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El periplo de Hannon:

Texto del Periplo:


"Esta es la historia del largo viaje de Hannón rey de Cartago a las tierras libias más allá de las columnas de Herakles que él mismo dedicó al templo de Kronos (Baal Hammón) en una tablilla.

I. Los cartagineses decidieron que Hannón había de navegar más allá de las Columnas de Herakles y fundar ciudades libio-púnikes. Se hizo a la mar con sesenta pentekónteras y unos treinta mil hombres y mujeres así como provisiones y todo lo necesario.

II. Después de navegar dos días más allá de las Columnas fundamos la primera ciudad que llamamos Thimiaterion. Detrás de ella había una gran llanura.

III. Navegando desde allí hacia Occidente llegamos a Soloeis un promontorio libio cubierto de árboles. En él fundamos un templo a Poseidón.

IIII. Caminamos medio día hacia el este y encontramos un lago no lejos del mar cubierto de una gran aglomeración de altas cañas en las que pacían elefantes y muchos otros animales salvajes.

V. A una jornada de ese lago fundamos ciudades en la costa que se llamaron Karikon Teijos, Gytte, Akra, Melitta y Arambys.

VI. Dejando aquello llegamos al ancho río Lixos (río Draa) que viene de Lybia junto al que unos nómadas llamados lixitas hacían pastar sus rebaños. Estuvimos algún tiempo con ellos y quedamos amigos.

VII. De allí hacia el interior habitaban los inhospitalarios etíopes en un país cercado por altas montañas y lleno de animales salvajes. Dicen ellos que el río Lixos nace allí y que entre las montañas viven trogloditas de raro aspecto y que según los lixitas puden correr más rápidamente que los caballos.

VIII. Tras tomar a algunos lixitas como intérpretes navegamos hacia el sur a lo largo de la costa del desierto durante dos días y después un día más hacia el este y encontramos una islita de cinco estadios de circunferencia en el extremo más lejano del golfo (¿cercana al delta del río Senegal?). Nos establecimos allí y le llamamos Cerne. Por nuestro viaje consideramos que el lugar estaba completamente opuesto a Cartago ya que el viaje desde éste a las Columnas y desde éstas a Cerne era completamente semejante.

IX. De allí remontando un gran río llamado Jretes (Senegal) llegamos a un lago en el que había tres islas más grandes que Cerne. Para terminar la jornada llegamos desde allí al final de lago dominado por algunas altas montañas pobladas por salvajes vestidos con pieles de fieras que nos apedrearon y nos golpearon impidiéndonos desembarcar.

X. Navegando desde allí llegamos a otro amplio río lleno de cocodrilos e hipopótamos. Desde allí volvimos atrás y regresamos a Cerne.

XI. Desde allí navegamos doce días hacia el sur pegados a la costa que estaba toda habitada por los etíopes quienes no se quedaban en sus tierras sino que huían de nosotros. Su lengua era ininteligible incluso para nuestros lixitas.

XII. El último día echamos el ancla junto a unas altas montañas cubiertas de árboles cuya madera era de suave aroma (Cabo Verde).

XIII. Durante dos días las rodeamos y llegamos a un inmenso golfo (la desembocadura del Gambia) en cada una de cuyas orillas había una llanura en las que de noche veíamos hogueras grandes y pequeñas que ardían a intervalos por todas partes.

XIIII. Hicimos aguada allí y navegamos durante cinco días a lo largo de la costa hasta llegar a una gran bahía que nuestros intérpretes llamaban El Cuerno del Oeste. En ella había una amplia isla y en la isla un lago de agua salada dentro del que había otra isla en la que desembarcamos. De día no podíamos ver nada más que el bosque. Mas por la noche distinguíamos muchas hogueras y oíamos sonido de flautas, tañer de címbalos y tímpanos y gran estrépito de voces. El terror se apoderó de nosotros y los adivinos aconsejaron abandonar la isla.

XV. Navegamos pues apresuradamente y pasamos frente a una costa ígnea llena de incienso ardiente. Grandes corrientes de fuego y lava fluían hasta el mar y era imposible acercarse a tierra a causa del calor.

XVI. Dejamos aquello deprisa por temor y durante cuatro días de navegación vimos la tierra envuelta en llamas. En medio había una llama altísima mucho más que las otras que llegaba al parecer a las estrellas. De día vimos que se trataba de una montaña muy alta llamada El Carro de los Dioses (¿el Monte Camerún, de 4070 metros?).

XVII. Navegando desde allí durante tres días pasamos corrientes ardientes de lava y llegamos a un golfo llamado el Cuerno del Sur.

