Tikal             

 

Tikal:
En las montañas que atravesamos hay varios edificios viejos, excepto algunos en los que reconocí viviendas y, si bien eran muy altos y mis fuerzas pocas, subí a ellos (aunque con dificultad). Tenían la forma de un convento, con pequeños claustros y muchas salas todas techadas y blanqueadas con yeso en el interior (Andrés de Avedaño, 1696) | Medio muerto de hambre, sediento y con apenas una vaga idea de dónde se encontraba, el fraile franciscano Andrés de Avedaño se dio de bruces, en 1696, con unas grandes ruinas en medio del bosque maya. Aunque la región por la que pasó Avedaño contiene los desoladores restos de muchas ciudades caídas, la descripción que hizo concuerda con Tikal, por lo que probablemente fue el primer europeo en verla. Hoy, Tikal, con su icónica arquitectura, se ha convertido en lugar clave de la antigua cultura maya. Las imágenes de sus pirámides afiladas perforando la jungla aparecen en portadas de libros y en billetes de banco. Sus perfiles son tan exóticos que incluso se utilizaron en la película La guerra de las galaxias. Tikal es un emblema orgulloso de la moderna Guatemala y cada vez más símbolo de los mayas contemporáneos, a quienes se les ha permitido realizar rituales y hacer ofrendas en este asentamiento.

Tikal Tikal. Gran Plaza Tikal. Templo Calakmul


Los primeros informes exactos sobre Tikal aparecieron en el siglo XIX, pero la ciudad seguía prácticamente inexplorada cuando en 1955 se iniciaron las excavaciones del Museo de la Universidad de Pensilvania. Tras catorce temporadas de trabajo de campo, empezó a estar clara la escala y complejidad del yacimiento, ya que las grandes zanjas sacaron a la luz su antigua historia y se pudieron trazar los límites exteriores de la ciudad. Proyectos posteriores, en concreto los realizados por el gobierno guatemalteco, han ampliado y definido esta imagen. El revelador mapa ha desmentido la opinión generalizada de que estos yacimientos eran centros ceremoniales compuestos por un grupo de templos con unos pocos residentes permanentes que se repartían en el bosque. Se ha demostrado que, por el contrario, miles de casas se distribuían de forma radial desde el centro, según el modelo de urbanismo de baja densidad identificado desde entonces en todo el mundo maya. Esta considerable población no vivió en una jungla, sino entre campos de maíz, frijoles y calabaza, sin duda combinados con huertos y bosquecillos de árboles frutales. Tikal, ocupada durante mil ochocientos años, se originó entre los años 800 y 600 a.C. a partir de dos aldeas situadas sobre unas colinas elevadas, con un tercio ubicado alrededor del perímetro de una ciénaga. Hacia 300 a.C. se levantaron unas estructuras importantes en las cimas: las grandes plataformas y las plazas de la Acrópolis del Norte y el complejo del Mundo Perdido, lo que señaló a Tikal como lugar importante. Incluso así, siguió eclipsada durante siglos por ciudades de mayor tamaño como Nakbe, Tintal y El Mirador, y no tuvo cierto auge hasta principios del llamado período clásico, hacia 200 d.C.

