Mayores hallazgos de 2011 según Science:
Cerco al VIH:
Las conclusiones del ensayo clínico HPTN 052, publicado en The New England Journal of Medicine treinta años después del inicio de la epidemia, muestra que los antirretrovirales (ARV) no sólo benefician al tratamiento de pacientes con VIH, también reducen casi a cero las probabilidades de transmitir el virus del sida. Así lo confirmó un estudio de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), que comenzó en 2005 con la selección de 1.763 parejas de 9 países en las que uno de sus miembros estaba infectado. Aquellos seropositivos que ingirieron rápidamente los antirretrovirales redujeron en un 96 por ciento el riesgo de transmitir el virus a sus parejas. Según Myron S. Cohen, artífice del estudio, el hallazgo puede impulsar el acceso a estos medicamentos entre los más desfavorecidos. «Estamos realizando nuevos estudios para hacer frente a la enfermedad», afirma. Y es que sólo con el tratamiento no se terminará la epidemia. Se trató en la fase de primoinfección a la mitad de los individuos con VIH y se esperó a que la otra mitad de VIH+ tuviera menos de 250 linfocitos CD4 antes de ofrecer tratamiento. Se decidió 4 años antes de su conclusión que todos los participantes con VIH recibieran terapia de inmediato. Los resultados habían demostrado los importantes efectos del tratamiento temprano en las tasas de transmisión de VIH y se recomendó que los hallazgos del ensayo fueran hechos públicos tan pronto como fuera posible.

VIH Liberación virus VIH en un cultivo de linfocitos. Detalle coloreado. Cloroplastos

Análisis del polvo del asteroide 25143 Itokawa:
Pese a sus dificultades técnicas, la sonda de la misión Hayabusa de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) regresó en 2010 a nuestro planeta con muestras de un asteroide de tipo S bautizado «25143 Itokawa», cercano a la Tierra y que supuso la primera muestra de este tipo en 35 años. Durante 2011, el análisis del polvo de este cuerpo espacial confirmó que los meteoritos más comunes hallados en la Tierra, las condritas ordinarias, proceden de estos asteroides rocosos.

Cometa Halebopp

Mezcla de ADNs primitivos:
El estudio del código genético de nuestros antepasados demostró que los seres humanos aún portan variantes de su ADN «heredadas» del misterioso homínido de Denisova, que habitó en Asia hace un millón y 40.000 años. Así, los originarios del sureste asiático habrían heredado un 5 por ciento de su ADN de este homínido de Denisova, pero también un 4 por ciento de los neandertales. Del mismo modo, varios grupos que han permanecido aislados en África conservaban ADN de ancestros de hace 35.000 años y que aún no han sido identificados. Otro trabajo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva demostró que las relaciones sexuales entre los neandertales y seres humanos reforzó nuestro sistema inmunológico y nos hizo más fuertes, al introducir un gen fundamental contra los virus.

Atapuerca Cráneo de neandertal Australopitecus Homo Erectus


Proteína fotosintética PSII:
Investigadores japoneses lograron captar la estructura de la PSII, proteína fotosintética que las plantas usan para dividir el agua en hidrógeno y átomos de oxígeno. La «fotografía» de la partícula revela la orientación de sus átomos. Ahora, tras el hallazgo, los científicos tienen acceso a esta estructura catalítica, esencial para la vida en la Tierra y que podría suponer el acceso a una poderosa fuente de energía limpia.

Nubes primordiales de gas siguientes al Big Bang:
Gracias al telescopio del Observatorio Keck de Hawái, los astrónomos descubrieron dos inmensas nubes prístinas de gas primordial que se formaron en los primeros minutos tras el Big Bang y que podrían haber mantenido su composición química durante dos millones de años. La condensación de este gas primordial fue determinante en la formación de las primeras estrellas. Sólo los elementos más ligeros, principalmente hidrógeno y helio, se crearon en el Big Bang. Tuvieron que pasar varios cientos de millones de años para que grupos de este gas primordial se condensaran para formar las primeras estrellas, momento en el que los elementos más pesados se forjaron.

