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Logo Orange HommerLawrence de Arabia:
Desinteresado campeón de la independencia de un pueblo primitivo, obstinado oponente de las grandes potencias que despojaron a sus seguidores de la victoria: tal es la imagen del T.E. Lawrence célebre personaje literario y cinematográfico. ¿Es ésta la verdad? Una multitud aclamante abarrotó las calles de Damasco el 1° de octubre de 1918 cuando el ejército rebelde marchó por la ciudad liberada. El día anterior, cuando las tropas otomanas se replegaron, la antigua ciudad siria pasó del control turco al árabe. Los vítores no sólo eran para las tribus victoriosas, sino también para un joven inglés que cabalgaba entre ellos, vestido con ondeante indumentaria árabe. La rebelión y su británico mentor se habían hecho inseparables.

Buscando apoyo británico:
En junio de 1916, el sharif (príncipe) de La Meca, Hussein Ibn Ali, inició la rebelión contra los cuatro siglos de dominio otomano en la península arábiga. Como gobernador de Hejaz, provincia desértica junto al mar Rojo, controlaba La Meca, el lugar más santo del Islam, lo que le hacía líder espiritual de los pueblos árabes. Pero la rebelión de Hussein se estancó en Medina, donde las tropas turcas podían abastecerse gracias al ferrocarril del norte. Antes de proclamar la rebelión, Hussein buscó el apoyo de Inglaterra y más tarde afirmó que le prometieron armas, balas y asistencia técnica para cortar la vía férrea. Desde un principio, los ingleses quisieron controlar la rebelión, por lo que le retuvieron el abastecimiento para hacerla "más modesta y conveniente". Cuando todo indicó que Hussein se retiraba a La Meca, obligado a rendirse, los ingleses se dieron cuenta de que era tiempo de recabar un informe fidedigno. Enviaron desde El Cairo a un oficial de inteligencia de 28 años, que hablaba árabe y tenía años de experiencia en el Oriente Medio: Thomas Edward Lawrence.

Educación de un guerrero:
El hogar donde nació T.E. Lawrence el 16 de agosto de 1888 no era precisamente un estereotipo de la Inglaterra victoriana. Cuatro años antes, Thomas Chapman abandonó en Dublín a su esposa y cuatro hijas para vivir con Sarah Maden, institutriz de las niñas. Mudándose de Irlanda a Inglaterra, Gales, Escocia y Francia, Thomas y Sarah tuvieron cinco hijos en los siguientes 12 años. Asentándose en Oxford con el apellido Lawrence, la pareja consiguió tener una apariencia de respetabilidad, pero su sensible segundo-génito, Thomas Edward, sufrió durante toda su vida la vergüenza de ser híjo ilegítimo. A los 12 o 13 anos, el joven Lawrence se rompió una pierna. Debido a que la fractura se curó lentamente o a que enfermó de paperas en la adolescencia, el muchacho dejó de crecer en cuanto midió 1.66 m. Con una cabeza demasiado grande, parecía aún más corto de estatura. Ingresó al Jesus College de la Universidad de Oxford y, tal vez para compensar su corta estatura, Lawrence desarrolló varias afectaciones, entre ellas una risita estridente y nerviosa que sus condiscípulos consideraban molesta. En un mundo de hombres, parecía asexuado e incluso afeminado. En Oxford, Lawrence fue influido por David George Hogarth, un arqueólogo y especialista en el Oriente Medio. Hogarth lo estimuló para que escribiera una tesis acerca de la arquitectura militar en las Cruzadas y le dio instrucciones detalladas cuando el estudiante viajó al Oriente Medio en junio de 1909 para hacer su práctica de campo. Viajó por Siria solo y a pie, "viviendo como árabe entre árabes", y se enamoró de la región y sus pueblos. Al regresar a Oxford se recibió con honores como historiador y egresó de la universidad en 1910. Recomendado por Hogarth, Lawrence recibió una beca de posgrado para unirse a una excavación arqueológica en Carchemish, en la ribera occidental del río Éufrates. Exceptuando los meses de verano, en que el calor obligaba a suspender los trabajos, Lawrence pasó en Siria casi por complete los siguientes cuatro años, los que luego consideró los más felices de su vida. Vistiendo sólo pantalón corto, el Sol lo bronceó y aprendió a comandar a 200 hombres, bromeando con ellos en árabe. Pero Arabia no solamente era un campo de estudio y al pasar el tiempo la arqueología no satisfizo todos sus intereses en la región. Poco antes de enero de 1914, se hizo espía.

