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El pirata Barbanegra:
Los orígenes de Edward Teach, más conocido como "Barbanegra" son oscuros. Al parecer, era oriundo de Jamaica, donde habría nacido a finales del siglo XVII. Su familia pertenecía a una clase media-baja, y un hermano suyo servía a la Corona inglesa como oficial de artillería. La primera referencia fideligna sobre Teach data de 1713, al finalizar la Guerra de Sucesión española. El futuro Barbanegra, que ha sido corsario durante la guerra al servicio de Inglaterra, se convierte en pirata, poniéndose a las órdenes del filibustero Hornigold, que no tarda en darle un barco propio, el "Venganza de la Reina Ana". En 1716 Hornigold se acoge a una amnistía promulgada por Jorge I, con la cual se concede el perdón a todos los piratas que quieran someterse a la autoridad legal. Teach, ya "Barbanegra", empieza a forjar la leyenda que lo convertirá en el "Terror de los mares". Transcribiendo la tradición popular, Robert de la Croix lo describe del siguiente modo: "Es un hombre inmenso, ancho de hombros y de una extraordinaria fuerza. Sus ojos son brillantes. Su rostro, colorado, está encuadrado por una barba negra que cae sobre su pecho y sube hasta sus ojos. Es tan espesa que la lleva dividida en pequeñas trenzas, atadas con cintas de colores. Va vestido de rojo. Empuña un enorme sable y una fila de pistolas atraviesa su pecho. Su sombrero está adornado de hachones encendidos. Cuando lucha vocifera, ruge, grita, ríe, lanza injurias. Asusta tanto a sus adversarios que presa de miedo se entregan" Rafael Abella, en cambio, nos presenta una visión muy diferente de Barbanegra. Para él, se trataba de un personaje de escaso valor que no hacía acto de presencia en los combates, a quien repugnaba contemplar los tormentos que había ordenado, prefiriendo pasar el tiempo jugueteando con sus tesoros. Sea como fuere, lo cierto es que se trata de un hábil marino y un hombre astuto. Hace circular la leyenda de que ha firmado un pacto con el Diablo, vendiendo su alma para convertirse en un demonio del mar. Cuentan que el mismo Satanás circula de noche por su barco, desapareciendo con el primer rayo de sol... Su marco de acción abarca ahora las Bahamas, con ataques esporádicos tanto a las costas de Honduras como a las de Virginia o Carolina, cebándose, especialmente, en los barcos del puerto de Charleston. Su base se encuentra en Carolina del Norte, donde ha llegado a un acuerdo con el gobernador, Charles Eden, gracias a lo cual puede reabastecerse, carenar sus naves y vender el botín. En agosto de 1717 Barbanegra se alía con el "Mayor" Stede Bonnet, un pirata novato. Sobre este asociado de Barbanegra hay una gran controversia: al parecer era un rico plantador de Barbados, que antaño había servido en el ejército como oficial de infantería. Un día compró un barco, (el Venganza), reclutó una tripulación y se lanzó al mar ¿Por qué? Según un historiador del siglo XIX llamado Johnson, tomó dicha decisión... ¡huyendo de su mujer! (Un ilustrador de una edición popular, consagrada a los piratas, lo representa huyendo de su casa bajo una auténtica abalancha de vajilla rota que le lanza su esposa). Sin embargo, para Rafael Abella, Bonnet era un desequilibrado mental que disfrutaba lanzando prisioneros por la borda y contemplando cómo eran devorados por los tiburones. Otra autoridad sobre los piratas, Robert de la Croix, afirma que Bonnet era un Quijote, un romántico, un hombre embriagado con las narraciones de los piratas que soñaba con emularlos. Sea como fuere, Bonnet es un hombre de carácter débil, al cual Barbanegra maneja a su antojo, y al que termina robando su parte de botín (y de paso los víveres y las municiones) para refugiarse en carolina del Norte, donde el gobernador Eden le concede