en la ciencia historiográfica sin juicios morales, sólo estudios estadísticos imparciales y lógica histórica.
Es patético y ridículo que un español actual reproche la explotación económica y las víctimas de la conquista de la romanización a los italianos,o de la islamización a los árabes actuales.La gratitud es la única actitud lógica por el legado cultural recibido, exactamente igual que con los imperios amerindios y España. La realidad del mestizaje antropoetnológico fehaciente desde México hasta Chile es la prueba palpable de esta realidad actual, producto de la mútua relación recíproca de España con el Nuevo Mundo, compartiendo Derecho, Religión, Lengua, Arte, Cultura y Civilización.
Y quienes pretenden juzgar la historia con la distorsión perspectivista de su prisma torticero y demagógico,cayendo pertinazmente en la discriminación falaz, racista, clasista, machista, victimista, entre buenos y malos, es incapaz de encontrar la verdad en su visión de la historia, y cae presa de la soberbia de la ignorancia, imposibilitado por su radicalismo fanático maniqueísta, que sólo admite lo que le da la razón, no pudiendo así aprender nada:" A QUIEN MENOS LEE, MÁS DAÑO LE HACE LO QUE LEE", por que se cree en posesión de la verdad absoluta, negándose a relativizar, racionalizar, contrastar, comparar, confirmar y someter a la estadística de los datos objetivos todo hecho histórico para crear y recrear esa ciencia social denominada Historiografía.
No olvidemos que antropoetnológicamente el español es el individuo más mestizo de Occidente, mezcla genética y cultural de judíos, celtas, griegos, iberos, fenicios, romanos, tartesos, cartagineses, árabes, godos, bizantinos, francos y bárbaros suevos, vándalos y alanos de toda clase, y que nos hemos mezclado con las razas africanas y amerindias hasta formar un crisol étnico y cultural de inmensa y compleja riqueza.
Somos una civilización de 500 millones de personas compartiendo enguaje, religión, tradición, arte, cultura y genética.
Recordemos que la Leyenda Negra Antiespañola,(leer el libro del mismo título de 1918 de editorial Atlas de Julián de Juderías),es un libelo creado en España y por españoles como estrategia para amedrentar a Francia e Inglaterra, -pagando el grave y alto precio de la demonización maniqueísta-,con el fin de compensar la inmensa despoblación de España,cuya endémica pobreza demográfica impidió contar con suficiente número de tropas para defender con eficacia un imperio,-logrado con un puñado de conquistadores,con hazañas y gestas tan heroicas como llenas de fortuna e ingenio, siendo capaz de coaligar a todos los pueblos subyugados por la opresión de los imperios inca y azteca, -donde no se ponía el sol, y creando el primer derecho internacional con las Leyes de Indias, dotando de la misma categoría jurídica a los nativos de las provincias de Ultramar que a los autóctonos peninsulares.
La pretendida exterminación genocida en masa no sólo no se produjo militarmente,(hubo 9 millones de víctimas amerindias del tifus, la viruela y las enfermedades europeas, pero también se produjeron 30 millones de víctimas europeas por la sífilis americana), la tecnología bélica española de los conquistadores y los tercios de Flandes, en América,con su humedad ambiental, es enormemente menos eficiente, y la mayoría de los enfrentamientos bélicos se produjo por los imperios amerindios dominantes contra la coalición de los pueblos sometidos y los españoles. No fue ni muchísimo menos un paseo militar,es más,estadísticamente hubo más derrotas hispanas que victorias, si bien éstas fueron más decisivas. El armamento de los conquistadores no les hacía invulnerables, y, cuando los españoles comenzaron a udar, toser, cojear, sangrar y morir, perdieron rápidamente su halo sagrado para ser pasto de las batallas, cuyos arcabuces del siglo XVI y XVII en humedales selváticos inmensos,(yo he vivido 3 años en Ecuador y conozco Sierra,Costa y Amazonia),no son winchester de repetición en las praderas de Norteamérica,donde no existe población indígena ni mestiza: AHÍ SE VE LA DIFERENCIA DE SER COLONIZADA IBEROAMÉRICA POR ESPAÑA en comparación con Norteamérica por Inglaterra.
Era para su tiempo un inmenso avance jurídico, (la Declaración Internacional de los Derechos Humanos se basa en la labor legislativa de los frailes juristas españoles de la época,que defendían valientemente ante la Corona los derechos de la población indígena), para proteger de la esclavitud a la población amerindia, sustituida desgraciadamente por aborígenes africanos, con la equiparación jurídica entre peninsulares y amerindios. Juzquemos comparativamente cada hecho según su época y contexto internacional comparativamente con las otras potencias occidentales europeas.
Por ejemplo,la Inquisición Española produjo 8.000 muertos en 400 años, un muerto por semana, en cambio los Luteranos y Calvinistas arrasaron Europa, por no hablar de la muerte de 12000 hugonotes en París en San Bartolomé.
En historia no hay Ángeles ni Demonios, y Egipto, Mesopotamia, Persia, Grecia, Roma, Turquía, El Islam, Israél, España, los Incas y Aztecas, Francia, Inglaterra, Austria y Rusia fueron imperios que deben juzgarse con objetividad y sin maniqueísmos parciales distorsionadores perspectivistas radicales ni fanáticos.
Si los Imperios Azteca e Inca no hubieran sido tan represivos, no habría sido posible la liberación de sus pueblos sometidos que se coaligaron con los conquistadores españoles, no lucharon solos, no lo olvidemos. Seamos realistas y objetivos. Estudiemos los datos estadísticos.
Quien sea tan retrasado mental como para pensar que una docena de españoles arrasaron con Hernán Cortés todo el imperio Azteca y otra docena de españoles con Francisco Pizarro arrasaron todo el imperio Inca,genocidando 9 millones de amerindios es subnormal profundo. (Pedroño Reke, Facebook)


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