XVIII. En el extremo más lejano de esta bahía había una isla como la anterior también con un lago en el cual había otra isla llena de salvajes. Desde lejos la mayor parte eran mujeres con cuerpos peludos a las que nuestros intérpretes llamaron gorilas. Los perseguimos pero no pudimos capturar a ningún hombre pues todos ellos acostumbrados a trepar por los precipicios se escaparon defendiéndose tirándonos piedras. Cazamos tres mujeres que mordieron y magullaron a los que las cogían no dispuestas a seguirles. Las matamos al fin y desollándolas llevamos sus pieles a Cartago. No navegamos más allá porque se acabaron nuestras reservas"

El texto está copiado de la siguiente dirección:

http://blogia.com/terraeantiqvae/index.php?idarticulo=200411303

La colonia más meridional que fundó Hannon fue Kerne, que, en opinión de Werner Huss (Los cartagineses, Madrid, 1993, p. 47, del alemán Die Karthager, München, 1990)sólo puede haber sido la isla de Herne en la Bahía del Río de Oro o una de las islas de la Bahía Arguin.

Sobre la fundación de colonias, la colonización de Marruecos es bastante temprana y bien conocida, incluso en zonas del interior. Que yo sepa, la colonia conocida más al sur es Mogador. Así que, de las supuestas fundaciones de Hannon, ni idea.

Me parece muy poco probable que duraran más que la propia Cartago, máxime, cuando el modo de ocupación de los fenicios, incluyendo a la propia Cartago (no olvidemos la tradición de la piel de Toro), se basaba en pactos con las oligarquías nativas. Cartago era una potencia económica, pero su presencia militar no podía compararse, en modo alguno, a la de otros imperios. Así pues, imagino que las colonias demasiado alejadas quedaban a su suerte. Claro que no creo que la ocupación de la costa atlántica, más al sur de Mogador, si la hubo, se pueda comparar a la conocida en la península para épocas más avanzadas. Es de suponer que fueran factorías a la manera de las primeras colonias occidentales, totalmente orientadas al comercio.

No obstante, quizás haya que pensar que el viaje de Hannon tenía otros motivos además de los colonizadores, como la búsqueda de nuevas fuentes para la obtención de metales.

Tampoco hay que olvidar que, para comerciar, los fenicios no necesitaron necesariamente una presencia permanente en las costas, puesto que recurrían al llamado "comercio silencioso". Pero tampoco creo que haya por qué dudar del establecimiento de colonias más al sur de Mogador.

Finalmente, me gustaría resaltar que es cada vez más lo que se conoce de la navegación púnica, y que los hallazgos no dejan de sorprender a los investigadores. ¿Quién iba a imaginar que los cartagineses ya fabricaban sus naves "en serie"?, ¿verdad?

Como mi respuesta dista mucho de ser satisfactoria, te recomiendo varios enlaces que te pueden ayudar:

El primero es un artículo de Fernándo López Pardo (Profesor de la UCM que excava precisamente en Mogador) sobre la colonización en el África noroccidental:

http://www.ucm.es/info/antigua/cefyp/actualiz1.htm

Además, puedes entrar en el foro del Centro de Estudios Fenicios y Púnicos de la Universidad Complutense. Uno de los moderadores es Carlos González Wagner, profesor de la UCM y uno de los grandes expertos que tenemos en España sobre el mundo púnico:

http://miarroba.com/foros/ver.php?foroid=39469

A continuación añado una lista de "peros" que los historiadores escépticos han establecido para rechazar la verosimilitud de los hechos narrados en el relato:

-En principio, resultaría chocante -al menos inédito- un relato griego que fuera la traducción de un documento oficial púnico. Los estudios filológicos indicarían que se trata no tanto de una traducción de un documento púnico del siglo V a. C., sino de una creación literaria "ex novo" probablemente de mediados de la época helenística.

Iniciar el periplo diciendo que es una traducción de otro documento es una práctica muy extendida en la literatura paradoxográfica de este período, para dar mayor verosimilitud. Antonio Diógenes afirma traducir un códice de la época de Alejandro; Filóstrato dice que su vida de Apolonio de Tiana es una copia de las memorias de su amigo -de Apolonio- Damis... y la costumbre permanece (pasando por ese Geoffrey de Monmouth que afirma que su "Historia de los reyes de Britania" es una tradución de un libro antiguo en lengua británica) hasta la literatura contemporánea.

-Resulta extraño que los púnicos airearan de modo tan descarado una ruta comercial, teniendo en cuenta el celo con el que las mantenían en secreto. Acordáos de la anécdota estraboniana sobre el almirante que encalla su barco para no desvelar a sus perseguidores romanos la ruta de las Cassitérides.

-La referencia en el texto a vacilaciones y temores contrasta con el tono triunfalista de los documentos oficiales de las civilizaciones semitas y orientales.

