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Isla de Gozo: Civilización milenaria: Malta, bajo el viento del Siroco. De sus múltiples invasores a lo largo de la historia ha quedado un país de contrastes y una cultura diversa, abierta y hospitalaria; de su territorio invadido cien veces el orgullo de haber estado habitada 5.200 años antes de nuestra era. A 93 km al sur de Sicilia y a 288 km del norte de África (Túnez), se asienta Malta, un pequeño país formado por un diminuto archipiélago compuesto por cinco islas. Con un paisaje seco, ondulado y azotado en ocasiones por el viento del Siroco, este rincón del Mediterráneo ha sabido conservar el legado de sus múltiples invasores, haciendo de su historia un reclamo. Muchos de aquellos que un día llegaron para ocupar las tierras, se instalaron en este singular paraíso para disfrutar de todos y cada uno de sus encantos, contribuyendo también a su crecimiento y enriquecimiento. Todavía hoy, el país ofrece mezclas de diferentes estilos y bellos paisajes: de la fortaleza color ocre de la Orden de los Caballeros Hospitalarios, a las cabinas telefónicas rojas (tipo british); y de los luzzi (barcos de pesca multicolores) a los fondos cristalinos de la laguna azul que ofrece la pequeña isla de Comino. Sin duda alguna, con sus megalitos, sus mazmorras medievales y la cueva de Calipso, las islas maltesas son míticas. Las sinuosas y estrechas callejuelas de sus pueblos y ciudades serpentean entre multitud de catedrales renacentistas y palacios barrocos. El entorno natural de las islas posee las estructuras construidas por el hombre más antiguas de todo el mundo, por lo que han sido descritas acertadamente como un museo al aire libre. Malta es la isla más grande y el centro cultural, comercial y administrativo; por su parte Gozo es la segunda isla en importancia de este pequeño archipiélago maltés y de un carácter más rural. Se trata de un enclave estratégico codiciado por los pueblos que a lo largo de la historia poblaron el Mare Nostrum. A lo largo de su vida ha recibido, desde el año 4000 a. d. Cristo, la visita de varias civilizaciones que han dejado su huella tanto entre sus habitantes como en muchos de los pequeños pueblos. Así, los fenicios, romanos, bizantinos, árabes, normandos, aragoneses, franceses bajo el mandato de Napoleón Bonaparte y, finalmente, británicos, conquistaron y gobernaron la isla hasta que obtuvo la independencia en 1964, junto con el resto del territorio maltés. Se trata pues de una isla pequeña, ya que sólo tiene 67 km² y, aunque es menos importante históricamente que la vecina isla de Malta, sus fantásticas formaciones rocosas, ruinas prehistóricas, y sus valores tradicionales, le otorgan una gran fuerza a todos los niveles. Aquí la gente viene a descubrir senderos sobre acantilados, hermosas bahías, pueblos pesqueros, flores salvajes, iglesias barrocas..., pero sobre todo, encuentran en ella una paz y una tranquilidad únicas, un ejemplo son algunos de sus balnearios, como es el Kempinski & Spa donde podemos abandonarnos a su profesionalidad para “dejarnos querer”. Otros lugares que podremos visitar son la capital, Victoria, con su Ciudadela, el castillo, o lo que los griegos llamaban Acrópolis, donde también se encuentra la Catedral. En Xaghra, que es la población más importante de esta isla después de Victoria, se halla la Iglesia parroquial más bonita de Malta, ubicada en lo que puede ser considerado como la plaza más pintoresca de Gozo. Además en este lugar se encuentra un viejo molino de viento que antaño se utilizó para moler el grano, y que hoy se ha convertido en un pequeño museo. Merece la pena visitar los templos de Ggantija que son Patrimonio de la Humanidad, así como las edificaciones más antiguas del mundo fechadas en 3500 a. d. C. La gruta de Calypso constituye un laberinto de cuevas al que se refirió el poeta Homero en su épica La odisea.
[Costa y fondos:] Disfrutar de una estancia en Victoria, para deambular durante horas por sus callejuelas y mercados, o entrar en las pequeñas iglesias de color ocre y charlar con las encajeras delante de sus puertas, sería otra buena opción para no aburrirse en esta simpática isla. Porque en Gozo uno tiene todo el tiempo del mundo. Una buena manera de poder conocerla a fondo y descubrir todos y cada uno de sus encantos es alquilando una moto, de tipo escúter, o una bicicleta, ya que las distancias aquí son mínimas. También cabe la posibilidad de alquilar un barco en Malta ya que los precios son muy competitivos. Como hemos dicho, esta isla goza de unas aguas azules puras y cristalinas, como la de la playa de Marsalforn, que es una delicia poder contemplarla. El pueblecito de Xlendi es un adorable pequeño y tranquilo puerto de pesca, salvo en verano, que también merece una visita. Aquí se realizan cursos de iniciación al buceo e inmersiones marinas para descubrir algunas grutas subterráneas. Los fondos marinos de este lugar están repletos de yacimientos arqueológicos que sugieren que Gozo pudo haber sido la ciudad perdida de la Atlántida. Uno de los más misteriosos descubrimientos fue el arco de entrada que dirigía hacia unos baños, del cual se cree que formaba parte de un canal de agua que terminaba en una presa. Pero, además, estas islas ofrecen unas infraestructuras bien desarrolladas para los buceadores, con más de 40 puntos de interés alrededor del archipiélago. La mayoría de centros y clubes de buceo alquilan equipos completos para la práctica de este bonito deporte. Frente a Gozo se encuentra Comino, que es una islita de sólo 2,6 km², ideal para bucear y darse un baño en sus aguas cristalinas. Su extraordinaria laguna azul, que parece una inmensa piscina con aguas de color turquesa, no tiene nada que envidiar a los famosos y exóticos Mares del Sur, allá en la Polinesia, aunque eso si, habrá que evitar los fines de semana, sobretodo durante la temporada veraniega por aquello de la masificación de turistas y jóvenes estudiantes que llegan a estas islas para aprender inglés. Desde Sliema, en la isla de Malta, así como desde el propio puerto de Gozo, salen motoras y todo tipo de lanchas que nos permiten hacer una excursión a esta pequeña isla para pasar ahí todo el día. Pero también es posible quedarse alguna que otra noche en ella, siempre que se haya reservado el alojamiento con antelación porque los pocos hoteles que existen en Comino se llenan enseguida, para disfrutar plenamente de sus playas, como es el caso de Santa Marija o SanNiklaw. Y, si queremos sentirnos solos en el mundo, lo mejor es tomar un barco desde Gozo, por la mañana temprano, para ir a la Laguna Azul a la hora en que todo despierta en esta isla. Ya que si el paraíso existe, seguro que no está muy lejos de aquí. | Rafael Calvete
Dog Island:
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