Espionaje en el desierto:
Desde mediados del siglo XIX, el ímperio otomano era conocido como "el hombre enfermo de Europa". Alemania, Francia y Rusia ansiaban reemplazar al decadente imperio como factor de poder en el Oriente Medio e Inglaterra quiso asegurar sus propios intereses. Al tomar Egipto en 1882, los británicos controlaron el canal de Suez, vital para su imperio en la India. Pero necesitaban vigilar la actividad política al este del golfo de Suez y en el mar Rojo. Bajo el respetable patrocinio del Fondo de Exploración de Palestina, Lawrence se unió a principios de 1914 al arqueólogo Leonard Woolley y al capitán británico Stewart Newcombe para una prospección de la península de Sinaí. Dijeron buscar evidencias de los 40 anos de éxodo de los israelitas al salir de Egipto. En realidad, rastreaban las actividades militares de los turcos en la región limítrofe. La Primera Guerra Mundial estalló en agosto de 1914 y todo parecía indicar que el imperio otomano sería neutral. Pero cuando atacó a Rusia, aliada de Inglaterra, Lawrence se enroló en el ejército en Egipto. En diciembre ya estaba en El Cairo, organizando una red de inteligencia en la región que conocía al dedillo. Las hazañas del coronel británico T.E. Lawrence durante la rebelión árabe entre 1916 y 1918 fueron la base de la peIícula Lawrence de Arabia, rodada en 1962 por David Lean. Arriba, una foto fija de la película recrea fielmente a las tribus beduinas cabalgando para combatir en Hejaz, la provincia árabe en la costa del mar Rojo.

Rebelión en Arabia:
Lawrence nunca sería un soldado convencional. El comandante de Lawrence en El Cairo recordaría posteriormente su intenso deseo de decirle a su joven oficial que se cortara el pelo. Pero sus colegas militares se impresionaron con su mente ágil, su contagioso entusiasmo por el trabajo y su "extraordinaria capacidad para salirse con la suya calladamente". Sin embargo, pronto lo aburrió la rutina de cartografiar mapas, hacer informes geográficos y entrevistar a agentes de espionaje potenciales. En 1915, dos de sus hermanos murieron combatiendo en Francia, mientras que Lawrence escribía en 1926: "No hacemos nada, fuera de urdir políticas provocadoras en la región." Pero al mes siguiente fue enviado a una muy secreta misión a Mesopotamia (actual Irak), donde los turcos asediaban al ejército inglés: su misión era sobornar con un millón de libras al comandante turco para que levantara el sitio y, de paso, sondear la disposición de las tribus árabes para rebelarse contra los turcos. Fracasó en ambas misiones y regresó a Egipto "para encerrarse en esa oficina en El Cairo" Cuando Ilegó a El Cairo la noticia de la rebelión de Hussein en 1916, Lawrence escribió a su casa lo bueno que era "ayudar a forjar una nueva nación". En octubre se reunió con los rebeldes árabes. El digno Hussein, aunque capaz de ser líder moral, era muy viejo para ser comandante militar. Lawrence opinó que su primero, segundo y cuarto hijos eran "demasiado limpios", "listos" o "fríos". Pero de Faisal, el tercer hijo de Hussein, Lawrence dijo que era "el hombre que vine a buscar en Arabia, el líder que dará gloria a la rebelión árabe". El inglés bajo y rubio sería en adelante camarada de armas del árabe alto y moreno, y juntos cabalgarían a la gloria en los siguientes dos afios.

