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Séneca: Felicidad, virtud y serenidad:
Pensamiento de Séneca sobre la felicidad:
Todos los hombres desean vivir felices, pero en la búsqueda del camino que los lleva a esa felicidad, muchos andan a ciegas. Séneca piensa que para poder hallar el camino a la vida feliz, primero debemos determinar qué queremos y cual es el fin que perseguimos. Necesitamos marcar nuestro camino y nuestra meta. De lo contrario es muy difícil conseguir la felicidad sin haber prefijado anteriormente un objetivo. Una vez que hemos errado el camino, nos parece que cuanto más nos afanamos por encontrarlo, más nos alejamos. Podemos buscar un guía para que nos indique por donde ir, pero nuestro camino a recorrer no va a ser igual a ningún otro ya recorrido. No debemos buscar la felicidad en lo que hacen los demás, ni seguir ciegamente el camino de otros sin saber hacia donde nos dirigimos. Pensar que lo que todos aceptan es lo correcto es una idea totalmente equivocada. Muchas veces el camino más andado es el mas engañoso de todos. No debemos hacer caso a los rumores, debemos regirnos por la razón y no por imitación a los demás. En nuestro andar vamos a escuchar voces, ruidos, gritos que solo nos apartarán de nuestra senda y nos harán malgastar parte de nuestra breve vida. En este camino nadie se pierde solo, sino que todos somos culpables del extravío ajeno. Los primeros son la causa de la perdición de los que siguen. Es como una gran catástrofe donde unos se precipitan sobre otros. El error que la mayoría de los hombres comete es preferir creer en vez de juzgar. Nadie juzga la vida. Perecemos por el ejemplo ajeno. Basta alejarnos de la mayoría para salvarnos, para que podamos decidir por nosotros mismos cual es nuestro mejor camino a seguir según nuestros intereses y proyectos propios. El camino de la mayoría solo nos conduce a arrepentirnos de nuestras propias decisiones y a extrañarnos por lo que nosotros mismos hemos aprobado. Como dice Séneca en su libro “De la brevedad de la vida” en el capítulo De la vida feliz: “Al tratar de la vida feliz, no debes nunca contestarme, como en las elecciones: este partido parece tener mayorías pues por esto mismo es lo peor. Con esta simple oración, el autor sigue reafirmando su idea de que no debemos seguir a la multitud. Las personas no son tan iguales como para que nos agrade lo mismo que a los demás. Debemos buscar lo que nos convenga hacer y que nos asegure la felicidad eterna. Todas y cada una de las personas, sin importar su posición social, el grado de riqueza alcanzado, si pertenecen o no a la realeza, el color de su piel, etcétera, deben tener en cuenta este consejo. Debe ser el alma la que descubra los bienes del alma. Este pensamiento resume una de las ideas principales del filósofo. Que debemos buscar la felicidad en lo profundo de nuestro interior, en el silencio y la soledad, debemos aprender a escucharnos y entendernos sin la influencia de los demás. En este quehacer escucharemos la voz del alma que nos aconseja alejarnos de la riqueza, la adulación, el favor y el poder. Las cosas que todos contemplan, ante las que todos se detienen, que unos a otros se muestran maravillados, brillan por fuera, pero por dentro son lamentables. Séneca nos invita a vivir alejados de los lujos, ya que estos no atraen la felicidad, solo nos crean falsas ambiciones, ambiciones sin sentido que no nos llevan a ningún lado. Debemos buscar lo que no solo sea bueno en su apariencia, sino que sea constante y mas bello por dentro que por fuera. Muchas veces pasamos al lado de eso que anhelamos tanto, hasta incluso tropezamos con ello y no nos damos cuenta de lo cerca que se halla de nosotros y que tan fácil es alcanzarlo. Textualmente, Séneca nos expresa en su diálogo “De la vida feliz” en el capítulo tercero titulado definición de la felicidad la siguiente reflexión sobre la vida feliz:

    “Es feliz, pues, aquella vida que se aviene a la naturaleza; lo cual solo se alcanza si primero el alma esta sana y en perpetua posesión de su salud; si es, luego, valerosa y vehemente; bellamente sufrida; ajustada a todas las coyunturas; curiosa, pero sin inquietud, de su cuerpo y de cuanto contribuye a la vida, pero sin admirarse de nada; dispuesta a usar de los dones de la fortuna, pero a no ser su esclava.”

