Camino de Santiago             

 

Historia del Camino:
DESCUBRIMIENTO DE LOS RESTOS DEL APÓSTOL SANTIAGO En el bosque próximo a la residencia de S. Feliz de Sublovio de Galicia, se descubre en la primera mitad del siglo IX un sepulcro que, por la forma extraordinaria en que se presenta y por otras razones tradicionales, la tradición popular atribuyó al apóstol Santiago. Científicamente nunca se podrá demostrar que los restos encontrados corresponden a éste. Lo más que se podrá conseguir es la posibilidad de que sean o la imposibilidad. Siempre dependería de los análisis practicados. Sin embargo ello no fue óbice para que una inseguridad científica sobre esos restos diera una seguridad de aceptación popular por medio de aquellas peregrinaciones que surgían espontáneamente. Pero a partir de un fundamento histórico hay quien dice que los restos descubiertos no son de Santiago, si no del famoso heresiaca Prisciliano, pero lo único que se puede asegurar es que no hay razones firmes en contra del primero y que nadie aportó razones, ni siquiera aproximadas, en favor del segundo. VIDA Y MUERTE DEL APOSTOL Santiago el Mayor, discípulo de Cristo, al igual que su hermano San Juan, fue decapitado por Herodes Agripa hacia el año 42, según narra San Lucas, y su cuerpo fue arrojado fuera de la ciudad como pasto de los perros y de las fieras. Pero sus discípulos regresaron al lugar de noche y se llevaron el cadáver hasta el puerto de Jope, donde apareció una embarcación preparada para navegar, aunque sin tripulación, a bordo de la cual subieron el cuerpo de su maestro y se entregaron al viaje sin mayores preocupaciones. Al séptimo día de navegación, después de haber atravesado felizmente las columnas de Hércules, arribaron al puerto de Iria, en tierras gallegas. En el momento de depositar el cuerpo del maestro en una gruesa roca, a la que habían amarrado la barca, ésta cedió como si fuera de cera hasta convertirse en un sarcófago para el Santo. Llegada la noche, los discípulos se adentraron unas 12 millas en el interior hasta el lugar escogido para el enterramiento, y acudieron luego a la reina Lupa, dueña de los contornos, a la que pidieron una parcela para enterrar el cuerpo del maestro. La mujer los remitió al rey Duyo, declarado enemigo del cristianismo, quien los encarceló. Fueron liberados por un angel, y perseguidos por los hombres de Duyo. El ejército moriría ahogado al ceder milagrosamente el puente por el que intentaban cruzar el río. Volvieron los discípulos con Lupa, quien, aterrada por lo sucedido, quiso deshacerse de ellos. Los envió al monte Illicinus. Les indicó que allí encontrarían unos bueyes mansos para uncir al carro que llevaba los restos del Apostol Santiago. En realidad se trataba de toros salvajes. Al aproximarse los discípulos, les salió al encuentro un horrible dragón que aunyentaba a todos los habitantes de la comarca y que, ante su presencia, se esfumó sin dejar rastro. Acto seguido, se acercaron a los toros, animales que se olvidaron de su natural fiereza, y se dejaron uncir a la carreta sin ningún problema. Con ellos se dirigieron al palacio de la reina Lupa, provocándole tal asombro que se convirtió al cristianismo y ofreció su palacio para iglesia y sepultura del Apóstol. AYMERIC PICAUD Y EL CÓDEX CALIXTINUS Aymeric Picaud escribió hacia el año 1140 una especie de guía del Camino de Santiago, incluida en el libro V del Códex Calixtinus, también llamado "Liber Sancti Jacobi", que es considerada la primera guía turística de la historia. Incluye un pormenorizado y exacto estudio de la Ruta Jacobea, con una visión muy particular, y nada favorable por cierto de los pueblos ibéricos que atravesaba el Camino, reflejada en gran cantidad de detalles anecdóticos, descripciones de pueblos, avisos de peligros, etc., que actualmente son el mejor testimonio para el estudio de aquella etapa histórica. Picaud dividía el itinerario, a través del camino francés, en trece etapas perfectamente delimitadas, cada una de las cuales se hacía en varios días, según el ánimo de cada grupo de peregrinos, a razón de unos 35 kilómetros diarios a pie, o casi el doble si era el caballo el medio de locomoción elegido. Señala las distancias entre pueblos, los santuarios y monumentos del trayecto, e incluye observaciones sobre gastronomía, potabilidad de las aguas, carácter de las gentes y costumbres de los pueblos, así como un interesantísimo pequeño vocabulario vasco, siendo este de gran importancia, al ser el primer testimonio escrito de la lengua de Euskadi. En el año 1139 ó 1140, Aymeric Picaud lleva a Santiago el Códex Calixtinus, que él mismo escribió. Este códice fue atribuido por los monjes de Cluny al Papa Calixto II, fallecido en 1124. Descubrimiento de los restos del Apóstol según el Códex Calixtinus. Hacia el año 813, gobernando Alfonso II el Casto (789-842) en el reino astur y Carlomagno en Occidente, un ermitaño llamado Paio tuvo una revelación angélica de que iba a ser descubierto el cuerpo del Apóstol Santiago. A los pocos días, unos pastores advirtieron una luminosidad extraña sobre el arbolado del monte llamado Libredón, donde más tarde surgiría Compostela, que irradiaba de una estrella. El suceso fue comunicado al obispo de Iria Flavia, más tarde testigo del prodigio y ordenó tres días de ayuno. Comenzaron a desbrozar la maleza sobre la que brillaba la estrella y se descubrió el arca marmórea con los restos que, por una revelación divina, el obispo Teodomiro atribuyó al Apóstol Santiago. Inmediatamente se da cuenta al rey del milagroso hallazgo. El monarca acude con sus nobles y manda erigir la primera iglesia dedicada a Santiago y otras dos dedicadas al Salvador y a San Pedro y a San Pablo, respectivamente. En el lugar, y por orden real, se instala una pequeña comunidad de Agustinos que constituye el primer núcleo de lo que poco después sería Compostela. El mismo Alfonso II da cuenta del hecho a Carlomagno, y la noticia se propaga con rapidez por toda Europa. Hasta aquí la leyenda narrada y popularizada por el Liber Sancti Jacobi y que servirá de explicación al enigma que encierra el descubrimiento del cuerpo de un discípulo de Jesucristo en un confín de la Península Ibérica, en el primer tercio del siglo IX, cuando la invasión musulmana estaba prácticamente consolidada y únicamente los incipientes reinos del norte se resisten a su dominación. Evento que los investigadores más serios sitúan hacia el año 830, dentro del reinado de Alfonso II, pero ya muerto el emperador Carlomagno. Hacía falta una figura que unificase la lucha contra el enemigo común y que, a la vez, sirviese de respaldo moral a esa importante acción histórica. Así surge la figura de un Santiago que de pacífico apóstol de Cristo se convierte en guerrero que aplasta con su caballo los cuerpos de los moros y degüella sus cabezas espada en mano. Un santo que, según la tradición, presidirá las más importantes batallas de la Reconquista, ayudando a superar el complejo de inferioridad que aquejaba a los pueblos cristianos. Estos, poco a poco, van recuperando sus dominios y convierten a Compostela en el principal foco de atracción espiritual del Reino astur-leonés. Un fenómeno que, con el tiempo, sobrepasará en poder de atracción a Roma y Jerusalén, siendo el mayor centro de peregrinaciones de toda la cristiandad.