"Orens": hasta la última consecuencia:
Para ganar la confianza de los árabes, Lawrence usó ropa nativa y aprendió a montar en camello. "Si vistes como árabe", escribió, "hazlo hasta la última consecuencia. Olvídate de amigos y costumbres ingleses y adopta enteramente los hábitos árabes". Al adoptar las castumbres árabes, poco a poco se gano la confianza de las suspicaces tribus nativas, que al Ilegar a los campamentos lo saludaban: " i Orens ! i Orens ! ", que era la forma en que podían pronunciar su nombre, tan extraño a su idioma. Acompañado por Lawrence y su comitiva de 25 criados y guardaespaldas, Faisal lanzó la ofensiva que terminó en Damasco. Con la asesoría de Lawrence, desarrolló una estrategia que era adecuada para el terreno y la capacidad de lucha de sus hombres. Subiendo por la península arábiga, los rebeldes libraron una guerra de guerrillas que aterrorizó a sus enemigos y ganó reclutas de otras tribus. Esquivaron los fuertes turcos y dinamitaron el ferrocarril de Hejaz, descarrilando trenes e inutilizando las locomotoras. "El espectáculo es espléndido", escribió Lawrence. "Es imposible imaginar mayor diversión para nosotros y mayor vejación y furia para los turcos." En enero de 1917 tomaron el puerto Wejh, en el mar Rojo, y con la rendición de Akaba en julio, la campaña de Heiaz terminó en una aplastante victoria para los árabes. El comandante británico en El Cairo notó que los rebeldes árabes dominaban más tropas turcas que los ingleses y, como observó Lawrence con cierta malicia, "comenzaron a recordar que siempre habían favorecido la rebelión árabe". Desde entonces, las huestes de Faisal se convirtieron en el poderoso flanco derecho de las fuerzas aliadas del general Allenby que atacaban diestramente desde el norte a través de Palestina. En 1917, Lawrence hizo dos peligrosas incursiones tras las líneas enemigas para enardecer a los árabes sirios. En la aldea Deraa, en noviembre, fue detenido brevemente por los turcos, que tal vez no supieron quién era él. Aún está a discusión lo que ocurrió ahí. Según sus memorias de la posguerra, tituladas Siete pilares de sabiduría, Lawrence fue horriblemente torturado y vejado sexualmente por sus captores. Esta sórdida versión fue considerada como "muy improbable" por un prominente historiador de EUA, pero un colega de Lawrence lo describió como muy perturbado a su regreso de Deraa y estaba convencido de que sufrió una "horrenda pesadilla". Sin embargo, tres semanas después de volver de Deraa, Lawrence ya estaba lo bastante repuesto como para marchar a Jerusalén con Allenby el 9 de diciembre de 1917. Los aliados siguieron avanzando hacia el norte durante 1918, con Lawrence y los árabes en su flanco derecho. Cuando Allenby programó el asalto a Damasco para septiembre, tenía 250.000 hombres bajo su mando. Aunque los turcos tenían nominalmente igualdad de fuerzas, los 3.000 árabes de Lawrence inmovilizaban a 50.000 enemigos al este del Kordán, mientras otros 150.000 turcos se desplegaban en Mesopotamia, en un vano intento por sofocar otras rebeliones árabes. Con una superioridad de cinco a uno, Allenby marchó a la victoria el 1° de octubre. Luego de su victoria en Hejaz, los árabes tuvieron un papel militar convencional, como flanco derecho del ejército aliado que avanzó al norte por Palestina. Arriba, una trinchera en el desierto.

AIta política:
En mayo de 1916, Inglaterra y Francia firmaron un tratado secreto, conocido como Sykes-Picot por sus dos negociodores, que dividía al territorio turco del Oriente Medio en dos esferas de influencia: la inglesa y la francesa. Todo Estado árabe en la región estaría sujeto al control administrativo británico o francés. Dos días después de la entrada triunfal a Damasco, Faisal supo de la amarga realidad y sus limitaciones sobre la independencia árabe. Insistiendo en que nada sabía del tratado secreto, Lawrence pidió que Allenby lo relevara de su cargo y le permitiera regresar a Inglaterra. "Como yo no era un perfecto estúpido", escribió amargamente en Siete pilares de sabiduría, "pude ver que las promesas a.los árabes eran huecas". Lamentó que sus hombres arriesgaran su vida por una recompensa tan insignificante; "en lugar de enorgullecerme por lo que hicimos, me sentí avergonzado". A partir de entonces, Lawrence supo, escandalizado, que sus batallas se librarían en los corredores del poder y no en las arenas del desierto . De vuelta en Inglaterra, incómodamente vestido con uniforme, Lawrence compareció el 29 de octubre ante un comité del gabinete de Guerra. Su propuesta era anular el tratado Sykes-Picot para mantener a Francia fuera del Oriente Medio y dividir Mesopotamia y Siria en tres reinos dirigidos por tres de los hijos de Hussein, con Faisal presidiendo Damasco. Mientras esperaba la decisión del gobierno, Lawrence cablegrafió a Hussein, sugiriendo que enviara a Faisal como representante a una conferencia de paz que se iniciaría en París en 1919. Pero, nuevamente, Lawrence tuvo malas noticias para Faisal: al recibirlo el 26 de noviembre en Marsella, le informó a su camarada de armas que Francia había vetado su participación en la conferencia. Faisal estuvo en diciembre y enero en Inglaterra, donde Lawrence lo presentó con Chaim Weizmann, el líder sionista a quien los británicos prometieron un hogar nacional en Palestina. Lawrence, quien veía a los semitas judíos y árabes como "un todo indivisible", tenía la esperanza de que cooperaran para desarrollar al Oriente Medio. A cambio de entrar libremente a Palestina, los judíos prestarían dinero a Faisal para establecer su reino en Siria. La guerra en el Oriente Medio siempre fue secundaria ante la lucha con Alemania en el frente oeste. La campaña de Lawrence con los árabes fue Ilamada "lo secundario de lo secundario". Pero según un delegado de EUA, el coronel Lawrence fue "un atrayente personaje" en la conferencia de paz del 18 de enero de 1919. Como a Faisal se le negó la admisión, le correspondió a Lawrence asegurar que su camarada árabe siguiera siendo leal a Gran Bretaña. Para Lawrence, los enemigos eran ahora los franceses. Su esperanza era que "los árabes fueran nuestro primer dominio y no nuestra última colonia". Pocos compartían su opinión, tanto árabes como ingleses. Inglaterra tenía un nuevo interés en el Oriente Medio: petróleo. Además, no querían enojar a Francia, su aliada en la guerra. Reticente, Faisal aceptó los términos del tratado Sykes-Picot, que pospusieron la verdadera independencia árabe.