Esto es lo que nos guiará a una libertad y tranquilidad perpetua, a una vida llena de goce constante y a una grandeza hermanada con la mansedumbre, por que el origen de la soberbia es la debilidad. Se puede definir al bien supremo de distintas maneras, ya que esta definición puede extenderse y desarrollarse o condensarse y reducirse. El alma debe contentarse con la virtud y despreciar lo fortuito, gracias a la invencible fuerza de ésta, conocedora de las cosas, pacífica en su acción , muy compasiva y atenta quienes conviven con ella. El hombre feliz es aquel para el cual no existe mas bien ni mal que un alma buena y una mala, que rinde culto al bien y se contenta con la virtud, que no conoce otro bien que el que puede obtener por el mismo y desprecia los placeres.

Conducirse dentro de la virtud:
Séneca resume su concepto de la vida feliz brevemente diciendo que “La vida feliz es el alma libre, recta, atrevida y firme, sin miedo ni deseo, cuyo bien es la honradez.” La vida atada al placer es sinónimo de dolor y esclava de estos. Hay que ir hacia la libertad y repudiar la fortuna para lograr el reposo del espíritu puesto en seguridad y deleitar al hombre como algo engendrado por su propia bondad. El hombre feliz, gracias a su razón, no desea ni teme nada. Hablando de temores y tristezas dice que podemos afirmar que los animales, las piedras, las plantas, son felices por no tener sentimientos de tristeza y temor, lo que ocurre es que les falta el conocimiento y la conciencia de la felicidad. También se podría incluir en este grupo a aquellas personas que por su naturaleza obtusa y el desconocimiento de su propio ser han quedado relegados entre las bestias y las cosas inanimadas. Estas carecen de razón y los otros la han depravado y es hábil solo para el mal. Aquellos que están alejados de la razón y de la verdad, no podrán llamarse felices ya que la vida feliz tiene asiento en el juicio recto y seguro. El alma es libre y pura de todo mal. No evita solo las heridas, sino que también evita los pellizcos y reclama su puesto contra las iras y los reveses de la fortuna. El placer en cambio es débil y nos ablanda el ánimo. Nos hace abandonar el alma y pensar solamente en el cuerpo. Pero el alma también tiene sus placeres. La razón, la verdad, la justicia. Es locura elegir los males por bienes. No es feliz quien no tiene sana la razón, ni quien anhela lo nocivo como si fuera lo mejor; es feliz el que se contenta con lo que tiene y le pone afecto a esto. La mayoría niega que el placer pueda separarse de la virtud, la vida honrada sin deleitarse por esto y vivir deleitosamente sin ser honrado. Algunos son infelices, no por falta del placer sino por estos mismos.

    “No hay competitividad entre virtud y placer, estos dos son opuestos en cuanto a los fines que persiguen. La virtud es algo elevado, excelso, soberano, invicto e infatigable; el placer es mezquino, servil, apocado, caduco y tiene su puesto y su domicilio en prostíbulos y tabernas. La virtud la encontrarás en el templo, en el foro, en el senado, de pie junto a las murallas, cubierta de polvo, curtida por el sol, con las manos callosas; el placer lo verás las mas veces esconderse y buscar la oscuridad, alrededor de los baños, de los sudarios, y de los lugares que temen la vista del edil; muelle, enervado, empapado en vino y en perfumes, pálido o lleno de afeites y embalsamado por las drogas.”

El espíritu recto nunca tuerce su camino, el placer se extingue cuando mas deleita y como sus límites son reducidos, los alcanza enseguida. No puede haber realidad alguna en algo que llega y se va, pues solo tiende a su fin. Hay que hacer una vida de manera que el placer sea el compañero de la recta y la buena voluntad, no una guía. Vivir feliz es lo mismo que vivir conforme a la naturaleza; conservar las facultades del cuerpo y las aptitudes naturales como algo prestado, que sirvan, pero que no manden. Solo de este modo serán útiles. El hombre debe ser invencible a las cosas externas y debe estar preparado a la próspera y adversa suerte.. Un hombre debe ser complaciente, ordenado, magnánimo y cortés en sus obras. El bien debe nacer de los sentidos, pero no para complacer a estos mismos. De esta manera nacerá una razón sin diferencias ni desigualdades. El placer es uno de los frutos de la virtud, pero no es su objetivo, sino que lo obtienen como una especie de “extra”. El placer es entonces, un complemento, no la recompensa o la causa de la virtud; como las flores que nacen de un campo arado para la siembra. Séneca se pregunta ¿Qué buscamos en la virtud? En la virtud la buscamos a ella misma. Se busca el bien del hombre, la fortaleza del alma, la providencia, la exaltación, la salud, la libertad, la armonía y la belleza. Esto entendemos por la búsqueda del bien del hombre, no el bien del vientre, que es mayor en los animales y en las fieras. Nadie puede vivir feliz o bien una vida agradable, si no vive una vida virtuosa. Sólo los animales irracionales pueden vivir de ese modo, midiendo su felicidad en razón de la comida y los placeres. La buena vida debe ir acompañada de la virtud. La virtud evalúa los deleites antes de admitirlos, por eso les concede tanto valor a los que acepta y cifra su goce para poder abstenerse. Hay que restringir el placer, ponerle freno, aprovecharlo, no gozarlo. Aquellos hombres que viven rodeados de placeres no alcanzan a gozar bien de ninguno de ellos. Viven mal, por que sobreviven muchas cosas que perturban su ánimo y por que su mente esta turbada por opiniones contradictorias. El sabio sabe intercalarlos y mezclarlos en la vida. El que se entrega a los deleites, como sabe que lleva una vida llena de placeres, cree también vivir en la virtud. Ellos esconden su lujuria en el seno de la filosofía, y se precipitan solo a este. En medio de esto pierden lo único bueno que poseían de sus defectos: la vergüenza de pecar. Por esta sencilla razón, es perjudicial la alabanza del placer. Yendo la virtud por delante, nuestros pasos siempre serán seguros. No hay que temer de ser desmesurados con la virtud, por que en ella misma se encuentra la mesura.

