Mayores hallazgos de 2016 según Science:
El Planeta Nueve:
Plutón quedó degradado a la categoría de planeta enano en 2006 y, desde entonces, se considera que sólo existen ocho planetas orbitando el Sol. Sin embargo, de confirmarse la hipótesis de un equipo de astrónomos del Instituto de Tecnología de California (Caltech), podrían volver a ser nueve los planetas integrantes del Sistema Solar. Los modelos matemáticos y simulaciones por ordenador han constatado que, teóricamente, debería de haber un nuevo planeta, denominado Planeta Nueve, pero no se ha podido observar y localizar de manera práctica. Los resultados preliminares, que deben ser corroborados en el futuro, han levantado un gran revuelo por su importancia histórica. "Por primera vez en 150 años tenemos pruebas sólidas de que el censo planetario del Sistema Solar está incompleto", explican los científicos.

Las ondas gravitacionales:
El hallazgo científico del año. El Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO) anunció a comienzos de 2016 que "se ha detectado una señal correspondiente a una onda gravitacional producida por la fusión de dos agujeros negros". Estas ondas habían sido predichas por Albert Einstein en 1916 como una consecuencia de su teoría, pero hasta el momento solamente se habían podido detectar indicios indirectos de su existencia. En verano se anunció la detección de una segunda señal de ondas gravitacionales, que se había originado en el espacio exterior. "El universo era opaco a la luz durante los primeros 380.000 años aproximadamente, pero las ondas gravitatorias lo atravesaron y esta es nuestra única herramienta potencial para indagar en el principio del tiempo", dice Salvatore Vitale, del equipo de científicos de LIGO.

El tiburón de Groenlandia es el vertebrado más longevo:
El tiburón de Groenlandia, una especie emblemática del océano Ártico, es el vertebrado más longevo que se conoce, según un estudio científico publicado en agosto en Science. Este tiburón de crecimiento lento, de más de cinco metros de longitud, tiene una esperanza de vida de un mínimo de 272 años y un máximo de 512 años, según los investigadores, que han analizado 28 hembras de esta especie, conocida científicamente como Somniosus microcephalus. El estudio también supone un hito importante en los programas de conservación de esta especie. "Los tiburones de Groenlandia son unos de los tiburones carnívoros más grandes del planeta y su función como superpredador en el ecosistema ártico se ha pasado completamente por alto. Miles de ellos acaban capturados accidentalmente por todo el Atlántico norte, por lo que espero que nuestro estudio sirva para prestar una mayor atención a esta especie", concluye Julius Nielsen, de la Universidad de Copenhague.

En Atapuerca vivieron los ancestros de los neandertales:
Restos óseos procedentes de la Sima de los Huesos, una pequeña cavidad situada muy adentro de la Cueva Mayor, en la sierra de Atapuerca (Burgos). Un importante estudio genético publicado en marzo en Nature, con la participación de Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y Svante Pääbo, reveló tres novedades importantes sobre los individuos que habitaron la Sima de los Huesos: los científicos han podido recuperar ADN nuclear de dos muestras óseas y ADN mitocondrial de una de ellas (el primero contiene mucha más información genética que el segundo); se ha constatado que los individuos pertenecen al linaje evolutivo neandertal y que están más estrechamente relacionados con los neandertales que con los denisovanos; y, por último, queda claro que la separación entre neandertales y denisovanos ocurrió antes de hace 430.000 años. "De momento ya sabemos qué es la Sima de los Huesos y qué lugar ocupa en la evolución humana. Ahora se abrirá un debate y veremos qué opinan unos y otros. La cosa está que arde", expresa Juan Luis Arsuaga, el director de las excavaciones.

