La Kriegsmarine durante la invasión de Noruega (1940):
El coste en efectivos de la operación le valió al almirante Räder tal menoscabo en su consideración que le hizo dimitir. La Royal Navy hundió tres cruceros, diez destructores, cuatro submarinos y varios suministros. Las unidades alemanas que quedaron fuera de servicio fueron dos acorazados de bolsillo, dos acorazados, dos cruceros y seis destructores. Quedaban disponibles sólo tres cruceros y cuatro destructores. El hierro sueco de vital importancia para la industria alemana, debía recorrer la costa noruega, donde los británicos intervenían con demasiada soltura para los intereses alemanes. Existía un alto riesgo de que los británicos minaran o bloquearan el corredor o que incluso tomaran el estratégico puerto de noruego de Narvik, a escasos kilómetros de Suecia.

Gneisenau Acorazado Scharnhorst. Seriamente dañado en la popa por un torpedo lanzado por la escolta del Glorious Scharnhorst. Torretas de proa Admiral Scheer

La orden de invasión se produjo después de que los británicos asaltaran el buque de abastecimiento alemán Altmark, anclado en el fiordo noruego de Jössing. Hitler aprobó el plan de invasión, llamado Weserüburg -maniobras Weser-, que incluía la ocupación de Dinamarca, cuyos campos de aviación quería asegurar Göring. Las fuerzas alemanas cooperarían en un asalto sorpresa desde el mar y el aire concebido para capturar 11 puertos a lo largo de un frente de 1.600 km desde Copenhague hasta Narvik, por encima del Círculo Polar. Räder solicitó que la operación coincidiera con la oscuridad que proporciona la luna nueva y un margen de tiempo (principios de abril) para encontrar despejados de hielo los puertos del Báltico.

Torreta de proa del Admiral Scheer Admiral Hipper Admiral Hipper Crucero pesado Blucher. Resultaría hundido en el fiordo de Oslo

En la operación se arriesgó una enorme parte de la armada. Se emplearon 370 embarcaciones, desde barcos capitales hasta buques mercantes y barreminas. Mientras el Scharnhorst y el Gneisenau, junto con un grupo de submarinos protegían la operación contra una posible intervención británica, 11 fuerzas expedicionarias compuestas de cruceros, destructores y embarcaciones más pequeñas llevarían más de 100.000 tropas a los puertos escandinavos. Algunas de las fuerzas tendrían que sortear fiordos estrechos jalonados de formidables puestos de artillería noruegos. Los barcos asignados a los objetivos más septentrionales tendrían que viajar casi 3.200 km expuestos la mayor parte del camino a ataques de la Royal Navy y la RAF. En un informe Räder comunicó a Hitler que se trataba de una apuesta que iba contra todos los principios de la teoría de la guerra naval. El almirante Rolf Carls, suplente de Räder, previó unas pérdidas de cerca de la mitad de las fuerzas empleadas.

La vanguardia de la gran armada, compuesta de embarcaciones de abastecimiento y buques cisterna, abandonó las bases alemanas el 3 de abril; las fuerzas expedicionarias de buques de guerra empezaron a zarpar tres días después. La mayor parte de los desembarcos tuvo lugar el 9 de abril, tal como había sido planificado. En Bergen, la fuerza alemana capturó rápidamente el puerto, si bien el crucero ligero Köningsberg recibió tres impactos de cañones costeros que averiaron los sistemas de navegación. El puerto de Kristiansand cayó fácilmente después de que un escuadrón de bombarderos Heinkel 111 silenciara sus baterías. En el asalto a Oslo las baterías a ambos lados del estrecho fiordo hunden al Blücher. El Deutschalnd, recién rebautizado Lutzow, que le seguía de cerca fue alcanzado y se alejó de la línea de fuego con una brecha de 4,40 m bajo la línea de flotación. Consigue desembarcar a la tropa y regresa sin escolta. Un torpedo del Spearfish le inmoviliza el timón pero consigue llegar remolcado a Kiel donde las reparaciones se extienden hasta marzo de 1941.