SITUACIÓN HISTÓRICA DE ESPAÑA EN EL SIGLO IX:
En el siglo IX ya se encontraba plenamente asentada en España la invasión musulmana, y comienzan a formarse los primeros núcleos de resistencia cristianos centro-pirenaicos, ya que los núcleos asturianos se habían formado en el siglo VIII, con la figura semilegendaria de Don Pelayo y su victoria en Covadonga. El núcleo asturiano. Había sido constituido territorialmente por Alfonso I, aprovechando los iniciales conflictos civiles de Al-Ándalus, se afianzó como Estado por obra de Alfonso II, Ordoño I y Alfonso III. El primero, en su largo reinado (791-842) reforzó el poder real ante los nobles, consolidó la frontera al coincidir con las rebeliones muladíes de Toledo y Córdoba, y rompió la dependencia religiosa que aún se mantenía con la sede mozárabe de toledana. El descubrimiento de los supuestos restos de Santiago en Compostela y la aparición de un sentimiento neogótico que reflejan, y posiblemente exageran, las Crónicas, completó la base ideológica del estado astur. Ordoño I y su hijo Alfonso III (866-910) dieron comienzo a una nueva etapa de expansión territorial que fue posible por la existencia de excedentes demográficos en las propias montañas cantábricas, por la llegada de fugitivos mozárabes y por la crisis del Emirato cordobés en la segunda mitad del siglo IX. Los propios monarcas alentaron la política repobladora. La justificación jurídica estaba en la idea romano-visigoda de considerar las tierras abandonadas como propiedad del estado, en este caso del monarca, quien podía disponer de ellas y autorizar a sus súbditos a ocuparlas. El sistema para llevar a cabo esta ocupación era la presura, procedimiento por el que se obtenía la propiedad de un terreno yermo por el mero hecho de roturarlo y ponerlo en cultivo. Se realizaba bien de manera individual (familias de campesinos), bien de manera colectiva (a iniciativa de nobles o monasterios). En total fueron repoblados aproximadamente unos 70.000 km2. El núcleo pirenaico. Los focos de resistencia al Islam que habían surgido en el siglo VIII en el Pirineo, dependientes del Imperio carolingio. Conocemos mal la historia del núcleo de Navarra en el siglo IX; aparece ligada a la familia Arista, que mantuvo su autonomía frente a los carolingios apoyándose en los musulmanes de Tudela y más tarde en los reyes astures, y realizó algunos avances territoriales. Una crisis dinástica a principios del siglo X motivó la sustitución de la dinastía de los Arista por la de los Jimeno, en la figura de Sancho Garcés I, que inició una política expansiva por La Rioja y la ribera de Navarra, que se vio frenada por la derrota de Valdejunquera (920). No hay tampoco muchos datos sobre la evolución de los valles del Pirineo. Aragón, vinculado a los descendientes de Aznar Galindo, prosiguió en el siglo IX la repoblación mediante presura de los valles próximos, pero no fue capaz de mantenerse independiente frente a los avances expansivos de la monarquía navarra, que acabó incorporándolo a su territorio, aunque conservó la autonomía política y la individualidad territorial. En Sobarde, Pallars y Ribagorza los carolingios mantuvieron una influencia más intensa y sólo a finales del siglo IX encontramos dinastías autónomas. Su falta de cohesión les hizo igualmente incapaces de enfrentarse al expansionismo vasco y con Sancho el Mayor quedaron unidos a Navarra. La marca hispánica formaba parte de los dominios carolingios y estaba integrada por condados independientes entre sí, aunque en ocasiones el monarca agrupaba varios bajo el mismo conde para mejor defensa del territorio. Las guerras civiles carolingias por la sucesión de Luis el Piadoso, que acabaron con el Tratado de Verdún (843), fomentaron las aspiraciones autonomistas; y la capitular de Quierçy sur Oise (877), que convirtió en hereditarios los cargos y los dominios nobiliarios en el Imperio, aceleró el proceso. Dos momentos jalonan la lenta independencia: 1. En 897 Wilfredo el Velloso, actuando como si se tratase de bienes patrimoniales, repartió entre sus hijos los condados que había reunido en su poder, aunque mantuvo unidos los de Barcelona, Girona y Vic, que desde ahora formarán el esqueleto de Cataluña. 2. A finales del siglo X, Borrell II, conde de Barcelona, que no había contado con la ayuda carolingia para hacer frente a los ataques de Al-Mansur, se proclamó, de hecho, desligado de los francos. El proceso de independencia de Cataluña fue acompañado de la ocupación efectiva del territorio hasta el Llobregat y el macizo de Montserrat. Durante el siglo IX, en las áreas próximas a la cordillera, el establecimiento de la población se hizo por aprissio, sistema similar a la presura. Así se repobló la zona alta (la Cataluña vieja) y la Plana de Vic. Desde finales del siglo IX, frenados los avances reconquistadores, cobrará mayor importancia la repoblación eclesiástica y señorial con la constitución de grandes dominios, bien por donación directa de los propios condes, o por encomendación de los campesinos que entregan sus bienes a cambio de protección militar.