No perseguir los placeres:
La virtud va primero, pero no por ella perderemos el placer. Este irá acompañándole girando en torno a ella. Seremos dueños y moderadores del placer. En cambio, quienes cedieron la dirección al placer, no tendrán ni una ni la otra. El placer los dominará a ellos. Mientras a más placeres nos entreguemos, mas mezquinos y esclavos nos volveremos, dejaremos las cosas importantes y faltaremos a nuestros deberes. El bien supremo debe elevarse hasta tal nivel que ninguna fuerza pueda perjudicarlo ni pueda desalojarlo y no tenga acceso el dolor, la esperanza y el temor. Solo la virtud debe tener cabida en la felicidad. Hay que tener paciencia, ya que hay que tener en cuenta y aceptar que toda dificultad es propia de la naturaleza. El alma debe guardar el precepto de seguir a Dios. Séneca dice en el texto de sus diálogos: “Todo cuanto hay que sufrir en virtud de la ley universal, acéptese con magnanimidad; tenemos adquirido el compromiso de soportar los males propios de nuestra condición de mortales y de no desconcertarnos ante aquello que no esta en nuestra mano evitar. Hemos nacido en un reino: obedeced a Dios es libertad” Con esto, el autor nos quiere decir que no debemos intentar evitar lo imposible, que debemos aceptarlo como lo que es, una de nuestras condiciones de ser mortales. Por ejemplo: No debemos evitar a la muerte, ya que es algo totalmente natural e inevitable y propia de nuestra condición de mortales. Debemos obedecer las leyes de Dios, ya que de Él es el reino en el cual vivimos. Y aquí Séneca nos demuestra sus ideas religiosas. La felicidad es la virtud y no debes considerar como bueno o malo a lo que no es obra de la virtud o de la maldad. Aseméjate a Dios y te prometerá cosas tan grandes e iguales como las divinas, no serás obligado a nada y no te faltará nada; serás libre, seguro, invulnerable, todo te será posible. ¿Basta la virtud para ser feliz por ser esta divina y perfecta, por ser hecha para quien concentró en sí mismo todos sus bienes y perfecciones? Por supuesto, es más que suficiente. Qué le puede faltar a quien se ha emancipado de todo deseo. Toda virtud necesita de cierta benevolencia de la fortuna. Hay quienes están atados a la vida y sus placeres con cadenas, otros con grilletes y aquellos que se elevaron a regiones superiores y subieron más arriba que los demás, todavía no son libres pero arrastran una cadena floja puesto que ya son casi libres. Séneca reconoce sus vicios y acepta las críticas que ha recibido. En realidad el filósofo aconseja acerca de lo que hay que hacer para lograr la felicidad. Pero en verdad él no lo vive así, según su confesión no es un sabio y nunca lo será. Su espíritu está enfermo y él acepta que cuando pueda, vivirá como se debe. Por lo pronto solo censura sus propios vicios. Séneca responde a las acusaciones que recibe diciendo que el habla de la virtud, no de su vida y de sus vicios. Aunque su vida no sea virtuosa, él sabe cual es el camino correcto y qué debe hacer para no apartarse de él. No va a dejar de alabar a la felicidad y a la vida junto a la naturaleza aunque no la practique. Piensa que la riqueza y los placeres no son malos si uno los sabe utilizar y regular debidamente. El sabio no deja de ser sabio por estar rodeado de placeres, pero debe aprender a utilizarlos y no permitir que los placeres lo utilicen a él. La sabiduría no está condenada a la pobreza. Uno no debe fijarse en lo que hacen los demás, sino en lo que hace uno mismo. No debe comparar su vida con la de alguien más, de este modo perderíamos nuestro propio objetivo por fijarnos en las acciones (buenas o malas) de los demás. Solo el hecho de intentar seguir el camino de las virtudes y del bien, es un acto honroso y noble y digno de ser admirado; a pesar de que uno caiga a mitad de camino, es bueno hacer el esfuerzo de emprender la subida Se debe intentar satisfacer las necesidades que nos dicta la naturaleza.