la amnistía de Jorge I. Respecto al botín que trae consigo... tiene la desfachatez de jurar haberlo encontrado en un barco que navegaba a la deriva. Una comisión termina decretando que dicho barco pertenecía a España, nación en ese momento nuevamente en guerra con Inglaterra. De este modo Barbanegra consigue hacerse legalmente con el producto de sus saqueos, tras pagar, por supuesto, una parte a Eden en concepto de "contribución al Tesoro Real". Teach se convierte en un "honesto" capitán mercante. Compra una propiedad y se casa (lo cual, por otra parte, tampoco es una novedad, ya lo había hecho con anterioridad: 14 veces, según Abella; 12, según De La Croix) Barbanegra se embarca de nuevo. Teóricamente, se dedica a traficar en los archipiélagos del Golfo de México. En realidad sigue dedicándose a la piratería, pero con mayor discreción: ahora se preocupa en no dejar supervivientes y hunde los barcos una vez saqueados. A mediados de 1718 decide cambiar el marco de sus actividades. Fleta una balandra y remonta el río James, en el estado de Virginia, saqueando y extorsionando a los plantadores de algodón. Por desgracia para él el gobernador de Virginia, Spotswood, no es Eden, y ordena que dos fragatas, la "Pearl" y la "Lyme" lo esperen en la desembocadura del río James. Barbanegra, al parecer, se ha metido en una trampa... Sin embargo Barbanegra ha sido prevenido de la acción por su siempre fiel Eden, y se refugia en la cercana bahía de Ocracoke, en la que, por su poca profundidad, embarrancarían irremediablemente las naves que intentaran seguirlo. Pese a todo ello, la mala suerte persigue al pirata: El teniente de navío Maynard apareja el 17 de Noviembre una balandra muy similar a la suya, con intención de remontar el James en su busca, encontrándose casi por casualidad con Barbanegra el 20 de Noviembre. Barbanegra murió como había vivido; envuelto en un aura de leyenda. Al parecer, se enfrentó en mitad del abordaje con el teniente Maynard, que finalmente logró abatirle. Se le contaron al cadáver veinticinco heridas de sable y cuatro de pistola. Cuando cayó, los nueve piratas que aún seguían en pie se rindieron en el acto. Cuando Maynard entró en el puerto de Bathtown, llevaba colgando del bauprés, a modo de mascarón, la cabeza cortada del pirata. Todas las cintas de su barba eran rojas.


El castigo legal de la piratería y el contrabando:
Normalmente, al pirata capturado se le ahorca, siguiendo la tradicional ley del mar. Si tiene suerte, no obstante, puede ser condenado a cadena perpetua, en la flota de galeras de Cartagena de Indias. Se considera contrabandista a cualquier comerciante que no posea la correspondiente licencia de la Casa de Contratación. Suele ser castigado con la confiscación de la carga, más pago de una multa, aunque en circunstancias especiales puede ser condenado a sanciones más graves, incluso a pena de muerte. Poco importa que el reo sea súbdito de la corona española o extranjero, el castigo, incluso si se trata de la pena capital, se ejecuta en las Indias y lo antes posible. (15) (15) El súbdito español que es sorprendido comerciando con contrabandistas puede ser condenado a muerte, siendoles confiscados todos sus bienes, según las reales cédulas del 14/1/1724 y 30/4/1730. esta ley se suavizaría con la Real Orden de 17/7/1799 a seis años de prisión y trabajos forzados. El caso se complica si el pirata o contrabandista capturado es un hereje (inglés u holandés). En ese caso, puede ser acusado de hacer proselitismo de su fe, y condenado a la hoguera por el Tribunal de la Inquisición. Dicho tribunal se encarga igualmente de aquellos que comercian con contrabandistas herejes, ya que se considera que sus actividades contribuyen al desarrollo de la herejía, y por consiguiente al debilitamiento de la Verdadera Fe.