PEREGRINOS CÉLEBRES:
PEREGRINOS ALEMANES: La peregrinación a Galicia estaba muy enraizada en la vida de Alemania; la famosa Hansa tenía a Santiago como uno de sus patronos, y sus barcos llegaban muy a menudo, en sus navegaciones comerciales, a las costas galaicas. Para los marinos alemanes, como anteriormente para los vikingos, Galicia era "Jacobusland", la tierra de Santiago, y los viajes por mar debían ser tan frecuentes que una crónica de Bremen se refiere a Calais como puerto obligado para quienes iban a Santiago. Además, se establecían relaciones con Flandes, donde tenía antigua tradición la devoción al santo. Una de las más antiguas peregrinaciones de que se tiene noticia fue la del conde del Rhin, Wolfam, y su esposa Guda, a quienes se refiere la abadía renana de Eberbach, en 1203. En 1217 se congregaron en el puerto inglés de Darthmouth unos grupos de cruzados alemanes y holandeses, y se embarcaron rumbo a La Coruña. Desde esa ciudad hicieron a pie el camino a Compostela, durante un día entero. Las agrupaciones de gentes humildes que marchaban pidiendo limosna, "en gran romería", como la que vio llegar el peregrino alemán enfermo del milagro de Villasirga, relatado en las "Cantigas", debían ser frecuentes a comienzos del siglo XIV. En 1377 fue peregrino Hermann von Ruden, de Dantzig, a fin de expiar la pena de destierro a que fue condenado. Una crónica de Dantzig se refiere a Jakob Lubbe, noble prusiano que emprendió el viaje al cumplir sus veinte años, a través del camino más largo y penoso, acompañado por el clérigo Adrino de Mariemborg y la hermana de éste la monja Gertrude. Varias crónicas de Prusia, y entre ellas la de Joham von Posilge, refieren que en 1417 partieron muchas expediciones de aquel país. Un viaje muy interesante fue el de Sebastián Ilsung, que dejó una relación escrita de su viaje por España, y sus impresiones de Santiago, "el sitio a donde los cristianos adonde más peregrinos acuden, si se exceptúa el Santo Sepulcro de Jerusalén". Otra interesante descripción del Camino es la de Sebastián Oertel, que viajó en 1521, por la ruta de Suiza y el sur de Francia, anotando los mismos lugares del itinerario de Künig von Vach. PEREGRINOS BRITÁNICOS Uno de los más antiguos peregrinos ingleses de que se tiene noticia fue Ansgot de Burwell, del condado de Lincoln. Otro de los más antiguos peregrinos ingleses que tocaron puerto español, fue el autor de la guía en verso publicada por Purchas en el siglo XIV. Cada vez fueron más frecuentes las licencias por parte de los reyes ingleses para fletar barcos con peregrinos, y a favor de ellas organizaron expediciones en barco los caballeros Philips de Courtenay y Eduardo, hijo del conde de Devon, y Juan Russel de Fowy En 1386 navegó hacia las costas gallegas el duque de Láncaster, continuando el viaje a caballo y llegando a pie a la catedral, donde oró de rodillas. También fue peregrino el Príncipe Eduardo, príncipe de Gales. En 1472 viajó a Galicia el noble y literato inglés lord Rivers, que regresó con varios textos hispanos que le sirvieron para pergeñar un breve relato del viaje. Otro literato, Andrew Boorde, estuvo dos veces en Santiago, y dejó unas notas descriptivas muy poco lisonjeras para España. PEREGRINOS FRANCESES Quien verdaderamente promovió el fervor peregrino en Francia fue el gran arzobispo Gotescalco, de Puy, quien salió de Aquitania con brillante comitiva camino de Galicia para orar ante el Apóstol. En enero del año 951 regresaba a su patria, realizada la peregrinación. A partir de entonces, en el santuario de Puy fue el punto de partida de una de las rutas que, enlazando santuarios de Francia, que llevaban a la tumba de Galicia. La primera noticia del viaje del prelado de debe aun monje del monasterio de Albelda, en La Rioja, que desapareció misteriosamente después de ser brillante núcleo de la cultura mozárabe. El peregrinar por poder, comprensible en ciertos casos de fuerza mayor, se convierte rápidamente en una forma cómoda de devoción para los que tienen posibles. La campeona parece ser Mahaut, condesa de Artois: El 19 de febrero de 1312, en un mandamiento al recaudador de Artois, ordena que le entreguen diecinueve libras y cuatro sueldos a Jean de Courcelles para dos peregrinos que ella envía a Santiago; Entre los gastos de los funerales de su primogénito, Roberto, en 1317 figuran las cantidades necesarias para dos peregrinos a Galicia; El primero de mayo de 1321, el tesorero de la iglesia de Compostela atestigua que el llamado Yves Lebreton cumplió en todos los términos su peregrinación por la condesa de Artois y que le dio al altar una limosna de cuatro sueldos auténticos; El 17 de marzo de 1326, el corregidor de París de la carta de pago a Laurent el Valiente por el precio de un viaje a Galicia, a donde lo envía la condesa El 3 de abril de 1327, Galerin le Boudenier recibe 9 libras para re presentar a Mahaut en Compostela y 16 sueldos para hacer una ofrenda el su nombre En 1328, muy preocupada por su salud, Mahaut, que moriría al año siguiente, envía a Jean el Borgoñón a rezar por ella en Santiago. En 1417 salió de su castillo de Caumont, sobre el Garona, Nompar II, el señor de Caumont de Castelnau, para verificar el recorrido a Santiago, y escribió después una "relación" que no es más que un breve itinerario en el que describe algunas jornadas. El rey Luis XI de Francia era gran devoto de Santiago, y en prueba de ello hizo donación a la catedral de dos enormes campanas, comprometiéndose en una carta a llevar por mar el metal necesario para que fueran labradas en Compostela. Un noble francés, Antonio Lalaing, señor de Monteigny, que acompañó a Felipe el Hermoso en su viaje a España en 1502, dejó escrita una minuciosa relación, y abandonó la comitiva real en Burgos, a fin de realizar, en compañía de los nobles Saintzelles y Monceaux, la peregrinación a San Salvador, de Oviedo, y a Santiago.