    No se debe rechazar las riquezas, sino que si ellas desaparecen, se las debe ver desaparecer con ánimo sereno, no quejarse por esto. No se debe vivir por y para ellas, pero si uno las posee, no es malo si las ha obtenido gracias a su trabajo honrado. Es mas factible que un sabio despliegue mas su ánimo y sus pensamientos en la riqueza que en la pobreza, ya que de esta manera no tiene mas preocupaciones. No tiene razón de abatirse ni desalentarse. En la riqueza, están abiertos a la templanza, la libertad, la actividad, el buen orden y la magnificencia. Las riquezas, bien administradas, son útiles y muy ventajosas en la vida. Se debe tener en cuenta que, aunque las riquezas estén junto a uno, están fuera de uno.

Se deben soportar las enfermedades, ya que, como lo habíamos dicho anteriormente, son algo totalmente natural e inevitable. No es malo preferir la salud que la enfermedad. Nunca hay que dejar de tener en cuenta la diferencia que existe entre el hombre y Dios, por mas que uno sea tratado como tal, siempre debe tener muy claro este hecho. Unas virtudes corren cuesta arriba y otras cuesta abajo: Van cuesta arriba todas aquellas virtudes que se oponen a las contrariedades, como por ejemplo:-Paciencia -Fortaleza -Perseverancia Van cuesta abajo todas aquellas virtudes que deben detener nuestro ánimo para que nos se precipite, como por ejemplo:-Libertad -Templanza -Mansedumbre En consecuencia, podríamos decir que hay virtudes que aumentan el ánimo, lo incitan y otras que lo reprimen. En la pobreza emplearemos aquellas virtudes que sepan luchar con mayor valor; en las riquezas las mas activas que saben mantenerse en el aire y sostener su propio peso.

FRASES DESTACADAS:
La más grande infelicidad es ser presa del temor cuando ya nada queda que esperar. No dura ni llega a su fin sino la felicidad que viene poco a poco. No es feliz el que no cree serlo. Si quieres vivir feliz, no te importe que te crean tonto. La felicidad es no necesitarla. La felicidad que no se modera, se destruye a si misma. Conclusión: Séneca tiene una idea muy simple de la felicidad, se basa en las virtudes, en lo bueno, solo basta llevar una vida virtuosa y no abusar de los placeres que esta nos da para poder ser feliz, ya que estos no son lo central de la vida, aceptar la condición de mortal que el hombre tiene, no luchar contra lo imposible y obedecer a Dios y a la naturaleza. Para lograr la vida feliz Séneca nos aconseja cultivar - rechazar Las virtudes - Los placeres El alma - El cuerpo Dios - Lo material La naturaleza - La riqueza