Los Corsarios Españoles:
En 1670 la Corona Española se ve obligada a reconocer la posesión de los territorios ocupados por Inglaterra en América, y (lo que es más grave) el derecho inglés de navegar hasta ellos. Como contrapartida, se crea un nuevo servicio de buques guardacostas, encargado de reprimir el contrabando extranjero. La mayor parte de estos guardacostas son particulares, que cobran a razón de las presas conseguidas. Se reclutan marineros principalmente en el Caribe, sobretodo en el puerto de la Habana. Esta acción se complementa, en 1674, con la concesión de patentes de Corso a los súbditos españoles que lo soliciten. Los guardacostas españoles (Corsarios en tiempo de guerra) detenían a cualquier nave extranjera que consiguieran abordar, considerando a sus tripulantes contrabandistas si llevaban en su carga productos coloniales (palo de tinte, cacao, índigo). Prestaron sus servicios hasta 1750, fecha en la que España se comprometió a no inspeccionar buques ingleses en alta mar, mientras que Inglaterra renunciaba, a su vez, al asiento de negros y al navío de permiso (ver nota 13). Notas: (15): Según Real Cédula de 22 de Abril de 1796: "... que los estrangeros por contravandistas u otros delitos sean castigados aquí o con pena capital u otra moderada que merezcan y nunca se remitan a España para escusar los recuerdos que hacen a sus embaxadores, y necesidad de dejar impunidos estos delinquentes..." (Concepción García-Gallo, "Notas a la Recopilación de leyes de Indias") No somos ni criminales ni asesinos. Somos hombres libres y cristianos. (Misson)


Piratería atlántica durante los siglos XVI y XVII:
Una cadena de oro o una pata de palo. Ocurra lo que ocurra estamos contigo (Juramento de los piratas a su jefe) La primera acción oficial contra los piratas de la ruta americana (y el reconocimiento implícito de su existencia) se produce en 1507, cuando Fernando el Católico envía dos carabelas con objeto de proteger las naves en ruta hacia Sevilla. La primera acción pirata importante, sin embargo, no se produce hasta 1521, cuando parte del botín de la conquista de Nueva España (antes llamado Aztlán, México) es capturado en las cercanías de las islas Azores por un corsario francés. Esto obliga a los comerciantes de Sevilla a financiar una escuadra que proteja dichas aguas... empujando la piratería al más desprotegido mar Caribe. Bucaneros, Filibusteros y Corsarios A la palabra de origen latino "pirata" no tardan en sumársele otras, adscritas únicamente al continente americano, y que no siempre son sinónimos de la primera: Bucaneros: En un principio colonos de diferentes nacionalidades que se instalaron a principios del siglo XVII en la zona oeste de la isla Española. Su principal medio de subsistencia consistía en la caza de puercos cimarrones (cerdos salvajes). Vendían la carne, ahumada y asada a la barbacoa (boucan) a los navíos que recalaban en la isla. Los españoles los expulsaron de las islas Española y Tortuga, con el único resultado de que los hicieron organizarse y reconquistar ésta última isla, instalándose definitivamente allí. La muy hábil Corona intentó entonces imponerles un bloqueo económico, obligándoles a convertirse en marinos, primero para encontrar mercados con los que comerciar, luego para dar el paso lógico y hacerse piratas. Los bucaneros admitían en términos de igualdad a gentes de toda raza o condición, juramentados entre sí para defenderse y cuidarse mutuamente. Por extensión, llegó a denominarse con este nombre a todos los los piratas que tenían su base en la isla Tortuga. Filibusteros: Nombre de orígen inglés, aunque de oscuro significado, (1) , con el cual se designaba (en general) a los piratas del mar de las Antillas en el siglo XVII, en especial ingleses y holandeses.Los Filibusteros solían atacar sobre todo poblaciones costeras, y muy raramente a barcos, al contrario que sus hermanos Bucaneros Bucaneros y Filibusteros se organizaron en la llamada "Confederación de los Hermanos de la Costa" (2) Corsarios: Se trataba de particulares que, en tiempo de guerra, solicitaban a su gobierno una "patente de corso", que les autorizaba a hacer una guerra privada contra los súbditos de las potencias enemigas, pudiendo enriquecerse con el botín capturado a éstos últimos. Los numerosos conflictos internacionales de España en Europa, y la vunerabilidad de la ruta trasatlántica hicieron que se multiplicaran con rapidez. Etapas de la piratería americana Podemos distinguir unas etapas muy diferenciadas de la piratería en este período, según el marco geográfico de sus actividades y sus protagonistas: 1507-1525: En un principio el marco de la piratería atlántica se encuentra en el Atlántico Oriental, ante el cabo de San Vicente y los puertos de Andalucía. Posteriormente la zona de operaciones se traslada a las cercanías de las Azores. Estos piratas son casi exclusivamente franceses, y terminan siendo expulsados de esas aguas por las flotas castellanas. 