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Logo Orange Hommer Blas de Lezo:

" Blas de Lezo y Olavarrieta (Pasajes, Guipúzcoa, 1687 - Cartagena de Indias, 7 de septiembre de 1741), almirante español, uno de los mejores estrategas de la historia de la Armada Española. Conocido como "Patapalo". Gran héroe español, formado como marino en la armada francesa, ingresó en 1701 como guardiamarina y en 1704 combatió en la Guerra de Sucesión Española española como tripulante de la escuadra francesa que se enfrentó a las fuerzas combinadas de Inglaterra y Países Bajos en la batalla librada frente a Vélez Málaga. Allí perdió Lezo la pierna izquierda. Ascendido a alférez de navío, asistió al socorro de Peñíscola y de Palermo en Sicilia; estos y otros méritos le valieron un nuevo ascenso a teniente de navío. Tomó parte en la defensa del Castillo de Santa Catalina en Tolón, donde perdió el ojo izquierdo. Ostentó el mando de diversos convoyes que llevaban socorros a Felipe V, burlando la vigilancia inglesa sobre la costa catalana. En 1711 sirvió en la Armada a las órdenes de Andrés Pez. En 1713 ascendió a capitán de navío y en 1714 perdió el brazo derecho en el segundo sitio de Barcelona. En esa época, y al mando de una fragata, apresó once navíos británicos, entre ellos el emblemático Stanhope, buque muy bien armado y pertrechado. Terminada la Guerra de Sucesión, se le confió el buque insignia Lanfranco y con él el mando de la escuadra y el generalato del Mar del Sur el 16 de febrero de 1723. En este cometido limpió de piratas y corsarios ingleses y neerlandeses las costas del Pacífico, llegando a apresar doce barcos. Contrajo matrimonio en el Perú en 1725. En 1730 regresó a España y fue ascendido a jefe de la escuadra naval del Mediterráneo; con este cargo marchó a la República de Genova para reclamar el pago de los dos millones de pesos pertenecientes a España que se hallaban retenidos en el Banco de San Jorge, lo que consiguió, además de un homenaje a la bandera española, bajo la amenaza de bombardear la ciudad. En 1732, y a bordo del Santiago, mandó una expedición a Orán con 54 buques y 30.000 hombres y rindió la ciudad, si bien Bay Hassan logró reunir tropas y sitiarla; Lezo retornó en su socorro con seis navios y 5.000 hombres y logró ahuyentar al pirata argelino, tras reñida lucha. No contento con esto, persiguió su nave capitana de 60 cañones, que se refugió en la bahía de Mostagán, baluarte defendido por dos castillos fortificados y 4.000 moros. Ello no arredró a Lezo, que entró tras la nave argelina despreciando el fuego de los fuertes, incendiándola y causando además grave ruina a los castillos. Patrulló después durante meses aquellos mares impidiendo que los argelinos recibieran refuerzos de Estambul, hasta que una epidemia le forzó a regresar a Cádiz. En 1734 el rey le promovió a teniente general de la Armada. Regresó a América con los navíos Fuerte y Conquistador en 1737 como comandante general de Cartagena de Indias, plaza que tuvo que defender, durante la llamada (por los ingleses) Guerra de la oreja de Jenkins, de los ataques del almirante inglés Edward Vernon. La flota inglesa, una de la más grandes que ha surcado los mares (2000 cañones dispuestos en 186 barcos, entre navíos de guerra, fragatas, brulotes y buques de transporte y 23.600 combatientes entre marinos, soldados y esclavos negros macheteros de Jamaica, más 4.000 reclutas de Virginia bajo las órdenes de Lawrence Washington, medio hermano del futuro libertador George Washington), superaba en más de 60 navios a la Gran Armada de Felipe II. Para hacerse idea del mérito estratégico de la derrota, baste decir que las defensas de Cartagena no pasaban de 3.000 hombres entre tropa regular, milicianos, 600 indios flecheros traídos del interior, más la marinería y tropa de desembarco de los seis únicos navíos de guerra de los que disponía la ciudad: el Galicia que era la nave Capitana, el San Felipe, el San Carlos, el Africa el Dragón y el Conquistador. Blas de Lezo, sin embargo, contaba con la experiencia de 22 batallas. Fue una gran victoria con una enorme desproporción entre los dos bandos. Tan colosal derrota aseguró el dominio español de los mares durante medio siglo más hasta que lo perdió en Trafalgar. Pero el heroe resultó herido de muerte, falleciendo en dicha ciudad. Sus restos no recibieron sepultura. Su memoria es honrada por la Armada Española, que ha bautizado varios barcos con su nombre desde entonces, siendo el último una fragata de la clase F-100, la F-103 - "Blas de Lezo". Sin embargo, aunque las proezas de Blas de Lezo esten a la altura de los más grandes heroes de la historia, es un personaje olvidado al que habría que recordar.

 

 

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