Sobre la felicidad
- El primer capítulo de este primer libro nos habla en resumen de la opinión común y el acierto a la vez que nos empieza a introducir en la historia al dirigirse al que será el receptor de todo el libro, Galión. Lo principal durante todo el libro será la felicidad. Séneca nos pone como ejemplo de enseñanza un camino y por donde debemos ir según lo que preguntemos. También nos pone de ejemplo las elecciones, en democracia, de su época. - Segundo capítulo: Habla de la razón y la opinión que los hombres pueden tener respecto a sus opiniones de la felicidad y las experiencias de Séneca. - Tercer capítulo: Habla de lo que es la felicidad verdadera relacionándola con la naturaleza y que se debe seguir una vida con relación a la naturaleza. - Cuarto capítulo: Habla del sumo bien, qué es y cómo se puede obtener. - Capítulo quinto: Trata de la libertad en general y como se consigue la felicidad con esto. - Capítulo sexto: Habla de dos temas principales como son el placer y la felicidad y como se tratan desde su punto de vista: placer como malo y felicidad como esquivar el placer y la lujuria. - Capítulo séptimo: Presenta la oposición de la virtud y el placer claramente explicado. - Capítulo octavo: Comenta sus ideas respecta a vivir según las normas de la naturaleza para así seguir la vida más virtuosa y no la más agradable pero que nos dará la felicidad. - Capítulo noveno: Sigue hablando del placer como un mal que nos hará perder la felicidad, pero se ve que la virtud nos da placer pero no es lo que se busca en realidad. Esta idea se repite constantemente a lo largo del libro. - Capítulo décimo: Proporciona indicaciones de cómo debemos enfrentarnos a los placeres y lo que no debemos hacer poniendo ejemplos que han sucumbido a los placeres. - Undécimo capítulo habla de las conductas que provocaran del seguimiento de una vida de placeres. - Duodécimo capítulo en el que Séneca nos hace ver las consecuencias extremas del seguimiento de los placeres. - En el capítulo trece habla de las excepciones que el plantea a los placeres y como algunos en determinado control darán algún placer pero siempre recalcando el control de los placeres con la virtud como guía. - El capítulo catorce nos hace ver lo que pasara si perdemos el control sobre los placeres. - Decimoquinto capítulo en el que, refiriéndose a Epicuro, da una opinión contraria a todos los seguidores de Epicuro provocando un choque entre sus ideas volviendo a ver, según lo pensado por Séneca, los riesgos de los placeres. Empieza también a referirse a Dios. - En el capítulo dieciséis sigue refiriéndose a Dios como modelo a imitar para la felicidad y así evitar el sufrimiento. - El capítulo diecisiete es una critica a toda la sociedad de su tiempo en su forma de actuar. - Decimoctavo capítulo en el que sigue criticando a las gentes y el se ve como un buen modelo a imitar. - El decimonoveno capítulo refleja los problemas de una sociedad que solo ve la envidia y su propio ego. También pone la historia de Diodoro que ya feliz y convencido de su buena conciencia se suicidó. - En el capítulo veinte se empieza a auto describir Séneca con su modo de ver la vida y la relación con el mundo. Lo que más recalca es su visión de “todo de uno y lo de uno de todos”. - El capítulo vigésimo primero habla de lo que prefiere el sabio con respecto al hombre normal creando una clara diferenciación. - En el capítulo veintidós sigue diferenciando al hombre corriente con el sabio empezando a diferenciar el modo de tener riquezas diciendo que las riquezas pertenecen al sabio y al hombre pertenece a las riquezas. - El capítulo veintitrés nos explica como el sabio usa las riquezas sabiamente no como un hombre corriente que no compartirá ni por un extremo las perderá de vista. - Vigésimo cuarto capítulo donde Séneca nos explica lo bien que esta dar y compartir y como se debe de dar y como NO se debe de dar tus riquezas. - Capítulo veinticinco en el que se ve la diferencia entre un hombre que aprecia las mayores riquezas y como un sabio con lo más mínimo ya es rico pues lo más mínimo ya le satisface. - Capítulo veintiséis explica cómo con lo más básico puede vivir con la felicidad del hombre que tenga las mayores de las riquezas dando a ver al rico como un necio. - Capítulo veintisiete en el que se ve el ejemplo que dan los filósofos para conseguir la felicidad y como así se debe de seguir poniendo lo que se debe hacer y lo que no. ya que si no puedes hacer algo, mejor no lo hagas. - Capítulo veintiocho en el que Séneca nos dice que todo lo que se ve a los ojos del mundo como algo que esta bien y producirá felicidad va a cambiar radicalmente, como una tempestad y revolucionará y cambiará todo lo conocido.

Sobre la brevedad de la vida:
El segundo libro nos hace a la idea de una contradicción: la vida es corta, pero si sabemos como vivirla será larga. Este libro está dirigido a Paulino, al que le habla de cómo los hombres viven la vida, la mayoría desperdiciando su tiempo y otros pocos sabiéndola apreciar ya que el hombre se dedica demasiado a los placeres y así no disfruta nada de la vida ya que la gran mayoría de sus asuntos son prescindibles de realizar. Séneca también nos hace ver los problemas entre los hombres como son la envidia, la fama, el ocio en exceso, las riquezas entre otros muchos más problemas a los que el hombre sucumbe. Séneca sostiene que para quien vive la vida, el sabio, la vida es larga pero para quien no es sabio es corta y malgasta su tiempo en cada fracción de tiempo. Estos pensamientos de Séneca, en mi opinión, son tanto aplicables en su tiempo como en todos lo existentes pues el hombre poco ha cambiado desde su creación, ya que sigue perdiendo el tiempo en una vida corta para unos y para los sabios, por desgracia escasos, larga y sustancial.