La lucha termina, la leyenda crece:
Derrotado en la conferencia de paz, Lawrence intentó ganarse a la opinión pública con una serie de artículos y cartas. Luego fue el asesor de Winston Churchill en asuntos árabes. Pero todo lo que realizó fue en vano. Faisal, proclamado rey de Siria en marzo de 1920, fue depuesto por los franceses en julio e Inglaterra no hizo nada. En 1921 los británicos hicieron a Faisal rey de Irak, bajo el dominio inglés durante la siguiente década. Su hermano Abdullah fue nombrado emir de Transjordania, otro protectorado inglés. Hussein fue forzado a abdicar como rey de Hejaz en 1924, sustituido por el jefe de otra tribu, Ibn Saud. Asqueado de la política, Lawrence se retiró a Oxford para redactar sus reveladoras memorias. ¿Por qué había hecho todo esto? El epílogo de Siete pilares de sabiduría da cuatro motivos. El primero y más poderoso era personal, "omitido en el libro, pero creo que nunca ausente de mi alma durante todos estos años, dormido o en vela, ni siquiera por una hora". Los detectives académicos revelaron que éste era el amor de Lawrence por un muchacho árabe Ilamado Dahoum, a quien conoció en Carchemish en 1913; en otra parte escribió que la libertad para el pueblo del muchacho sería "un regalo aceptable". Poco antes de que Damasco fuera tomada, supo que el muchacho había muerto de tifus y anotó con dolor: "mi regalo fue en vano". El segundo motivo de Lawrence fue su patriotismo: quería ayudar a Inglaterra a ganar la guerra. El tercero fue la curiosidad intelectual: "el deseo de sentirme el inspirador de un movimiento nacional". El cuarto fue la ambición personal: "sumar a mi vida esa nueva Asia que nos traía el tiempo inexorable" ¿Fue Lawrence un héroe? ¿O fue un oportunista descarado? ¿Estuvo verdaderamente dedicado al nacionalismo árabe con toda la convicción de conseguir la libertad? ¿Solamente utilizó a crédulas tribus árabes para perpetuar el imperialismo británico? ¿Es que su historia no fue la de dedicarse a la causa de un pueblo sino la de su obsesión por un amor imposible?

Escape de la fama:
La carrera de Lawrence en la posguerra es tan extrañia e intrigante como sus andanzas en la rebelión árabe. En agosto de 1922 el excoronel se enroló en la fuerza aérea inglesa con el seudónimo de John Ross. Se sometió humildemente a la tiranía de los oficiales que lo entrenaron. Cuando la prensa publicó esta autohumillación de Lawrence, fue dado de baja. No pudo hallar empleo porque, como lo confesó casi con alegría, "nadie me ofrece un trabajo lo suficientemente pobre como para que lo pueda aceptar". Se dedicó a recorrer la campiña en motocicleta. Por intervención de amigos, fue readmitido al ejército en marzo de 1923, como soldado raso en la unidad de tanques y bajo otro seudónimo, T.E. Shaw. Dos años después, consiguió ser transferido a la fuerza aérea, donde sirvió como piloto durante los restantes diez años de su vida. El 13 de mayo de 1935, Lawrence aparentemente perdió el control de su motocicleta mientras corría por una curva estrecha al sur de Inglaterra y salió despedido por encima del manubrio. Murió seis días después, por heridas en la cabeza. Antes del accidente, un coche negro pasó en dirección opuesta a la de Lawrence, entonces aparecieron dos niños en bicicleta en una loma frente a él y trató de esquivarlos. | www.geocities.com/Augusta/5130/

 

 

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