-¿Cómo pudieron regresar? Para los portugueses del siglo XV no fue tan fácil dar -después de varias navegaciones- con la "volta". Es decir, con la ruta para volver desde el golfo de Guinea a la península eludiendo corrientes y vientos adversos. Hannón y los suyos la habrían descubierto a la primera...

-Las excavaciones arqueológicas efectuadas en la zona parecen indicar que el inicio de la explotación del oro fue más tardía.

-La presencia de salvajes, monstruos.. ¿describe el África ecuatorial o nos remite a los tópicos de barbarie y fantasía de los confines del mundo? Los salvajes cubiertos de pieles que los reciben a pedradas... ¿un encuentro con indígenas o un lugar común desde los cíclopes y los lestrigones de la Odisea (acaso inspirado en éstos)?

-Los griegos atribuían a África forma trapezoidal o triangular. El cuerno del Oeste sería el confín más occidental del continente. El cuerno del sur, el meridional. En la medida en que tras dicha punta sur se abría -creían ellos- el mar Rojo- la "tierra de los aromas" por antonomasia, es en ese contexto que hay que entender la referencia en XII; es lógico que según avanzan al sur, se encuentren con plantas y árboles aromáticos. (obsérvese la referencia al incienso ardiente en XV)

Lo cierto es que cada vez que se examina un texto de este tipo, siempre se acaba cayendo en la misma cuestión: ¿hasta dónde podemos llegar interpretando de manera positivista los datos que en ellos se contienen? Los antiguos percibían el mundo como una superficie en cuyos extremos había todo tipo de prodigios y seres extraordinarios. Cuando el Periplo de Pitheas dice que llegaron a un lugar donde se mezclaban tierra, mar y aire ¿debemos entender que se refiere a la banquisa, lo que demostraría que llegaron a zonas árticas? ¿O más bien que el Periplo, al narrar un acercamiento a lo que se consideraban los límites del mundo "se ve en la obligación" de describir portentos de este tipo? Pensemos tal vez en el límite donde la cúpula celeste se encuentra con el borde de la Tierra, etc...

Sobre el periplo de Himilcón, lo mismo: habla de algas que dificultan la navegación. ¿Ello nos debe hacer pensar en los Sargazos? Curiosamente, los investigadores más crédulos con el periplo de Hannón, a la hora de enfocar el de Himilcón entienden que dicho navegante bordeó las costas atlánticas de Europa, llegando acaso a las islas británicas; por lo tanto, no rozaría el mar de los sargazos.

Incluso el propio periplo de Hannón ha dado pie a varias interpretaciones. Algunos autores sostienen que el volcán que aparece al final sería el Teide, ya que el relato, siendo real, describiría una navegación no más allá de las Canarias.

Sobre la fiabilidad que Maktub atribuye a los relatos vikingos y polinesios, ambos están contrastados por la arqueología. En el caso vikingo, hay pruebas incluso en América (L´Ansé-aux-Meadows). En el polinesio, además de la arqueología, la lingüística nos permite seguir y reconstruir la expansión de los navegantes polinesios. Por desgracia, no tenemos indicios semejantes en el caso de Hannón (por cierto, la semejanza entre Ras y Rash es normal, siendo el fenicio y el árabe lenguas semitas).

Procedente de phoenicia.org/proutes.html he encontrado en yespitinglis unos comentarios a los 18 puntos que desarrolla Hannon-2 en su exposición. De momento, por falta de tiempo, copiaré algunos de ellos. A ver que os parecen estas versiones pseudotraducidas en plan coloquial:

0. Lybia es el nombre griego para "África". Las Columnas de Herakles se refieren al Estrecho de Gibraltar. Kronos es un dios griego que podría ser identificado con el dios Baal Hammon. El título de Hannon de "rey" (en griego: basileus) es la interpretación habitual de un alto magistrado de Cartago, el "sufita", pero en este caso parece tratarse de un magistrado de rango especial.

1. El número de 30.000 personas está bajo sospecha... Los barcos tendrían que ir demasiado llenos. Unos tales J.G. Demerliac & J. Meirat, Hannon et l' Empire Punique (1983 Paris, pp.64-67) sugieren 5.000. El término Libio-fenicias se refiere a las colonias fenicias en África.

2. Thymiaterion significa "Altar de incienso" y ha sido identificada con el puerto marroquí de Mehidya, 40 km. al norte de Rabat.

3. Muchos eruditos emplazan Cabo Soloeis en Cabo Cantin, también conocido como Cabo Beddouza. Sin embargo, es imposible viajar hacia el este desde aquí como se indica en la línea 4. Una alternativa plausible es Cabo Mazagan, las colinas.

 

 

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