De la Tranquilidad del Alma:
Día: 1 de noviembre “Estoy poseído de un gran amor a la templanza, lo confieso”. “Sedúcenme los honores y los haces no la púrpura y las veras, sino para estar más dispuesto y útil a los amigos y a los parientes y a los ciudadanos todos y, en último término, a toda la Humanidad” Algo muy importante que nos presenta Séneca es la importancia que tiene la templanza, es decir, la moderación en las cosas. Es muy importante buscar la simplicidad de las cosas y buscar su principal utilidad. No debemos utilizarlas como medios para ostentar o por el gusto de simplemente tenerlas. Séneca hace un clarísimo ejemplo en la segunda frase cuando dice que le gustan los honores no para simplemente creerse más que otro, sino, para ayudar más al prójimo. Esto es algo que a él le llena mucho más que otras cosas.” “Lo que tú deseas es una cosa grande, soberana y muy cercana a Dios: no conmoverte. Este asiento firme del espíritu llámenle los griegos eutimia (estabilidad)… yo le llamo tranquilidad” “Busquemos pues, cómo podrá el alma caminar siempre a paso igual y próspero, como estará en paz consigo misma y mirar sus cosas con alegría; y que este gozo no se interrumpa, sino que persevere en estado plácido, sin desvanecerse y sin abatirse; esto será la tranquilidad.” Aquí se muestra la importancia que tiene para el autor la tranquilidad. La define como un estado casi cercano a Dios y como un estado que nos hace sentir paz interior. En definitiva la tranquilidad es algo importantísimo en la vida del hombre ya que al final es la que nos hace disfrutar de las experiencias de la vida. Es algo que debemos siempre vigilar y estar pendiente de que no se vea afectada. “Mientras tanto hay que exponer muy visiblemente todo vicio, a fin de que cada cual reconozca lo que le toca a él”. “El efecto todo vicio no es más que uno: descontentarse de sí mismo. Y esto nace de la destemplanza del ánimo.” Para buscar la tranquilidad hay que comenzar por autoanalizarnos y encontrar cada uno nuestros vicios ya que no todos tenemos los mismos. Estos vicios son los que normalmente provocan al final la decepción de nosotros mismos. “Pregúntasme qué remedio creo has de usar para ese hastío. El mejor fuera como dice Atenodoro, ocuparse en los cargos de la república y en los oficios civiles” “…porque todo aquel que tiene como propósito de hacerse útil a sus conciudadanos y a todos los mortales, al mismo tiempo que se ejercita, saca provecho dedicado a sus deberes privativos administrando según su caudal los intereses privados y públicos.” “Si nos alejamos de toda convivencia y renunciamos el trato de los hombres y vivimos vueltos exclusivamente hacia nosotros, sucederá a esta retirada, carente de todo deseo, una falta absoluta de ocupaciones… consumiendo mal el tiempo que la Naturaleza nos dio para que lo empleásemos bien.” Un remedio que propone Séneca para evitar el fastidio de la vida es el de ponernos a disposición de los demás. De esa manera hacemos algo muy útil, que nos hace sentir valorados y en el que podemos desarrollarnos nosotros mismos para utilizar esas experiencias para nuestra propia conveniencia también. Nada se gana apartándonos de la gente ya que por naturaleza somos seres sociales y no podemos vivir alejados del resto. Debemos aprovechar al máximo el tiempo que tenemos y utilizarlo adecuadamente.

Día 2 de noviembre
“Yo no niego que hemos de retirarnos algún día, pero ha de ser a paso lento, salvando siempre las banderas y el honor militar.” Siempre existe algo por hacer. Debemos tratar siempre de mantenernos ocupados en algo y tratar de evitar el no hacer nada. Haciendo algo productivo uno se siente valorado y eso, personalmente, aporta mucho a la tranquilidad. “Lo mejor de todo, y con mucha diferencia, es alternar el ocio con el negocio todas las veces que la actividad de la vida estuviere obstaculizada bien por casuales impedimentos o por determinadas condiciones políticas.” “Con razón decía Curio Dentado que prefería ser muerto a vivir muerto” “Pero si te tocó vivir en un tiempo en que los negocios de la república son asaz poco tratables, lo que tendrás que hacer es consagrarte más al ocio y a las letras…” Cuando existan obstáculos que no permitan ejercer la actividad que uno realiza, no hay que inclinarse por no hacer nada, sino dedicarse al ocio pero a aquél que es productivo como lo son, por ejemplo, las letras y todas aquellas cosas que nos enriquecen. Debemos alternar de esta manera cuando las circunstancias sean adversas. Una vez que los impedimentos desaparezcan podemos retornar a nuestra labor. Jamás debemos optar por no hacer nada. “Pero, ante todo, deberemos examinarnos a nosotros mismos; luego, los negocios a emprender; y finalmente, aquellas personas por quien o con quien los emprendemos. Y lo primero es menester que cada uno tantee su capacidad, porque con harta frecuencia nos persuadimos poder más de que realmente podemos.” Es muy importante conocernos a nosotros mismos al nivel de poder determinar nuestros límites ya que todos tenemos diferentes capacidades que otros. Debemos dedicarnos a lo que más capacidad tengamos pero siempre teniendo en cuenta nuestros propios límites.

