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Estudio: Citas de Mao (1964): ● Las condiciones cambian permanentemente, y para adaptar su pensamiento a las nuevas condiciones, uno debe aprender. Incluso quienes tienen una mayor comprensión del marxismo y se mantienen comparativamente firmes en la posición proletaria, deben continuar aprendiendo, asimilar cosas nuevas y estudiar problemas nuevos. ● Podemos aprender lo que ignorábamos. No sólo sabemos destruir el mundo viejo, sino que también sabemos construir uno nuevo. ● Hay dos maneras de aprender de otros. Una es la dogmática, que significa copiarlo todo, sea o no aplicable a las condiciones de nuestro país. Esta no es una buena actitud. La otra es hacer funcionar nuestras cabezas y aprender lo que se adapte a nuestras condiciones, es decir, asimilar cuanta experiencia nos sea útil. Esta es la actitud que debemos adoptar. ● La teoría de Marx, Engels, Lenin y Stalin es aplicable universalmente. No hay que considerarla como un dogma, sino como una guía para la acción. Estudiar el marxismo-leninismo no es simplemente aprender su terminología, sino estudiarlo como ciencia de la revolución. No sólo hay que comprender las leyes generales establecidas por Marx, Engels, Lenin y Stalin como resultado de su estudio extensiva de la vida real y de la experiencia revolucionaria, sino también aprender la posición y el método que adoptaban al examinar y resolver los problemas. ● Si tenemos una teoría justa, pero nos contentamos con hacer de ella un tema de conversación y la dejamos archivada en lugar de ponerla en práctica, semejante teoría, por buena que sea, carecerá de significación. ● Hay que dominar la teoría marxista y saber aplicarla; dominarla con el único objetivo de aplicarla. Si usted puede aclarar uno o dos problemas prácticos desde el punto de vista marxista-leninista, merecerá elogios y podrá decirse que ha logrado algunos éxitos. Mientras más problemas aclare y más amplia y profundamente lo haga, mayores serán sus éxitos. ● Cómo unir la teoría marxista-leninista con la práctica de la revolución china? Dicho en lenguaje corriente, esto se logra disparando la flecha en el blanco. Cuando uno dispara una flecha, tiene que apuntarla a un blanco. La flecha es al blanco como el marxismo-leninismo a la revolución china. Algunos camaradas, sin embargo, disparan sus flechas sin ningún blanco, o tiran al azar; esas personas pueden perjudicar fácilmente a la revolución. Ibíd. Los que tienen experiencia en el trabajo práctico deben estudiar la teoría y leer concienzudamente. Sólo así podrán sistematizar y sintetizar sus experiencias para elevarlas al nivel de la teoría, y no tomarán sus experiencias parciales por verdades universales, ni caerán en el error del empirismo. Leer es aprender; practicar también es aprender, y es una forma más importante de aprender. Nuestro método principal es aprender a combatir en el curso mismo de la guerra. Una persona que no ha tenido oportunidad de ir a la escuela también puede aprender a combatir, aprender en el curso mismo de la guerra. La guerra revolucionaria es una empresa del pueblo; en ella ocurre con frecuencia que la gente, en vez de combatir después de haber aprendido, comienza por combatir y después aprende. Combatir es aprender. ● Entre un civil corriente y un militar hay cierta distancia, pero no una Gran Muralla, y esta distancia puede ser eliminada con rapidez. Participar en la revolución y en la guerra: he aquí cómo eliminarla. Al decir que aprender y aplicar no es fácil, nos referimos a que no es fácil aprender a fondo y aplicar con habilidad. Al decir que los civiles pueden convertirse con rapidez en militares, nos referimos a que no es difícil cruzar el umbral. Para resumir estas dos afirmaciones, recordemos la vieja sentencia china: Nada en el mundo es difícil para el que se propone hacerlo. Iniciarse en el arte de la guerra no es difícil y perfeccionarse también es posible; sólo se necesitan celo y habilidad para aprender. ● Debemos aprender de todas las personas entendidas (sean quienes fueren) a trabajar en el terreno económico. Debemos estimarlas como maestros, aprendiendo de ellas respetuosa y concienzudamente. No aparentemos saber cuando no sabemos. ● El conocimiento es problema de la ciencia y no admite la menor deshonestidad ni la menor presunción; lo que exige es ciertamente lo contrario: honestidad y modestia. ● La complacencia es enemiga del estudio. Si queremos realmente aprender algo, debemos comenzar por deshacernos de la complacencia. Nuestra actitud hacia nosotros mismos debe ser aprender sin sentirnos jamás satisfechos, y hacia los demás, no cansarnos de enseñar. ● Algunos han leído unos cuantos libros marxistas y se creen muy doctos, pero, como lo que han leído no les ha penetrado ni prendido en la mente, no saben utilizarlo y sus sentimientos de clase siguen como antes. Otros son muy engreídos y, habiendo aprendido algunas frases librescas, se hacen pasar par notabilidades y se hinchan