Arte Románico y Gótico en El Camino
Introducción Uno de los factores importantes de la expansión de las iglesias románicas en España es el establecimiento del Camino de Santiago. Si veamos las iglesias y los monasterios románicos, podemos observar el ardor al peregrinaje a Santiago de Compostela, que fue exaltado durante la edad media. También podemos percibir el mensaje de la iglesia católica de entonces, la mezcla de las culturas diferentes que se refleja en los estilos, los colores políticos, los valores sociales de la alta productividad de los pueblos. En otras palabras, las iglesias románicas en el Camino de Santiago son los testigos de la historia medieval. Desde el siglo VIII al siglo IX, la unificación del reino de los francos por Carlomagno, que través de la unión con Papa, llevó a cabo, sin embargo Carlomagno se tuvo que dedicar en las luchas contra los enemigos que invadían su reino. Mientras tanto, la organización de las iglesias católicas gradualmente se estableció en todo el Europa, y la construcción de las iglesias expandió junto con el desarrollo de los pueblos. En el siglo X, aun la cosa estaba en el estado preparativo, pero en el siglo XI, España produce una cantidad enorme de las iglesias y los monasterios románicos. Tras este fenómeno existe la intención ,muy fuerte, es la difusión la religión católica, iniciada por los monjes benedictinos de Cluny. También la riqueza que la clase burguesa poseía, cubrió el costo de la construcción de las iglesias y los monasterios. El ardor del peregrinaje llamó más gente a los pueblos y aumentó el dinero y la productividad de los pueblos, y el sistema feudal que trajo los monjes de Cluny animó la gente que done más dinero a la iglesia. Así pues el número de las iglesias aumentó enormemente durante estos siglos. En cuanto a la técnica de la construcción, el románico es menos desarrollado que el gótico. Sin embargo, el arte románico no es simple base del arte gótico que florece luego. Es cierto que en el estilo románico no encuentro la precisión o la minuciosidad que encuentro en el estilo gótico, pero eso no quiere decir que el románico sea estructuralmente sencillo. De hecho, los escultores aprovecharon los espacios limitados como los arcos, los tímpanos, o los capiteles y, los hicieron valerlos hábilmente. Diferentes de las altas y minuciosas iglesias góticas, la mayoría de las iglesias románicas son bajas y fuertes, arraigadas en la tierra. Dice que después de la caída carolingia, Europa era el mundo sangriento por las invasiones desde norte. El arte románico precisamente nació de esta situación. Las esculturas con el sabor de la vida real, de la sangre y del sudor, o las imágenes de la Biblia y de las bestias, todas nacieron del alma de la gente de entonces. Los elementos que dieron la influencia al estilo románico español son: El Camino de Santiago como la ruta de la transmisión cultural Si el destino del camino es la tumba del Apóstol Jacobo, entonces el punto de partida del camino es Francia. El camino funcionó como una ruta que transmita la cultura y el arte de Francia a España. Los eclesiásticos, también los peregrinos, los caballeros, los artesanos, y los albañiles de Francia entraron a España por la vía del Camino de Santiago. Ellos trajeron las influencias francesas junto con las bizantinas, y a la vuelta, llevaron las influencias musulmanas a sus tierras. La influencia de los monjes benedictinos de Cluny Bajo el patronaje de Sancho el Mayor de Navarra, Fernando I, AlfonsoVI, los monjes de Cluny llegaron a España, y tomaron la iniciativa de difundir la religión católica y construyeron las iglesias a lo largo del Camino de Santiago. Sus reformas tuvieron una influencia decisiva no sólo a la vida eclesiástica de España, sino el sistema social. La guerra contra los moros Desde la reconquista de Toledo (1085), en la población de los pueblos en España ocurre una mezcla entre los castellanos, los mozárabes y los franceses. Sin embargo, aunque las ciudades cayeron en las manos de los cristianos, la cultura que establecía durante siglos, no se desaparecía tan fácil, sino que se creó el estilo mozárabe. También la fuerte influencia de los moros se aparece en la forma del estilo mudejar-románico. Entre las muchas ideas y reformas que los monjes de Cluny trajeron a España, figura el arte románico como expresión estética de la civilización cristiano-romana. El estilo románico florece principalmente en la arquitectura eclesiástica, incorporando con la característica mozárabe, y crea un estilo original de España que en otros países no se encuentra. Su aire de fortaleza nos recuerda el carácter guerrero de la época y también de la voluntad inquebrantable de los eclesiásticos de entonces. Las figuras que se aparecen en las partes de las iglesias nos hacen ver los mensajes de la iglesia católica a los pueblos. Y los colores musulmanes, franceses y visigóticos, nos cuentan la trayectoria de la historia española. A continuación, vamos a observar unas iglesias y monasterios que se encuentran a lo largo del Camino de Santiago. Las iglesias y los monasterios en el Camino de Santiago. Monasterio de San Juan de la Peña Monasterio de San Millán de la Cogolla Monasterio de Santo Domingo de Silos Catedral de León Iglesia de San Isidoro Catedral de Santiago de Compostela Monasterio de San Juan de la Peña Historia El Monasterio de San Juan de la Peña es uno de los monasterios de origen antiguo que se encuentran a lo largo del camino. Se sitúa cerca de Jaca, la antigua capital del reino de Aragón. Originalmente fue el lugar de refugio para los cristianos que fueron perseguidos por los moros durante la ocupación musulmana. Según la Guía Práctica del Peregrino, Voto y Felix, los hermanos que huyeron de los moros desde Zaragoza, fundaron el eremitorio que es la base del Monasterio de San Juan de la Peña. En el año 842, fue reconstruido ya por Sancho Garcés hacia la fecha de una consagración. Más tarde, Sancho el Mayor de Navarra, el Rey de Navarra, introdujo en el monasterio la regla benedictina de Cluny, promoviendo nuevas reformas que motivaron otra consagración en 1049. Pronto se convierte el panteón del reino de Aragón, el cenobio más importante del reino. Hay que notar que el monasterio desempeñó un papel muy importante en la introducción de la reforma cluniacense. Fue el primer foco de reforma en España por las manos de Cluny, y sus sugerencias eclesiásticas y, también políticas, dieron una influencia muy fuerte a la sociedad a través del monasterio. Estilo de Arquitectura El monasterio consiste en dos niveles. Se sitúa justo debajo de una roca gigante que casi traga todo el monasterio. Tal vez esta sea la razón por la cual le llaman el Monasterio de San Juan de Peña. En su terraza hay un claustro descubierto, sin tejado, pero la peña sobresale hasta encima de las columnas, las cubre como si fuera un tejado firme. Esto