    “Hay que hacer una selección de los hombres para ver si son dignos de que les confiemos una parte de nuestra vida o si les alcanza algo de la pérdida de nuestro tiempo.” “Ninguna cosa hay que tanto deleite al espíritu como la fiel y sabrosa amistad” “Asimismo, en la elección de los amigos pondremos más diligencia en no tomarlos corrompidos. Principio de toda enfermedad es mezclar los sanos con los enfermos.” “Evítense en primer lugar los mohínos pesimistas y los que de todo se lamentan, sin que haya cosa alguna que no sea motivo de queja. Por más que este tal tenga la fidelidad y la benevolencia, es enemigo de la tranquilidad del compañero agriado y con cara de vender sangre” El entorno de amigos que rodea a una persona tiene una influencia muy importante en ésta. La selección de nuestras amistades es algo muy importante ya que ellas van a influenciar mucho en nuestra manera de pensar y de tomar decisiones. Debemos evitar hacer contacto con personas que irradien pesimismo y desgracia ya que estas atentan contra nuestra tranquilidad que es algo muy preciado.

Día 4 de noviembre:
“La mejor medida del dinero es la que ni cae en la pobreza ni ella que se aleja en demasía” “Aún los mismos gastos por los estudios, que son ciertamente los mejor empleados, serán razonables mientras sean moderados.” “Siempre es vicioso lo que es excesivo” En estas ideas que argumenta Séneca el equilibrio es algo que debe regir. No debemos concentrarnos nada más por tener bienes materiales y acumular muchas riquezas. Las cosas materiales pueden desaparecer fácilmente y esto afecta en gran magnitud a nuestra tranquilidad. Debemos mantener un equilibrio en la riqueza, no teniendo demasiadas cosas materiales ni tampoco llegar al extremo de la pobreza. Todo lo excesivo es al final perjudicial. “Con ninguna cosa nos obligó más la Naturaleza… como fue hallar en la costumbre un alivios de las calamidades, convirtiendo con presteza en familiares las más pesadas.” “Cada cual, pues ha de habituarse a su condición, sin quejarse de ella en manera alguna, y aprovechar todas las ventajas que ofreciere.” “Aplica la razón a las dificultades; las cosas duras pueden ablandarse, y las pesadas oprimir menos a quien las sabe sobrellevar” Todos los seres humanos tenemos la capacidad de adaptarnos a situaciones adversas y no dejar que estas nos venzan. Tenemos que aprovechar al máximo esta capacidad de adaptación y rescatar siempre las cosas buenas que se encuentran escondidas en las adversidades. Todo es cuestión de pensar racionalmente y de saber sobrellevar las dificultades.

Día 6 de noviembre:
“Porque mirando como venidero e ineludible todo lo que puede sobrevenir, mitigará la acometida de todos los males que a los que están prevenidos y los esperan nunca traen cosa de nuevo, y solamente son graves y pesados para los que viven con descuido y no esperan más que felicidades” “Publilio,…, dijo: <>” “Convéncete, pues, que todo estado es mudable y que lo que sobrevino a uno puede caer también encima de ti.” “Es forzoso que en el ánimo de quien no se prometió seguridad alguna del éxito entre más templadamente el dolor del fracaso.” Cuando uno se encuentra prevenido de las adversidades, se les puede hacer frente mucho más fácilmente que cuando éstas nos toman por sorpresa. Por eso no conviene pensar siempre que todo será solamente alegrías y triunfos porque cuando llegue un inconveniente no se sabrá como hacerle frente. No somos inmunes a ningún problema así que lo mejor es estar preparado para cualquier cosa. “La consecuencia inmediata de esto será que no trabajemos en cosas inútiles o por motivos inútiles.” “Enderécese, pues, tu trabajo a algún fin; propóngase algún resultado.” “Debemos también hacernos flexibles y no entregarnos con demasiada complaciente tozudez a las determinaciones que tomamos y pasar aquellas que el azar nos condujere, y no hemos de temer las mudanzas de proyecto o de situación, guardándonos de caer en ligereza, que es el vicio más enemigo de la quietud.” Debemos fijar siempre un objetivo en nuestro trabajo y concentrar nuestros esfuerzos para alcanzar este. No hay que ir por la vida sin rumbo alguno y nos debemos entregar a objetivos que sean beneficiosos para nosotros mismos y para el resto de personas. También debemos ser flexibles a los cambios y efectuarlos cuando se tengan que hacer pero tampoco podemos cambiar a cada rato de objetivo ya que eso no nos permite concentrar nuestros esfuerzos y no nos brinda tranquilidad.

