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Delfin Biodiversidad: Australia y Japón:
[Las aguas de Australia y Japón son las más ricas en biodiversidad] Los mares más ricos en variedad de vida son los que rodean Australia, Japón y China, por este orden, así como el Mediterráneo y el golfo de México. Algunos de estos mares son también los más amenazados en su biodiversidad, empezando por el Mediterráneo, seguido del golfo de México, ahora afectado por el vertido de un pozo petrolífero; China, el mar Báltico y el Caribe. Esto es lo que han encontrado los científicos del Censo de la Vida Marina en su nuevo inventario del número de especies distintas en 25 áreas oceánicas importantes biológicamente. Este número oscila entre las 33.000 especies de Australia y Japón y las poco más de 2.600 de la costa oeste de Canadá. Mientras que se han dedicado muchos esfuerzos a inventariar la biodiversidad terrestre, la marina tiene todavía grandes lagunas. Ahora, los científicos del censo, un proyecto internacional que cumple 10 años, publican los datos más completos hasta la fecha, en 12 artículos en la revista Plos one. Por primera vez se presenta un panorama general de los habitantes del mar, útil para conocer las amenazas que les acechan y para poder calibrar cómo afectan a la biodiversidad fenómenos como el cambio climático. "Hemos recopilado toda la información que estaba dispersa o no disponible excepto localmente. El censo ha hecho una contribución enorme al transformar el caos en orden. Toda esta información antes dispersa está ahora revisada, analizada y presentada en una colección de artículos en una revista de acceso libre", explica Patricia Liloslavich, de la Universidad Simón Bolívar (Venezuela). El pez más común de los océanos ha resultado ser la víbora marina, de fiero aspecto, que vive a gran profundidad (a más de 1.000 metros). Es conocido desde 1801, su nombre científico es Chauliodus sloani, y se ha encontrado en un cuarto de las zonas estudiadas. La gran variabilidad en la biodiversidad hallada en distintas zonas indica que los datos sobre una no se pueden extrapolar a otras zonas. El número de endemismos (especies que solo existen en una zona), indica su vulnerabilidad. Las aguas más ricas en especies endémicas son generalmente las más aisladas, como las de Nueva Zelanda y la Antártida, donde éstas representan la mitad del total de especies. En Australia y Sudáfrica esta proporción se reduce a la cuarta parte. En el Mediterráneo, la sobreexplotación, la pérdida de hábitat, la contaminación, la llegada de especies invasoras o el aumento de temperaturas debido al cambio climático son algunas de las amenazas más visibles, según el trabajo sobre este mar, coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España. "Probablemente estas amenazas crecerán en un futuro, especialmente las asociadas al cambio climático y la degradación de hábitat", explica Marta Coll, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y coordinadora del estudio. Los crustáceos son, de media, la superclase de especies más presente en los océanos, seguidos por moluscos y peces. Les siguen los diminutos protozoos, las algas (la mayor parte también de muy pequeño tamaño), los anélidos, los cnidarios (como las anémonas), los platelmintos (gusanos), los equinodermos (como las estrellas de mar y los erizos), poríferos (como las esponjas), briozoos (los animales musgo) y los tunicados (como los surtidores marinos). El resto son otros invertebrados y vertebrados. El escaso 2% correspondiente a la categoría de otros vertebrados incluye las ballenas, los leones marinos, las aves marinas, las tortugas y las morsas. Así, algunos de los animales marinos más conocidos representan muy poco en el panorama de la biodiversidad marina. (Malen Ruiz de Elvira, 03/08/2010)


Biodiversidad: Censo de la Vida Marina:
Una década de descubrimientos oceanográficos de la comunidad científica mundial se está presentando en Londres desde hoy con motivo de la clausura del primer Censo de la Vida Marina, un macroprograma de exploración en el que han participado 2.700 investigadores de más de 80 países, entre ellos España. Quizás el resultado más importante es la base de datos conseguida sobre la diversidad, distribución y abundancia de todo tipo de especies en los diversos escenarios de los mares: de los microbios a las ballenas, de los polos a los trópicos, de las playas a las profundidades abisales. Un retrato que, como señalan los científicos participantes, establece una referencia imprescindible para detectar los cambios que se produzcan en este siglo. Conseguimos superar las dudas iniciales sobre que fuera posible hacer un censo, así como las dificultades extremas que plantea la naturaleza", declara Ian Poiner, presidente del comité científico del programa. "La edad del descubrimiento continúa. Este viaje cooperativo internacional del siglo 21 ha definido sistemáticamente por vez primera tanto el océano conocido como el vasto e inexplorado todavía desconocido". Poiner, australiano, recuerda: "Todos somos ciudadanos del mar. Toda la vida en la superficie terrestre depende de la vida oceánica, que proporciona la mitad de nuestro oxígeno, gran parte de nuestros alimentos y regula el clima. El Censo de la Vida Marina, cuya continuación se debate desde hoy en Londres, ha encontrado una inmensa e imprevista maraña de especies, una gran biodiversidad, que aumentó el cálculo de las especies marinas conocidas desde alrededor de 230.000 hasta casi 250.000, aunque el número total estimado es de un millón. También ha documentado las alteraciones en poblaciones y hábitats debidas a la acción del hombre. Según uno de sus fundadores, Jesse Ausubel: "El censo encontró océanos cada vez más llenos por el comercio y cada vez más transparente debido a la tecnología (...). Documentó un océano en cambio, más afectado por los humanos y sin embargo menos explorado de lo que creíamos". Entre los millones de especimenes obtenidos en aguas conocidas y en otras rara vez exploradas, durante el censo se encontraron más de 6.000 especies posiblemente nuevas, de las cuales se describieron más de 1.200. También se descubrió que las especies extrañas son comunes. La historia del censo es la de una idea que ve llegado su tiempo. En la década de los noventa, algunos de los mejores científicos marinos, liderados por los estadounidenses Fred Grassle y Ausubel, expresaron su inquietud acerca del escaso conocimiento que tiene la humanidad sobre lo que vive en los océanos, lo que hace difícil darse cuenta de los cambios debidos, por ejemplo, al calentamiento global. Con el tiempo, se desarrollaron 17 programas en el que han participado 670 instituciones públicas y privadas, con un coste total de 650 millones de dólares. La estrategia, acordada en 2000, fue hacer durante 10 años un censo de ámbito mundial para evaluar y explicar la diversidad, distribución y abundancia de la vida marina. Los fundadores organizaron el censo en torno a tres grandes preguntas: ¿Qué vivía en los océanos? ¿Qué vive en los océanos? ¿Qué vivirá en los océanos? Diseñaron un programa para descubrir los límites del conocimiento sobre la vida marina y acordaron emitir un informe en el año 2010. Hurgando en archivos, organizando más de 540 expediciones en todos los reinos oceánicos y asociándose con otras organizaciones y otros programas, los 2.700 científicos de más de 80 países que conforman la comunidad del Censo reunieron, aumentaron y organizaron los conocimientos sobre la vida en los océanos. Establecieron puntos de referencia para medir los cambios en la vida marina después de cambios naturales y acciones humanas. Con igual grado de importancia, el censo delineó sistemáticamente por primera vez el desconocido océano. Actualmente, muchos libros, documentos, sitios web, videos, películas, mapas y bases de datos conforman el censo y dan cuenta de él. (M.L.E., 04/10/2010)

 
 
Benijo - Anaga Benijo - Anaga Vieja entre rocas Roque - Garachico
       

 

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