crea un ambiente muy misterioso y hace uno inspirar la fortaleza y la persistencia de los monjes de entonces. En los capiteles de las columnas del claustro, podemos ver las esculturas hechas por un maestro anónimo, el mismo maestro que esculpió los capiteles del claustro de San Pedro el Viejo y la parte alta de la portada de Sagüesa. Sus iconografías son de las historias bíblicas y de los personajes del Nuevo Testamento. Por ejemplo, la figura de la Inmaculada Concepción, con el énfasis en los ojos. También existe las figuras vegetales en las formas bulbosas y complejas. Los tallos rizados y las hojas acompañadas, por ejemplo, se visten un color naturalista. Sus composiciones rellenan siempre el espacio disponible y se adaptan a la forma de los capiteles en la manera sutil. San Millán de la Cogolla Historia y Estilo Si se aleja un poco del camino, 20km de Nájera, encontramos los Monasterios de San Millán de la Cogolla. Consisten en dos monasterios, el Suso arriba, en la ladera, y el Yuso abajo, en el valle. Se creen que, originalmente fue el lugar donde los ermitaños y los pastores se descansaron. Finales del siglo VI, el ermitaño San Millán llevó vida retirada junto con sus discípulos. Luego se convierte sitio de un peregrinaje local durante la época de la ocupación musulmana. Los arcos de herraduras nos explican que aquí también llegó la influencia de los moros por las manos de los mozárabes. Muchos de los peregrinos que son leprosos, los cojos, los ciegos visitaron al cenobio para recuperar su salud. En el del Uso, de bajo del suelo, se encuentra el entierro de los monjes y los peregrinos que se mueren cerca del monasterio. Y entre ellos, podemos ver los sepulcros de los Siete Infantes de Lara. Berceo Este monasterio también se conoce por el lugar donde Gonzalo de Berceo, autor del libro "Milagros de Nuestra Señora", estudió antes de mudarse al Monasterio de Santo Domingo de Silos. Berceo estudió aquí y también contribuyó al monasterio escribiendo el libro llamado "la Vida de San Millán de la Cogolla". Su episodio clave gira en torno al privilegio de Fernán González cuyo texto se basa de documentos falsificados. Con este libro, Berceo logra aumentar las rentas del monasterio de la parte de los caballeros, y también estimuló la peregrinación al santuario. Era la practica común de los monasterios para atraer la gente, el dinero y el prestigio en edad media. Tras su éxito del incremento del tributo, existe el elemento feudalismo que formaba la rígida estructura social. El sistema feudal que trajo Cluny, había establecido ya en el siglo XII, y apoyó la iglesia hasta convertirse uno de los institutos más poderosos de la época medieval. Monasterio de Santo Domingo de Silos Historia El Monasterio de Santo Domingo de Silos es uno de los más bellísimos ejemplos de románico español. Se sitúa en 60km sudeste de Burgos, en la zona de colina castellana, la tierra de Salas de los Infantes. Originalmente fue una vieja abadía de los visigodos, y luego en 1041, fue restaurado por Domingo, un monje riojano que anteriormente había gobernado el Monasterio de San Millán de la Cogolla. Por buena acogida de la parte de Fernando I, Domingo siembra el espíritu benedictino en el monasterio y después de su muerte comienza una febril actividad artística. Pronto se convierte el centro artístico y su influjo sobre castellano fue absorto. Cultura El monasterio también desdeñó un papel sumamente importante en la cultura. Fue el centro de influencia decisiva en cuanto a la literatura medieval, especialmente por la producción de los libros. Gonzalo de Berceo, uno de los poetas más antiguo y principal de España, escribió sus obras prolíficas durante su vida en el monasterio. Este hermano lego de un monasterio benedictino refleja la influencia francesa de su orden en los versos. Sus poemas narrativos de tema religioso nos dan una buena idea de la vida monárquica de entonces. Pronto nace un nuevo tipo de poesía erudita llamada menester de clerecía que es el componente de una poesía didáctica con una forma métrica más cuidada. Este monasterio fue donde Berceo escribió el libro de los "Milagros de Nuestra Señora". Estilo de Arquitectura El monasterio consiste en tres naves y cúpula sobre el crucero. Su claustro es de dos pisos de 64 columnas en dos partes. La simetría y la regularidad de las columnas que forman las filas en el claustro refleja el espíritu benedictino que son la simplicidad y la rectitud. Una de las más hermosas esculturas se encuentran en los paneles en bajorrelieve que adornan por parejas la esquina interior de dada dos crujías. Las figuras de los paneles narran las partes de Biblia, como la incredulidad de Santo Tomás, los discípulos de Emaús, o la Deposición de la Cruz. Sus figuras no son realistas más bien primitivas en cuanto a la técnica, pero hay cierta harmonía de las figuras uniformes y rítmicas. La repetición de las figuras y el énfasis en las líneas principales crea el movimiento en la manera muy diferente que la de los siglos posteriores. Los capiteles tienen una parte superior en paralidepípedo común a las dos columnas. En ella se encuentran las figuras extrañas de animales, aves, vegetales enlazados, como los ciervos prendidos en las ramas de árbol. Su trabajo minucioso, sutil, con sentido ornamental, hace recordar inmediatamente la eboraria califal y, en efecto, estas figuras son las evidencias de que aquí también hubo la mezcla de lo cristiano y los musulmanes. Catedral de León Tímpano de la Catedral de León Es, sin duda, la obra maestra del gótico español, inspirada en las grandes catedrales del norte de Francia. La llamaban la "Pulchra Leonina" por la pureza de sus formas. Historia Fue terminada en 1280 (aproximadamente), y se levanta en un solar donde se habían ubicado anteriormente una catedral románica, el palacio de Ordoño II, una iglesia visigótica y unas termas romanas. Se dice que el arquitecto de la iglesia vieja era un abad y fue construido al fin del siglo nueve, durante el dominio de Ordoño II. No hay ninguna evidencia ni vestigios de la primera iglesia que ya existe, pero hay una inscripción en el monumento dedicado a Ordoño II [que alguien había hecho en el s. XIV] en Latín que comprueba la existencia de la primera iglesia. Se cree que Almanzor destruyó la iglesia vieja en 996 d.C. Durante una restauración entre 1884-1888 d.C., los obreros descubrieron los cimientos de la primera iglesia. Aunque el Obispo Pelayo tenía el propósito de hacer la reconstrucción de la iglesia, en realidad la construcción verdadera no empezó hasta que Don Manrique era el Obispo de León. Sin embargo, antes de 1250 d.C., solamente un pequeñito porcentaje de la iglesia fue construido. Sabemos esto porque hubo una junta de todo los obispos de León en Madrid, y ellos notaron que la construcción de la iglesia no estaba acabado. También, se parece que la construcción terminó más o