Tikal Trono 1. Piedras Negras Yaxhá.Peten


Esta nueva época marca un cambio significativo en la cultura maya, ya que muchos asentamientos importantes fueron abandonados y aparecieron nuevos -sobre todo monumentos con textos históricos- supervivientes como Tikal. La Acrópolis del Norte se convirtió en una necrópolis para los reyes de Tikal, mientras que la Gran Plaza situada enfrente fue el centro de la ciudad de la era clásica. Las altas pirámides, algunas de ellas sepulcros reales, construidas durante el siglo VII, dieron un perfil espectacular a la ciudad. En el lado sur de la Gran Plaza se encontraba el principal palacio real, la Acrópolis central, una densa concentración de cámaras y patios cerrados que constantemente se modificaban. Estaba unido a otros grandes complejos -probablemente residencias de familias nobles- que formaban un anillo alrededor del núcleo interior. A más distancia, la ciudad se hallaba circundada por terraplenes formados por una zanja rodeada por una muralla de desechos apisonados que se prolongaba unos 25 km. Aunque el diseño es abiertamente defensivo, hay muchos huecos y carece de muralla en el sur. Es evidente que el sistema se comenzó en un momento de necesidad, pero se dejó sin terminar. Las inscripciones en monumentos de piedra caliza y en detalles arquitectónicos son comunes, pero no se pudieron interpretar hasta las décadas de 1970 y 1980. Gracias a ello, hoy ya es posible reconstruir la historia de Tikal y establecer conexiones importantes con los vestigios arqueológicos. Ahora podemos ubicar los orígenes de la dinastía de la era clásica en un momento del año 100 d.C., cuando ésta fue inaugurada por su fundador, Yax Ehb Xook, soberano celebrado por al menos veintiocho descendientes reales. Apenas se conoce nada de los primeros reyes, pero durante el gobierno del decimocuarto, Chak Tok Ich'aak, hubo importantes contactos con la lejana potencia de Teotihuacán en México central. Varias inscripciones, referentes a un día en 378, mencionan la llegada de alguien llamado Sihyaj K'ahk' y la muerte de Chak Tok Ichàak. Estos sucesos parecen representar el derrocamiento del régimen existente en Tikal. Un año más tarde un nuevo rey asumió el poder bajo los auspicios de Sihyaj K'ahk' y los dos caudillos fueron representados con atuendo característico del México central, De esta misma época se hallaron numerosos objetos artísticos y útiles al estilo de Teotihuacán. El padre de este decimoquinto rey de Tikal tenía un nombre con fuertes afinidades teotihuacanas y puede que fuera soberano de aquella gran ciudad.


Estos sucesos llevaron a casi dos siglos de prosperidad y aparente dominio regional por parte de Tikal. No obstante, la ciudad no carecía de rivales en los otros reinos mayas, y en 562, el vigésimo primer rey, Wak Chan K'awiil, sufrió una gran derrota. El principal beneficiario y probable causante fue el misterioso reino de la Serpiente, cuya capital parece haber sido Dzibanche hasta el siglo VII, momento en que pasó a serlo Calakmul, A continuación, tuvo lugar una larga lucha durante la cual Tikal pretendió recuperar su posición. El éxito llegó finalmente bajo el reinado del vigésimo sexto rey, Jasaw Chan K'awiil, quien venció a Calakmul en 695. Siguió una nueva edad de oro con el hijo de Jasaw, Yik'in Chan K'awiil, quien derrocó a dos de los principales aliados de Calakmul -El Perú en 743 y Naranjo en 744- y capturó a los dos reyes enemigos. No obstante, en el plazo de una generación o dos, Tikal empezó a decaer de nuevo, aunque esta vez como parte de un declive regional que alcanzó su punto álgido a principios del siglo IX. Después, la población disminuyó rápidamente y toda construcción de edificios y monumentos cesó. La actividad sólo prosiguió en asentamientos más pequeños y periféricos, cuyos caudillos levantaron raquíticas estelas y reivindicaron los mismos títulos reales que el linaje de Tikal. Tras un largo intervalo, en 869 se inauguró el último monumento en la Gran Plaza de Tikal, pero para entonces el lugar estaba en estado terminal y hacia el año 900 fue abandonado, con la excepción de unas pocas familias ocupantes. Hoy Tikal está situada dentro de un pequeño parque nacional y constituye una atracción para el turismo regional. El tiempo dirá si los visitantes y los ingresos que aporta pueden salvar la selva tropical de los alrededores, pero los indicios no son buenos. Acosada por la tala y el despeje de tierras, la gran reserva natural del norte de Guatemala está desapareciendo de forma acelerada. Es posible que las sierras eléctricas estén demasiado alejadas para poder oírlas, pero cuando una inoportuna brisa atrapa la nube de destrucción, el polvo puede cubrir todo el yacimiento. (Simon Martin)


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