1526-1540: El marco geográfico de la piratería se traslada al mar Caribe, cerca de la Florida, ruta obligada de los buques castellanos en su viaje de regreso. Los españoles organizan entonces la navegación atlántica en convoyes, fuertemente escoltados por galeones pesadamente armados. 1541-1560: Al organizarse la navegación en convoyes, los piratas no podían más que atacar algún barco aislado, lo cual proporcionaba escasos beneficios. La principal fuente de ingresos de los piratas pasa a ser el saqueo de las ciudades costeras, normalmente poco defendidas. Como consecuencia de ello, las ciudades importantes empiezan a fortificarse. 1561-1590: Entran en escena buques ingleses, corsarios y contrabandistas. Apoyados más o menos directamente por Inglaterra su propósito es, aparte de enriquecerse, dañar en lo posible la economía española. Para contrarrestarlos deben crearse patrullas guardacostas, cómo las "Galeras de Cartagena" (1582) 1591-1630: De los astilleros holandeses surge el "Filibote", que se convierte en el barco favorito de los piratas americanos e incluso les da el nombre (filibusteros). Con este barco se produce la intrusión holandesa en el caribe. Los piratas se organizan, a la manera de los Corsarios, para mejor coordinar sus acciones. 1631-1651: Francia, Holanda e Inglaterra reconvierten los asentamientos piratas del Caribe en colonias dependientes de la metrópoli respectiva, dándoles un gobernador y un marco legal para seguir realizando sus actividades. Igualmente se llevan a cabo iniciativas para ocupar nuevos territorios. El Caribe deja de ser un mar español. Pese a todo, se crea la Armada de Barlovento (1641) que opera en el Caribe Oriental, en un intento de salvar lo insalvable. 1652-1667: Ingleses y Holandeses se disputan el dominio del Caribe. La gran vencedora será Inglaterra, que ya en 1655 logra ocupar Jamaica y bloquear las costas del sur de España. 1668-1700: Se producen tímidos intentos por parte de la metrópoli para recuperar la situación, como la autorización al corso español en 1674. El comercio interprovincial indiano se encuentra arruinado por completo, por culpa de los piratas y contrabandistas. A raíz de la Guerra de Sucesión el control del comercio exterior queda en manos de Francia. 1713: Paz de Utrech: Inglaterra, Francia y Holanda se comprometen a respetar la libertad de comercio entre ellas. Es el fin del filibusterismo. La piratería se traslada a las colonias inglesas. El por qué de la piratería americana Los piratas del Caribe de los siglos XVI-XVII nunca tuvieron, pese a su organización, suficiente fuerza para enfrentarse a un ejército organizado o a una flota de guerra. Su mera existencia en las Antillas era para Europa la prueba latente de la debilidad de las defensas indianas. Esto impulsó a las naciones rivales de España a usarlos como trampolín para asentar su influencia en la zona. Directamente respaldados por sus respectivas potencias, los corsarios franceses e ingleses intentaron conquistar y defender unos puertos clave en el Caribe y en el istmo de Panamá, que les permitieran dislocar el sistema indiano de comunicaciones, privando a la corona española de su más importante fuente de ingresos, y abriendo las Indias a la explotación económica de sus respectivas metrópolis. Sin embargo, no se produjo ningún asentamiento corsario permanente hasta 1630 (3) (3). Notas: (1): La palabra "Filibustero" parece venir, bien como degeneración de la palabra inglesa Freebooter (Merodeador), bien como denominación de los tripulantes del Fly-Boat holandés (llamado "Filibote" por los españoles). Era una embarcación de dos palos parecida a la Urca, diseñada por los holandeses a finales del siglo XVI, y que se convirtió pronto en la embarcación favorita de piratas y contrabandistas, por su rapidez y facilidad de maniobra. (2): En la práctica, Filibusteros y Bucaneros llegaron a fusionarse, adoptando los primeros muchas de las leyes fraternales de los segundos. (3): Los bucaneros del oeste de la isla Española (hoy Tahití)

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