menos en 1300 d.C. por algunos apuntes del Obispo Don González. Estilo de Arquitectura El estilo predominante de la catedral de León es el estilo gótico de Francia. Otros ejemplos de la arquitectura gótica de Francia son las catedrales de Santiago, Toledo, y Burgos. También, la catedral de León se parece mucho a las dos catedrales de Amiens y Rheims. Podemos fijar la fecha de la catedral de León porque las catedrales comparten muchos elementos y detalles parecidos, y tenemos las fechas exactas de las catedrales de Amiens y Rheims. La construcción de Amiens duró entre los años 1220-69 d.C., y la construcción de Rheims duró entre los años 1211-41 d.C. La catedral consiste en una cruz latina, una nave, un deambulatorio y cinco ábsides radiales que albergan otras tantas capillas. Además de eso, hay muchas semejanzas estilísticas a las catedrales de Amiens y Rheims. Primero, las capillas de los ábsides tienen la misma forma; es decir formas poligonales y no circulares. También, las secciones transversales de las columnas son iguales, y los detalles de los arcos y los capiteles son muy similares. Elementos Destacados Una característica destacada de la catedral de León es la riqueza de los colores en las ventanas de vidrio. Hay más de cien ventanas de vidrio que llenan la iglesia con luz, y podemos ver esta riqueza en la imagen que sigue: Las ventanas vidrieras Además de las vidrieras (que llegan a alcanzar una altura de 12 metros en el ábside) hay que destacar el coro y sus sitiales de nogal negro del siglo XV; la Capilla Mayor, del siglo XVI, detrás de la cual hay frescos de influencia italiana del siglo XIV. Desde el año 1964, las tres capillas del claustro acogen el Museo Catedralicio, que se puede visitar (pagando) de 9 a 1, y de 4 a 7. En este museo podemos encontrar desde orfebrería del siglo XI, hasta un crucifico hecho por Juan de Juni en el año 1576, además de antiguos códices, documentos reales, etc. Basílica de San Isidoro Historia El templo de San Juan Bautista y San Pelayo de Córdoba, que fue construido también antes de las incursiones de Almanzor, y fue reconstruido por Alfonso V como monasterio y enterramiento real. Según uno de los autores la iglesia moderna de San Isidoro fue establecida en 1030 d.C., pero es verdad que esta iglesia fue consagrada en 1063 d.C. Se dice que Fernando I y Sancho se encargaron de reedificar todo y hacer un edificio nuevo entre los años 1054-67 d.C. Ellos hicieron la dedicación a San Isidoro porque tiene sus restos. Según Conant, "En León maestros de verdadero genio lavantaron la vieja iglesia de San Juan el Bautista y San Pelayo de Córdoba entre 1054 y 1067 para formar un pórtico y el panteón real. La iglesia, luego reconstruida, llegó a ser la iglesia de San Isidoro cuando las reliquias del gran Doctor de Sevilla fueron allí llevadas" . Dos años después de la llegada de los restos de San Isidoro a la iglesia, los restos de San Vicente de Avila fueron trasladados a la iglesia [en el año 1067 d.C.]. Entonces, la iglesia fue extendida por Doña Urraca, la hermana mayor del rey Sancho II, cerca del año 1101 d.C., y una etapa de la iglesia fue reconstruida durante el dominio de Alfonso VII, cerca del año 1149 d.C. Sobre la Leyenda de San Isidoro Se dice que, cuando había mucha enfermedad, la gente llevó el cuerpo de San Isidoro en una procesión a un pueblo que se llama Trobajo del Camino, cerca de León. Todas las personas que llevaban el cuerpo anduvieron descalzas y cantaron himnos, para conducir la enfermedad afuera. Entonces, el cuerpo pesó mucho, y la gente no podía transportar ni levantar el cuerpo. El Rey de León se enojó mucho y dijo que ellos deberían construir una iglesia sobre los restos. Finalmente, la Reina suplicó a San Isidoro, y él les permitió algunos niños a devolver los restos a León, donde la gente erigió una capilla. Estilo de Arquitectura El estilo de la arquitectura de la iglesia de León es el románico francés. Otro ejemplo de la arquitectura románica es San Sernin de Toulouse. La iglesia, que en realidad se llama La Real Basílica de San Isidoro, consta de una iglesia de cruz latina, con tres naves y tres ábsides, rematado con torre cuadrada, la Torre del Gallo. Elementos Destacados Hay muchos ejemplos de pinturas renacentistas en la Capilla de Santa Catalina, más o menos del siglo XII o XIII. Muchas de las pinturas se tratan de la vida de Jesucristo, y tienen decoraciones y detalles de la naturaleza. Los capiteles en el interior son interesantes porque tienen muchas escenas de la naturaleza y la bestia. Es muy interesante las semejanzas y Portada sur del crucerodiferencias entre los temas de los corbeles de San Martín de Fromista y los capiteles de San Isidoro. Ambos se tratan de la naturaleza, pero los corbeles de San Martín están en el exterior y los capiteles de San Isidoro están en el interior. En los capiteles de San Isidoro, nos encontramos vegetales suntuosos y de talla arbitraria, figuras grotescas de animales o personas o una yuxtaposición de las dos.Detalle del tímpano de la portada sur del crucero El Pórtico de los Reyes cubre el Panteón de los Reyes, donde reposan 23 monarcas. Frescos del Panteón de los Reyes En los techos y las paredes del Panteón de los Reyes, encontramos uno de los ejemplos bellísimos del fresco románico de España. El techo del Panteón se divide en tres partes, el fresco se extiende en todos los techos, aprovecha al máximo del espacio limitado de las paredes hasta la parte superior de los capiteles. En su techo central, existe una figura de Cristo y, luego le siguen los cuatros evangelios, San Mateo en la figura del hombre con las alas, San Lucas en la figura de toro, San Marcos como el león, y San Juan como la águila, hasta la parte superior de las columnas. Esta composición crea un movimiento de la vista de las personas que ven desde bajo del techo. Los colores no son tan vivos como los de la Iglesia de San Clemente, otra obra maestra del fresco español. Consiste en los colores blanco, marrón, azul y muy poco de ocre. Su combinación de los colores es modesta, sin embargo ella da la estabilidad a la gente que contempla las pinturas, y la serenidad al aire que corre en toda la iglesia. Catedral de Santiago de Compostela Catedral de Santiago Historia Según El Marqués De Lozoya, "Hacia el año 813, Alfonso II y Teodomiro hicieron edificar sobre la tumba una iglesia muy pobre: ex petra et luto opere parvo y junto a ella un baptisterio consagrado a San Juan Bautista y otra iglesia menos humilde [non modicam] con tres altares consagrados al Salvador, a San Pedro y a San Juan Evangelista. Luego, otro gran rey, Alfonso III, en las postrimerías del mismo siglo [899 d.C.] hizo construir, derribando lo anterior, un templo suntuoso, para el cual se trajeron, por vía marítima, los mármoles de un palacio arruinado". La iglesia fue consagrada en 899 d.C., el mismo año. De Lozoya dice, "El