Día 8 de noviembre:
“Hay que quitar importancia a las cosas y sobrellevarlas con ánimo; es más humano reírse de la vida que lamentarla.” “Lo mas cuerdo es tomar con calma las costumbres públicas y los vicios de los hombres.” Ayuda mucha a mantener la tranquilidad el quitarle un poco la importancia, muchas veces exagerada, que le ponemos a muchas cosas. No debemos dejar que las costumbres y los vicios de otros afecten nuestra tranquilidad por eso es mejor, a veces, tomar un poco a la ligera estas cosas y tomarlas con calma. “No obstante, hay que mezclar y alternar estas dos cosas, la soledad y la conversación; aquella nos comunicará el deseo del trato de los hombres; esta otra, el de nosotros mismos…” Siempre resulta bueno el relacionarse con gente por que así se comparten ideas y maneras de pensar pero debemos también encontrar un momento de soledad que es el que nos comunica con nosotros mismos. Es muy importante entrar en un estado reflexivo para encontrarnos con nosotros mismos y para esto se necesita estar en soledad. “Tiene que darse al espíritu algún reposo, descansados se levantarán mejores y más valientes para el trabajo.” “Conviene ser indulgente con el espíritu y de cuando en cuando concederle algún ocio…” A nada bueno conlleva el trabajar ininterrumpidamente sin ningún descanso o ningún tipo de ocio. Eso sólo causa que nos agobiemos. No hay que vivir para trabajar. Si bien el trabajo es algo muy importante, debemos combinar éste con el ocio y el descanso para así poder disfrutar de las cosas buenas que nos da la vida. Este equilibrio es básico para mantener la preciada tranquilidad.

Resumen:
En De la Tranquilidad del Alma Séneca aporta algunas soluciones para encontrar y mantener la tranquilidad que, para él, es un estado casi sagrado que hace que nos encontremos en paz con nosotros mismos y que miremos las cosas con alegría. Para esto, Séneca, se basa en un factor que a lo largo del libro lo va introduciendo en cada tema que toca: el equilibrio. El ser humano debe estar siempre ocupado en algo y debe aprovechar al máximo el tiempo que la Naturaleza le ha dado. Las tareas en las que el ser humano se debe ocupar han de ser con buenos propósito, que beneficien a uno mismo y a los demás. El primer paso que propone Séneca para encontrar la tranquilidad es el auto-examinarnos y conocer así cuales son nuestros vicios. Los vicios sólo producen el descontento de uno mismo. Después de saber cuales son nuestros vicios, hay que conocer nuestros propios límites ya que no todos tenemos las mismas capacidades. Luego se deben analizar los negocios a emprender. Debemos realizar una selección muy minuciosa de la gente con la que vamos a compartir nuestro tiempo. Relacionarse con los demás resulta provechoso. Es mucho lo que puede aprenderse de ellos al contraponer las ideas ajenas con las propias. Debemos evitar a las personas que se encuentran rodeadas de negatividad, de pesimismo y que se lamentan de todo. Esas personas por más que sean fieles y benevolentes afectan a nuestra tranquilidad. En cuanto a la riqueza material, Séneca dice que la mejor medida del dinero “es la que ni cae en la pobreza ni de ella se aleja en demasía.” No todo en esta vida tiene que estar relacionado con los bienes materiales y para Séneca hay otras cosas que llenan más el espíritu. Los hombres poseen una notable capacidad para adaptarnos a situaciones adversas. Cuando se aplica la razón a las dificultades, las cosas que parecen muy duras se pueden ablandar. Todo es cuestión de saber sobrellevar las cosas. Luego hace referencia a la importancia que tiene la prevención. Dice que las adversidades afectan en muchísimo menor grado a quienes ya se encuentran prevenidos que aquellos que las adversidades los toman por sorpresa. El trabajo que realizan los hombres, debe apuntar siempre hacia cosas útiles y debemos concentrar todos nuestros esfuerzos por alcanzar ese fin. Para ello es necesario evitar incurrir en la tozudez. Debemos ser abiertos a los cambios y debemos efectuarlos cuando el momento lo indique. Cambiar de objetivo es una opción válida. No conviene tampoco cambiar a cada rato de objetivo ya que eso es perjudicial para la tranquilidad. Hay que quitar la importancia exagerada que atribuimos a muchas cosas. Resulta bueno para la tranquilidad reírse un poco de la vida. No debemos dejar que los factores externos como las costumbres o los vicios de la gente afecten nuestra tranquilidad. Es importante alternar entre la relación con las personas -que es imprescindible por nuestra naturaleza social-, y la soledad, que es la que nos sirve para encontrarnos con nosotros mismos. En cuestiones de trabajo conviene mucho dedicar tiempo también al ocio y el descanso que son fundamentales para encontrar la tranquilidad. Conviene combinar adecuadamente trabajo, ocio y descanso. (*) Los textos han sido sometidos a algunas correcciones, adaptaciones y cambios ortográficos por MGS.

site:html.rincondelvago.com estoicismo hedonismo
https://es.wikiquote.org/wiki/csabiduria
http://www.frasecelebre.net/temas/cualidades/saber.html

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