M-64 Foto del Hubble

Estudio de las relaciones entre microbios, dieta y enfermedades:
Del genoma, pasamos al proteoma y ahora al microbioma, a la investigación de los infinitos microbios que habitan en el intestino humano. Los últimos trabajos han identificado las bacterias dominantes en el tracto digestivo y su comportamiento. Mientras unas prosperan en una dieta muy protéica, otras prefieren los vegetales. Este comportamiento muestra una relación íntima entre nutrición y enfermedad.

Vacuna contra la malaria:
Los primeros ensayos clínicos de la vacuna contra la malaria –RTS,S, desarrollada por los laboratorios GSK– abren una esperanza en la lucha contra una enfermedad que se cobra cada año –sobre todo en el África subsahariana– cerca de 800.000 vidas. Pedro Alonso, del Hospital Clínic de Barcelona, ha sido uno de los principales impulsores de este proyecto. Los últimos ensayos con 15.000 niños muestran que la inmunización reduce a la mitad el riesgo de infección en niños de corta edad, entre los cinco y los 17 meses. Se confía en que la vacuna contra la malaria pueda ser una realidad en 2015. La malaria (o paludismo) es producida por el plasmodium malariae y transmitida por el mosquito anofeles. Se da en zonas de aguas estancadas y pantanosas de regiones de clima ecuatorial, tropical y mediterráneo. A través de los siglos su acción ha sido especialmente mortífera en la India y demás países de Asia monzónica. Se intentan paliar las enormes pérdidas que produce con la distribución de mosquiteras y de un test que con rapidez identifica su forma más peligrosa.

Sistemas solares «raros»:
El 2011 ha sido también el año del observatorio Kepler de la NASA, cuya búsqueda de planetas habitables fuera del sistema solar ha resultado más que productiva. «Science» destaca el hallazgo de sistemas donde los planetas orbitan de manera inexplicable según las leyes físicas del espacio. Es el caso del planeta HAT-P-6b, que orbita en una dirección opuesta a la de su estrella más cercana. También está incluido un exoplaneta que orbita en un sistema estelar binario, así como un conjunto de diez planetas que parecen flotar libremente en el espacio, desafiando así la lógica de nuestro sistema solar. Otras rarezas muy diferentes que se encuentran en nuestro propio sistema solar. A «Science» no le ha dado tiempo a recoger los últimos hallazgos de la NASA, que acaba de anunciar el descubrimiento de dos nuevos planetas de tamaño casi idéntico al de la Tierra.

Nueva gama barata de zeolitas:
Son minerales porosos usados como catalizadores y filtros moleculares. Son profusamente utilizadas en la industria petroquímica en el proceso de conversión del petróleo en gasolina. Se  añaden al pienso del ganado para mejorar la absorción de nutrientes. El peso de las aves puede incrementarse un 29%. Se utilizan mucho para ablandar aguas pesadas residuales que provienen de procesos de intercambio iónico en soluciones acuosas. También son empleadas para reforzar la acción de detergentes para ropa. Este año químicos franceses y alemanes han logrado desarrollar una nueva gamas de zeolitas, ahora más baratas, más pequeñas y mejor equipadas para procesar grandes moléculas orgánicas.

Células madre embrionarias Células eucariotas Célula eucariota

Freno al envejecimiento:
Las células senescentes son aquellas que se deterioran, dejan de dividirse y mueren con el envejecimiento. Un experimento con ratones reveló este año que eliminar estas células puede retrasar la aparición de síntomas relacionados con la edad, como son las cataratas y la pérdida de masa muscular. Los ratones a los que se les eliminó estas células no vivieron más que sus compañeros, pero sí mejor, por lo que los investigadores mantienen intactas sus esperanzas.