mismo sacrílego afán de Almanzor de destruir el santuario en la terrible razzia del 997 d.C. indica la importancia que el Hagib concedía a aquel foco de espiritualidad de los nacientes reinos cristianos," Nada de esta primera iglesia existe hoy con excepción de algunos documentos de Alfonso III. Se dice que Almanzor quemó la ciudad, destruyó la nave lateral del sur, y llevó las campanas de la catedral a Córdoba. "En la segunda mitad del siglo XI, la iglesia construida por el Obispo San Pedro de Mezonzo, sobre las ruinas de la basílica de Alfonso III, destruida por Almanzor, resultaba insuficiente, y el prelado Don Diego Peláez acometió la empresa gigantesca de levantar una catedral que fuese digna del renombre de que ya la ciudad jacobea gozaba en toda la Cristiandad. Los recursos eran suficientes, pues la afluencia de limosnas de toda Europa era enorme y la iglesia de Santiago tenía el privilegio de acuñar moneda. Las obras comenzaron en 1075, bajo la dirección de dos maestros: Bernardo el viejo y Roberto, cuyos nombres indican claramente origen ultrapirenaico. Los trabajos debieron de avanzar a un ritmo acelerado, hasta el 1088, en que Don Diego Pelaéz fue depuesto de la dignidad episcopal. En este impulso debió de construirse toda la complicada cabecera del templo. Hacia el año 1200 se reanudaron las obras, ya bajo los auspicios de un prelado ambicioso y dinámico: Don Diego Gelmírez, bajo la dirección del maestro Esteban. La catedral estaba virtualmente terminada en 1128, pero las obras complementarias continuaron durante siglos,". Habo un motín e incendio en 1117 d.C.; después, le reconstruyeron a la catedral. La construcción de las adiciones de otros proyectos no terminó hasta el fin del siglo XVIII Estilo de Arquitectura El estilo de la arquitectura de la Catedral de Santiago de Compostela es más o menos el estilo románico de Francia con elementos barrocos y góticos. Esta iglesia tiene muchas semejanzas a la iglesia San Sernin de Toulouse en Francia. La traza general del templo es la de una cruz latina, con tres naves, tanto en el brazo mayor como en los laterales. La girola lleva cinco capillas absidales y dos ábsides cada uno de los brazos menores. El alzado corresponde a la escuela de Auvarnia, de manera que la iluminación de la nave central se obtiene mediante un bello triforio de ventanales de doble arquería, cobijados por un arco peraltado. Interior de la nave Según el Códicce Calixtino, la catedral, que, como todas las de su tiempo, hubo de servir alguna vez de fortaleza, tenía nada menos que nueve torres, de las cuales algunas permanecen en pie, más o menos alteradas, y de otras quedan vestigios. Acentuarían este carácter militar las almenas, remate de muros y de torres. Solamente se conserva una portada de este primer impulso: la del costado sur, llamada 'de Platerías' de bella estructura y riquísima decoración arquitectónica, fechada en 1103. El Arzobispo Suárez de Deza quiso que la fechada del oeste fuese un arco triunfal erigido a la gloria del Apóstol, que recibiese dignamente a los peregrinos. Tuvo la fortuna de encontrar un intérprete genial a su idea. Una inscripción en el dintel de la puerta del centro, nos cuenta que en 1188 se pusieron los fundamentos de la obra por el Maestro Mateo. Es posible que este personaje, que conserva el raro privilegio de que su nombre permanezca en la memoria del pueblo, fuese extranjero -al parecer era un italiano del Norte--, pero consta su larga estancia en Galicia, a partir de 1161. Para salvar el desnivel del terreno, el maestro Mateo construyó una cripta en forma de pequeño y bello templo, al cual llaman, impropiamente, 'Catedral Vieja'. Sobre esta base levantó un gran pórtico, de tres comportamientos cubiertos por bóvedas de crucería que cobijan el ingreso principal a la iglesia, compuesto de tres arcos abocinados que dan acceso a las tres naves, y de los cuales el principal tiene tímpano sostenido por un parteluz. Las estructuras son de granito y la copiosa imaginaría, de mármol que fue policromo. El pórtico de la Gloria, excepcional en la escultura de su tiempo, es la obra de un renacentista madrugador que, en un lenguaje nuevo, expone un sistema teológico dispuesto a la manera de los miniaturistas monacales del siglo X. Elementos Destacados El Pórtico de la Gloria, una tipa de escultura del Maestro Mateo, fue terminado en 1188 d.C. Está en la parte del oeste de la catedral. El Pórtico de la Gloria es la parte más destacada de la catedral, y se parece como el gran portal de Cluny en la iglesia de Vezelay. Se dice que el Maestro Mateo aparece como una figura quien está rezando a la base de la columna central, bajo del Árbol de Jesé [que sirve como un parteluz], pero se puede ser una leyenda. Es una costumbre que los peregrinos tocan el Árbol con los dedos o la concha con la llegada a la iglesia. El tímpano central del Pórtico tiene una escena apocalíptica con dieciocho de los ancianos. En cima del tímpano encontramos muchas figuras que son músicos. Muchas de las figuras importantes en la Biblia, como los Apóstoles San Pedro, San Pablo, Santiago, San Juan, Daniel, Jeremías, Moisés, Isaías, etc., aparecen en el Pórtico de la Gloria. Tímpano central del pórtico La Puerta de las Platerías está cerca del brazo sur del crucero, y da acceso a la Catedral por la nave central. Hay una estatua de Santiago que Alfonso VI le dio a la catedral en 1109. La Puerta descansa sobre dos arcos que descansan sobre dos columnas. Hay muchas figuras religiosas encima de los dos tímpanos y en las columnas. También hay arcos dentro arcos, y columnas torcidas [cuales son ejemplos de la arquitectura barroca]. Se llama la Puerta de las Platerías porque había algunas platerías que ya existen. Parece que algunas personas le habían dañado a la fachada de la Puerta, tal vez en la sublevación e incendio de 1117 d.C. Otro elemento muy importante de la catedral es la colección de los tapices de Francisco de Goya . Hay muchas escenas de la vida cotidiana en los tapices, como "Los Leñadores" y "Los Jugadores de Naipes". Como todas las grandes catedrales españolas, la de Santiago de Compostela contiene una prodigiosa acumulación de obras de arte de todos los tiempos, siempre de la más alta calidad. Es toda ella un museo de escultura románica y gótica, bien in situ o bien cobijada en los ricos museos capitulares. También, hay una copia original del Códice Calixtino aquí. La librería catedralicia es guardiana de un tesoro de la miniatura románica y gótica española: El Codex Callixtinus, los tumbos A y B, el Breviario Romano y tantos otros... En torno a la devoción jacobea, la ciudad de Santiago de Compostela se convierte en uno de los focos más importantes de la riquísima artesanía hispánica. Con estos elementos y la atracción de la tumba de Santiago, es fácil entender como la catedral llegaba a ser un destino tan importante para los peregrinos.