Lutzow (ex Deutschland) en Kiel con la popa hundida. Fue alcanzado por un torpedo durante su vuelta de Noruega Popa del Blücher, hundido en el fiordo de Oslo Bernd von Armin. Segunda batalla de Narvik Almirante Enrich Räder

Toma de Trondheim y Narvik:
A la flota formada por el Sharnhosrt, el Gneisenau y el Hipper acompañados de 14 destructores se les asignó la toma de Trondheim y Narvik. Los acorazados proveerían fuego de cobertura desde una distancia prudencial. El 7 de abril por la tarde fueron atacados por una fuerza de bombarderos británicos que no logró ningún impacto. El día 9 le Gneisenau es alcanzado en un intercambio de disparos con el Renown. En junio se pone en marcha una operación para cortar los suministros británicos en apoyo de Noruega para así aliviar la resistencia a sus tropas en tierra. Durante esta operación de caza localizaron y hundieron al portaaviones Glorious y a los destructores Ardent y Acasta con precisos disparos desde 25 km de distancia. Un torpedo del Acasta dañó seriamente al Scharnhorst.

El Admiral Hipper en Noruega:
En el norte, frente al puerto de Trondheim, el 8 de abril cuando el crucero pesado Admiral Hipper quedó averiado al colisionar con el destructor británico Glowworm. El destructor había estado participando en una operación de colocación de minas, el tipo de acción que Räder había esperado de los británicos. El Hipper, casi diez veces más grande, se acercó amenazadoramente disparando sus cañones de 20 centímetros. El Glowworm, sin escapatoria, embistió al Hipper abriéndole una grieta de 36 metros en su blindaje. El Hipper consiguió recoger a los supervivientes del Glowworm y navegó hasta Trondheim. Allí, el 9 de abril, el Hipper condujo a cuatro destructores alemanes a puerto, enviando señales luminosas morse en inglés que confundieron a algunos de los defensores noruegos. Las baterías del puerto ofrecieron escasa resistencia y Trondheim fue tomado en poco tiempo. En junio el Hipper participó en la operación Juno contra la base británica instalada en Harstad, cerca de Narvik. En 1941 esperaba cerca de las Azores ocasión para atacar algún convoy en tránsito por Gibraltar y al encontrar al SLS-64 consigue el mayor número de hundimientos realizados por un barco de superficie. El Hipper sobrevivió hasta 1945, cuando fue alcanzado por un bombardeo aéreo mientras le reparaban las calderas en el dique seco del puerto de Kiel.

Batallas de Narvik:
El primer ataque británico esperaba hundir sin dificultad a un único destructor que creían apostado en la estrecha bahía. Advertidos de que podían aguardarles cuatro destructores, dividieron sus fuerzas y sólo tres penetraron en la bahía amparados por la niebla. Encontraron cinco destructores alemanes y consiguieron hundir al Anton Schmidt y al Wilhelm Heidkamp. Al retirarse de la bahía les salieron al encuentro cuatro destructores alemanes que hundieron al Hardy y al Hunter para poco más tarde abandonar su persecución por falta de combustible. En este encuentro el destructor Georg Thiele sufrió importantes daños. La segunda flota británica enviada a Narvik contaba a su favor la gran escasez de combustible y municiones de los destructores alemanes. Comandó el ataque el acorazado Warspite. El portaaviones Furious facilitaba el apoyo aéreo. Fueron hundidos sucesivamente el U-64, Erich Koellner, Hermann Künne, Diether von Roeder y el Erich Giese. El resto de barcos alemanes acabaría encallado. El último destructor, el Georg Thiele, disparó todos sus torpedos contra cinco barcos que lo atacaban y luego encalló en la playa. Ningún torpedo de los submarinos alemanes apostados en la ruta de salida hizo blanco por problemas técnicos.

El Koningsberg recibió siete impactos de bombarderos británicos mientras estaba en el dique de Bergen. El Karlsruhe fue torpedeado y hundido por el submarino Truant. Durante la campaña noruega los torpedos alemanes presentaron un elevado número de problemas de funcionamiento.

 

 

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