de orgullo, pero, cada vez que se levanta una tormenta, toman una posición muy diferente de la de los obreros y la mayoría de los campesinos. Vacilan mientras éstos permanecen firmes, se muestran equívocos mientras éstos son francos y directos. ● Para adquirir una verdadera comprensión del marxismo, hay que aprenderlo no sólo de los libros, sino principalmente a través de la lucha de clases, del trabajo práctico y del contacto íntimo con las masas obreras y campesinas. Si, además de leer libros marxistas, nuestros intelectuales logran cierta comprensión del marxismo a través del contacto con las masas obreras y campesinas y de su propio trabajo práctico, hablaremos todos el mismo lenguaje: no sólo tendremos el lenguaje común del patriotismo y del sistema socialista, sino que podremos también tener el lenguaje común de la concepción comunista del mundo. En este caso, todos trabajaremos mucho mejor. (Mao, Libro de Citas) ● En el mundo actual, toda cultura, toda literatura y arte pertenecen a una clase determinada y están subordinadas a una linea política determinada. No existe en realidad, arte por el arte, ni arte que esté por encima de las clases, ni arte que se desarrolle paralelo a la política o sea independiente de ella. La literatura y el arte proletarios son parte de la causa de la revolución proletaria en su conjunto; son, como decía Lenin, engranajes y tornillos del mecanismo general de la revolución. ● La cultura revolucionaria es una poderosa arma revolucionaria para las grandes masas del pueblo. Antes de que se produzca la revolución, prepara ideológicamente el terreno, y durante ella, constituye una parte necesaria e importante del frente general de la revolución. ● Nuestra literatura y nuestro arte sirven a las grandes masas del pueblo, y en primer lugar a los obreros, campesinos y soldados; se crean para ellos y son utilizados por ellos. Nuestros trabajadores de la literatura y el arte tienen que cumplir esta tarea; tienen que cambiar de posición, pasarse gradualmente al lado de los obreros, campesinos y soldados, al lado del proletariado, adentrándose en ellos, incorporándose a la lucha práctica y estudiando el marxismo y la sociedad. Sólo así podremos crear una literatura y un arte verdaderamente al servicio de los obreros, campesinos y soldados, una literatura y un arte verdaderamente proletarios. Ibíd. Nuestro propósito es asegurar que la literatura y el arte encajen bien en el mecanismo general de la revolución, se conviertan en un arma poderosa para unir y educar al pueblo y para atacar y aniquilar al enemigo, y ayuden al pueblo a luchar con una misma voluntad contra el enemigo. ● La critica literaria y artística tiene dos criterios: el político y el artístico. (...) Hay un criterio político y hay un criterio artístico. Cuál es la relación entre ellos? La política no equivale al arte, ni una concepción general del mundo equivale a un método de creación y critica artísticas. No sólo negamos que haya ningún criterio político abstracto y absolutamente invariable, sino que también negamos que haya ningún criterio artístico abstracto y absolutamente invariable; en toda sociedad de clases, cada clase tiene sus propios criterios político y artístico. Pero todas las clases, en todas las sociedades de clases, siempre colocan el criterio político en el primer lugar y el artístico en el segundo. (...) Lo que exigimos es la unidad de la política y el arte, la unidad del contenido y la forma, la unidad del contenido político revolucionario y el más alto grado posible de perfección de la forma artística. Una obra de arte que carece de valor artístico, por progresista que sea en lo político, no tiene fuerza. Por eso nos oponemos tanto a las obras artísticas que contengan puntos de vista políticos erróneos como a la tendencia a crear obras al estilo de cartel y consigna, obras acertadas en su punto de vista político, pero carentes de fuerza artística. En el problema de la literatura y el arte, tenemos que sostener una lucha en dos frentes. ● Que se abran cien flores y compitan cien escuelas de pensamiento es la orientación para promover el desarrollo del arte y el progreso de la ciencia, para hacer florecer la cultura socialista de nuestro país. Pueden desarrollarse libremente distintas formas y estilos en el arte, y competir libremente diferentes escuelas en la ciencia. Consideramos que es perjudicial al desarrollo del arte y de la ciencia recurrir a medidas administrativas para imponer un particular estilo de arte o escuela de pensamiento y prohibir otro. El problema de lo correcto y lo erróneo en el arte y en la ciencia debe resolverse mediante discusiones libres en Los círculos artísticos y científicos, a través de la práctica del arte y de la ciencia, y no de manera simplista. ● Un ejército sin cultura es un ejército ignorante, y un ejército ignorante no puede derrotar al enemigo. (Mao, Libro de Citas)
El libro rojo de Mao - Mao Tse-Tung (1964):
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