Las Rutas a Santiago:
Aunque habitualmente se habla del Camino de Santiago, lo cierto es que desde el siglo X y hasta nuestros días, fueron múltiples los itinerarios para llegar a la tumba del Apóstol. dependiendo del punto de partida del peregrino. Si en verdad que todos los caminos conducen a Roma, no lo es menos que todos los caminos conducen a Santiago. Pero con el tiempo y al crecer la popularidad de este piadoso viaje, fueron tomando cuerpo diversos itinerarios, casi de uso obligatorio y favorecidos por los reyes, que ofrecían la ventaja de garantizar alojamiento y otros servicios. En Francia, principal proveedora de peregrinos, es donde primero cristalizaron estos caminos, constituyendose cuatro ciudades francesas los puntos de partida que canalizaban tanto las corrientes peregrinatorias del propio país como las procedentes del resto de Europa. Estas cuatro ciudades son París, Vezelay, Le Puy y Arlés. Tres de estos camino, una vez unidos en Ostabat, cruzaban los Pirineos por Roncesvalles para más adelante, en Puente de la Reina confluir con la cuarta ruta que entraba por Somport. Los otros Caminos a Santiago siempre han estado a la sombra del Camino Francés, y eran tratados como trazados secundarios, y el uso más habitual de estos camino era el de vía de regreso al punto del que se partió, o bien el de llegar a algún puerto del Cantábrico. Afortunadamente gracias a la promoción que se ha hecho en los últimos años, están surgiendo iniciativas que pretenden recuperar y dignificar unas rutas a Santiago que estaban a punto de caer en el olvido. Aquí hablaremos de varias rutas, pero destacando especialmente el Camino Portugués, que es posiblemente la alternativa más interesante al clásico Camino Francés. EL CAMINO ARAGONÉS Como ya se ha dicho, los diversos itinerarios que desde todos los puntos de Europa se dirigían a Compostela se canalizaban en media docena de rutas en territorio francés que, a su vez, se reagrupaban en dos puntos al pie de la vertiente gala del Pirineo: Ostabat y Oloron. Los peregrinos procedentes de Ostabat cruzaban la cordillera por el puerto de Ibañeta y Roncesvalles mientras que tos de Oloron lo hacían por Somport. Ambos ramales se unían en Puente la Reina, y a partir de aquí el camino era ya único. EL CAMINO NAVARRO Las rutas de peregrinación en Francia conocidas como Turgentes, Lemovicense y Podiense confluían en la localidad de Ostabat, es la baja Navarra. El itinerario, ya unificado, seguía por Saint-Jean-Pied-de-Port y Valcarlos, cruzaba el Pirineo por el Alto de Ubañeta y descendía por Roncesvalles con dirección a Pamplona. A este ramal se le conoce como camino navarro LA RUTA DE LA COSTA Algunos historiadores afirman que antes del Camino Francés ya existía una ruta hacia los restos del Apostol siguiendo la línea de la costa. Este Camino pasa por todas las comunidades del extremo norte de la península (Euskadi, Cantabria, Asturias y Galicia). Son muchas las variantes existentes, pero nos centraremos en una de ellas solamente. Esta ruta se inicia en Irún, y continúa por Bilbao, Laredo, Santander, Oviedo, Ribadeo, Lourenzá. Mondoñedo, Guitiriz, llegando finalmente a Santiago. LA VÍA DE LA PLATA La Vía de la Plata era una antigua calzada romana que comunicaba las tierrasde Andalucía con las de Extremadura y las de Castilla. Este Camino nació después de que Fernando III el Santo reconquistase la ciudades de Sevilla y Córdoba, tras lo que hizo que las campanas que Almanzor robó de Compostela fuesen devueltas a su ubicación original. La ruta seguida para hacer volver a las campanas, fue aprovechada por los romeros, siguiendo la antigua vía romana hacia el norte. Esta ruta nace en Sevilla, y avanza hasta Mérida, y tras pasar por Cáceres, Plasencia, Salamanca, Zamora y Benavente, se adentra en tierras gallegas por el Alto del Padornelo. Más adelante, en Verín, se une con el camino Portugués del interior que viene desde la localidad portuguesa de Chaves. Despúes hay que llegar a Ourense, a la que se puede acceder por diversos caminos, entre ellos el que pasa por Campobecerros y Laza y el que dessde Verín pasa por Trasmiras y Allariz.. Desde la capital de las Burgas partimos hacia el interior de la provincia de Pontevedra por Lalín y Silleda, desde donde se parte ya hacia Santiago, a la que se accede por el barrio del Sar y la Puerta de los Mazarelos, único resto visible de la antigua muralla. EL CAMINO PORTUGUÉS El Camino comienza en Lisboa, desde donde se dirige a Oporto, pasando por Sintra, Golegá, Coimbra, etc. Desde Oporto se continúa por Maia, Vila de Conde, Ponte da Lima, hasta llegar a Valença do Minho, situada en la frontera con Galicia. La parte gallega del Camino se inicia en Tui, una de las siete capitales del Reino de Galicia, y tras pasar por O Porriño y Redondela, llega a Pontevedra, que es después de Santiago la ciudad gallega que mejor conserva su patrimonio histórico, valgan como ejemplos las plazas de A Ferrería, de Teucro o de A Leña, o el edificio del Museo Provincial, siituados todos en el casco viejo de la ciudad. Además de todo esto, en Pontevedra se encuentra la Iglesia de la Virgen Peregrina, patrona de la ciudad. Esta iglesia tiene una característica muy original, ya que tiene forma de concha de vieira, el símbolo del peregrino. Tras Pontevedra partimos hacia Caldas de Reis, donde en el río Ulla situado entre las provincias de A Coruña y Pontevedra dice la leyenda que llegó la barca de piedra que traía los restos del Apóstol. Desde aquí llegamos primero a Pontecesures, y posteriomente a Padrón, patria de la poetisa gallega Rosalía de Castro. Compostela está ya a pocos kilómetros. (extraído de ciudadfutura.com | offline)


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