Auroras en Júpiter:
El telescopio espacial Hubble, en órbita alrededor de la Tierra, captó unas impresionantes auroras en los polos de Júpiter, el cuerpo celeste más grande del Sistema Solar. Las auroras de Júpiter fueron descubiertas por la sonda Voyager 1 en 1979, pero por fin se han podido observar en todo su esplendor gracias al Hubble, que puede captar la radiación ultravioleta, informó la Agencia Espacial Europea (ESA). Las auroras de Júpiter son mucho más grandes que todo nuestro planeta, también son mucho más energéticas y, a diferencia de las que se ven en la Tierra, nunca se acaban. Las auroras observadas en 2016 se superponen en esta imagen de Júpiter tomada por el telescopio espacial Hubble durante la primavera de 2014.

La cola emplumada de un dinosaurio:
Fósil adquirido en un mercado de Birmania que encierra un trozo de cola de dinosaurio, con sus huesos y plumas, que quedó atrapado en resina hace 99 millones de años. La cola emplumada perteneció a un celurosaurio joven que probablemente era incapaz de volar. El análisis químico del fósil también ha permitido detectar rastros de hierro ferroso en el tejido blando alrededor de los huesos, un vestigio de la hemoglobina que también quedó atrapada en la pieza.

El linaje de los europeos actuales tiene unos 35.000 años de antigüedad:
Un importante estudio genético publicado en mayo demuestra que los europeos actuales proceden de un grupo fundador que ocupó el noroeste de Europa hace unos 35.000 años. "Un individuo de hace unos 35.000 años procedente del noroeste de Europa representa una rama temprana de la población fundadora, que posteriormente fue desplazada a lo largo de una amplia región y que reapareció en el suroeste de Europa en el apogeo del último período glacial, hace unos 19.000 años", dice el estudio. La Dama Roja, cuya mandíbula inferior aparece en la imagen, era una mujer de entre 35 y 40 años de edad que vivió hace casi 19.000 años y pertenece precisamente al linaje más antiguo, el de los primeros pobladores auriñacienses. La costa cantábrica fue, por tanto, un refugio clave durante el máximo período glaciar y las excavaciones en la cueva de El Mirón son "una fuente de información excepcional sobre nuestro pasado remoto". El estudio, publicado en Nature, fue descrito por la Universidad de Cantabria como "el análisis genético más completo realizado sobre los europeos del Paleolítico hasta la actualidad".

Ceres cicatriza sus heridas:
Hemisferio norte del planeta enano Ceres en una imagen tomada por la sonda espacial Dawn en abril de 2015. Un equipo de astrónomos ha comprobado que la composición interna de Ceres, que probablemente contiene hielo, ha cicatrizado sus grandes cráteres a lo largo de cientos de millones de años. "De alguna manera, los grandes cráteres de impacto se han cicatrizado en Ceres y su superficie se ha ido renovando a lo largo del tiempo", sostiene Simone Marchi.

El planeta potencialmente habitable más cercano a la Tierra:
Recreación artística que muestra la superficie del planeta Próxima b, que orbita dentro de la zona habitable de la estrella enana roja Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sistema Solar. El exoplaneta Próxima b es el planeta potencialmente habitable más cercano a la Tierra. El investigador y astrónomo Guillem Anglada-Escudé, describe así la emoción vivida durante los últimos meses: "Comprobé la consistencia de la señal durante las sesenta noches de la campaña. Los primeros diez días fueron prometedores, durante los diez siguientes las expectativas se tornaron consistentes. ¡Ya, a los treinta días, el resultado fue más o menos definitivo!". Habían resuelto la incógnita y encontrado el escurridizo exoplaneta. ¿Sería posible la vida en este planeta como dicen los científicos?

El tejido cerebral de un dinosaurio:
Primer ejemplo confirmado del tejido cerebral fosilizado de un dinosaurio, que vivió a comienzos del Cretácico, hace unos 133 millones de años. "Creemos que este dinosaurio particular murió en o cerca de una masa de agua y su cabeza acabó parcialmente enterrada en el sedimento que había en el fondo. El agua tenía poco oxígeno y era muy ácida y, por tanto, los tejidos blandos del cerebro se conservaron y se fosilizaron antes de que el resto del cuerpo acabara enterrado en el sedimento", explica David Norman, de la Universidad de Cambridge.